Violencias urbanas
- Opinión
Miguel Ángel Herrera"(...) Hoy hay un comunicado (...) yo soy corresponsal de varios medios internacionales y me preguntan si en República Dominicana hay o no hay toque de queda? (...) hay una implicación económica que no podemos obviar (...) hay lugares donde se limitan la venta de bebidas alcohólicas, como Connecticut, Boston, pero esas comunidades no están militarizadas (...) lo que pasa es que allí hay una cultura (...)"
Show del Mediodía. Color Visión, 3 Agosto, 2006
“El cambio no se puede administrar (…) Un desafío es que su organización se convierta en líder de cambio (…) Para ser un líder de cambio hay que tener el deseo y la capacidad tanto de alterar lo que se esta haciendo, como de hacer cosas nuevas y diferentes. Hay que tener políticas encaminadas a que el presente sea forjador del futuro. Hay que inculcar una política sistemática de innovación. Es decir, una política de crear cambio”
Peter Drucker, Desafíos de la Gerencia para el siglo XXI / 1991
“El futuro de los niños es siempre hoy. Mañana será tarde”
Gabriela Mistral
A: Rafael Marchena, microempresario, a quien conocí, hace más de una década con su mítico “carrito”, insomne y gourmet... en Villa Olga, símbolo mudo de estos días, en que una vez más la “soga rompe por lo mas delgado”… el ciudadano/a, las MyPEs, o el arrabal…
A: quienes invirtieron y sonaron las Olimpiadas Juveniles de Visión Mundial, por su impacto en la cotidianidad, la libertad y el sentido de la vida, de familias, niños y jóvenes.
La libertad, los derechos humanos, la inversión educativa y la deuda social acumulada - en detrimento de la mayoría de las personas, organizaciones y comunidades dominicanas- conforman en el presente texto una aproximación alterna-al mito de la verdad, la totalidad y la pretensión de unidad, como a las visiones y nostalgias, psicorígidos y autoritarios- a la proposición de una movilización y elevación de los niveles de conciencia, sobre: como, donde, por que, “se crea”, se “manufactura” las habilidades, valores, imágenes del mundo un niño o un joven delincuente o antisocial, por parte de: los ciudadanos/as, liderazgos –públicos y privados- los medios de comunicación, la calidad de la educación, la autosuficiencia alimentaria, la familia y un entorno existencial de exclusión y violencias.
¿De que forma, nuevas estrategias de prevención, seguimiento, y un abordaje holístico al problema de las violencias podrían contribuir a abaratar los costos sociales y económicos de las Medidas y Políticas de Seguridad Pública? ¿Cual es el lugar del ejemplo cívico, de héroes y lideres en la cotidianidad y su impacto en la socialización de jóvenes y niños? ¿Qué tipos de impactos sociales, económicos y de gestión del tiempo privado, resultan inadmisibles en el Estado de Derecho, particularmente a la luz de los artículos 8 y 100 de la Constitución Dominicana, en los horarios y revisión indiscriminada de vehículos, sin auxilio de representantes legales del Poder Judicial?
Plantea algunas de las dificultades de comprensión y administración de la percepción por parte de los países emisores de turistas -y opinión publica internacional- cuando se improvisan medidas –se fijan horarios, se despliegan dispositivos policiaco-militares, se recortan temporal o permanentemente las libertades individuales, mutilación de la ciudadanía- obviando sus impactos desmovilizadores en la economía y la vida cotidiana, para los ciudadanos/as y sus organizaciones territoriales, lo mismo que el daño, que las mismas hacen a todas las inversiones- publicas, empresariales, cooperativas, privadas, desde las organizaciones de la sociedad civil- para la proyección internacional de lo mejor de Republica Dominicana, de 1970 a la fecha: su diversidad de flora y fauna, micro climática, étnica y cultural; su riqueza paisajística; su gente, sus artistas y artesanos, sus peloteros, sus beldades, su alegría, su sentido del humor, su historia, su laboriosidad, su solidaridad, su pasión y su esperanza de vivir y construir la libertad, el respeto a los derechos humanos y a la democracia, su imaginación para sobrevivir y sobrevolar sobre la adversidad, en mas de cinco siglos.
Finalmente, el texto se inscribe dentro del movimiento internacional de proponentes, del reposicionamiento de las MyPEs, la nocturnidad y los sectores informales de la economía en su derecho al trabajo, a la apropiación dialogante y festiva de la ciudad y sus espacios públicos para el intercambio individual e interorganizacional, desde el derecho al ocio y la recreación, de los cambios imperiosos de actitud, los nuevos aprendizajes y los nuevos perfiles de liderazgo que demandan las sociedades del Tercer Mundo, para consolidar: la participación, la creatividad y los canales del sistema democrático, como la Asamblea Constituyente, en la articulación de un proyecto inclusivo, creíble o no mediatizado -por circunstancias, miopías, analfabetismos, oportunismos, militancias, alianzas con la corrupción o la intolerancia, o la pasión por la improvisación, la desinformación, la simplificación o la búsqueda de impactos o resultados a corto plazo- de nación en el siglo XXI y la universalización de los derechos humanos, en las estrategias de desarrollo y los principios de equidad, solidaridad y sostenibilidad, en la inversión y el gasto, publico y privado, priorizando a las familias, las infancias y las juventudes, por su potencial de adaptación al entorno del paradigma flexible, la incertidumbre y el cambio, mediante la apropiación de las nuevas tecnologías de la informacion y la comunicación (NTICs), como herramientas para el autoaprendizaje, la producción, distribución y consumo, así como en la proyección positiva y global de imágenes atractivas del país, si se piensa seguir dependiendo de la industria turística, y la atracción de capitales y tecnologías, para la creación de nuevos empleos, a mediano y largo plazo..
Índice General
0. Presentación: cómo nos mueve (el azar?) las prioridades existenciales, en los últimos meses?..
1. Recordatorios de salud, para tomadores/as de decisiones
2. Alternativas a las violencias o las cuotas de corresponsabilidad en el liderazgo social
3. Nada contribuye mejor a la paz, la gobernabilidad y al desarrollo humano, que la integridad: el ejemplo cívico y solidario, cotidiano
4. “Tenemos que hacer sacrificios y cambiar”: el tipo y la dirección de los cambios y sacrificios, vistos hasta hoy, no van en la dirección de liberarnos de las amenazas implícitas en las violencias, a mediano y largo plazo
5. Expectativas a corto y mediano plazo: aprender y desaprender, a lo largo de toda la vida
6. El legado de los mártires de Chicago: la desconolización o liberación del tiempo de ocio y la autonomía personal, en un país que vive del turismo y el contacto con el exterior… su gente y su alegría
7. Como en el beso, lo que se hace arriba - cambios temporales o definitivos en las “reglas de juego”- se siente en muchos otros lados... no siempre para bien, puesto que todo está interconectado y es terdependiente
8. Conclusiones provisionales
9. Palabras clave
0. Presentación: ¿cómo nos mueve (el azar?) las prioridades existenciales, en los últimos meses?
Desde la pérdida irreparable de Vanessa Ramírez F. han sido meses tensos, de mucha reflexión, desencuentros e intereses, sobre el tema criminalidad, delincuencia infanto-juvenil, dentro y fuera de la corriente principal (mainstream) de la opinión pública: se han “redescubierto” males, “flagelos” de siglos, capaces de obstruir la paz, la seguridad, la tranquilidad, o la cohesión de la sociedad dominicana, en la transición paradigmal, hacia la democracia participativa y a la sociedad de la informacion, la comunicación y el conocimiento, e incluso algunos/as mas apocalípticos/as -o mas apasionadamente interesados/as en la coerción o el disciplinamiento del otro/a- definen la coyuntura actual, como una emergencia nacional “no declarada”.
Todos/as queremos “de repente”, quedar bien, no sólo con el presente, sino además con el futuro- familias, niños, niñas y jóvenes- de esta pequeña y gran nación del Caribe, luego de cinco siglos de invisibilidad, atropello y empobrecimiento progresivos. La historia y el valor personal, de los micro y pequeños emprendedores, es de leyenda como convergieron en señalaran en su momento, Mario Dávalos y F. Moya Pons desde “Microempresas: el coloso desconocido” (1998).
Grande mas allá de nuestras fronteras -y de la falta de estímulos secular, a la innovación, el talento, la educación- y la organización de las formas de vida, contrastantes, que coincidimos en cada época en ella, sino mas bien, a contrapelo de la adversidad y la falta de políticas y planes, procedentes de las generaciones anteriores y actuales, capaces de aminorar o minimizar los dolores de cabeza colectivos, actuales y su incremento futuro.
Una nación de sobrevivientes, con dignidad e imaginación, para reconstruirse a si mismos la fe y la vocación de servir -pese a los escandalosos y vergonzantes ejemplos de los líderes, los piratas, los imperios, los mercaderes de sueños, los mesías, los nacionalistas prostituidos, en la venta o cesión del territorio- derrotando una y otra vez, al pensamiento pesimista en la mayor parte de la vida republicana: un pueblo sano, trabajador, amoroso y alegre –entre el 89 o 99 % de los casos- aunque desperdigado por las antípodas planetarias de una diáspora sin fin, en los últimos cuarenta y cinco años.
Celebramos que mas y mas personas -lideres, organizaciones y comunidades- comiencen un despertar en torno a las múltiples causas que nos conducen a que un niño, un joven o un adulto decida violar la ley, las normas de convivencia y la cultura de paz: no sin antes aclarar, que no existe evidencia empírica o objetiva, que vincule la variable consumo alcohólico, con la criminalidad y la delincuencia, pero si la de tales tipos de consumo, con la fiesta, la convivencia y la libertad - individual, generacional, comunitaria- dentro del Estado de Derecho, en el Caribe.
Probablemente como nosotros/as mismas, por semanas, por años y en diferentes escenarios, dentro y fuera de Republica Dominicana, usted mismo/a en su respectiva comunidad, territorial, profesional o virtual, haya formulado propuestas en tal sentido.
1. Recordatorios de salud, para tomadores/as de decisiones
Creemos que el diseño de políticas transparentes, viables, efectivas y participativas desde el Estado - no importando quien mande o gane las elecciones, puesto que la nación somos todos y todas- no puede, ni debe, ni tiene por qué:
1. Fundarse en la improvisación, en la desinformación o los prejuicios contra los pobres, o los sectores infanto-juveniles de la población, o la manera en que cada persona, familia o comunidad administra, su escasa libertad de compra para acceder a un ocio y recreación, a la que tiene derecho constitucional, luego de la jornada de estudio, trabajo o contribución a la reproducción social... sin ninguna otra limitación, que su propia conciencia, su madurez -como adulto libre y responsable- y la ley, en el contexto de cualquier sociedad pluralista y multicultural, como la nuestra.
