Marcados como bestias
- Opinión
“La capacidad de ejercer control social y político sobre el individuo aumentará de manera enorme. Pronto, resultará factible ejercer una supervisión casi permanente de cada ciudadano. Se podrán mantener archivos actualizados y completos que contendrán aún la información más personal sobre la salud o el comportamiento privado de cada uno, junto a los datos más usuales. Tales archivos podrán ser recuperados en forma instantánea por las autoridades”.
(Zbigniew Brzezinski "Between Two Ages: America's Role in the Technetronic Age", The Viking Press, New York, 1970); Miembro fundador de la Trilateral Commission junto a David Rockefeller; National Security Advisor durante la presidencia de Jimmy Carter(1977-1981).
La autogenerada “War on Terror” llevada adelante por Estados Unidos y sus aliados, obligó a un cambio de estrategia comercial de las empresas fabricantes de armas. Ya no se trata de ensamblar enormes misiles o aviones, sino de poner énfasis en la “seguridad y vigilancia” tanto interna como externa, exacerbando la recolección y administración de todo tipo de información concerniente a la vida privada de las personas, con miras a detectar posibles terroristas, atentados, conspiraciones, etc. El negocio de la fabricación, colocación y administración de los dispositivos de identificación por radio frecuencia (RFID) y la información a través de ellos obtenida, es la nueva gallina de los huevos de oro de la industria manejada por el Nuevo Orden Mundial.
En países donde se hace un culto de la libertad individual (al menos, de la de sus ciudadanos), se encuentran en marcha iniciativas para obligar a la población a tener documentos de identidad o ID Cards que funcionan con esta tecnología. En otras naciones, donde ya existe la práctica de documentar a la gente, se impulsa la renovación y modernización del sistema. Y al mismo tiempo, en una avanzada tecnológica sobre las libertades individuales, aduciendo que es más práctico e inviolable, se propicia el reemplazo de los documentos, la tarjeta de crédito y las credenciales de la seguridad social por un chip implantable bajo la piel, rastreable vía satélite, fabricado y administrado por las gigantes armamentistas y sus socios, las grandes corporaciones informáticas. Esta embestida contra la privacidad y la libertad no atañe sólo a los norteamericanos o a los europeos, ya que estas empresas han extendido sus tentáculos a velocidad luz al resto del mundo, comenzando por América Latina, por lo cual, el resto del planeta se ha visto involuntariamente metido en medio de este guerra, en la cual, de acuerdo con las nuevas doctrinas emanadas de la coalición entre los fabricantes de armas, las agencias de seguridad, los gobiernos y los círculos de poder, que se autodenominan “globales” (antes Nuevo Orden Mundial) cualquiera puede ser terrorista y tanto para estas corporaciones como para los eternos adictos al poder, más seguridad se paga con libertad. Una pelea a dos rounds contra la privacidad.
El 11 de Septiembre a las Torres Gemelas dejó un saldo victorioso que, por supuesto, no estuvo con la, hasta entonces desconocida Al Qaeda, ni con la población civil de ningún país, sino que vino a engrosar los bolsillos de la industria norteamericana y dotar de mayor poder a las elites gobernantes de turno, lo que es hablar de la misma gente. Hasta ese momento, la idea de tener un medio de identificación válido, exclusivo, y por sobre todo, masivo, que permitiera recaudar la mayor cantidad de datos sobre un individuo, priorizando la ecuación Información = Poder, era sólo un proyecto esbozado en algunos libros, papers de los círculos de espías y sueños orwellianos de más de un dirigente político. Era también, una embestida fuertemente resistida por las violaciones a las libertades individuales que implicaba pero, atentado mediante, muchos opinaron que era posible conseguir el ansiado cambio.
Junto con las torres, cayeron los últimos escrúpulos para poner en marcha la maquinaria que buscaría convertir en realidad tangible estos planes y, a través de eso, acumular poder en los organismos de inteligencia por medio de la información acumulada y en las corporaciones globales dada su íntima conexión con éstos y por el dinero que devengaría el negocio más que redondo de las ID Cards en primera instancia y de los chips subdermales después. Rápido de reflejos, pocos días después del 11–S, Larry Ellison, fundador y CEO de Oracle se reunió con el flamante titular de la recién creada Department of Homeland Security de EEUU, Tom Ridge, para plantearle la necesidad de que cada ciudadano norteamericano fuera obligado a tener su ID Card (tarjeta de identificación) en base a código de barras, chip con medidas biométricas y otras especificaciones[1].
El creador de Oracle no estuvo solo. Contó con el apoyo de otros grandes de la informática, como Sun Systems cuyo CEO Scott MacNealy defendió calurosamente la idea de su colega, y de las gigantescas corporaciones dedicadas a la fabricación y venta de armamentos que vieron en la vigilancia y seguridad un nuevo nicho de excelentes negocios. Raytheon, por ejemplo, fundó su propio departamento de Homeland Security para contratar con el gobierno en el 2002. Todo esto, claro, para combatir el terrorismo. Ellison ofreció que el sistema de identificación y colecta de datos fuera realizado por software de su empresa, el cual, Oracle donaría al gobierno. Claro que la manutención de los aparatos, del sistema y el tráfico de datos no iba a ser gratuita.[2] Allí residía el negocio para Ellison. Este émulo de Bill Gates (a quien odia y no tiene inconvenientes en decirlo) inició su empresa de una forma extrañamente casual. Siendo muy joven, cuando trabaja para Ampex, en Silicon Valley, se le asignó el diseño de una enorme base de datos para la CIA. El proyecto fue un estruendoso fracaso (aunque la CIA jamás renunció a la idea) y se llamó Oracle[3]
Ellison no sólo vio allí la posibilidad de desarrollar su propia empresa, sino que también encontró los amigos y el apoyo para hacerlo. El resto, es historia. Sin embargo, Ellison no propuso nada que otros no estuvieran llevando adelante, apenas acaecido el atentado a las Torres. Su idea tampoco era la primera en orden a identificar personas por medio de dispositivos operables por radio frecuencia. Richard Sullivan, CEO de Applied Digital Solutions un año antes, en marzo de 2000, instaba a utilizar chips subdermales con estos fines ya que “son superiores a todos los sistemas de identificación por radiofrecuencia existentes, son más seguros, imposibles de replicar y de perder y mejor aún que lo identificación por parámetros biométricos” (huella dactilar, reconocimiento de voz, iris)[4].
Sullivan presentó el chip implantable en humanos el 30 de octubre del 2000 en un exclusivísimo evento en Cirpiani’s, en New York. El dispositivo recibió el nombre de Digital Angel porque, según el Dr. Peter Zhou, Jefe Científico del desarrollo y titular en ese momento de la subsidiaria encargada del proyecto, llamada también Digital Angel, el chip “será su guardia, su protector. El traerá cosas buenas para usted.”[5] Pero no era ésta la única apreciación que Zhou tenía. En tono eufórico, al momento de dirigirse a los presentes, agregó “seremos un híbrido de la inteligencia electrónica y nuestra propia alma.”[6] Sullivan incluso, llegó a proponer, luego del 11– S que se implantara un chip a los inmigrantes en lugar de darles la “Green Card”, para poder monitorearlos mejor.[7]
Ellison, Sullivan, y Zhou fueron las caras visibles iniciales de una batalla que busca que cada ser humano en el planeta lleve un número de identificación para fines de reconocimiento, transacción comercial, historia clínica, estados bancarios y todo otro dato que el gobierno global, o Nuevo Orden Mundial como se animaban a autodenominarse antes, considere necesario adosar a sus ya gruesas bases de datos. El primer round busca que el chip identificatorio esté fuera del cuerpo, en una tarjeta, en su reloj, en un pager, en algún producto que Ud. compre; en el segundo round, el chip directamente pasa a formar parte del ser humano, quien puede ser rastreado vía satélite, a través del sistema GPS. ¿Ciencia ficción?? Lamentablemente no. Los rounds uno y dos están desarrollándose ahora. Dependiendo de cada país, prima una u otra operatoria, pero el fin es el mismo. Que llevemos el chip numerado. Que seamos rastreables, coercibles, numerables, ordenables, reprimibles, vulnerables….
