Lula y la necesidad de crear la República Bolivariana de Brasil

21/05/2006
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América Latina necesita urgentemente la integración continental para llevar adelante una nueva versión de la inteligencia humana, pero esta vez en el Siglo XXI, cual es el establecimiento pleno de sociedades justas y modernas, a la par con la investigación mundial de ciencia, tecnología y humanismo. Es un reto que ya se dio en Europa en los siglos XIX y XX y fracasó en buena medida aunque no totalmente, tanto en su versión radical de clase con los bolcheviques en el poder y su posterior burocratización y rendición con Stalin y Gorbachov respectivamente, y las versiones reformistas adscritas al socialismo democrático y a las social democracias. Lenin desarrolló la URSS sobre la base del trabajo de la gente y sin explotar al tercer mundo, pero sus seguidores dieron todo al traste. Son conclusiones que los latinoamericanos en general debemos sacar de la historia universal si deseamos construir sin errores de concepción el nuevo socialismo del Siglo XXI. Pero esta vez uniendo el socialismo de origen indígena con el de origen militar y nacionalista. Son formas de socialismo que deberían unirse plenamente en colaboración de ideas y experiencias, para evitar pisar piedras del camino dos veces y en definitiva para triunfar en beneficio de los pueblos. Latinoamérica es rica en estas experiencias. Desde 1937 existe en Bolivia el llamado socialismo militar que nacionalizó en dos ocasiones los hidrocarburos, y el socialismo de origen nacionalista con la expresión honesta de Hernán Siles Zuazo a la cabeza. Ambos socialismos dieron mucho a Bolivia como las nacionalizaciones de los recursos naturales, reforma agraria, voto universal, cogestión obrera, relaciones con países socialistas, universidades gratis para el pueblo y sindicatos de trabajadores obreros y campesinos. Lo mismo se puede decir de Brasil con sus luchas desde la colonia con Tiradentes desde Ouro Preto (la Potosí brasileña), la gesta social de Getulio Vargas en el Siglo XX y ahora Lula con su socialismo sui-generis de hambre cero (fome cero). Pero en todos los casos las oligarquías impiden un avance a un estadio mayor de profundización. La oligarquía brasileña acaba de solicitar a Lula que invada Bolivia a raíz de la nacionalización de los hidrocarburos, olvidando que la empresa PETROBRAS no es brasileña en más del 60%, son empresas transnacionales y países del norte del hemisferio las que son dueñas de sus acciones. Pero también olvidando que PETROBRAS en estos últimos diez años recuperó sus inversiones en una proporción al menos de dos a uno. Esta recuperación de inversiones se dio además en el terreno de la ilegalidad ya que PETROBRAS nunca se preocupó por hacer legalizar contratos con el Parlamento boliviano, algo esencial en la CPE. La falta de legalización hace que PETROBRAS no tenga base segura para reclamar a Bolivia, por el contrario Bolivia ya ha hecho suyo este reclamo con la nacionalización de campo San Alberto, descubierto en su momento por YPFB pero usurpado de mala manera por PETROBRAS. Ex presidentes de YPFB pasaron información necesaria a esta empresa y ahora fungen como sus empleados privilegiados. Brasil para jugar un rol de liderazgo en Sudamérica o en América Latina debe refundarse, porque nadie en Sudamérica va a seguir a un país en el que se pide invadir a otros, aunque este pedido no venga del pueblo pobre y sin tierras. Se estaría repitiendo la política de George Bush con Irak. Lula está contra estos extremos, pero debe introducir con urgencia cambios en Brasil. Puede hacerlo. Sugerimos que se debe crear la nueva república bolivariana de Brasil. Bolívar nunca estuvo en Brasil, tampoco en Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay. Pero todos saben de su influencia integradora y de transformaciones sociales. Bolívar vivió solamente 47 años, si hubiera vivido más seguramente habría estado en Brasil luchando por su independencia. De la misma forma que el italiano Garibaldi luchó posteriormente en Brasil por la libertad y la unión de este país tropical. Por algo son llamados libertadores los que trascienden las fronteras para liberar a los pueblos. Bolivia y Brasil se consideran dueñas del Acre, un territorio boliviano que ahora pertenece a Brasil, pero sus habitantes conocen su pasado boliviano. Todos los Estados que rodean a Bolivia se consideran también bolivianos espiritualmente, porque los brasileños en Bolivia pueden estudiar en sus universidades públicas. Es algo muy difícil para el pueblo pobre brasileño abandonado por el centralismo. Aquí las universidades públicas son gratuitas para bolivianos y también para latinoamericanos. Bolivia al igual que Brasil debería convertirse oficialmente en un país bolivariano, ya que bolivarianismo significa integración, cooperación entre pueblos, planificación de la economía con predominancia de las necesidades sociales por encima del gran capital, frente común contra los imperios que dominan el mundo, pero sobre todo industrialización común de las materias primas. Brasil no compra a Bolivia valor agregado y no tiene interés en hacerlo, esto debe cambiar con un enfoque bolivariano de los problemas y de las relaciones entre ambos países. Por ejemplo qué bueno sería que Brasil compre energía eléctrica a Bolivia, o diesel ecológico, aceros de El Mutún con un precio internacional de mil dólares la tonelada, metanol, DME, alimentos como la quinua andina y amaranto. Lula puede hacer mucho para cambiar la mentalidad de muchos brasileños, que en una especie de brasilcentrismo siguen erróneamente con la percepción oligárquica de que Brasil es “o mais grande do mundo”, o que la deuda externa astronómica no es impagable. Si esto fuera realmente cierto, Brasil no tendría cien millones de hambrientos, por culpa precisamente de esta deuda, contraída por oligarquías, no por el pueblo brasileño. Bolivia y Brasil necesitan urgentemente un TCP o tratado comercial de los pueblos, como el que ya tiene comprometido Bolivia con Venezuela y Cuba. Y seguramente firmará con todos y cada uno de los pueblos de América Latina y el Caribe. Así el desarrollo será integral para todos los pueblos sin exclusión. ¡Este es precisamente el llamado socialismo del Siglo XXI!
https://www.alainet.org/es/articulo/115284?language=en
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