2. Prescindir de las contribuciones, experiencias y buenas practicas, de las ciencias, naciones del Tercer Mundo, América Latina y el Caribe y MUCHO MENOS DE SUS CIUDADANOS/AS, ni de la comunidad científico-técnica, las universidades, las juntas de vecinos e individuos, en cada municipio, región o país (Caso: Isla Artificial o Metro, por ejemplo).
3. Dejar de lado la incidencia y prevalencia de la prevención, el seguimiento y la intervención oportuna de agencias como: la familia, el entorno existencial concreto (el barrio marginal, los niveles de exclusión o medios de vida lícitos al alcance de niños y jóvenes, en la marginalidad, tanto urbana como rural), los medios de comunicación.
4. Someter a políticas masivas e indiscriminadas de vigilancia, represión y pérdida de tiempo o derechos: al libre transito, al ocio, a la educación, a la recreación, a la ciudadanía.
5. Sólo la articulación de respuestas de toda la población interesada en la superación de las condiciones de desventaja y despoder, de jóvenes, niños y niñas, independientemente de donde hayan nacido, de quienes sean sus padres - nivel educativo, socio-económico, vinculación o no a empresas o partidos políticos- permitirá que en lugares del mundo como Republica Dominicana, se de cabal cumplimiento los artículos: 8 y 100 de la Constitución Nacional, vigente.
6. La función pedagógica de liderazgo y el ejemplo cotidiano - vidas y obras guiadas por las virtudes cívicas, éticas y la solidaridad-, de las personas que han hecho de la vida publica, su pasión y su trinchera de servicio al desarrollo humano y al desarrollo de una cultura de paz, puede aliviar las tensiones que comienzan a ponerse de manifiesto en nuestra sociedad. Para lo cual resulta oportuno, el rescate de la memoria colectiva, y el diseño de un proyecto de nación, capaz de movilizar todas las energías, las reflexividades y la creatividad, que de sobra -y a contrapelo del pesimismo dominicano, en una fracción de las elites instruidas- ha demostrado la nación dominicana, en su perpetuo transito del reino de la necesidad al de la libertad, desde los tiempos coloniales, hasta el presente.
7. Las redes solidarias - presenciales, territoriales y virtuales- el cumplimiento de la ley de transparencia y acceso a la informacion publica, la declaración jurada de los patrimonios de empleados y funcionarios del Estado Dominicano, lo mismo que los telecentros comunitarios y los esfuerzos para la inclusión social y digital, representan: nuevos desafíos y oportunidades para la configuración de una sociedad y ciudadanía, anclada en el presente y proyectada hacia el futuro, mas allá de las apariencias, los mesianismos emergentes y la "pasión" por el corto plazo, que han exhibido nuestros respectivos incumbentes en los poderes públicos, en los siglos XIX, XX y XXI.
2. Alternativas a las violencias o las cuotas de corresponsabilidad en el liderazgo social
Hace falta un proyecto de nación, que asuma el presente y el Estado de Derecho, en el futuro, de un siglo que no será en lo absoluto- si cada uno trabaja, para el imperio de la ley, el derecho y la institucionalidad democráticos- un calco del pasado autoritario, excluyente, heredado de nuestros padres y abuelos.
La primera responsabilidad de un liderazgo efectivo y compromisario con el desarrollo institucional, económico, tecnológico, laboral, educacional, jurídico, es medir previamente las consecuencias de sus decisiones, sobre la totalidad de una nación - resulta inadmisible ser juez y parte, o lo que es lo mismo, privilegiar las partes contra los intereses de la totalidad y su potencial sinérgico- desconfiando de quienes sostienen que las "cargas se arreglan por el camino", es decir, luego de vulnerar los derechos de algún sector, persona o comunidad, aún desde la "democracia real", de nuestros tiempos.
Tomando como referencia la reflexión anterior, saludamos la capacidad de inversión solidaria de agentes de desarrollo, local y nacional, como la Cooperativa Nacional de Maestros (COOPNAMA) - en el Curso de Verano 2006 con el tema monográfico "El nuevo liderazgo cooperativo para un mundo en cambio"- y la organización Visión Mundial / World Vision, por la contribución racional al presente y el futuro de la educación y la vida comunitaria, implícita en su reciente seminario -sobre calidad de la educación inicial, para niños y niñas con necesidades especiales de aprendizaje - entidades con fondos mucho mas limitados que el Estado y las empresas dominicanas, han entendido que la Educación y su provisión a nivel de la capilaridad nacional, hasta el ultimo rincón, gracias a los cursos de verano, es el pilar principal, para que tengamos mas y mejores oportunidades como ciudadanos/as -de participar, contribuir, contradecir y construir- en una democracia participativa, a la altura de las agendas multisectoriales del desarrollo humano sostenible.
La capacidad para tomar acción, individua, institucional o interinstitucional -dentro del rango de saberes, medios disponibles, contactos y experiencias generadoras de alianzas y sinergias colaborativas- son en nuestro opinión, alternativas, a la perdida de valores, la desinstitucionalización, la falta de oportunidades de inserción social y el empobrecimiento, que cubre con su manto a mas del 85% de la población de República Dominicana -segmentos de clase media baja y media media, junto a las familias pobres y las del inframundo de la pobreza critica- desde la primera mitad de la decada de los 80s, en el pasado siglo XX, hasta el presente.
La inacción o la indiferencia, siempre serán la peor de las políticas, ante una amenaza creciente a la paz y al desarrollo humano, como son las violencias, con su eterna multicausalidad a cuestas, por eso saludamos que el Estado y la sociedad presten atención al tema de las violencias infanto-juveniles. Aunque sabemos junto a un segmento creciente de la opinión publica latinoamericana y del Caribe, que la complejidad de las violencias, no es un tema exclusivo de militares y policías, jueces y ministerios públicos, ni aun de las fuerzas soterradas de la contrarreforma que atacan sin dar la cara -la mayoría de veces por interpósitas personas u organizaciones- el Nuevo Código Procesal Penal, para no trabajar, seguir haciendo y pidiendo sentencias por teléfono, incidentando procesos, para que el servicio que es la justicia, no llegue jamás al fondo, y negando las garantías procesales a los ciudadanos/as, en sociedades que desean avanzar, hacia la democracia participativa, a partir de la mejoría sustancia del proceso de investigación y seguimiento, de la cientificidad del quehacer de todos los operadores del sistema nacional de justicia, como servicio publico.
No bastas ni la intención, ni la atención o la represión, sino que falta además: la priorización de la inversión, y la imaginación de propuestas y diseños socialmente inclusivos, capaces de atacar las principales causas estructurales de las violencias, para encontrar “curas” durables, capaz de desactivar, su expansión y afectar a mediano y largo plazo, la gobernabilidad.
3. Nada contribuye mejor a la paz, la gobernabilidad y al desarrollo humano, que la integridad: el ejemplo cívico, solidario, cotidiano.
Hace muchos siglos un filosofo como Aristóteles, llego a afirmar: " Somos lo que hacemos cada día, de modo que la excelencia, no es un acto, sino un hábito". Razón por la cual el estudio de los hábitos y condiciones de socialización de niños, niñas y jóvenes -dentro y fuera del ámbito escolar- pondrá nuevamente en el centro de la discusión de la criminalidad y la delincuencia, en el horizonte de las múltiples modalidades de las violencias cotidianas, temas conexos con su superación definitiva:
1. Qué le estamos aportando con nuestro ejemplo, con la capacidad de deshechar las tentaciones, para NO sumarnos al corifeo de los "delitos de Estado", del crimen organizado y la delincuencia de cuello blanco, cuando elegimos "delincuentes favoritos": a la niñez y la juventud, privilegiando el control y el disciplinamiento, en las zonas mas empobrecidas?
2. Cómo contribuyen la impunidad y la falta de transparencia - desde el siglo XIX hasta el día de hoy- a la reproducción de las condiciones de anomia y perdida de la libertad y la creatividad, en el proceso de ciudadanización, para la infancia, la juventud y la familia dominicana?
3. De que modo, el elogio, la condena, el silencio o la descalificación acrítica, de posiciones, propuestas o medidas, perjudica, la democratización y la modernización de sociedades, en transición como la dominicana, recortando el espacio publico para la libertad de transito, de la alegría y los hábitos de esta cultura, corroborada con la cotidianidad, de otros pueblos del Caribe, que viven de contacto con el exterior, su hospitalidad o el turismo?
Una visión, expresada recientemente por E. Jorge Pratts, al referirse al proyecto de reforma constitucional, la cual hacemos nuestra, por lo que implica, para los millones de dominicanos y dominicanas, que viven en la isla y en todo el mundo:
"(…) No hay textos sagrados. La Constitución, como en el caso de los padres fundadores, 1844, no es producto de un consejo o asamblea de sabios, ni de un hombre, ni de un partido, ni de una fe, sino de un proyecto de nación, creíble, defendible, alcanzable, con el trabajo y la participación de todas y todos" (Fragmento Entrevista Televisiva, 2 Agosto, 2006. Negritas nuestras)
“Quien lo dice?” “nadie”, "cualquiera" o "cualquierización", han sido expresiones descalificantes, insultantes procedentes de las elites instruidas, para criticar la opinión, la capacidad de propuesta surgida de la base de la sociedad, ante la crisis y perdida de credibilidad del liderazgo corporativo y partidario tradicional.
No nos estamos escuchando unos a otros/as, con el suficiente respeto, ternura, humildad -autoreconocimiento de los limites individuales y sectoriales, para la aprehensión de la complejidad y el dinamismo de la realidad del Caribe, América Latina y el Tercer Mundo- cuando desempolvamos del baúl de los recuerdos, ataques frontales, contra los síntomas de los problemas de nuestra sociedad, a principios del siglo XXI.
Es tiempo de enfrentar desde la propuesta pública, mas que desde la queja privada: el analfabetismo funcional, la intolerancia, la impunidad, la discriminación, la opacidad, la mediocridad y la improvisación, que nos han impedido, la construcción de un proyecto de nación, incluyente, modernizador, transparente, multidimensional, esperanzador y democrático, en capacidad de afrontar con responsabilidad, desde un enfoque holístico: las causas y alternativas, a las violencias, en nuestro medio.
4. “Tenemos que hacer sacrificios y cambiar”: el tipo y la dirección de los cambios y sacrificios, vistos hasta hoy, no van en la dirección de liberarnos de las amenazas implícitas en las violencias, a mediano y largo plazo.