Cuentos de la cripta
El negocio de la cyberseguridad históricamente perteneció a las grandes corporaciones fabricantes de armamentos y las gigantes de la informática, pero estaba restringido a sectores sociales que demandaban medidas de extremas en esta área, ya sea por el material con el que se trabaja, el tipo de personas, cuestiones estratégicas. La identificación y autorización por medio de la utilización de radio frecuencias y dispositivos que emplearan esta tecnología (RFID) estaba limitada a los gobiernos y sus dependencias, empresas de seguridad, militares, plantas nucleares, laboratorios, algunas cárceles, etc. Por esto, la identificación por medio de tarjetas con chips legibles y activables por frecuencias de radio no es algo nuevo, como tampoco lo es la inserción de estos dispositivos en mercaderías y aún en animales para consumo, como una forma de controlar al animal, uso que también se aplica a las mascotas. No hay gran diferencia entre las ID Cards, las etiquetas o Tags y el Verichip. En los dos primeros casos, el RFID está embutido en una tarjeta plástica o en un brazalete y además de tener el número que permite ingresar a la base de datos de su persona, suele contener información biométrica (iris, voz, huella dactilar). En el segundo el RFID está contenido en un minúsculo envase de vidrio inyectable, contiene un código alfanumérico de 16 dígitos (en algunos países son más) y se activa también al pasarlo por una lectora, lo que permite ingresar a su historia personal ya que el chip revela este código al ser “despertado” por la frecuencia que emite la lectora.
Son superiores al viejo código de barras en el sentido que permiten la identificación por unidad y no por especie, es decir, mientras el código de barras sólo lee, por ejemplo “paquete de galletitas”, el chip permite identificar cada uno de los paquetes de galletitas. Este es uno de los argumentos más firmemente esgrimido por las asociaciones que combaten el uso de esta tecnología, ya que permitiría seguir todo el recorrido de una determinada unidad de un producto en forma permanente, y por lo tanto, seguir también a quien lo haya adquirido. Las empresas aseguran estar trabajando en chips que se destruyen apenas pasaron la caja de pagos en el supermercado, pero hasta ahora, no han dado mayores novedades al respecto. El seguimiento puede arrojar datos como los hábitos de consumo del comprador en el más inocente de los casos, o su localización en un uso más preocupante de esta tecnología. Los animales no escapan a la fiebre de la cyberseguridad y fueron el puntapié inicial del desarrollo de esta tecnología.
Una de las grandes corporaciones encargadas de la identificación de ganado en pie, Destron Fearing, viene utilizando diferentes métodos de seguimiento e identificación de los lotes de ganado desde 1948 según asegura en sus propios folletos[8]. La experiencia de chips implantables en animales, por su parte, comenzó su desarrollo el año 1982 cuando el médico veterinario Hans Stoddard consiguió miniaturizar y encapsular un transponder[9]. Este invento es adquirido en 1983 por Destron Fearing, la que continúa desarrollándolo, al igual que el Dr. Stoddard, que inventa el chip encriptado y con más dígitos para el uso veterinario.
Destron Fearing fue adquirida poco después de comprar las patentes del chip para ser usado en animales por Applied Digital Solutions (ADS) una empresa norteamericana dedicada a la tecnología de identificación y seguridad. En estos días, Destron Fearing puede convertirse en una subsidiaria muy rentable habida cuenta que no hace mucho presentó un nuevo chip capaz de identificar la presencia de gripe aviar en animales en horas [10], y más aún si tenemos en cuenta las recientes normativas internas de los Estados Unidos que demandan que se implanten chips de control y censo en el ganado vivo [11].
Del chip en animales, que se alimenta con la energía térmica producida por el organismo del portador, al dispositivo para humanos, fue sólo cuestión de meses. ADS anunció en diciembre de 1999 la compra de otro brillante invento: el de un transceptor en miniatura que podía ser implantado en humanos, es decir, lo que después se conocería como Digital Angel en sus primeros pasos (cuando se lo comercializaba alternativamente como un chip que se transportaba en el pager o el reloj o que le era implantado) o como Verichip últimamente. En julio del 2000 ADS dio a conocer su acuerdo con la Universidad de Princeton y el Instituto de Tecnología de New Jersey, con miras a desarrollar un chip implantable bajo la piel que permitiera su seguimiento vía satélite por el sistema GPS (Global Positioning System). El chip recabaría datos tales como temperatura corporal, signos vitales, localización de la persona, etc. Esta información sería obtenida a través de lectoras por sistemas inalámbricos y remotos y enviada vía Internet o telefónica a una base de datos administrada por la misma empresa.[12]
El primer campo de acción donde se presentó Verichip, sin siquiera tener la aprobación de la FDA, fue el médico. Verichip Corporation, una de las subsidiarias de ADS mostró al mundo el dispositivo que permitiría a los profesionales de la salud saber el nombre del paciente, historia clínica, número de obra social (o prepaga o seguro social, o lo que tuviera como aseguradora de salud) en caso de que el portador se encontrara inconsciente o que simplemente hubiera concurrido a consulta. Para hacerlo funcionar, se pasaría la lectora por el lugar donde estuviera el chip, éste respondería informando el código alfanumérico que almacena y a través de estos datos y usando Internet o vía telefónica, los médicos tendrían la historia clínica del paciente[13].
Obviamente que las vías seguras de tráfico de datos serían provista por empresas como Digital Angel, Oracle, Verisign (cuyo CEO, Stratton Sclavos fue invitado a formar parte del National Security Telecommunications Advisory Committee de la Casa Blanca poco días después de la creación del Departament of Homeland Security); Motorola , Raytheon, ADS, Verichip Corp, ORCOMM y otras grandes corporaciones, muchas de las cuales nacieron de la unión entre los capitales privados y los intereses gubernamentales, apañadas por miembros o ex-miembros de las fuerzas de seguridad o de la comunidad de inteligencia, y todas con fuertes lazos con las corporaciones, los gobiernos y los servicios secretos.
De ángeles y demonios
Recientemente e insistiendo en el área médica, Verichip Corp. redobló los esfuerzos por posicionar a su subsidiaria encargada de esta franja del negocio, Veri Med, la que anuncia en su página web el obsequio de un kit de inicio gratis para los médicos que se inscriban en el sistema. Se le entregan chips para insertar en sus pacientes y una lectora de mano, más los folletos que pudiera necesitar para poner en su sala de espera. El médico debe suscribirse a la VeriMed Physichian Network para contar con la posibilidad de tener un rápido acceso al historial de sus pacientes, saber cuál es su estado de salud, estar atento a cualquier emergencia, etc. Llama la atención en el sitio oficial de la nueva empresa una frase de la American Medical Association: “Hubo 98 mil muertes el año pasado por errores médicos”[14]..
De la misma forma, se presentaron las bondades del pequeño artefacto para controlar personas con movilidad reducida y gente mayor con problemas de desplazamiento y/o estabilidad, toda vez que el chip puede enviar datos sobre el cambio de temperatura ambiente y de la persona, cambios bruscos de posición física, desplazamientos, etc.[15]
Pero, empresa al fin, ADS no sólo se preocupa por la salud de los ciudadanos comunes. También por otras áreas muy productivas de la vida. El 8 de abril de 2002, ADS presentó en sociedad el Global Verichip Subscriber Registry que le permitiría a los usuarios guardar información sensible en el banco de datos de la empresa y tenerla a disposición vía Internet o teléfono utilizando las vías seguras provistas por Digital Angel, su subsidiaria. Ese año los directivos apostaban a un rápido crecimiento de la empresa en un mercado estimado en 15 mil millones de dólares.[16] A los fines comerciales y con vista de captar el mercado de dinero plástico, ya en marzo del 2003 el actual CEO de ADS Scott Silverman, en el ID World en París, Francia, anunció el lanzamiento del VeriPay, que no es otra cosa que el uso del Verichip como forma de pago segura en reemplazo del dinero en efectivo y de la tarjeta de crédito. Silverman hizo hincapié en la seguridad que ofrecía el VeriPay, por el formato RFID y por la dificultad para perderlo o ser robado (después de todo, el portador lo lleva bajo su piel). Los directivos más entusiastas aseguran que en el futuro, gracias al chip, se prescindirá del dinero y las tarjetas[17]. Algo muy conveniente en una economía global recalentada y sustentada por países en bancarrota, como Estados Unidos, salvados del abismo sólo porque son de los pocos que conservaron para sí mismos la facultad de emitir dinero. El mismo invento, el chip implantable, también puede tener otras utilidades según las empresas que lo desarrollan, como el habilitar o no el uso de armas de fuego (en el caso de las fuerzas de seguridad)[18] o funcionar como password personal seguro para evitar el hackeo de casillas de correo electrónico y computadoras.[19]
Applied Digital Solutions (ADS) y sus subsidiarias Digital Angel, Thermo Life, Verichip (junto a su subsidiaria VeriMed) y Government Telecomunications Inc. trabajan en forma mancomunada con el Departamento de Defensa norteamericano y las agencias de inteligencia (externa e interna) de aquél país. En este caso la oferta del Verichip es para un control más estricto pero sencillo de las áreas de seguridad, detección inmediata de personal extraviado (nada dicen de la posibilidad que los chips puedan ser usados por sus enemigos, por ejemplo, para ayudar a localizar sus tropas y así dirigir mejor los misiles), seguimiento de naves en vuelo o en mar, etc.
