Luego de la última cumbre ordinaria del MERCOSUR, se presentaron diversos conflictos entre sus miembros. Sin embargo, hoy la situación muestra que el bloque está cada vez más sólido. La próxima Cumbre del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), que se llevará a cabo en la ciudad de Córdoba entre los días 20 y 21 de julio, reflejará oficialmente el estado en el que se encuentra el bloque, luego de los sucesos que tuvieron lugar desde la última reunión oficial. Hasta el momento, confirmaron su participación los presidentes de los países del MERCOSUR: Néstor Kirchner, de Argentina; Luiz Inacio Lula Da Silva, de Brasil; Tabaré Vázquez, de Uruguay; y Nicanor Duarte Frutos, de Paraguay. Claro que ahora se sumó la nueva incorporación al bloque, Venezuela, así que Hugo Chávez también se hará presente en la ciudad cordobesa. A su vez, asistirán sus colegas de Chile, Michelle Bachelet; de Bolivia, Evo Morales; de Ecuador, Alfredo Palacios; de Perú, Alejandro Toledo y de Colombia, Álvaro Uribe Vélez. El presidente de Cuba, Fidel Castro, aún no ha confirmado su presencia, pero es una posibilidad que algunos medios mencionan. La cumbre anterior tuvo lugar en Montevideo, Uruguay, en diciembre de 2005. Pero muchas cosas cambiaron desde entonces y un nuevo escenario se presenta seis meses después. Uno de los problemas más graves que sufrió el bloque durante este período de tiempo, se dio entre Argentina y Uruguay. La posible instalación de dos fábricas de celulosa en la ciudad uruguaya de Fray Bentos, generó la oposición argentina, debido a la cantidad de sustancias cancerígenas que contaminarían el ecosistema de la cuenca del Río Uruguay. Luego de diversos discursos encontrados y de intentos de acuerdos frustrados, el caso fue presentado por Argentina ante la Corte Internacional de La Haya. Este país aspira a que el Tribunal declare la responsabilidad internacional de Uruguay por incumplir el Estatuto del Río Uruguay, un tratado que los dos países firmaron en 1975 para preservar el río fronterizo. Pero teniendo en cuenta que el proceso puede demorar hasta cinco años, el Gobierno aspira a que mientras tanto, como medida cautelar, las fábricas suspendan las construcciones. El veredicto del Tribunal se dará a conocer el próximo jueves, 13 de julio. Durante los momentos más tensos de esta situación, se llegó a decir que Uruguay estaría por abandonar el bloque del MERCOSUR. Sin embargo, varios funcionarios del gobierno charrúa se encargaron de desmentir estos rumores. Incluso el propio Tabaré Vázquez aclaró que su gobierno no maneja la posibilidad de retirarse del MERCOSUR. Sin embargo, no se puede dejar de tener en cuenta que Vázquez, junto con su colega Duarte Frutos, se ven en una situación de asimetrías dentro del bloque MERCOSUr y apelan a diversas estrategias para intentar adquirir ventajas de alguna manera. Tal es así, que el 4 de mayo el presidente uruguayo viajó a Washington para negociar un acuerdo bilateral que promueva el comercio y las inversiones con el país del norte. En aquél momento, Tabaré Vázquez admitió estar dispuesto a firmar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, al tiempo que señaló que su país se siente \"desplazado y marginado\" en el Mercosur. Pero un TLC con Estados Unidos sería demasiado difícil de digerir para Brasil y Argentina. De hecho, hoy en día la reglamentación del bloque impide un tratado bilateral de ese tipo para un socio pleno como Uruguay. Días antes del viaje de Vázquez a Washington, Evo Morales llevó adelante la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia, lo que produjo algunas tensiones en la región. Brasil fue el país que más reaccionó debido a que importa más del 50 por ciento de su mercado interno desde Bolivia, y Morales tenía pensado aumentar notoriamente el precio del gas. Además, la empresa estatal brasileña, Petrobrás, tomó con cierta antipatía la decisión del presidente boliviano ya que es la principal transnacional petrolera que explota yacimientos de Bolivia. Por último, según un portavoz de la oficina de prensa del ministro de Minas y Energía, Silas Rondeau, la decisión de Morales fue para el presidente “un gesto no amistoso que puede ser entendido como una ruptura de los entendimientos que venían siendo mantenidos con el Gobierno boliviano”. Así, el 4 de mayo –y mientras Tabaré Vázquez estaba reunido con George W. Bush- se llevó a cabo una cumbre cuatrilateral en Puerto Iguazú entre los mandatarios de Argentina, Brasil, Venezuela y Bolivia, para evaluar el nuevo escenario energético regional que surgió a partir de la decisión de este último país de nacionalizar sus hidrocarburos. En esta reunión, se aseguró que el abastecimiento del volumen de gas que requieran los países compradores, estaría garantizado. Además, se acordó que las discusiones sobre el valor del fluido, entre otros temas pendientes de la región, se darían en el ámbito bilateral. Actualmente, esas disidencias entre Brasil y Bolivia se ven apaciguadas, y de