“La fiebre no está en la sábana” factores como el empobrecimiento, la desesperanza y la falta de oportunidades de inserción social lícita, son reconocidos en múltiples estudios como caldos de cultivo de la criminalidad y la violencia infanto-juvenil. Estos hechos constatados por la comunidad latinoamericana y caribena de investigación, indican que la profundidad de los cambios y sacrificios, de los individuos, las empresas y organizaciones, tienen que tocar los factores estructurales, que permiten se reproduzca la situación de falta de equidad, de transparencia y de políticas sociales, adecuadas para la familia, la infancia y la juventud, mas que el énfasis o despliegue, represivo, aderezando tales practicas con la prevención, la intervención y el seguimiento empoderante, desde la base de la sociedad, involucrando a todos y todas, en la construcción de escenarios de convivencia cotidiana, mas democráticos y participativos, en el trabajo, la educación, la recreación y los derechos humanos, para ciudadanos/as, ubicados en las márgenes -en zonas rurales y urbanas- empobrecidas, por el ajuste estructural y las asimetrías, en la distribución de oportunidades empoderantes –educación, empleo, salud, desarrollo local y regional, descentralización, capital social y comunitario- por ejemplo, para mejorar los índices de contribución del individuo y sus organizaciones a la generación de riqueza, innovación, reconversión del aparato productivo nacional -incorporación y apropiación masiva de las nuevas tecnologías, en la solución de problemas nuevos y viejos, del desarrollo humano sostenible- como a nuevos perfiles exportadores y competitividad.
Por tanto, no es tan fácil, como se ha venido percibiendo desde la velocidad de respuesta de muchos medios de comunicación, que han reducido las posturas a identificar quien esta a favor o en contra de la presente administración, cuando las preguntas debieron ser, desde el principio:
Quien (es) esta a favor o en contra, de la integración unitaria y contradictoria de toda la población, para sacar adelante el país, sin renunciar ni a la seguridad, ni a los derechos humanos?
Como puede cada individuo u organización, movilizar recursos múltiples para cooperar, apoyar y participar, en pie de respeto e igualdad, en la superación de estas limitantes estructurales, que nos impedirán un mejor desempeño, como nación, en todos los sectores -económicos, sociales, culturales, familiares y administrativos- a lo largo de la transición del paradigma fordista, a la sociedad de la informacion, la comunicación y el conocimiento, en el siglo XXI, a fin de no repetir la irresponsabilidad, el enfoque contingente y el cortoplacismo, de siglos anteriores, en el tema?
Si están detectadas las causas del brote de las violencias: por qué no atacamos todos /as juntos/as, como nación, tales causas, haciendo los sacrificios que sean necesarios, para llegar a mediano y largo plazo, a una situación distinta a la actual, no seguir “caminando en círculos”, otro siglo mas, arrastrando, tal problema, que nos perjudica – y nos perjudicara aun mas en el futuro, si no se atacan las causas- a todas y todos, independientemente de la religión, la militancia partidaria o la fortuna personal de cada cual?
Si los medios de comunicación independientes, los ciudadanos/as y los líderes dominicanos/as, se sentaran por un instante, para mirar el desarrollo de las violencias, poniendo como prioridad la mirada incluyente, reconociendo que la nación, no es una parcela o una finca de su propiedad, sino un bien, en copropiedad, de todas y todos: se habrían dado cuenta, de que el tiempo de hoy, ni el de mañana, se parecerá muy poco, al ayer. Del cuidado, enriquecimiento y proyección positiva de ese bien, que es la nación dominicana, nadie puede sustraerse, si piensa seguir viviendo, estudiando, invirtiendo, consumiendo o ahorrando aquí.
Así se hubiera puesto en evidencia que la superación de las violencias -en las familias, en la cotidianidad urbana, en niños, niñas y jóvenes- se trata de un proceso – conectado con prácticas, tradiciones, factores, de los cuales pocas veces se habla, o contra los cuales pocas veces, se actúa- largo, tortuoso y nuevo, porque nuevos son los escenarios de la vida en red, la apertura comercial, la concentración de los medios de vida lícitos, la articulación de redes criminales y la radicalidad de la exclusión, como aporte a la desesperanza popular –incluyo obviamente tanto a las clases medias proletarizadas, pluriempleadas, cargando con la factura de los servicios públicos, de los extremos que se resisten a pagar o que no pueden hacerlo a precios de mercado, lo mismo que los pobres, y quienes viven la pesadilla de los inframundos que crea la pobreza critica- en nuestro medio.
Las apariencias, los síntomas, no son siempre las fuerzas motrices de los problemas. La principal razón por la cual, los frutos de las inversiones y el gasto social – capaz de intentar amortizar una deuda acumulada por cinco siglos- para mejorar las prioridades de inserción de todos y todas al tiempo presente, no es una tarea para una administración, ni de un gobierno, sino de una política
de Estado, emanada de los ciudadanos y sus organizaciones, conscientes que ante la gravedad y complejidad de dicho problema, todo ser humano racional, debe liberarse de la falsa expectativa, de que se verán, hoy o mañana, ni serán de resultados inmediatos, de meses o semanas, mucho menos, sin tocar ninguna de las causas que motivan, en su desesperación, para proveerse de medios lícitos de supervivencia, autodesarrollo y autorrealización -como algo mas que una bestia que se alimenta, tiene sexo, trabaja, sacia la sed, y duerme- a un individuo a violar la ley, romper la convivencia pacifica y civilizada con el otro/a, con el sistema de normas de una cultura, y saltar al vacío, desde la criminalidad.
Recuerdan el médico, que asaltó, años atrás, un banco?
Un control real y duradero en la prevención de la conducta asocial o antisocial, solo puede ser producto de un cambio de mentalidad, para superar enfoques que solo contribuyen a retroalimentar la espiral de violencia tales como ”la letra con sangre entra”: al tiempo de pavimentar las avenidas, con informacion surgida de la realidad de las comunidades – sus héroes, leyendas, tradiciones, cultura, estilo, modo y calidad de vida- una inserción exitosa en las coordenadas de la producción de riqueza –tangible e intangible- en el siglo XXI, priorizando -en la inversión y el gasto social -de la agenda pública, la reflexión y la acción social- nacional, regional, municipal y comunitaria- a los seres humanos, la cultura y la educación de cada uno/a.
La democratización y modernización de la sociedad y canales del sistema democrático, no se autorregularan si cada ciudadano/a, cada comunidad especializada, territorial o virtual, asume e interpreta -desde la ignorancia, las miradas ciclópeas, o la indiferencia- que la inversión, el gasto social - la educación, la legalidad, la legislación y la legitimación, la innovación, la cultura, la recreación- y el desarrollo humano, como totalidad concreta, " son obligación exclusiva de cada gobierno", " es asunto de los lideres", " no es mi problema"... o que serán obras de tecnócratas, militantes, partidos políticos, liderazgos emergentes o individuos que se valen del poder político, corporativo, religioso o comunitario, para hacer negocios privados y resolver sus problemas personales o familiares, de espaldas a las naciones o municipalidades que dicen "ayudar", "representar", "proteger".
La protesta, la denuncia, no bastan, dadas las complejidades inéditas del modelo de desarrollo y los múltiples impactos de la globalización -sobre la vida cotidiana, sobre las conquistas democráticas, en la economía, los empleos, los modos y estilos de vida, para las culturas locales y las familias- hoy por hoy: hace falta un paso mas allá, falta un espacio de reflexión y propuesta, anclado en lo territorial - el influjo y dinamismo de lo local, lo regional y lo nacional- aunque sin negar la contribución de las nuevas tecnologías de la informacion y la comunicación (NTICs),para el ejercicio y construcción de la ciudadanía global, solidaria, por la vida y la autodeterminación de las personas, las organizaciones y los pueblos, excluidos/as...
5. Expectativas a corto y mediano plazo: aprender y desaprender, a lo largo de toda la vida.
El enfoque cooperativo y desprejuiciado, en función de la suma de esfuerzos, para afrontar el presente y legar un futuro, a las generaciones emergentes, incluyendo a los no nacidos, es nuestro punto de partida.
Recientemente en el programa Extra Inning (CDN, Radio, 4 Agosto, 2006) se analizaba una anécdota que ha puesto a reflexionar a más de un ciudadano/a, que estudia, trabaja o invierte en el país, para desde aquí encontrar la libertad y vivir, como le permitan sus circunstancias particulares o existenciales:
“(…) una señora de más de 60 años de edad, sale a las 12 de la noche, del Teatro Nacional, luego de disfrutar un espectáculo. Va sola, conduciendo un carro de último modelo. Por el camino, pese a su edad y a que va conduciendo sola: es detenida 3 veces, en el enorme “tapón”-congestionamiento, embotellamiento, atasco de la circulación vehicular, YFS- que se forma en la Avenida Máximo Gómez, luego de la puesta en vigencia del Plan de Seguridad Ciudadana. El primer militar que la detiene para revisión, introduce su arma larga por el lado del conductor, apuntándole, mientras le hace algunas preguntas (…) en la tercera parada, un policía, le hace la observación de que las luces de su automóvil, son “raras”, “sospechosas” (…) ella para no entrar en contradicciones, le dice que sí. Cuando se despiden el policía le recuerda: “no deje de ir mañana mismo al taller a chequear esas luces, porque de verdad que son raras(…)”.
Esta toda la ciudadanía, en calidad de sospechoso/a en la vida nocturna? Como una anciana podría ser una amenaza para la paz pública o para la seguridad ciudadana? NO seria mejor afinar las herramientas de la comunidad de inteligencia, a fin de interceptar, vehículos o personas, que han estado vinculadas al delito, dentro y fuera de las ciudades?
Si se han identificado, entre 20 y 120 mil, puntos dedicados a la distribución de drogas ilegales, por qué no se actúa?
Sin dejar de reconocer que las drogas, ni se cultivan, ni se manufacturan en RD, sino que las importan-reexportan – con destino al insaciable mercado norteamericano y en menor medida, al mercado europeo- individuos y redes criminales, nacionales e internacionales, las cuales llegan al “detallista” –quien vive en la zona rural o el barrio marginal y opera el punto de microtráfico- que mueven millones, y disponen de un sistemas logísticos, paramilitares y tecnológicos sofisticados - barcos, laboratorios, aviones, submarinos, armas y tecnologías de ultima generación, furgones- cada uno de los cuales vale millones y por tanto escapan a la capacidad o poder adquisitivo, de cualquier “jodedor/a” barrial, no solo por el volumen de los capitales en juego, sino por la necesidad de una cobertura que permita la impunidad de sus acciones?
Por otro lado Cabarete, Sosua y Samaná, han desarrollado en los últimos años, una cultura de un tipo de turismo que no es de resort – con mucho mayor impacto redistributivo en la vida cotidiana de las comunidades y regiones- sino de inmuebles en alquiler, que se rentan por semanas, o meses a extranjeros que vienen de fiesta, de vacaciones. No tenemos aun ninguna peregrinación importante, atraída por la religiosidad popular o por las ceremonias eucarísticas oficiales, aunque en algún punto la demanda -de turismo juvenil, ecológico, cultural y de festivales- podría llegar a crecer.
Un turista se va de viaje, como sale de vacaciones, cualquiera que consigue coronar sus sueños míticos, de dar una “vuelta feliz” por el Caribe, elementos que hacen insostenibles y contraproducentes, algunas de las medidas, en virtud de que todos los días son de fiesta, para quien anda de vacaciones, con un tiempo mínimo para restaurar las energías perdidas y entregarse a los placeres. Ese es uno de los negocios, que hacen grande esta economía, lo decidimos como nación, hace mas de 25 años, al cambiar el modelo de desarrollo del monocultivo exportador, a la diversificación exportadora, es el turismo... y podría jurarse que nadie que invirtió en dicha industria, contó con este tipo de “sorpresas”.