En el área de defensa, ADS combina el Verichip con el uso de otros dispositivos de identificación por radio frecuencia, como las ID Cards y/o las “tags” (etiquetas con el RFID embutido). Y es, justamente una de las empresas más fuertes en este sector del mercado, la encargada de fabricarle los chips, en forma exclusiva, a ADS. Se trata de Raytheon, el contratista militar de capital norteamericano más grande [20]. Entre otras iniciativas, suyos son los discutidos misiles Patriot y Tomahawk, también está a cargo de la escandalosa radarización de la selva amazónica brasilera que se le adjudicara en épocas de Fernando Enrique Cardoso (estaba programado que los datos obtenidos fueran primero a los Estados Unidos y luego éste se los entregaría a Brasil pese a los 1.400 millones de dólares asignados al contrato, más las “coimas” que se descubrieron y que motivaron renuncias en el gabinete del presidente Cardoso)[21]. y que puja por el suspendido Plan Nacional de Radarización argentino .
Tiene ganancias anuales de 22 mil millones de dólares y 80 mil empleados a lo largo del mundo, en sus diferentes filiales. Entre sus directivos se encuentran ex miembros de la Armada, de la Central de Inteligencia, políticos, etc.[22] Las buenas relaciones entre ADS y sus subsidiarias y las empresas de armas no son cosa nueva. El actual CEO de Digital Angel (una de las subsidiarias de ADS y socia de Verichip, que comercializa un rastreador personal que lleva el nombre de la empresa), Kevin Mac Grath es un ex-directivo de la Hughes Electronics Corporation,(trabajó en la central de El Segundo, California, durante 16 años) [23], compañía posteriormente comprada por Raytheon, por lo cual no es de extrañar que el acuerdo entre ambas empresas haya sido sólo de palabra, ya que, sus directivos, se conocen lo suficiente para saber que tienen entre manos un buen negocio que dada la magnitud que puede cobrar, son pocos los que están en condiciones de llevarlo adelante. Por otra parte, antes que Digital Angel y ADS anunciaran ser las dueñas de la patente del Verichip, Hughes Electronics Corporation investigaba el tema y había hecho los primeros desarrollos de chips implantables en humanos. Y fue justamente el departamento encargado de esta tecnología el que fue adquirido por Raytheon, convirtiéndose posteriormente en su filial española, que es la fabricante de los chips envasados en vidrio, listos para ser inyectados en personas que le entrega a Verichip Corporation.
Conejitos de Indias latinos
La Food and Drug Administration (FDA) le concedió a Verichip Corporation el visto bueno para implantar el chip el 13 de octubre de 2004, y en esta primera instancia, permitió su uso sólo en hospitales, con fines médicos; aunque previamente y violando las leyes de su país, la empresa había estado experimentando este dispositivo en hospitales y personas y lo publicitaba justamente, con fines médicos aunque también como sistema de identificación. Esta última utilidad pasó a ser la estrella en sus agresivos discursos de venta después del 11– S…. aunque la idea era previa. [24].
Mucho antes de la aprobación por parte de la FDA, la empresa ya había comenzado sus propios “trabajos de campo” implantando chips en…. Latinoamérica por supuesto, mientras, al decir de Richard Sullivan “esperamos la aprobación de la FDA” [25]. América Latina es un mercado fácil para este tipo de empresas ya que el vacío legal es mucho más amplio en estos países que en los tecnológicamente más desarrollados, de hecho, los chips que se utilizan en estos países contienen más información (datos personales) que los usados en EEUU, donde la FDA permite cargar sólo el código identificatorio que activará la lectora, tal como lo admitiera el actual presidente de Applied Digital Solutions, Scott Silverman, durante una entrevista en el programa “The Buzz” en la ABC Radio National, el 13 de mayo de 2002. Durante el reportaje, una vez más, negó la posibilidad que el Verichip sea rastreable vía satélite, en tanto que en la publicidad que se realizaba en América Latina, se enfatizó, justamente, esta cualidad como antídoto contra los secuestros.
En noviembre de 2003 se colocaron los primeros chips subdermales en personas en el territorio de México (en forma oficial), según lo informado por Antonio Aceves, de la empresa Solusat que es la distribuidora mexicana[26]. El 14 de julio de 2004, la implantación del dispositivo en el fiscal general Rafael Macedo de la Concha y 18 empleados suyos para tener acceso a áreas de alta seguridad, fue noticia en medios nacionales e internacionales. A un costo para el Estado mexicano de 150 dólares por persona, el fiscal y sus asistentes recibieron el chip en el hombro. ADS y su subsidiaria, Digital Angel no dudaron en montar un verdadero operativo de prensa, con fotos y grabaciones del momento exacto de la implantación para promocionar su producto.[27] Aunque tuvieran una “pequeña” diferencia de números con la Fiscalía General Mexicana. Mientras Digital Angel afirmó que las personas implantadas fueron 160, la oficina de Macedo de la Concha señaló, con posterioridad al operativo, que sólo fueron 18 [28]. Sin embargo esto no asustó al distribuidor local del chip, Aceves, quien anticipó que en los próximos meses se implantarían más ángeles digitales a miembros de las fuerzas de seguridad mexicana, y deslizó que hasta los miembros del entorno del Presidente Fox también recibirían el dispositivo. Sin embargo, la oficina de Fox jamás comentó nada al respecto y no respondió preguntas de la prensa sobre el tema.
Más allá de los operativos de prensa, México y Colombia fueron los primeros países en los cuales, promocionándolo como un medio de evitar los secuestros, se vendió el Verichip y se implantó a personas, aún cuando no estaba suficientemente probada su inocuidad ni su utilidad y sin tener la aprobación de la FDA. Para muchos mexicanos y colombianos que se sintieron en riesgo de ser secuestrados, la posibilidad de contar con un dispositivo invisible a simple vista, difícil de retirar y rastreable vía satélite les pareció la mejor solución. ADS y Digital Angel, sin embargo, fueron cambiando el discurso sobre la posibilidad del rastreo vía satélite de acuerdo a cómo fueran calentándose las críticas de la opinión pública a medida que se conocían los detalles del nuevo invento. Mientras en el año 2000 Richard Sullivan no dudaba en presentar al Verichip/Digital Angel como un sistema seguro por su calidad de rastreable por GPS, varios años después (y principalmente tras una andanada de críticas por parte de quienes ven el chip una invasión a la privacidad y una refinada forma de control social por parte de las corporaciones aliadas con los gobiernos) su sucesor en el sillón de la presidencia de ADS, Scott Silverman, aseguró que “la compañía distribuidora mexicana no había aclarado lo suficiente el hecho que el chip rastreable por satélite aún estaba en vías de desarrollo”[29] con lo cual a muchos mexicanos y colombianos se preguntaron, ¿exactamente qué habían comprado?. ¿Les ofrecía seguridad ante un eventual secuestro un dispositivo que no era localizable por satélite? ¿De qué les servía para evitar ser secuestrados un chip que sólo es legible a corta distancia con una máquina apropiada? Evidentemente, algunas cuestiones técnicas no eran demasiado claras….
De todas maneras, no hay noticias de que alguno de los implantados iniciara acciones legales contra la empresa por estafa o mala información, tal vez, porque igualmente se sentían seguros con el chip. O porque saben algo que el resto no. Desde febrero de 2004, la empresa trata, con poco éxito, de vender un nuevo dispositivo, el Personal Location Device, que, asegura, cuenta con tecnología rastreable por GPS, y que también podría implantarse en el cuerpo humano. Con el nombre que fuera, antes que la FDA aprobara el Verichip para ser colocado en humanos, los miembros de la Fiscalía General mexicana y unos 1000 pacientes de diferentes hospitales norteamericanos fueron implantados. Silverman afirmó, en la misma época, que unos 7000 chips habían sido entregados a lo largo de los Estados Unidos que unos 1000 clientes norteamericanos se los habían colocado, en la mayoría de los casos, por razones de seguridad.