esta manera, lograron comenzar las negociaciones. La cumbre que tuvo lugar en Caracas el pasado 4 de julio iba a ser un posible escenario para llegar a un acuerdo, pero no fue así. Sin embargo, el diálogo sigue abierto. Claramente, esta tensa situación marcó un segundo momento de fuertes disidencias dentro del bloque, pero finalmente, Da Silva respetó la decisión de Morales, cuya única intención es incrementar la economía de un país que se presentaba fuertemente golpeado y, a su vez, cumplir con una de sus promesas de la campaña electoral. Frente a todas estas situaciones, es importante tener en cuenta que América Latina está atravesando un momento de integración regional, donde las políticas de los diferentes países se reúnen para enfrentar el unilateralismo de Estados Unidos. A veces con diferentes estrategias, la mayoría de los países de la región evidencian una cierta política común. Esto se notó en la IV Cumbre Mercosur-Unión Europea (UE), que tuvo lugar en Viena el 12 de mayo de este año. La cumbre trató sobre el “fortalecimiento de la asociación estratégica biregional”. Allí se intentó llegar a un acuerdo comercial entre los dos bloques, pero resulta más que elocuente el mensaje que transmitió el canciller argentino Jorge Taiana, a la comisaria de Relaciones Exteriores de la UE, Benita Ferrero Waldner: \"si ustedes no toman en cuenta las asimetrías con respecto a nosotros, nunca vamos a terminar de cerrar el acuerdo”. Así es que durante esa reunión no se llegó a concretar el pacto, el cual cada vez se ve más lejos dadas las diferencias de poder entre los bloques. En una entrevista con el diario argentino Página 12 publicada el 12 de mayo, Carlos ‘Chacho’ Álvarez, quien se encuentra al frente de la Comisión Permanente del Mercosur, expresó que dadas las actuales circunstancias “Europa significa una alternativa al unilateralismo de Estados Unidos”. Mientras tenía lugar esta cumbre, el Mercosur estaba pasando por unos de sus peores momentos. La nacionalización de hidrocarburos todavía mostraba sus efervescentes efectos en Brasil, y la relación entre Vázquez y Kirchner en Viena resultó más que distante. Tal es así, que en el momento en que se tomaba la foto oficial con los 60 presidentes que concurrieron a la cumbre, Evangelina Carrozo, una exuberante muchacha comprometida con la causa contra las papeleras y perteneciente al grupo Greenpeace, apareció en bikini con un cartel que decía “Basta de papeleras contaminantes”. Si bien Kirchner no se hizo cargo de este acto y expresó que no tenía nada que ver, se tomó con humor la sorpresa, al igual que el resto de los presidentes. El último acontecimiento que revolucionó el estado del Mercosur fue la cumbre en Caracas que tuvo el lugar el martes 4 de julio. Se trató de una reunión extraordinaria, convocada con el fin de formalizar el ingreso de Venezuela al bloque. Si bien el acto iba a tener lugar en la cumbre oficial del Mercousr en Córdoba, Chávez solicitó que la firma del protocolo de 12 artículos se cumpliera en Caracas, para mostrar a sus compatriotas el apoyo regional con el que cuenta el presidente. No hay que olvidar que Chávez aspira a la reelección presidencial en los comicios de diciembre. Esta nueva incorporación es un paso muy importante para el desarrollo del bloque, ya que Venezuela cuenta con un recurso tan preciado y estratégico como el petróleo. Además, se trata de un país relevante que va a ocupar un significativo lugar en la estructura de poder del Mercosur, y esto quizá permita la reubicación de los roles de Uruguay y Paraguay, que en este momento se encuentran en un lugar relegado. A su vez, en la cumbre extraoficial que tuvo lugar en Caracas, Kirchner mencionó la creación de un “bono del sur”, “un bono binacional para seguir impulsando inversiones, para seguir sosteniendo el crecimiento económico\", sostuvo en la reunión el presidente Lula Da Silva. El presidente argentino dijo que este título público sería un primer paso hacia la creación de un \"banco del sur\" que sirva \"para dar financiamiento y las respuestas que nuestras sociedades están esperando\". En el caso argentino, es una opción política que rompe con las ataduras y condicionamientos de los grupos financieros internacionales, tomando al Fondo Monetario Internacional (FMI) como ejemplo paradigmático. Pese a todos los conflictos vividos en estos últimos años, el Mercosur se vuelve a levantar con la incorporación de este país y con una política de integración regional, para enfrentar la hegemonía de Estados Unidos. El avance en estructuras productivas regionales, donde Venezuela aporta un papel fundamental, es el camino por el cual el Mercosur se podrá convertir en un fuerte bloque que pueda competir con los poderes imperiales de Estados Unidos y la UE. El punto más relevante es esta política de integración común que caracteriza actualmente a la mayoría de los países latinoamericanos. Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina http://www.prensamercosur.com.ar