Para quienes ya tienen sus vuelos comprados o se encuentran en cualquiera de los puntos señalados, de Republica Dominicana, sus vacaciones serán inolvidables, ciertamente, si se comparan con las ofertas y modos de vida en cualquier otra isla turística de la región, incluyendo Cuba, Puerto Rico o Jamaica.
No debe olvidarse, al reflexionar en los entornos de las macro políticas y los liderazgos dominicanos, que el ingreso dominicano a la comunidad turística, no se produjo, simultáneamente con el resto de las islas de nuestra región, es decir inmediatamente después de la segunda guerra mundial (1945), aunque Trujillo desarrollo 13 establecimientos hoteleros, antes de 1961, debido a que existían factores internos que no generaban confianza, ni motivación, a turistas, excursionistas, como los controles, para el libre desplazamiento, por las ciudades, los campos y las montanas, situación que se mantuvo casi inalterable, luego del ajusticiamiento del dictador y no es hasta finales de los anos 70s del pasado siglo XX, que el coraje de inversionistas y autoridades, logran liberar la nación de ese sambenito, espiritual o perceptual, internacional. Es decir, luego de una transición de casi veinte años.
Participación, lucidez, enfoques multidisciplinares y equilibrados, con el dinamismo de toda la sociedad demandas que, junto al giro y los beneficios de la revolución científico-tecnológica, encontraremos en el siglo XXI, pasando de boca en boca, no solo por la info-pobreza, sino además porque se nos va la vida y la supervivencia como nación, cultura, economía y sociedad, en tal intento: el analfabetismo funcional, es tan grave como la miopía y el cortoplacismo.
Otro mundo es posible, mas no desde la indiferencia, las visiones parciales o ciclópeas, la confusión interesada - mucho menos desde las nostalgias autoritarias, la exclusión y las violencias institucionalizadas, desde los tiempos coloniales, pasando por el siglo XIX y XX, con contadas excepciones- en una nación que le tardo 100 años, construir las condiciones mínimas de seguridad individual, para explorar la nocturnidad como placer y derecho postlaboral (1880-1980), en y desde el Estado de Derecho. es tiempo de abrir el espacio y el diálogo democrático, no admitir excusas, ni visiones que atacan los síntomas, mas no las causas de la criminalidad y las violencias, agazapadas por cinco siglos en nuestro medio.
6. El legado de los mártires de Chicago: la desconolización o liberación del tiempo de ocio y la autonomía personal, en un país que vive del turismo y el contacto con el exterior… su gente y su alegría.
Seria oportuno que observáramos que dentro del legado de los mártires de Chicago, del Primero de Mayo, se encuentra la consigna, que sirvió de pivote a su demanda de reducción de la jornada laboral y fue adoptada a posteriori, en casi todo el planeta, como un pedido de dignidad y humanidad:
“8 horas de trabajo, 8 horas de sueño y 8 horas para el resto”
“8 horas para el resto” aludían, precisamente, el derecho al ocio, postestudiantil o postlaboral, como un tema de salud e higiene mental, factores -y prácticas- que en modo alguno pueden ser equivalentes a la vagancia. Es decir, un tiempo no regulado, fiscalizado o interrumpido, por el empleador, ni ninguna autoridad y de libre disposición individual, que marca la diferencia cualitativa, en las condiciones de vida, individual y comunitaria, el cual mas recientemente tanto en las ciencias del comportamiento, como en la propia filosofía se ubica en un espacio de unas 4 horas netas (Marcuse, 1968) para cada cual, elegir actividades, solitarias o en grupo, destinadas a mejorar la calidad del trabajo, manual o intelectual, a partir de la catarsis, liberación del stress, un ejercicio de la libertad y desalienarse de la rutina (Bethuzher-Lada, 1988-1992).
Hemos apoyado, apoyamos y apoyaremos, toda medida, pública o privada, que se oriente a la superación cotidiana de las causas de las violencias y niveles de exclusión, lo mismo que la opacidad, en nuestra sociedad, mediante planes, programas, proyectos e iniciativas participativas, de mediano y largo alcance -contra el aburrimiento y el ocio alienantes- enlazados con el proyecto de construcción de una nación mas prospera, institucionalmente solvente y moderna, en el marco de la legalidad, la justicia, la participación ciudadana y los derechos humanos, para que florezcan la libertad, la auto expresión y la equidad, en los medios de vida y en las oportunidades, para todas y todos.
En el contexto contingente actual, a qué ciudadano/a u organización, divertido pero responsable, se le podrá pedir que de lo que no posee, para si mismo, mediante la apelación: "Sonríe al turista"?
4 Millones de turistas anuales y sus múltiples - formales e informales- sistemas de referencia, sobre la hospitalidad, la libertad y el tipo de acogida de un destino turístico, están en juego - con su impacto en el empleo, en la generación de monedas convertibles
y en la proyección global del riesgo-país- Republica Dominicana, hoy, no es tan "diferente", "especial" o "única", como algunos sectores de la opinión publica, perciben o creen.
7. Como en el caso del beso, lo que se hace arriba - desde cambios temporales o definitivos en las “reglas de juego”- se siente en muchos otros lados... no siempre para bien, puesto que todo está interconectado, interdependiente.
Quizás ya va siendo tiempo de que los lideres sindicales, religiosos, políticos y los propios ciudadanos/as, asuman que para quedarse viviendo y trabajando en este país, vamos a tener que hacer grandes esfuerzos generosos, por tender puentes fraternos y firmes, para entender el mundo en que vivimos, de forma mas perdurable, integral y creíble, que en el refrán: “una cosa es con guitarra y otra es con violín”, en lo relativo a exigir cumplimiento y diseños realistas de programas de gobierno, de modo que cada cuatro años, no estemos redescubriendo la rueda, el fuego, la agricultura, la pobreza o la delincuencia: aportando cuotas de continuidad al rol del Estado minimalista, para el desarrollo humano de la familia, sus talentos y canales de participación.
Apostar por la inversión, el gasto, el ahorro de carencias y angustias de niños y jóvenes, en sus distintas etapas y orientaciones vocacionales, para la inserción social creativa o útil, es también ayudar a construir un futuro, mas distendido, democrático e inserto en respuestas efectivas para los retos del presente, para la familia y la totalidad de los ciudadanos/as...
Difícilmente los aprendizajes y practicas para el ejercicio del poder, acunados y crecidos a la sombra del mesianismo y el populismo, de los siglos XIX y XX, sirvan para franquear con niveles de éxito, transparencia y participación populares, el gigantesco rubicón del pensamiento y la acción comunitarias, entre siglos y muchos menos para consolidar y profundizar la democracia y las demandas insatisfechas de las mayorías de nuestras poblaciones, en el siglo XXI.
Probablemente, estamos en un momento donde aprender y desaprender a lo largo de toda la vida, junto a los niños, niñas y los jóvenes, sea lo mas aconsejable, percibiéndoles y respetándoles -como aliados valiosos por su talento, por su imaginación y por su relación mas proactiva y menos traumática, con las nuevas tecnologías, que nosotros/as: adultos, envejecientes y ancianos- tal como lo demuestran tanto estudios (1980-2006), como las prácticas hogareñas, ante la recepción de innovaciones, o modelos emergentes de electrodomésticos.
Quien no recuerda al “Lazarillo de Tormes”?? Parece que en muchos sentidos, consolidaremos saberes y experiencias, en el discurrir por el siglo XXI, siendo literalmente arrastrados, no guiados, por las vanguardias que encarnan niños y jóvenes, a quienes presta especial atención cualquier industria, para diseñar, estudiar o mejorar, un producto o servicio, en nuestros días.
Campañas, promoviendo nuevos bienes y servicios -no solo de juguetes o entretenimiento- se destinan a niños y jóvenes, como influenciador/a, usuario, asesor o tomador de decisión principal: estrategia impensable, dos, tres o cuatro generaciones atrás, cuando la asimilación de la familia nuclear y la existencia –al menos ideal- de un jefe de hogar, reproducía las visiones patriarcales, vehiculadas por la escuela, el Estado y la iglesia, independientemente, de la diversidad de modeles y estilos familiares, realmente existentes, en barrios, municipios y comunidades.
El anterior, es como se observa un desfase antiguo, aunque invisibilizado o minimizado por la dictadura, gracias a: la censura, el escaso contacto del ciudadano promedio con el exterior y los bajos niveles de escolaridad de la población dominicana y la obstrucción para el ejercicio pleno de los derechos humanos, sólo que en el escenario actual, la falta de sincronía – a lo interno de los distintos grupos socio-económicos, generacionales y en los estilos de vida, urbano-rurales- puede retrasar otros aspectos de la economía, la salud, la familia, la seguridad y de la educación desprejuiciada - como herramienta por excelencia, dentro y fuera de las aulas- en la construcción de nuevas competencias y saberes, para la vida, ciudadana, productiva, desde los valores democráticos y cosmovisión científico-tecnológica, compartidos en forma asimétrica, por el conjunto de la sociedad.
La “juvenilización” -como sostenía Newman en los 60s, refiriéndose a sociedades industriales, postindustriales, abiertas, del primer mundo- es una de las pasiones, de los delirios, de Occidente, por eso la popularidad de la lipo, la cirugía, el jogging, la cosmética, el spa, el esfuerzo de los adultos mayores, por seguir sin infartarse, los ritmos y compases, de las fiestas (el rock, el tecno, el reaggeton, el trance, el rave) el carrusel de las modas, los valores, la jerga o el discurso juveniles, actualmente reforzados por la globalización económico-telecomunicacional, la neocolonialidad cultural, las identidades emergentes, el relativismo y provisionalidad de lo valores y las metas vitales, característicos de la avalancha postmoderna y del desarraigo axiológico del hombre, la mujer y las organizaciones, light.
Sus ritmos, sus impaciencias por el presente –no por transformar, sino por usufructuar el mundo y los símbolos del éxito anclados en la hipervalorización del confort, el ludismo, el sibaritismo, el individualismo y el materialismo- han desinflado o hecho bajar, el “valor de las acciones”, los símbolos, modelos, los héroes y los consejos de generaciones anteriores, evaluados como decadencia, en términos peyorativos : “estos viejos están pasados”; “ es que tu no entiendes”; “no sabes nada de este “mundo” de hoy”; “por qué te empeñas, si nunca has estado ahí, en calificar algo, sin haberlo experimentado o vivido?”; “son mis amigos/as, independientemente de las fachas o de lo que sientas, creas o pienses sobre ellos/as”.