Unos pocos meses después de la aprobación de la FDA, con gran despliegue periodístico, una playa exclusiva de Barcelona anunció un novedoso sistema para que sus clientes VIP accedieran al área más exclusiva del lugar y pudieran pagar sus tragos sin tener que llevar ni efectivo ni tarjeta. Obviamente, el “novedoso sistema” no era otro que el Verichip, haciendo sus primeras armas como herramienta de pago. Los clientes de la Baja Beach que así lo solicitaron recibieron el Verichip sin cargo la noche de la inauguración, el 25 de marzo de 2005. Después, quienes quisieran acceder al status social de “enchippados” deberían abonar 150 euros por la miniatura y su colocación. Ante las cámaras, Conrad Chase, gerente de La Baja Beach no dejó dudas respecto de adónde apunta la movida: “el objetivo de esta tecnología es llevar un sistema de identificación a nivel mundial que anule la necesidad de llevar documento de identidad y tarjeta de crédito. El Verichip que implantaremos en el Baja, no será sólo para el Baja, también es útil para cualquier otra empresa que haga uso de esta tecnología” [30]. De esta forma lo que pareciera un exceso de optimismo de parte de los directivos de Digital Angel, ADS y Verichip Corp. cuando señalaban que el negocio podría dejarles miles de millones de dólares al año, se ponía en marcha oficialmente.
En estos días y en Estados Unidos, una empresa dedicada a la vigilancia y contratista del gobierno, dio un paso más al demandar a dos de sus empleados que se injertaran el chip para acceder a áreas de mayor seguridad. CityWatcher, de Cincinnati tomó la medida en los primeros días del mes de febrero de 2006. Toda la operación se llevó a cabo a través de una de las empresas controladas por ADS, la Six Sigma Security Inc.[31]
Actualmente, además de la central y subsidiarias en territorio americano y europeo, Digital Angel tiene oficinas en Brasil y Argentina (llamativamente las dos únicas filiales que figuran en su página web), y empresas que se encargan de la distribución, venta y seguimiento de su producto en el resto del mundo: SII Korea Scientific Innovation & Integration para China, Malasia, Taiwán; Biometrix en Alemania; Glezer Technology en Israel, Solusat y Cía en México, Metro Risk Management Group en Ecuador, entre otras. El 12 de diciembre de 2005 anunció además que cuenta con la aprobación de los correspondientes gobiernos para operar en Uruguay, Paraguay, Chile y Bolivia.[32]
Amigos, por siempre amigos
ADS y sus subsidiarias (Digital Angel, ThermoLife, Government Telecommunications, Verichip Corp, VeriMed,) desde su fundación, allá por el 93, ha crecido en forma exponencial, intercambiándose roles y nombres al momento de tener que llevar la implantación adelante, pero operando dentro del seno del mismo grupo económico. Más allá de sus discutibles logros tecnológicos, siempre han contado con la ayuda de amigos poderosos, cercanos al gobierno de turno, que les han permitido conseguir la rápida aprobación de muchos trámites o la ceguera ante algunas irregularidades.
Por ejemplo, uno de los más entusiastas precursores del Verichip resultó ser Norman Mineta, quien fuera Secretario de Comercio del presidente Clinton y posteriormente Secretario de Transportes de George W. Bush Richard Sullivan (ADS) lo calificó como “un campeón de (la promoción) de las inclusiones digitales”[33] . Mineta estuvo presente en la exclusiva fiesta neoyorquina donde se presentó el Digital Angel /Verichip. No sólo eso, fue el orador estrella de esa noche del 30 de octubre del 2000 en el exclusivo reducto de la calle 42 en Nueva York, ante unos 300 invitados de primer nivel. Entre las empresas que contribuyeron a solventar su campaña están Lockheed Martin (una de las gigantes en el área de defensa), Northwest Airlines, Greyhound , United Airlines, Union Pacific y Boeing. Todas estas empresas pueden hacer enormes negocios con ADS dadas las normas de seguridad que se les impusieron después del 11-S, las cuales, en muchos casos, pusieron en riesgo la estabilidad económica de las mismas. Mineta, por otra parte, ha sido el lobbysta de Silicon Valley en la Casa Blanca a lo largo de 21 años y ha recibido gruesas contribuciones a su campaña de diferente compañías del sector, como AT&T, Electronic Data Systems, Westinghouse Electric, General Electric entre otras.[34]
De estas empresas, ninguna se queda afuera del negocio del tráfico seguro de datos, la venta de chips, las transacciones comerciales vía Internet, los satélites necesarios para el seguimiento de las personas y las mercaderías y la provisión de sistemas de seguridad, de una u otra forma. Pero no era Mineta el único amigo que ADS y sus subsidiarias tenían en los pasillos de Washington. Al momento de aprobarse el uso del Verichip en humanos el Secretario de Salud era Tommy Thompson, quien estuvo en ese cargo hasta el 26 de enero de 2005. Thompson fue uno de los más fervientes defensores del chip subdermal hasta tal punto que llegó a asegurar en varias entrevistas radiales que él se haría implantar para demostrar que es seguro y confiable. Hasta la fecha, no lo ha hecho, pese a que ya pasó un largo medio año desde que efectuara estas declaraciones.[35] Alguien que tan fervientemente impulsó el Verichip, que propició su uso en pacientes hospitalarios y que además estaba en un lugar clave para su aprobación al momento de tener que dar el visto bueno la FDA, no merecía menos que un buen lugar de trabajo cuando decidiera retirarse de la función pública. Hoy día Tommy Thompson forma parte del directorio de ADS. [36] Su carrera política estuvo signada por el apoyo de las tabacaleras, como Phillip Morris (algo extraño para un secretario de salud), y por los laboratorios Merck y Abbot, fueron dos fuertes contribuyentes a sus fondos de campaña[37]. A último momento descubrió que podía hacer amigos en otros sectores también.
En septiembre de 2003 y siempre con la mira puesta en los jugosos contratos de defensa y los billetes de las agencias federales, ADS sumó a sus filas de empleados top a un viejo conocido de los círculos de poder norteamericanos: Stanley L. Reid, quien fuera director del Programa de Defensa del Departamento de Energía durante la presidencia de Ronald Reagan (lo que le dejó buenos contactos tanto en la Secretaría de Defensa como en la de Energía), asesor en la cámara de representantes, lo que le dio directa llegada a la Comisión de Ciencia y Tecnlogía y, entre los años 83 y 86 representante de Rockwell International.[38] La incorporación de Reid tenía como único objetivo conseguir un lugar de privilegio en los jugosos contratos del Departamento de Defensa, el cual podría propiciar la implantación a las tropas norteamericanas. Esto es mucho dinero, y todo esto sin contar el resto de las aplicaciones de los minúsculos chips. Sin embargo la lista de políticos que se llenan los bolsillos o que siguen incrementando su área de influencia no termina con ellos. El actual Secretario de Defensa, Donald Rumsfeld integró el directorio de General Instruments (GI) entre 1990 y 1993, momento en el que fue vendida a Motorola. GI se dedicaba al envío y recepción segura de datos, y posteriormente también incursionó en la investigación y desarrollo de chips a través de Microchips Tech.[39] Hoy es un ferviente defensor de la tecnología aplicada a la guerra y la seguridad, con empresas amigas que apoyan su gestión.
Caballo de Troya
La historia de las ID Cards pareciera, a simple vista, más sencilla. Desarrollada para permitir el acceso a ciertas áreas de personal calificado, como una forma de agilizar los trámites, muy parecidas a las tarjetas de crédito, siempre fueron de uso común entre los miembros de las oficinas gubernamentales, del ejército y en los últimos años se habían extendido a las empresas privadas en general, como una forma de controlar los horarios del personal y de permitir su identificación. Para los latinoamericanos, acostumbrados a ser anotados, numerados, censados, impresos, fotografiados y asentados desde el momento de nacer (es común que al nacer se tome una impresión de la planta del pie bebe, antes de cortar el cordón umbilical que lo une a su madre) el tener que llevar en la billetera una nuevo documento para identificarnos, no representaría mayores problemas, salvo, claro, por el hecho que jamás son económicos. En Argentina uno puede llevar en la cartera el DNI, la Cédula de Identidad, el Pasaporte, el carnet de la Obra Social o prepaga (si la tiene), más el registro de conductor, la tarjeta de ingreso a la empresa donde trabaja, la de emergencias médicas domiciliarias entre otras identificaciones. En cambio, en países del “Primer Mundo” donde no es necesario tener un domicilio real, ni tener documentos personales, verse obligado a gestionar una ID Card, permitir que lo fotografíen, le tomen huellas dactilares, tener que declarar un domicilio fijo, etc. para quedar asentado en una base de datos en poder del gobierno, puede ser una verdadera invasión a la privacidad.
