El periodismo como oficio profesional es necesario en cualquier sociedad democrática, ya que son los periodistas los encargados de dar a conocer la información y las diversas opiniones en torno a los temas de actualidad que competen a los ciudadanos. Sin embargo, en Colombia esta profesión se ha convertido en un tarea riesgosa y difícil de ejercer, tal como lo demuestra el Informe sobre las violaciones a la libertad de prensa presentado por la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) para el período enero - junio de 2006. Este informe muestra que las violaciones a la libertad de prensa han aumentado con respecto a los últimos dos años; en el primer semestre de 2006 se presentaron 72, mientras que en el 2005 habían sido 48 y en el 2004, 41. Revela también, que la amenaza a periodistas continúa situándose como la violación más frecuente con 27 registros en lo que va del año y señala el departamento de Santander y la ciudad de Bogotá como las zonas en donde más veces se viola el derecho al periodismo libre. La FLIP registró también que aunque el número de asesinatos, secuestros y atentados a periodistas ha disminuido en los últimos años, las amenazas en cambio, han aumentado considerablemente. De otro lado, un reciente informe de ‘Hechos del Callejón’ revela que algunos profesionales del periodismo han optado por evitar temas que puedan poner en riesgo su seguridad, la de sus familias o su estabilidad laboral, incurriendo así en la autocensura. El aumento de las amenazas es atribuido también a la diversidad de temas sensibles en el país. Gloria Ortega Pérez, directora de la Corporación Medios para la Paz afirma en esa dirección que la corrupción política o administrativa, paramilitarismo, guerrilla, narcotráfico y la fuerza pública “son cinco fuegos o fuerzas amenazantes de la libertad de prensa”. Hoy en día, a diferencia de las décadas pasadas, donde el narcotráfico era el principal tema acerca del cual era peligroso hablar, son diversos los actores que pueden llegar a amenazar la labor del periodista. Según la FLIP, la mayoría de veces las violaciones se relacionan con periodistas de medios escritos o prensa (32), seguidos de la radio (18), la televisión (12) y periodistas freelance (7). Así mismo, gran parte de las amenazas provienen de grupos paramilitares, supuestamente desmovilizados, grupos reorganizados de autodefensas y de la guerrilla que ha sido autora de por lo menos 6 de los casos. A propósito de los resultados arrojados por este informe, la FLIP resalta en un comunicado difundido a través de Internet, que una de las constantes más preocupantes es el hecho de que las investigaciones judiciales al respecto “no arrojan resultados satisfactorias”. Y ejemplifica el caso del periodista Gustavo Rojas Gabalón, en el que la Fiscalía General de la Nación vinculó a la investigación “únicamente a los autores materiales del hecho”. Por esta situación, la Fundación para la Libertad de Prensa, luego de dar a conocer sus indicadores, pide a las autoridades judiciales colombianas que aceleren las investigaciones -actuales y pendientes- sobre violaciones a la libertad de prensa. Además solicita, que se le exija a los grupos paramilitares desmovilizados y reorganizados, respetar la integridad de los periodistas y el Derecho a la Información de los colombianos. Expresa además la necesidad de que se determine qué personas y/o intereses están detrás de las constantes amenazas y violaciones al citado derecho. Junto a las ya mencionadas exigencias a la justicia, es necesario también que exista un mayor respaldo a la labor comunicativa en Colombia; dejando de lado la indiferencia ante los hechos de violación a la libertad de prensa y la presión de aquellos que le temen a la verdad y a la transparencia. Para mayor información consute: http://www.flip.org Fuente: Actualidad Colombiana http://www.actualidadcolombiana.org/