Ese comportamiento que ha escandalizado a más de un adulto por “irrespetuoso”, “egoísta”, irreverente o iconoclasta, no es exclusivo del momento actual a lo que se considera arbitrario, prejuicioso, unilateral por parte de las figuras de autoridad. Recordemos aquella canción, antiquísima, con un estribillo libertario: “ (…) Si las viejas se murieran todas, las muchachas, cumbancharan más, cumbancharan más (…)”- cosmovisión manufacturada por un coro aguardentoso de soneros caribeños, de la primera mitad del siglo XX- con la cual gozaron y bailaron de lo lindo -en su juventud- nuestros padres y abuelos, aún dentro de los rigores y privación de otros derechos de la dictadura, la pobreza y falta de oportunidades infanto-juveniles, ya proverbial, en paises como el nuestro.
Por eso, siempre es oportuno tener fresca la memoria y -mas o menos pendiente- la prospectiva, personal, generacional y comunitaria -quiénes fuimos, quiénes somos y quiénes queremos llegar a ser- ante la imposibilidad de sobrevivir, sin raices, como cultura, como economía, como sociedad, evitando -en lo que cabe- la hipocresía, los reduccionismos y la doble moral. Es decir, restringir el derecho a la exploración y la vida en libertad del otro/a, luego que nuestras biografías, son una sucesión interminable de parrandas –financiadas con fondos propios o ajenos- genuflexiones -zig-zags ideológicos u oportunistas- y otros hechos bochornosos, de los que nadie en su sano juicio, podría sentirse orgulloso/a, al menos si pretende hacer de la vida pública o el liderazgo comunitario, su profesión, en el siglo XXI: a condición de que los demás, no pierdan la memoria, para que perdonen, sin olvidar, ni obliterar o castrar, su derecho irrenunciable para rememorar o reconstruir, tales eventos, en momentos puntuales.
No es tiempo este siglo, para entronizar nuevas formas de “apartheid”, intolerancia o discriminación, sobre los derechos de las personas y organizaciones, sino precisamente para derribar tales muros, todos/as juntos/as tanto los correligionarios de un mismo credo, como los diferentes- con contribuciones individuales e institucionales- ayudar a legar a la presente y futura generación, un lugar, un imaginario, que llamaremos país, mas habitable, democrático, prospero, libre, participativo, gobernable y sostenible…mas desafiante, divertido y enriquecedor de los múltiples rostros, herencias y agendas, de la patria, que es la humanidad toda, en una apuesta por la vida y la libertad, de autodeterminación y descentralización, de pueblos, culturas, subculturas, organizaciones, familias y personas.
La paciencia infanto-juvenil, existe también, pero no en los temas y agendas que los adultos y envejecientes, tradicionalmente se detienen: su chispa, su curiosidad y sistematicidad para apartarse del bullicio -en un mundo de obsolescencias programadas por el mercado- leer un manual o experimentar, hasta dar “pie con bola”, en las nuevas funcionalidades de: un celular, un equipo de música, un acondicionador de aire, un programa o software, un videojuego, un control remoto, o mas recientemente, la navegación en la Internet, les coloca en mejor posición para comprender y participar, con sus destrezas, habilidades de forma creativa, en los llamados sistemas socio técnicos, mucho mejor habilitados a tal fin que sus padres, profesores/as, y el promedio de los adultos mayores, que en ocasiones, les doblan o les triplican en edad, pero no en experiencias de interacción con las tecnologías emergentes.
En parte el conflicto generacional y de los estilos de vida, señalado en párrafos anteriores se explica en parte, a que muchas personas adultas, de distintas edades, ven las tecnologías como “juguetes caros”, “trastos inútiles, en ayudarme a resolver problemas, del mundo real”. Con percepciones como las anteriores, solo se admite el fracaso personal, sin dejar ningún intersticio, para cambiar, en el tiempo, la recepción de tales innovaciones, escudándose en expresiones autoflagelantes, altamente discriminatorias y lapidarias, como “mono viejo no aprende”.
Un altísimo porcentaje de los padres y abuelos, en la clase media y alta aún, perciben las tecnologías como útil -junto a las lenguas modernas- para la formación de niños y jóvenes, pero no para ellos/as, que vienen de otras formaciones, anteriores a ambas necesidades. Por el contrario, muchos hacen esfuerzos denodados, no para participar, sino para resistirse al cambio: “ en la manera de hacer las cosas”, de “pensar las cosas” - sobre todo los privilegios de los adultos en el “disciplinamiento” de menores de edad y jóvenes, en su guía orientación y dirección- de la tecnofobia subyacente, o la baja autoestima que manifiestan muchos, sintiéndose “imposibilitados/as”, para trabajar o crear, en entornos donde se utilizan maquinas, además de sus aprendizajes socio-profesionales, adquiridos, mucho antes de estas novedades, irrumpieran con violencia, en su cajero automático, en su hogar, en la diversión urbana y similares.
Son las mismas personas, que se resisten a dejar un mensaje en un contestador de voz, pues “no hablan con maquinas” o sienten que incluso el tema, les hace perder sensibilidad o atenta contra su individualidad “deshumanizándole”. Detestan los cajeros, las boneterías electrónicas y todo aquello que se desarrolla pulsando botones y esperando que una aplicación informática se ejecute.
La educación, la cotidianidad, la calidad y diversidad del ocio y la recreación, pueden jugar un lugar capital, en la definición de marcos para habilitarles, en una cultura de paz y tolerancia a la diversidad multicultural, innovativa, discursiva y proponente de acciones, para beneficio o interés general.
Por una asamblea constituyente -legitimada por el voto popular, receptiva, empoderante- diversa como diversos son los desafíos de la sociedad nuestra en el siglo XXI, recién iniciado. Para que cincuenta, 100, 500 o mil personas, representen los intereses, las necesidades y la visión de futuro de mas de 9 millones de personas y el latir de esa misma nación, allende los mares, es el tiempo de los compromisos y del planteo de aspectos de la realidad que sean capaces de facilitar y agilizar, al margen de toda mitificación, servilismo y burocratismo: el ejercicio libérrimo de la ciudadanía, mas que como un ritual electoral, como una convivencia de todos los días, 24/7 con las nuevas oportunidades, desafíos, saberes y amenazas para el ser -y seguir siendo dominicanos/as, caribeños, latinoamericanos, con sueños ligados a las esperanzas del Tercer Mundo o mundo no industrial-, conviviendo con las imaginarios y otredades, que somos o queremos ser, y nuestros grandes contrastes para superar las limitantes estructurales -como la deuda social, cultural y económica- al desarrollo humano: no sólo vencer resistencias al cambio, de tipo legal, político, judicial o legislativo, en la democracia participativa del siglo XXI.
La Asamblea Constituyente, no deberá ser un espacio, para firmar ningún cheque en blanco, a nadie, sino para un nuevo contrato social y psicológico, en que todas las visiones, rostros, expectativas y enfoques sobre el presente y el futuro, se encuentren, con las experiencias y las buenas practicas del otro/a y con el otro/a: es por tanto, una movilización, de las bases, de las fuerzas vivas de la sociedad, no un conciliábulo de entendidos, en los aposentos altos.
Juntos/as, sin preconceptos, con una gran dosis de humildad, lo haremos mejor, ante la nueva realidad de que nadie es propietario, ni de la verdad, ni de la certidumbre, ni posee una bola de cristal, confiable, para diseñar, soñar o inventar futuros inclusivos, en el paradigma postfordista o del cambio y la incertidumbre permanentes: el sentido común, llama a un momento de unidad, donde carece de sentido celebrar el fracaso ajeno, como intentar escamotear o burlar los triunfos o el valor de la propuesta del otro/a. La verdad completa, monolítica, inamovible, eterna, sin fisuras, ni vida, no existe.
Cada legislador, líder o ciudadano/a procura normar su accionar, en función de los contextos globales, continentales, nacionales, regionales y locales, atravesados todos por la epocalidad y contexto, tangible e intangible, que les toca vivir. En todos esos infointercambios el lugar de la educación, de la cultura y los valores aceptados por la colectividad, son barreras infranqueables, para la toma de decisiones. En el dinamismo actual de lo real, la verdad o la última palabra sobre nada, no es propiedad privada, de ninguna casta, profesión, ideología, clase social, logia, partido, sindicato o fe.
Toda persona, mayor de 10 años, que vive o desciende de dominicanos, lo mismo que todos y todas los individuos que llegaron a la adultez, después de la caída de la dictadura, tienen un lugar estelar, en el proceso que acabamos de describir, porque uno de los detalles, del pensamiento entre siglos, radica, en que desde allí, se sientan precedentes, de libertad, aspiraciones, en los cuales se apoyaran, individuos y organizaciones -a los cuales podemos alegrarles o desgraciarles la vida, dado que los protagonistas del siglo XXI, los y las lideres lideres, los conductores de pueblos, de sectores de opinión, de ramas de la economía, las tecnologías, las ciencias y las artes aún pendiente de inventar, ya que ni siquiera han nacido- a mediano o largo plazo, y a los cuales no tendremos el gusto –o el disgusto- de conocer.
Razón por la cual: la prudencia y no la prisa, el tacto, y no el atolondramiento, siempre serán buenas guías, en los procesos de toma de decisiones o arquitecturación de propuestas…hablamos obviamente, de la sostenibilidad de la vida, en este territorio y en el planeta, 100 años más, o lo que es lo mismo, desde el lugar social que apuesta a la vida, la libertad y la tolerancia, frente a la guerra, la xenofobia, el odio, las indigestiones del poder, los resentimientos y las demás pesadillas circundantes, al proceso de democratización, modernización, la institucionalización y el reconocimiento del Estado de Derecho, en cualquier época y lugar, en nuestro mundo en red, aunque unipolar.
La verdad es un objeto a perseguir, a construir colectivamente, en un proyecto siempre inconcluso y revisable, perfectible, normado, por el bien común y unos marcos valóricos compartidos. En tal sentido, en el Estado de Derecho: no la posee nadie -y cuando la posee por breve lapso de tiempo, se muta en otro, parcial, obsoleto- necesitamos mas acercarnos, dialogar y escuchar los signos de los tiempos, actuales, en su perspectiva de contribuir a visualizar futuros participativos, inclusivos, prósperos y felices, para todas y todos, como una responsabilidad histórica involuntariamente contraída- sólo por nacer y crecer en épocas de transición, lo que no nos hace nada especiales, sino mucho mas contradictorios que nuestros abuelos y sus certidumbres- mas que con nuestra propia generación, con nuestros hijos e hijas, y sus descendientes.