En los Estados Unidos, el Real ID Act abre una nueva instancia que fue muy resistida en años anteriores, pero que, violando incluso las regulaciones establecidas para el área de ingerencia del Departament of Homeland Security (DHS), ya está en marcha. La norma, promulgada en una extraña forma (en el mismo paquete que los 82 mil millones de dólares destinados a las tropas en Irak, Afganistán y las víctimas del tsunami de Asia en el ejercicio fiscal 2005)[40] establece, más allá de la licencia de conducir como un documento de identidad, cambios en los requisitos para pedir asilo político, autoriza a empresas privadas a detener inmigrantes con pedido de captura a cambio de cierta suma de dinero, y la construcción de una banda fronteriza.[41]
El Departament of Homeland Security (creado a instancia del 11–S) es quien establece los parámetros de que deben tener las ID Cards, los métodos con los que serán leídas y además, las eventuales medidas extra de identificación que se pedirán, las que pueden ir desde parámetros biométricos (como el uso de un banco nacional de información de ADN, igual al abierto en Inglaterra) hasta el chip implantable, método éste que goza de la predilección del actual titular del DHS Michael Chertoff.
El riesgo a las libertades individuales que significa la ID Card no sólo amenaza a los ciudadanos norteamericanos y británicos sino que, dada la globalización, principalmente de los males que llevan adelante los gobiernos de esos países, más temprano que tarde afectará al resto del mundo. De hecho, numerosos países asiáticos (Tailandia, Singapur, Hong Kong y Malasia) y algunos europeos ya vienen utilizando la tarjeta de identificación con radio frecuencia (RFID, la base de la ID Card) movidos por los intereses de las corporaciones encargadas de fabricarlas y comercializarlas.
En los Estados Unidos, la propuesta de la identificación de todos los ciudadanos data de, por lo menos los años ´70 cuando se pretendió otorgarle ese status al número de seguridad social. Las diferentes iniciativas fueron rechazadas por las administraciones de Carter, Clinton y Reagan. Sin embargo, después del 11-S, lo que antes era una clara violación a los derechos individuales y aún a la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, se transformó, mágicamente, en una necesidad imperiosa. No es diferente la situación en Gran Bretaña, dónde un militante Tony Blair afirmaba en 1995 “en lugar de gastar cientos de millones de libras en ID Cards compulsivamente impuestas, como demandan los Tory, dejen ese dinero para pagar a cientos de policías que protejan nuestra comunidad”, en la Conferencia del Partido Laborista en Brighton.[42] Sin embargo, su Secretario de Interior, Charles Clark, apadrinado y fogoneado por el mismo Blair, es el primero en defender las ID Cards hoy día y de asegurar que el sistema debe estar operativo en Inglaterra para diciembre de 2006 [43].
Desde noviembre del año pasado, y por disposición legal, el Departamento de Defensa de Estados Unidos ha ordenado a todos sus proveedores que usen tecnología RFID para marcar todos los productos y servicios que comercializan con esa repartición.[44] El desarrollo y venta de esta tecnología (la de identificación por radio frecuencia) es un negocio multimillonario. Sólo en los Estados Unidos, y en un solo estado, la inversión que demanda el otorgar ID Cards a los poseedores de vehículos significa gastar cerca de 200 millones de dólares . En Gran Bretaña, los primeros cálculos monetarios se vieron rápidamente rebasados. Hoy se calcula que cada ID Card necesitará de un desembolso para el Estado de entre 23 y 35 libras esterlinas teniendo en cuenta todo el proceso. Inglaterra sostenía una férrea oposición a las ID Cards hasta que el atentado del 7 de julio de 2005 inclinó el fiel de la balanza. Un efecto similar tuvo el episodio de Atocha en España. En medio de la desgracia ajena, las empresas sólo escuchan el tintineo de la caja registradora.
ADS por ejemplo, planea ganar 100 mil millones de dólares anuales con el Verichip, la infraestructura informática que éste necesita y sus aplicaciones. Las ID Cards están en el centro de la controversia, pero sin embargo, parecen ser sólo el Caballo de Troya que va a permitir el ingreso del Verichip como medio de identificación y control, ya que una vez acostumbrados a que los gobiernos y las corporaciones tengan nuestros datos, muchos no verán la diferencia entre llevar el chip en el documento, que siempre puede perderse, o llevarlo bajo la piel. En medio de la tormenta desatada por la avanzada tecnológica, detenerse a observar quién se lleva el dinero y el poder en este caso, puede despejar algunas incógnitas.
Nosotros te protegeremos
Si bien el sistema presenta variaciones de acuerdo al país que lo usa o donde se lo implementa, quienes se llevan el grueso del dinero son siempre los mismos. Junto con las Torres Gemelas cayó toda una concepción de la guerra y de la forma de desarrollarla. El nuevo teatro de batalla, más informatizado, con más control hacia los civiles, y montado sobre las nuevas tecnologías tiene como objetivo el control y seguimiento de la población, busca restringir las libertades de los ciudadanos comunes, sospechados de actividades terroristas, aduciendo que se los protege.
Tal vez si nos preguntamos de qué se nos protege, la respuesta nos lleve bastante luz acerca de los motivos ocultos detrás de estas iniciativas de identificación y seguimiento masivo. Las empresas que durante años se llenaron los bolsillos fabricando misiles, aviones y bombas, ahora encontraron una nueva veta en diseñar, fabricar, vender y gerenciar sistemas de identificación y seguridad interna y externa. En esta barca navegan Alien Technology, Matrics Force, Texas Instruments, Phillips, Raytheon, Auto ID, Lockheed Martin, Sun MicroSystems, Northrop Grumman, por mencionar algunas, de las que operan, además en sociedad con las grandes corporaciones informáticas, como Oracle, IBM, Microsoft, entre otras.
Así encontramos, a Alien Techonolgy, líder en la provisión de dispositivos de identificación por radio frecuencia (RFID, la base del desarrollo del chip subdermal, sólo que en otra presentación que sirve para hacer las ID Cards, por ejemplo o para marcar y seguir mercaderías, objetos, vehículos, etc.). Esta empresa, dedicada exclusivamente al área de defensa hasta hace poco, cuando decidió incursionar el campo de las prestaciones médicas, brindando sus dispositivos para hospitales, compañías farmacéuticas, grandes proveedores de sanatorios, etc.[45] Ahora está desarrollando la fabricación en serie de chips de 350 x 350 micrones (un micrón es la milésima parte de un milímetro) que trabajan en la banda de los 900 MHerz y que son legibles a una distancia superior a los 9 metros, los cuales pueden ser colocados en productos de uso diario como el shampoo o los jabones . Los ingenieros de Alien Technology especulan con implantar estos chips en humanos ya que son notoriamente más pequeños que los que comercializa ADS, por lo cual, según sus consideraciones, tendrían más ventajas en la aceptación del público. Para experimentar y desarrollar los minúsculos chips cuentan con el apoyo incondicional de empresas como la farmacéutica Pfizer y la industria Procter & Gamble.
La empresa fue fundada en diciembre de 1994 por el Dr. John Stephen Smith. Con estrechos vínculos con el Departamento de Defensa norteamericano y las agencias de seguridad de donde obtiene las dos terceras de sus ganancias, vende sus artículos a varios países del mundo, por cifras varias veces millonarias. Sus directivos se han desempeñado en otras empresas del sector, tal el caso de Stravro Prodomou, actual CEO, quien trabajó en Texas Instruments y en la General Electric, o en los sectores militares, como Andrew Berger, su actual vicepresidente internacional, que fue oficial de Inteligencia de la Armada Británica, en la Airbone and Special Forces, según lo informa la misma empresa en su página web.
En el 2002, Alien Technology y su competidora más fuerte, Matrics Force, tuvieron que mejorar su servicio ante la oferta de Auto – ID, una fusión entre investigadores científicos y empresarios que comenzó a ofrecer RFID a menor precio y con mayor capacidad de almacenamiento de datos. Alien Technology tiene programado fabricar 10 mil millones de dispositivos en el 2006 basándose en el Fluidic Self Assembly Process de su propiedad, que convierte a los dispositivos en muy económicos, seguros y fáciles de usar, embebiéndolos en tarjetas magnéticas, ropa, mercadería, brazaletes, etc. [46] Respecto de Matrics Force, que asegura ser la que tiene la mejor tecnología en estos sistemas de identificación, cuenta entre sus principales inversionistas al tristemente célebre Grupo Carlyle, encargado de la “reconstrucción de Irak” y acusado de haber presionado para que la invasión a ése país pasara de ser un simple ejercicio en los papeles a un hecho que aún hoy continúa.[47] El Grupo Carlyle tuvo entre sus socios, juntos hasta el 11–S, a las familias Bush y Bin Laden, y por su directorio pasaron James Baker III (Secretario del Tesoro durante la presidencia de Reagan y Secretario de Estado de George H.W. Bush) y Frank Carlucci, ex– Director de la CIA, ex-director del Pentágono, ex-secretario de Defensa, miembro del CFR (Council on Foreign Relations) e íntimo amigo de Donald Rumsfeld.[48] (cursaron juntos la universidad y compartían dormitorio)
Raytheon, además de fabricar los chips subdermales de la ADS en forma exclusiva y sólo por un acuerdo de partes verbal, también tiene su propio área de desarrollo y aplicación de RFID, el cual comercializa principalmente en el sector médico y militar.[49] La empresa fue co-fundada por Vannevar Bush (sin filiación con el actual presidente norteamericano) uno de los padres de las bombas atómicas arrojadas sobre Nagasaki e Hiroshima. Miembro del selecto Majestic Twelve, además le propuso a Franklin D. Roosvelt formar el National Defense Research Committee para coordinar la investigación militar (en armas) contando con la contribución de los militares, políticos, empresas y científicos.[50] Actualmente, tres miembros de Raytheon, Barbara McConnell Barent, Warren B. Rudman y John Deutch (quien también fue director de la CIA, pertenece a la Trilateral Commission, tuvo una vasta trayectoria como funcionario político y es miembro del directorio del Citigroup) forman parte del Council on Foreign Relations, organización fundada y dirigida por los Rockefeller, al igual que la Trilateral Commission.[51]
Empresa con fuertes contactos políticos, tiene directivos suyos en áreas de la administración Bush. Condoleeza Rice actual secretaria de Estado, nombró al Director de Servicios Globales de seguridad de Raytheon, Daniel Schlehr, para integrarse al Consejo de Asesores en Seguridad Externa en el Departamento de Estado. [52] En absoluta sintonía con la nueva forma de llevar adelante una guerra que propone el Secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, Raytheon, o “El Rayo de Dios” (tal el significado de su nombre) fue de las primeras en reaccionar al cambio de escenario, adquiriendo varias compañías pequeñas dedicadas al área de la informática para abocarse a la seguridad y vigilancia, además de la fabricación de los estratégicos RFID. De hecho, su última presentación en el mercado fue la del Knowledge Mining & Vistualization System, un desarrollo por cierto avanzado que permite filtrar, traducir automáticamente y reconocer la eventual peligrosidad del material circulante por Internet, bases de datos, textos, televisión por cable, comunicaciones telefónicas, mensajes de texto, etc. Se basa fuertemente en el uso de computadoras, dejando el último examen en manos de expertos para determinar la peligrosidad o no de algún material. Tal vez, una de las mayores aplicaciones que se le puedan dar a este sistema sea la “modernización” del accionar de las Fuerzas Armadas norteamericanas en el sector informático propuesto por el Secretario de Defensa Donald Rumsfeld, el 17 de febrero de 2006 en una entrevista con Kenneth Chenault, Chairman & CEO de American Express, publicada en la página web del Council on Foreign Relations y reproducida posteriormente por CNN ese mismo día.[53]
Texas Instruments, otra de las empresas fabricantes de armas metida en el negocio de la seguridad y vigilancia, está controlada por Raytheon, y más de una vez ambas han debido enfrentar cargos por monopolizar el desarrollo de determinadas tecnologías consideradas vitales para la defensa, como por ejemplo, los sistemas de radares móviles. Lockheed Martin es otra de las corporaciones de armamentos que en los últimos años se lanzó en una suerte de loca carrera por adquirir pequeñas compañías dedicadas a la informática, para entrar en el negocio Históricamente dedicada a la fabricación de aviones como el Hércules C-130 y misiles como el Trident, en los últimos años desarrolló el área de Integrated System & Solutions para cobijar los nuevos proyectos de seguridad y vigilancia, interna y externa . Fue Lockheed Martin una de las empresas que más presionó para la invasión a Irak, en tiempos en que Bruce P. Jackson (un ex oficial de la Armada norteamericana) era su presidente. Y desde 1997 apoya, entre otros proyectos, el Proyect for a New American Century, eternamente presidido por Donald Rumsfeld.[54] Lockheed Martin, el más grande contratista militar a nivel mundial, tiene su propio departamento de RFID, el cual ofrece a diferentes gobiernos y organizaciones. Y también tiene su propio departamento de interrogatorios, donde les pagan 2000 dólares sólo por firmar el contrato por seis meses a los interrogadores civiles que, contratados por la empresa y amparados por el gobierno norteamericano, van a prisiones como Abu Ghraib, Guantánamo, las cárceles de la policía iraquí y otras a tratar de sacar información a los detenidos. Entre su ex directivos figuran la esposa del actual vicepresidente norteamericano Lynne Cheney quien dejó su puesto en la empresa unos pocos días antes que asumiera su esposo. [55]
Northrop Grumman es la tercera fabricante de armas en los Estados Unidos y entre sus especializaciones están los desarrollos logísticos de telemetría, seguimiento por GPS, radares, localización rápida, análisis de tráfico de datos, etc. Y también la fabricación de dispositivos RFID. Muchos miembros del directorio, asesores de primera línea, jefes de áreas estratégicas de NG formaron o forman parte de la administración Bush: James Roche (durante dos años) quien enfatizó la necesidad de contar con más radares y sistemas de vigilancia de avanzada (y caros) después del 11–S; Paul Wolfowitz actual presidente del Banco Mundial y hasta hace poco subsecretario de Defensa; el ex jefe de gabinete de asesores del vicepresidente Dick Cheney, Lewis “Scooter” Libby; Dov Zhakien (Pentágono) y Sean O’Keefe (director de la NASA). [56]
Pero la relación entre esta empresa y las esferas políticas no termina aquí. Una de las subsidiarias de Northrop Grumman, Vinell Corporation, que sirve como una máscara para aquéllas operaciones que aparecen como riesgosas o políticamente incorrectas, ha estado manejada por James Baker y Frank Carlucci (ambos del Grupo Carlyle devenidos a funcionarios después) en los últimos años.[57]
Sabemos lo que estás haciendo
En medio de este intricando ajedrez de intereses económicos y, en muchos casos, personales, la dilucidación de dónde van a parar y quién maneja los datos personales de los ciudadanos obtenidos por medio de las ID Cards, los chips y demás medidas de identificación y rastreo se transforma en un punto central de la discusión. No sólo atañe a los norteamericanos o a los británicos, habida cuenta que el gobierno de George “Dabya” Bush ha extendido su vigilancia a “todos los americanos” tomando por primera vez, lamentablemente, como “americanos” a los latinos. México, Costa Rica, Brasil, Argentina, Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Venezuela y Colombia todavía recuerdan el accionar en sus territorios de la empresa norteamericana Choice Point, la que en el 2002 proveyó de información a la Fiscalía General norteamericana a cambio de 11 millones de dólares (aunque ganó bastante más revendiendo la información a compañías privadas).
Entre el 2001 y el 2002, Choice Point sustrajo datos de diferente organismos oficiales de estos países latinoamericanos y posteriormente los vendió a dependencias de los Estados Unidos para ser utilizados con fines policíacos. Así, la CIA, el FBI y otros tienen acceso a los nombres, teléfonos, direcciones, números de seguridad social, estados bancarios, etc. de 300 millones de latinoamericanos que no viven en el territorio de los EEUU [58]. En México una vez conocida la maniobra utilizada por Choice Point, que sacó información del desaparecido Registro Nacional de Vehículos cuando éste era encabezado por Ricardo Cavallo, un ex-militar argentino acusado de crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura del ‘76, se inició una investigación a cargo del Fiscal General Rafael Macedo de la Concha (el mismo que se implantó el Verichip él y sus empleados), la que terminó con Choice Point libre de culpa y cargo. También en Argentina se inició una causa penal, que cayó en manos del Juez Norberto Oyharbide [59].