Las propuestas que nos permitirán sobrevivir en el siglo XXI y remontar o naufragar a mayores profundidades, en la crisis, no serán anónimas -como la narrativa juglaresca- ni enmascaradas en la oscuridad de una fiesta -como la bala perdida- sino que tendrán por el contrario, una persona o autor/a intelectual y ejecutores identificables, a los cuales de algún modo la historia, les pasara el balance final, sobre sus oportunidades y la gestión del tiempo que les toco vivir…en ocasiones, sin tener que esperar milenios, dado que vivimos en un mundo de los negocios y los infointercambios “a la velocidad del pensamiento”, como expresa en mas de un sentido un hombre del siglo XXI como B. Gates, y lo demuestran los nerviosos intercambios de los mercados- “el cacerolazo argentino”, en el “efecto tequila”, el foro de Porto Alegre, o los saltos mortales de los “tigres asiáticos”- en la era digital…quizás por eso, un llamado a la unidad, al comedimiento y a la escucha, de las voces y visiones diferentes, nos ayude a mejorar nuestra vista panorámica, de la vida en el horizonte, del siglo recién nacido y cuyo norte -o precedentes cofundacionales- construirán los micropoderes en manos de las generaciones actuales de ciudadanos/as, munícipes y líderes, para bien o para mal, de acuerdo al cristal en que les vean y juzguen las futuras, con sus propios raseros, condimentos, sus espejos para el alpinismo o plataformas para la supervivencia.
Lo mejor del cuento, es que no hay elegidos/as o predeterminados/as: cada quien en la privacidad de su hogar y en sus rutinas vitales, puede con actos, no con palabras, posicionarse, colocarse o elegir, de “qué lado de la foto”, quiere figurar. Es la libertad! Algo bastante más serio que la lucha del buscavidas, ante la clarinada del “sálvese quien pueda”, o las nostalgias autoritarias del pasado o el magíster dixit!!
El caso de los padres y madres “felices”, con el recorte de los derechos ciudadanos, implícitos en las medidas del plan de seguridad publica -porque pueden dormir y sus hijos llegan temprano a sus casas- es quizás mas penoso y grave, de lo que luce en apariencia: el horario al que debe regresar un hijo/a o hija al hogar, es una cuestión familiar, intima. Responsabilidad intransferible como responsabilidad a los poderes públicos, porque el Estado, ni las empresas, pueden decirle, dictarle a un ciudadano/a el estilo de vida, ni los modos de criar a sus hijos, en ninguna sociedad pluralista: mucho menos proponer un patrón único, para definir el proyecto de vida. Ahí precisamente esta la frontera entre democracia y totalitarismo.
Es inconcebible, tal grado de irresponsabilidad o “acomodo”, por parte de padres o madres, que habiendo perdido el control y el respeto para gobernar a sus hijos, la mayoría de las veces, estudiantes y económicamente dependendientes de la mesada familiar, ahora quieran imponer a toda la sociedad una camisa de fuerza, en sus actividades postlaborales: hace ya mucho tiempo que se promulgo la abolición de la esclavitud.
El Estado de Derecho, no puede criar, controlar o administrar a los adultos, mucho menos, cuando los padres y madres, han capitulado, en inculcarles, el autocontrol y la disciplina, desde la temprana infancia, como siempre se recuerda: “educa bien al niño, y no tendrás que castigar al adulto”.
Ni el televisor, ni la escuela, ni la policía, pueden ayudarle, señor o señora “feliz” –con las medidas del plan de seguridad ciudadana- a cumplir su rol -que la sociedad, la ley, la tradición y el buen juicio- deposita en usted, como padre o madre de familia.
Usted tiene que sacrificar tiempo, desde la más temprana infancia, para aportar su cuota, positiva, de orientación personalizada – no hay dos hijos iguales, ni dos épocas iguales- en la socialización de sus vástagos. Un hijo/a no es SU propiedad, sino una posibilidad de libertad, como hace muchos anos, establecía UNESCO.
Las permisividades excesivas y las visiones de que siempre esta ocupado/a para escuchar, no conducen a buenos niveles de dialogo, ni disciplina o libertad responsable, ni en niños, ni en jóvenes.
Ser padre o madre, aun en situaciones de crisis, pluriempleo o transición paradigmal -con su cuota de sinsentido e incertidumbre- no le libera a usted, de asumirse, como padre o madre, aliado/a de las demás agencias de socialización existentes. Es decir, usted no puede, ni debe reducir su papel, en la familia “ a buscar los cuartos”, como un proveedor de medios económicos, solicito y puntual, sino que demanda muchas otras habilidades y competencias, que en un mundo en cambio permanente, también tendrá que reaprender, como lo estamos haciendo todos y todas, los que queremos quedarnos viviendo en este país, por un tiempo mas o menos largo, en paz y libertad.
Todos y todas podemos ayudar, pero solo haciendo lo que nos toca, no lanzándoles nuestras cargas insoportables, al otro/a, a cualquier transeúnte o culpando al mundo de nuestra suerte.
Por otro lado, si una ciudad tiene, 80 o 100 mil habitantes por ejemplo, resulta muy arbitrario e injusto, que quienes que no violan la ley, quienes trabajan o estudian, o quienes andan en búsqueda de tales satisfactores -cada día mas exigentes y difíciles de alcanzar- sean confinados por la fuerza, a sus viviendas, por culpa de una fracción de la población, absolutamente ínfima en cualquier lugar lugar del mundo, que si viola la ley.
Es decir, estamos penalizando al 95 o 99% de la población, que no ha hecho nada, fuera de lugar, en vez, de analizar las causas y poner los correctivos pertinentes, para la prevención, la intervención y la represión de la criminalidad y la delincuencia. De donde hemos sacado, que el Estado de Derecho, puede justificar tales visiones caprichosas de la equidad y la justicia?
En la actualidad “estamos cerrando” no barrios o sectores residenciales, sino ciudades enteras, cuando lo deseable, seria que existiera suficiente demanda, en todos los bienes y los servicios, para que se trabajaran tres turnos rotativos, las 24 horas y exportar los excedentes de tal proceso. Por qué?
Si nadie encuentra que hacer, no tiene mas opción, que irse a dormir, aburrido, malhumorado o hambriento/a, puesto que los horarios de trabajo y estudio, se prolongan hasta las horas nocturnas o lo que es lo mismo, abandonar su derecho al ocio, postestudiantil y postlaboral, agravando la crisis de la industria del entretenimiento, disminuyendo las oportunidades de vida y trabajo, para artistas, músicos, técnicos, escritores, comunicadores, publicistas, quienes no solo en el espectáculo, como producto final, sino en el proceso creativo, demandan diversos tipos de insumo, para la producción de sus obras.
La reacción de la autoridad, ante quienes se refugiaron en el Área Monumental, durante la pasada semana, ilustra con bastante claridad, nuestro planteamiento.
Desde la fundación de los primeros Burgos o ciudades modernas (siglo XII y XIII), la vida urbana ha implicado riesgos, que una persona -por propia supervivencia material, psíquica, espiritual y social- esta en libertad de tomar o no tomar - para circular, hacer negocios, coordinar actividades- desde mucho antes de que la burguesía tomara el poder, con la Revolución Francesa.
Los micro y pequeños empresarios -lo mismo que todo el sector informal de la economía- si pierden un día de trabajo, será un día sin proveerse de los medios de subsistencia: sin flujos de personas, ellos y ellas, no pueden hacer intercambios.
Nótese que el inicio del comercio como lo conocemos actualmente, en plena Edad Media, suponía, para los mercaderes de la importación y la exportación, recorrer grandes distancias – a pie, a caballo, en carreta o barco- moverse entre
feudos, pagar peajes, proveerse su propio cuerpo de seguridad, a fin de sobrevivir en caminos plagados de asaltantes, ante la ausencia de una autoridad central, que unificara los paises y regularizara la provisión de seguridad - las funciones de policía- para el desarrollo de la vida municipal y nacional, publica y privada, mediante la reinmersión racional de los tributos colectados entre los ciudadanos/as, para ser reinvertidos en el bienestar general.
Pobres? Claro habían -y habrán pobres, por mucho rato- pero ya en 1601, se creo la primera ley de pobres, contra la vagancia, la indigencia, por medio de la cual el Estado, asumía una serie de responsabilidades, que marcaban una distancia entre la libertad absoluta del estado naturaleza, del cual hablaría posteriormente Rosseau: el contrato social y los limites, para garantizar la cohesión social, cultural y económica, entre seres humanos, prioridades, estilos de vida e intereses notoriamente diferenciados, en una sociedad como la actual.
El Estado, existe para garantizar con tacto, visión de futuro, transparencia, responsabilidad, imaginación, sensibilidad social e inteligencia: la planeacion, gestión, desarrollo y distribución de los servicios públicos -de los cuales la seguridad, individual, familiar, organizacional, es sólo uno, aunque no el menos importante para la vida institucional- sin obstruir o interferir –salvo por legitima sospecha, flagrante delito y causas de fuerza mayor, en todo caso acompañado de un operador civil, del sistema judicial- en la privacidad, la intimidad, los deseos, necesidades, prioridades y libertades del individuo y su familia, en el seno de la comunidad.
Por eso, por ejemplo, a nadie se le ocurre, que para recoger la basura, para pintar las líneas de una carretera, o para organizar la vacunación, las personas pongan en paréntesis sus libertades y derechos, poniendo en reversa “el carromato” de la Historia, hacia propuestas de cotidianidad superadas a costa de luchas de décadas, para alcanzar a ver la luz, la fiesta, las pasiones y la alegría, al final del túnel, de una historia que aunque joven, tiene sus mártires, sus héroes y heroínas, por la vigencia de la agenda y el imperium de la legalidad y los derechos humanos, que reivindicamos.
La vida urbana hoy, por cierto, no es la de las zonas rurales, de hace 20, 40 o 60 años….y gracias a Dios, la urbana de los próximos 20 años, no tiene nada que ver ni con estas medidas, ni con las mentalidades, que al margen de la inconstitucionalidad de las medidas, andan pidiendo que las mismas se prolonguen, algunas voces con buena fe y otros, procurando llevarse entre las patas de los caballos, a la presente administración, de cara a las elecciones: punto donde mueren la mayoría de las “propuestas” y “buenas intenciones”, de muchos opinantes, aparentemente independientes.
La inversión pública, las políticas sociales –respuestas racionales planeadas, programáticas, medibles, relacionadas con la deuda social acumulada- en áreas estratégicas, como la educación, la reconversión del aparato productivo, la atracción de tecnologías y capitales, tareas que no son de la exclusiva responsabilidad del Estado – aunque si principalmente de él- sino de todo aquel que se proclama como interesado/a en la paz social y en la seguridad ciudadana, con la única diferencia de que tales iniciativas no se pueden poner en vigencia por decreto, en la medida en que demandan de un consenso y un proyecto de nación, de mediano y largo aliento.
Así es como podremos mejorar la cantidad y la calidad de rubros de la economía, los volúmenes de empleos, de oportunidades y de capacidades individuales, comunitarias y enfrentarnos a la competencia, a las exigencias de la reconversión del aparato productivo, desestimulando -con oportunidades e inversiones, orientadas hacia personas, organizaciones y comunidades mas empobrecidas- la conducta violenta y antisocial.
Nunca achicando las actuales ofertas y demandas del mercado, desacelerando la velocidad, tipos y complejidad de la oportunidad -y desmovilizando las personas en su proceso de identificación o apropiación de los espacios públicos- para el intercambio –simbólico, afectivo, económico, social, interfamiliar, interorganizacional- una nación ha vislumbrado el éxito, ni un mejor futuro, como se recordara, si observara el esfuerzo colegiado de pueblos como el alemán o el italiano, para cumplir con las cargas onerosas de la reconstrucción de Europa, en la post II Guerra Mundial (1939-1945).
El espíritu unitario -la pasión por el cambio, el sentido de pertenencia y corresponsabilidad generacional- puede y debe, desbordar el canibalismo y la zancadilla de las ideologías y los sectarismos intolerantes o ciclópeos: el compromiso individual, multisectorial, se corresponde con los nuevos perfiles del liderazgo asertivo y flexible, capaz de tejer en concierto: un liderazgo y un plan nacional de futuro, atractivo, motivador, inspirador y motorizador de voluntades y recursos de naturaleza múltiple - tangible e intangible- en el mediano y largo plazo, para alcanzar un nuevo peldaño en la cotidianidad, del reino de la necesidad al de la libertad.
Poca gente en realidad, no desea moverse, pues como dice una canción de Serrat “cuando se va tocando fondo, sólo cabe ir mejorando”. No tenemos opción, movernos hacia la luz o retroceder, como ya se sabe. Movernos hacia delante, con estrategias y metas, propuestas, sancionadas, compartidas y desarrolladas, por todos y todas. Esa es la clave, también en nuestro medio.
Un dialogo de tal tipo, no es posible con la arrogancia, la autosuficiencia pequeño-burguesa o el espíritu de secta, en las organizaciones –sindicales, partidos políticos, empresas, cooperativas, religiosas, sociales, culturales, comunitarias, territoriales, o en las organizaciones de la sociedad civil (OSCs)- obligadas por ley a brindar respuestas efectivas, a todas y todos, ni mucho menos con funcionarios/as o empleados publicas, que no perciban a los ciudadanos/as y al consumidor/a como clientes, sino alguien a “quien se le hace el favor” de ponerles atención, no siempre de la mejor de las maneras. Vencer “el espíritu de ingeniero” (Lambin, 1995) es urgente: modificación actitudinal y valórica, que pondría al otro/a, en el centro del proceso de la prestación, diseño, evaluación y retroalimentación de los servicios públicos y privados -su calidad percibida, niveles de satisfacción- y proyección positiva, en la propia comunidad y en el plano, nacional y global.
Una gran ola, que nos mueva hacia la humildad, al reconocimiento de la vulnerabilidad personal, la falibilidad y lo limitado del conocimiento del escenario actual, que poseemos todos y todas, como las sorpresas de las violencias urbanas, pueden ser una ocasión perfecta, para meditar:
“Dónde estábamos viviendo, antes de enterarnos del país lleno de dolorosos contrastes, en que vivimos?”
“Qué estuvimos haciendo, por décadas, antes de que esta metástasis se produjera, para mediar y moderar los impactos negativos del conflicto social? “
“Estamos a tiempo de revertir cualitativamente, este proceso de deterioro, de la vida cotidiana, con la participación de todas y todos?”
“Cómo puedo yo, y las organizaciones a las cuales pertenezco, ser parte de la solución, y de paso fortalecer la institucionalidad democrática, la conciencia ciudadana, del tipo de activos que son la paz, la libertad y el desarrollo humano, para la producción de riqueza e inclusión sociales?”
En nuestro caso, por la ruta que se nos ha propuesto en las ultimas semanas: seria la primera vez en la historia de la humanidad, que restando más de 100 mil empleos directos y perjudicando a miles de unidades productivas, una nación o una región, alcanzare la paz, la seguridad, la gobernabilidad o el desarrollo humano, dentro de un esquema de actuación respetuoso de los derechos humanos y la institucionalidad democrática.
Conclusiones provisionales
1. La nación no naufragará, porque personas y organizaciones conscientes, dispuestas -y dispersas en los oficios y lugares mas disímiles del tejido social-, trabajaran para que este disponible, un día mas, un mes, un año mas, una hora mas, un lustro mas, una decada mas, una centuria mas.
Ya lo decía, en tono esperanzador, Genaro D. Salóm (Revista “Sincronía”, otoño, 2000):
“(…) En países que se encuentran en un proceso de desarrollo democrático y rápido crecimiento económico, como la República Dominicana, es de gran importancia el concientizar a la población civil en general sobre Derechos Humanos. Tomemos en cuenta que la ignorancia de los pueblos es el combustible que impulsa a las dictaduras y mantiene a las sociedades oprimidas. En Latinoamérica se necesita, sin lugar a duda, emprender una campaña en el ámbito nacional y dirigida a la sociedad civil, para concientizar a la población, en un lenguaje simple y entendible, sobre lo que son los Derechos Humanos, deberes y responsabilidades de esta sociedad. Emprendiendo esta labor garantizaremos el desarrollo y el proceso de democratización en la República Dominicana, al igual que en otros países del Tercer Mundo” (Negritas e itálicas nuestras).
2. En un mundo plagado de problemas, nadie vendrá de otro lugar, con “una varita de virtud”, a sacarnos del estancamiento institucional, “por amor al arte”: sólo usted y los que sientan, que el futuro, merece la pena de ser soñado, planeado y construido, integrando las contribuciones de todas y todos, lo lograran, contra todo vaticinio… entre el logro de una aspiración - sus planes y la cristalización- sólo existen mares de sudor, equivocaciones, aprendizajes del error y lecciones para la memoria colectiva, actual y futura, como en cualquier acto humano, la ventana: la brecha de la perfectibilidad, de la esperanza, hibridada con el trabajo, la dignidad y la solidaridad humanas.
3. Las MyPEs, por ejemplo, pueden ser parte de la solución. Pueden generar 2 nuevos empleos por cada 100 mil pesos invertidos, crear un fondo rotatorio de garantía, capaz de incluir mujeres y familias, en una situación de producción, de reproducción y capilaridad, para la equidad y el desarrollo humano, con altas posibilidades de insertarse en una estrategia nacional para la producción de capital social, intelectual y comunitario, mejorando la competitividad, las alianzas estratégicas, la reconversión del aparato productivo y el perfil exportador, constituye un eje transversal, del debate sobre las violencias, la criminalidad y la delincuencia infanto-juvenil, cuando inicie el debate, sobre el qué hacer con esa alta proporción de la población en su rol de ciudadanos/as - mas allá de reprimir a familias, niños y jóvenes, en los sectores populares, urbanos y rurales- a quienes como sociedad a lo largo de décadas – y en algunos casos, por siglos- no proporcionamos, ningún canal masivo, lícito y efectivo de participación cotidiana -en la economía, la educación o la vida institucional- mas allá del paternalismo y la vida clientelar, haciéndoles, satélites parasitarios de los partidos políticos -en sus distintas gestiones del Estado- sin empoderarles- redescubriendo, desarrollando, proyectando su talento, su “humanware”- en ningún sentido socialmente valioso o útil, para: el trabajo y la construcción de un círculo virtuoso, capaz de habilitarles -como individuos, familias o comunidades- para saltar -por medios propios- fuera de los tentáculos de la pobreza y la exclusión, mediante aprendizajes y trabajo, como garrochas creadoras de valor, de su humanidad y subjetividades, libres…
4. El capital intelectual social, intelectual, comunitario, la creatividad y la habilidad para orientarse en tiempos de cambio e incertidumbre creciente, son herramientas -y carencias- que no solo les afectan a ellos, sino a toda la sociedad dominicana, para planear y construir nuevas alternativas de supervivencia, en el presente modelo de desarrollo o los híbridos que del mismo se deriven en el siglo XXI.
5. Creo que no solo han terminado los tiempos de los “calcos” y las “copias” acríticas – hijas de la orgía entre el etnocentrismo, el eurocentrismo y la neocolonialidad- para obligarnos a mirar, los pedregosos caminos del futuro y crear como dominicanos/as, de aquí y allá, nuestro propio camino, bebiendo en múltiples fuentes, del hoy y del ayer, sin perder de vista, que lo que queremos no es poner un parche a los viejos moldes, sino construir un mañana, mas prospero, lógico, integrador de la diversidad y feliz, para todas y todos, desde nuestro lugar social en el mundo no industrializado.
6. Mirándonos como parte del Sur, hambreado, mutilado, discriminado, saqueado, pateado, encontraremos mejores frutos, a la criminalidad y las violencias, que imaginándonos que somos, quienes no somos. Si todavía no sabe, quienes somos hoy (1980-2006), búsquenos en los informes mundiales, en el ranking mundial del hambre, del acceso al agua potable, a la inserción social de las mujer, de las minusvalías, o la situación del trabajo infantil, tal y como lo revelan todos los informes de los organismos multilaterales (1990-2006) y los propios Censos Nacionales de Población (1980-2002).
7. No nos engañemos, a nosotros mismos, dorándonos la píldora con espejismos. Trabajemos sin descanso y mas unidos/as que nunca, para superar la presente situación de dificultad, desde la unidad en la diversidad. Lo que hoy nos ocurre a las puertas de un siglo, no es peor aunque lo parezca, que tener que reconstruir una y otra vez ciudades enteras, atacadas por la peste, por piratas, por terremotos, huracanes, sunamis, por enemigos internos que se alzaban con el santo y la limosna, emitían moneda sin soporte en oro, para engañar a los productores de tabaco, ni que desfilar y despoblar, la mitad de la isla, para dar satisfacción a la corona y a su fe, aunque la pobreza y el olvido, casi hicieran desfallecer a nuestros antepasados.
8. La épica, las epopeyas cotidianas de nuestro pueblo, su dignidad y capacidad de resistir los embates de la adversidad, son razones para sentirnos orgullosos, de la madurez y la imaginación, de la pasión por la vida, que afortunadamente ahora llevamos a todos lados, en la diáspora.
9. Nos abocamos sin aviso o preparación previa a un nuevo escenario, a nuevas reglas globales de juego y tendremos como nación, como comunidad y como individuos que tener que “sacar de abajo” y no solo limitarnos a “consumir”, las soluciones que nos manufacturan, en otros lugares del mundo o en el propio país, las tecnocracias: hoy mas que nunca mirarnos en el espejo de nuestros iguales, en el Caribe, América Latina y el resto del mundo no industrializado, puede proporcionarnos pistas, a las que podemos acceder, si existe la voluntad política y la sincronía, con el interés de las comunidades, las empresas, las organizaciones, las familias y las personas, para sortear los obstáculos, de la democratización y la modernización, al interior de dinámicas y movilización de la opinión publica, hacia la inconformidad – con nuestros propios desempeños, con nuestras propias soluciones o alternativas propuestas- mirando siempre hacia la provisionalidad y la perfectibilidad, de lo existente.