Choice Point es una empresa creada por el otrora piloto de vuelos de narcotráfico, Hank Asher, a la sombra de las ideas del almirante John Poindexter (condenado por cinco felonías por mentir al Congreso durante el escándalo Irán-Contras en los años ‘80) mientras se desempeñó en la secreta DARPA, que busca crear un registro de “todos los americanos” (incluidos, parece, los que no viven en los Estados Unidos ni han nacido allí) para evitar futuros ataques terroristas. Esta empresa, Choice Point, ha realizado otros trabajos poco menos que sospechosos para la administración Bush, como la depuración de los padrones del Estado de Florida para las últimas elecciones, donde resultó notoriamente perjudicada por la maniobra la población afroamericana, que en gran número no pudo votar al haber sido sus nombres borrados del padrón, con lo cual quedaron abiertas las puertas para el cuestionado triunfo de George W. Bush.
Choice Point, además, ostenta el extraño privilegio de ser la compañía de tráfico seguro y recolección de datos que más robos, a manos de hackers, sufrió en los últimos cuatro años. Dos exactamente que perjudicaron a más de 170 mil personas sólo en territorio norteamericano. Asher también es el creador de una base de datos de vehículos y personas que vende a las policías estatales en su país, a la sombra de las nuevas normas de identificación de personas que impulsa el gobierno de Bush. La criatura, que recibió el ingenioso nombre de MATRIX ya ha tenido los primeros tropezones, habida cuenta que varias personas descubrieron que una vez que eran asentados en el MATRIX, sus datos pasaban a compañías gerenciadoras de tarjetas de crédito o a “marketers” directamente que inundaron los buzones de los desafortunados con ofertas no pedidas ni deseadas[60]. Las compañías de tarjetas de crédito, en tanto, esperan obtener algún beneficio de la situación. Apenas el Center for Information Policy Leadership invitó a Experian, Visa, Fidelity y otras 13 empresas del sector a discutir cómo las bases de datos del dinero plástico puede ser empleadas para combatir el terrorismo, todas al unísono aseguraron que la iniciativa sólo puede funcionar si se relajan las leyes sobre privacidad de la información.
Otros directamente salieron a pedir la modificación del Fair Credit Reporting Act de 1970, a fin de poder intercambiar datos con las fuerzas armadas, la policía y los servicios de inteligencia. Una iniciativa peligrosa si tenemos en cuenta que, según datos de la propia cámara empresaria que las agrupa, hay un error del 30% en los resúmenes de cuenta que se envían a los usuarios y que las compañías de servicios financieros y las de tarjetas de crédito más grandes son, justamente, norteamericanas[61], por lo cual, la situación pude afectar a mucha gente fuera de los Estados Unidos. De todas formas, el gobierno norteamericano no quiere dejar demasiado control en manos que no son amigas o que pueden cambiar levemente de opinión en algún momento, de manera tal que, una vez dictada la sentencia de muerte contra el Total Information Awareness del DHS (otra de las ideas del almirante Poindexter) a fines del 2004, rápidamente lo resucitaron con otra sigla. En este caso, Analysis, Dissemination, Visualization, Insight, and Semantic Enhancement (ADVISE), es el nombre del sistema de computación masivo, encargado de recolectar TODO tipo de datos, desde transacciones comerciales, e-mails, páginas web visitadas, CNN alerts, compras on-line, etc. con el objetivo de cruzarlos, estableciendo un patrón y prever el comportamiento de la persona cuya información se está analizando. Según Joseph Kielman, a cargo del proyecto, la idea no es sólo buscar terroristas, sino “identificar patrones de información críticos que pongan luz sobre las motivaciones e intenciones” de la persona investigada. ADVISE está creado y operado, entre otras, por Sandia Corporation, una subsidiaria de Lockheed Martin. [62]
Si la mayor parte de los datos operativos para este programa (del cual los funcionarios son poco afectos a hablar) serán tomados de Internet (que es controlada por los Estados Unidos) las fronteras serán sólo una línea de tinta en el mapa escolar. Una vez más el Nuevo Orden Mundial, camuflado bajo su nueva terminología, la globalización, se hace presente.
Un mundo feliz con algunos problemas técnicos
La idea de llevar una etiqueta electrónica legible a distancia, que pueda ser activada sin que lo sepamos, tener un documento de las mismas características que además habilite el ingreso a nuestros datos más privados o llevar implantado un chip de dimensiones infrahumanas que permita el “trackeo” (seguimiento) de su portador por medio de satélites donde sea que él vaya o se esconda, sabiendo lo que está haciendo, dónde, y con quién (el para qué, queda liberado a la imaginación de los analistas de las “data base” de las corporaciones político – militares), desde el nacimiento hasta la muerte, no parece ser la idea más acaba de una sociedad basada en el respeto a las libertades individuales. Tal vez, la idea de libertad y privacidad sea la clave. Algunos tienen una al menos, llamativa forma de ver estos términos. Refiriéndose al hecho que las empresas privadas llevan años recolectando datos de ciudadanos para aplicarlos luego a sus negocios, una vez más Larry Ellison sostuvo que “la privacidad de la que están hablando, es una ilusión” allá por septiembre de 2002, tras lo que aseguró que “todo lo que deben resignar son sus ilusiones, no su privacidad” en una frase más que esclarecedora.[63].
Pero en el Mundo Feliz que avizoran las gigantes de la informática de la mano de las empresas contratistas militares hay algunas nubes, no convenientemente informadas, o deliberadamente omitidas. Al momento de aprobar el Verichip para su uso en humanos, la FDA de Estados Unidos hizo ciertas objeciones a través de una carta que enviara al vicepresidente de Verichip Corp, James Santelli, el 12 de octubre de 2004. El párrafo más importante señala “Los potenciales riesgos sobre la salud asociados al Verichip son: reacción adversa de los tejidos, falla del chip, falla al insertarlo, falla del lector (scanner), interferencia electromagnética, choque eléctrico, interferencia del campo del resonador magnético, herida por la aguja de aplicación, compromiso de la seguridad de la información”. Dentro de los inconvenientes que el Verichip podría acarrear se encuentra el uso del mismo en pacientes que deben someterse a una resonancia magnética. En este caso, la misma empresa aconseja al personal médico ser sumamente cuidadoso y estar atentos a “súbitos aumentos de temperatura en ciertas zonas del cuerpo (¿Dónde está implantado el cual puede quemarse literalmente con dispositivos que trabajen con ondas electromagnéticas?) o cualquier comportamiento anómalo”. Todo un problema si el paciente, por ejemplo padece Alzheimer o alguna patología que le impide comunicarse verbalmente. En el caso de las personas que adopten el Verichip por razones médicas, deberán llevar un brazalete que no sólo avise que tienen el dispositivo puesto (nadie sabe que podría suceder con el chip si es necesario, por ejemplo, usar el desfibrilador), sino que contenga los datos de su historia clínica, ya que la misma empresa reconoce que la información puede no estar disponible en una real emergencia médica.
Obviamente, Verichip Corporation no se hace responsable de ninguna contingencia derivada del uso de sus productos. Así lo especifica en el contrato que el cliente firma al momento de adquirir su chip. A pesar de las cláusulas leoninas y de saber que es probable que en la emergencia la información (es decir, lo más importante) no esté disponible, al momento de presentar sus balances y papeles en la Securities and Exchange Comisión (SEC), el 29 de diciembre de 2005, la empresa señalaba que “esperamos que este sistema de identificación rápido y seguro reduzca los riesgos para el paciente de ser mal diagnosticado y la responsabilidad asociada a los errores médicos”. [64] Más preocupante aún resulta un experimento realizado por Jonathan Westhues, en Cambridge, el 27 de enero de 2006 en cual, y con cierta facilidad consiguió clonar el Verichip. No sólo eso, el chip original no permitía acceso a ninguna historia clínica, pero el clon sí . Una posibilidad que asusta si pensamos que no es lo mismo tratar y medicar a alguien con cáncer, por ejemplo, que con una anemia crónica. [65]
Por su parte, los militares son, tal vez, el grupo que más avanzado tiene el estudio de las aplicaciones del chip. En una publicación especializada de la Fuerza Aérea y trazando un escenario para el año 2025, especulan con la viabilidad de implantar chips en el cerebro de los soldados, con el fin de generar una interfase que lo provea de información que le dé una posición de privilegio en el campo de batalla. Según la publicación, en el año 2025 los argumentos en contra de la implantación de chips ya no existirán. Asimismo hace hincapié en que la colocación del dispositivo será voluntario para cualquier miembro de las Fuerzas Armadas (¿se puede ser voluntario cuando se obedecen órdenes?) y que el objetivo del chip será que los humanos controlen la tecnología.[66]
El poder de la tecnología de identificación
Es, tal parece, el poder de saber dónde está Ud. con quién, haciendo qué, comprando qué, a qué precio, para qué… en resumen saberlo todo sobre una persona sin que nosotros sepamos quién, cuándo, dónde, porqué, con qué fin es utilizada esa información. Y es también el poder de obligarlo a ingresar en el sistema del chip implantado si esto es conveniente para la globalización. Verichip Corporation, al igual que otros fabricantes de dispositivos de identificación por radio frecuencia, siempre enfatizan en la libre elección del dispositivo. ¿Tiene uno libre elección si obedece órdenes, como en el caso de los soldados? ¿La tiene si mantener el trabajo depende de dejarse o no inyectar el chip? ¿Uno es libre de elegir si al no aceptar una ID Card o el chip queda fuera del sistema de seguridad social? ¿Existe elección genuina si no podemos comprar alimentos a menos que tengamos un chip implantado? ¿Podremos comprar con dinero en efectivo o se retirará el dinero de circulación, como muchos fanáticos del Verichip anuncian, en una magistral jugada para salvar economías gigantescas quebradas, como la norteamericana, haciéndose a la vez con el control de las cuentas de los países que se avengan a utilizar el sistema? ¿Somos realmente libres de decir que no si el ingreso o egreso de un país, el nuestro tal vez, va a estar supeditado a que tengamos una ID Card o un chip bajo nuestra piel? ¿Podemos esgrimir como argumentos los riesgos que implica la inserción del chip si la misma empresa que los comercializa se deslinda de toda responsabilidad? ¿Qué pasa si mañana, porque a alguien le guste la cultura de medio oriente y del resumen de tarjeta de crédito surge que esta persona compró música de esa región del mundo, se la considera “terrorista”? La lista de preguntas sin respuesta (o con respuestas poco amables) puede seguir hasta el infinito.