10. Solo así, desarrollaremos el ojo critico -la distancia de las pasiones y los intereses oportunistas y del corto plazo, la cuota saludable del escepticismo: de escuchar, confiar en la buena fe del otro/a, saber esperar y observar cualquier solución novedosa, como provisional, o admisible, como respuesta, solo hasta prueba en contrario- que nos conducirá -como nación y como región- a reinventarnos cada día, con flexibilidad, tolerancia y objetividad, en todos los ordenes -publico y privado- hacia, mejores y mayores niveles de participación, creatividad y seguridad, ciudadanas.
11.No existe nadie, que sea tan pobre, tan pobre, que este tan acorralado, en su propia historia personal, como para no tener ni siquiera un consejo, una frase de aliento, de amor, de esperanza que brindarle, a sus hijos, a un vecino, vencer el miedo y compartir con dignidad, la riqueza de alma que tenemos, ayudando en el trato con los demás, de todos los días, a mirarnos con orgullo y fraternidad, demarcándonos de las peleas, las rebatinas, los enanismos y la miopía del liderazgo tradicional...es tiempo de esperanza. Nadie nos pondrá mirra, ni sándalo, o limón con sal, en las heridas. Tendremos que hacerlo nosotros mismos, aun enjugándonos las lágrimas (Ver la parábola de la viuda pobre, en los Evangelios, como inspiración).
12. Participar, ayudando al país, a participar a su vez en bloques de integración, no es un derecho, sino un deber, pero para eso hemos de hacer conciencia, que el analfabetismo funcional tanto como quien no sabe ni la O porque es redonda, son un lastre a la paz y a la convivencia, que solo juntos, podremos superar.
13. Trabajemos. Hagamos, en lo personal, en lo familiar, en lo corporativo, un esfuerzo extra, no pensando solo en lo que podríamos perder, sino en lo mucho que podremos ganar, si atacamos las causas de los problemas, siguiendo estrategias y miras menos angostas y cortoplacistas, que las actuales.
14. Intentémoslo. Lo imperdonable en los momentos actuales, es dejarnos paralizar por el miedo o la vacilación. Nunca fue mejor la oportunidad, para transformar una gran tragedia, en una oportunidad, para plantear de manera distinta, nuestras vidas.
15. Reflexionemos juntos/as, en la prevención, el seguimiento, intervención y represión de las violencias, y su policausalidad, dentro de un esquema integrador de la salud y la higiene mentales, individual y colectiva, a mediano y largo plazo.
16. No existe la respuesta única, recurrente y eterna, a ningún problema de la existencia humana, en tiempos de flexibilidades e incertidumbres vinculadas al cambio permanente, en paralelo a los sobresaltos de las transiciones paradigmales; por eso, escuchar –prescindiendo del insulto, el reduccionismo, la instrumentalización, el escamoteo de los insumos para la opinión independiente, responsable e informada; o la descalificación a priori, del otro/a- debatir e investigar, siempre enriquecerán las perspectivas, las prospectivas y las visiones multilaterales del presente y el futuro, y su factibilidad, en cualquier sociedad democrática contemporánea.
17. Hoy mas que nunca, las palabras de Gabriela Mistral, resuenan por todo el mundo, al pensar en el tema de las violencias y la exclusión, en los déficit de inversión y las debilidades de las políticas publicas, para poner la prioridad donde necesita y quiere la gente: “El futuro de los niños es siempre hoy. Mañana será tarde”.
18. Si solo una o dos décadas atrás, la nación y el Estado Dominicano, le hubieran tomado la palabra a la Mistral -brindando canales de inserción social licita y buenos ejemplos cívicos, desde el liderazgo- con los niños marginales – algunos/as de los cuales, en su desesperación, y sintiéndose parte de una generación estafada, gracias al incumplimiento de promesas, por la irresponsabilidad e imprevisión de los adultos, se transformaron en delincuentes y asesinos, en el presente- Vanessa Ramírez, estuviera hoy, preparándose para asistir a clases puntualmente en el semestre que inicia, en las próximas semanas, y esos mismos niños –asesinos confesos, hoy- ya hombres, estarían también: camino a una escuela técnica, a su empleo, a su propio microemprendimiento, o a la universidad. No repitamos la historia, en la presente generación, innovemos, no existen problemas sociales, sin solución (es).
19. Por eso, creemos que los problemas de las violencias y sus múltiples causas, desbordan la capacidad y la responsabilidad del Estado, para hacernos corresponsables del presente y el futuro: a todos/as, pese a nuestro personal y desigual acceso a los medios para brindar respuestas.
20.La formación de un virtuoso/a -dentro de las artes, la artesanía, los negocios o la literatura- al igual que un vicioso, de un delincuente, de un atleta, de un ciudadano informado y responsable esta profundamente vinculada a factores, como: la educación, la internalización de normas para juego en equipo, sentido de pertenencia, autoestima y oportunidad para probar el saber-hacer, la disciplina para planear estrategias exitosas, tenacidad, desde la motivación intrínseca.
21. Podemos todavía elegir, que niños y que jóvenes ayudamos a formar, en función de los niveles de atención y prioridad de la inversión que hacemos en la familia, en ellos mismos y en sus comunidades, como sostiene una campana de la Fundación para Una Vida Mejor “un niño aprende en cualquier parte” – el spot coloca un pupitre en medio de una calle solitaria, en principio- y luego, presenta la institución escolar (2006).
22. Juntos/as, lo haremos mejor, sin olvidar a Pareto y sus estrategias del león o la zorra.
23. Sigamos tocando puertas, sensibilizando individuos, organizaciones, comunidades y empresas, para institucionalizar, democratizar y modernizar, nuestras respectivas vías para comprender y transformar el legado de intolerancia y exclusión, en una oportunidad de inversión social, publica y privada, para todas y todas.
24. Es tiempo de reinventar la nación y a nosotros mismos, en los temas y prioridades del desarrollo humano. Podemos aún elegir, el tiempo apremia.
25. Los seres humanos – gracias a sus valores democráticos compartidos e internalizados en sus prácticas cotidianas y su capacidad de aprender a aprender y aprender a emprender- tienen la llave en todos los grupos de edad, en todos los colectivos y comunidades, para la superación de los problemas de las violencias, como sociedad. Hagámoslo hoy!
26.“Nunca es tarde, si la dicha es buena”. Unámonos - “nada permanece tanto como el llanto”, decía el poeta- para cambiar el presente y el futuro de una nación, una niñez y una juventud que merecen, porque se lo ha ganado -con su vocación por la paz y la tolerancia, aun viviendo la mayoría de la población en condiciones infrahumanas, a lo largo de poco mas de 500 anos- mejor suerte!!
Polis et Ecumene!!
9.- Palabras Clave
actualidad, juventud, infancia, familia, libertad, derechos humanos, inversión educativa, deuda social, democracia, reforma constitucional, constituyente, voto popular, desarrollo humano, desarrollo institucional, gerencia y decisiones, impactos económicos, impactos socio-culturales, impactos familiares, impactos turísticos, noticias, artículos, impactos políticos, proyecto de nación, organizaciones, comunidades, República Dominicana, Caribe, América Central, América Latina, Tercer Mundo, mitologías urbanas, violencia simbólica y desarrollo humano, psicorígidez y paradigmas, autoritarismo, consensos, diálogos, artistas, MyPEs, delincuencia y criminalidad, prevención, intervención, seguimiento, represión, marco legal, marco constitucional, Código Procesal Penal, Código Procesal Civil, educación en valores, perfiles de liderazgo, ensayo, siglo XIX, siglo XXI, medios de comunicación, calidad de la educación, autosuficiencia alimentaria, familia y entorno, exclusión y violencias, nuevas estrategias de prevención, seguimiento, abordaje holístico de violencias, violencias y salud publica, costos sociales y económicos de políticas publicas de seguridad, ignorancia y percepción, ejemplo y pedagogía, adultocentrismo, socialización infantil, socialización juvenil, ocio y gestión del tiempo, gestión de la vida privada, derecho a la intimidad, derecho a la privacidad, reapropiación del espacio publico y ocio, Constitución y Constitucionalidad, libre transito, libre expresión, pensamiento actual, impacto global de medidas locales, glocalización, seguridad alimentaria y pobreza, mutilación de ciudadanía, desmovilizadores en la economía, vida bohemia y libertad, vida cotidiana, tipos de daños a proyección internacional, paises turísticos, inversiones- publicas, empresariales, cooperativas, proyección de atributos en destinos y servicios turísticos, privadas, OSCs, organizaciones de la sociedad civil, proyección internacional de Republica Dominicana, artistas, escritores, publicistas, comunicadores, microempresarios, atractivos y diferenciación de destinos turísticos, alegría, humor, historia, solidaridad, , respeto a derechos humanos y a la democracia, expectativas insatisfechas, sentido de la vida y violencias, imaginación, creatividad y nuevos paradigmas, credibilidad y liderazgo, reposicionamiento de MyPEs, nocturnidad y los sectores informales de la economía, nocturnidad y estilo de vida urbano, derecho al trabajo, fiesta y convivencia, consumo alcohólico, ocio alienado, ocio instruccional, nuevas competencias y ciudadanía, apropiación dialogante y festiva de la ciudad, espacios públicos, intercambio económico, inversión social y derechos humanos, servicios públicos de seguridad y libertad individual, derecho al ocio y la recreación, de los cambios actitudinales, integridad y discurso, coherencia vivir y decir, nuevos aprendizajes, nuevos perfiles de liderazgo, participación creativa en la gestión publica, unidad en la diversidad, democracia, la creatividad y los canales del sistema democrático, Pacto de San José, derechos civiles y políticos, Asamblea Constituyente, improvisación, desinformación, simplificación de temas complejos, Estado –nación Vs Estado-red, universalización de los derechos humanos, derechos humanos de primera generación, derechos humanos de segunda generación, derechos humanos de tercera generación, estrategias de desarrollo y equidad, solidaridad y sostenibilidad, inversión y gasto social, cultura democrática y estado de excepción, capital social, capital simbólico, reciclaje, competencias y jubilación en sector publico, capital comunitario, empleabilidad y reciclaje de competencias, priorizando y adaptación al paradigma flexible, incertidumbre y cambio permanente, apropiación de las nuevas tecnologías de la informacion y la comunicación (NTICs), autoaprendizaje, producción, distribución y consumo, proyección positiva y global, imágenes atractivas del país real y actual, industria turística, atracción de capitales y tecnologías, creación de nuevos empleos, visiones y planeamiento, prospectivas de mediano y largo plazo, perfil exportador y diversificación de servicios, empobrecimiento, proletarización de clases medias, Vanessa Ramírez F.,criminalidad, delincuencia infanto-juvenil, opinión pública, cohesión socio-cultural, sociedad abierta, mundo-red, transición paradigmal, democracia participativa, sociedad de la informacion, la comunicación y el conocimiento, emergencia nacional “no declarada”,invisibilidad, micro y pequeños emprendedores, Mario Dávalos y F. 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- Yoe F. Santos, director Ejecutivo, Centro Cultural de Intercambio Audio Visual, Inc (CCIAV), República Dominicana
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Santiago de los Caballeros
8 Agosto, 2006
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