Los mismos de siempre, que en la época de Bush padre no tenían empacho en hablar de un Nuevo Orden Mundial, ahora se camuflan bajo la piel de una seguridad global para seguir generando guerras, algunas más virtuales que otras, pero en las cuales el enemigo no es ni Al Qaeda, ni Osama Bin Laden, ni Hamas, sino, la ciudadanía en general; la cual, en su calidad de “Public Enemy” debe ser vigilada, constreñida, controlada, seguida vía satélite, espiada y marcada como bestia.
Notas:
[1] Techknowledge - Revista editada por el Instituto CATO. Washington DC, 28 de Septiembre de 2001 - www.wired.com
The Wall Street Journal. 13 octubre de 2002
[2] www.epic.org (Electronic Privacy Information Center) Foundation for National Progress. Revista del año 2002.
[3] La Tercera (Santiago, Chile) 23-04-2000 - www.wikipendia.org
[5] www.adsx.com (página de Applied Digital Solutions) - Foundation for National Progress. Revista del año 2002.
[7] ídem. The Palm Beach Post. 20 de diciembre de 2001 - Los Angeles Times. Misma fecha.
[8] The Palm Beach Post, 20 diciembre de 2001 - USA Today, 21 de diciembre de 2001
[9] www.destronfearing.com - http://www.visionveterinaria.com (06.11.2004)
[10] www.diariodehoy.net - www.adsx.com/pressreleasses (pàgina oficial de Applied Digital Solutions)
[11] www.abc.es - Draft Program Standards and Draft Strategic Plan. USDA. Nacional Animal Identification System. Abril 25 de 2005.
[12] www.adsx.com
[13] www.adsx.com 7 de julio del 2000
[14] www.verichipcorp.com Pagina de Verichip Corp.
[15] www.verimedinfo.com Página de VeriMed.
[16] www.verichipcorp.com
[17] www.digitalangel.com 8 de abril de 2002
[18] IDWorld Conference, Paris. Noviembre 20 y 21 de 2003. Hilton Charles De Gaulle.
[19] WorldNetDaily 20 de marzo de 2000 – CNN - 9 de enero de 2006
[20] ídem
[21] www.adsx.com - www.zdnetasia.com - www.worldnetdaily.com 4 de febrero de 2002 - www.net-news-global.de
www.sec-edgar-online.com 7 de enero de 2005
[22] Diario Clarín. Miércoles 5 de junio de 1996. Buenos Aires. Argentina - www.adital.com.br 24 de febrero de 2006
Diario Clarín. Domingo 23 de marzo de 2005 – www.raytheon.com - www.wikipendia.com - www.raytheonwatch.org
[23] www.digitalangel.com
[24] www.adsx.com
[25] www.digitalangel.com - www.cybertime.net
[26] USA Today 14 de julio de 2004
[27] Ídem - www.adsx.com - www.univison.com - www.msnbc.com 14 de julio de 2004
[28] www.worldnetdaily.com - www,spychips.com
[29] www.adsx.com/2003/051305/html
[30] www.baja-beachclub.com - www.digitalangel.com - www.adsx.com - www.wikipendia.org - Diario Clarín 20 de enero de 2006
El Mundo, 17 de marzo de 2004. España - Europa Press. 17 de marzo de 2004 – CNN, 26 de marzo de 2004 - CNN 9 de junio de 2004
[31] www.adsx.com/pressreleases/2006-02-07.html - www.clarin.com 20 de febrero de 2006 - www.el-mundo.es 20 de febrero de 2006
[32] The Business Wire 27 de abril de 2005 - www.verichipcorp.com - www.adsx.com - www.metroriskmg.com - [33] www.worldnetdaily.com - www.post911timeline.org/article012.htm - www.timesonline.co.uk
[34] www.withehouse.gov - www.opensecrets.org - www.wikipendia.org - www.abcnews.go.com
[35] www.withehouse.gov - www.sourcewatch.com - www.worldnetdaily.com 12-12-05 - www.spychips.com - www.rense.com 9-12-05
[36] www.adsx.com - www.verichipcorp.com
[37] www.opensecrets.com
[38] WorldNetDaily 28 de febrero de 2004
[39] www.opensecrets.com - www.sourcewatch.com - www.defenselink.mil
[40] www.epic.org
[41] The Library of Congress HR 418.
[42] www.liberty-human-rights.org.uk
[43] Timesonline.co.uk 20 diciembre de 2004
News.bbc.co.uk 29 junio de 2005
[44] United States Department of Defense Supplier´s Passive RFID Information Guide Version 8. Defense Federal Acquisition Regulation Supplement 13 de septiembre de 2005
[46] The Economist. 26 de julio de 2004
[47] www.cebid.org - www.thecarlylegroup.com - www.thewashingtonpost.com
[48] www.carlylegroup.com
[49] www.raytheon.com
[50] www.wikipendia.com - www.wired.com
[51] www.cfr.org
[52] www.raytheon.com 10 enero de 2006
[53] www.cfr.org - CNN, 17 de febrero de 2006
[54] Red Voltaire 7 de febrero de 2006
[55] Corpwatch. 7 de febrero de 2006 - www.lasg.org
[56] www. corpwatch.com - www.northropgrumman.com
[57] www.corpwatch.com
[58] Diario Clarín. 13 de mayo de 2003 - Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la República Argentina, Orden del día Nª 3030. 10 de noviembre de 2003 - The Miami Herald
[59] Aspectos Eticos de las nuevas tecnologías. Pertierra Cánepa – Cavalli. Universidad del CEMA. Septiembre de 2003
[60] Vanity Fair Septiembre de 2003 - www.motherjones.com septiembre-octubre de 2003 - St. Petersburg Times, 2 de agosto de 2003
[61] www.newamerica.net Brendan Koerner- septiembre 1 de 2002
[62] Data Sciencies Technology for Homeland Security Information Management and Knowledge Discovery. Workshop on Data Sciences- 22 y 23 de septiembre de 2004. - www.defensetech.org febrero de 2006 - www.csmonitor.com. 11 de febrero de 2006
[63] The Business, 1 de septiembre de 2002 Los Angeles, California
[64] Securities & Exchange Commission. Presentación Verichip Corp. 29 de diciembre de 2005 - www.secinfo.com
[66] www.fas.org. “Air Force 2025” - www.defenselink.mil
- Susana Iaschuk es periodista, locutora e investigadora. Columnista y conductora de radio. Correo-e: siaschuk@gmail.com.
Fuente: www.eltraductorradial.com.ar
Del mismo autor
- Marcados como bestias 30/08/2006
Clasificado en
Comunicación
- Jorge Majfud 29/03/2022
- Sergio Ferrari 21/03/2022
- Sergio Ferrari 21/03/2022
- Vijay Prashad 03/03/2022
- Anish R M 02/02/2022