Triple Frontera

05/09/2006
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Estados Unidos propone a los países de América hacer un Acuerdo de Seguridad Continental para luchar contra el terrorismo, el narcotráfico y el contrabando. Pero ellos no esperan llegar al Acuerdo para actuar. En la década de los 70 se aplicó la Doctrina de Seguridad de los EEUU en América Latina. En aquel entonces, previo adoctrinamiento en el país del norte, militares de los ejércitos nacionales instalaron las sangrientas dictaduras que ejecutaron la Operación Cóndor en los países sudamericanos. Uno de los epicentros de este plan macabro fue el Paraguay, lugar donde se encontraron los archivos del operativo conjunto de los asesinatos y desaparición de personas que en nuestra región del Cono Sur realizaban en nombre de la “Seguridad Nacional” contra la subversión y el terrorismo. La consecuencia de la aplicación de la doctrina norteamericana fue la destrucción de las fuerzas populares para avanzar en la transnacionalización de la economía, concretamente en la apropiación de riquezas por parte de grandes grupos económicos financieros multinacionales con socios locales. Ahora, EEUU propone a los países de América hacer un Acuerdo de Seguridad Continental para luchar contra el terrorismo, el narcotráfico y el contrabando. Por supuesto que ellos no esperan llegar al Acuerdo para actuar, la ofensiva de ocupación territorial en el continente y en el mundo es con su propio ejército, con los mismos fundamentos y objetivos. El caso más claro en este sentido es la actual ocupación militar de Irak que lo hizo sin respaldo de las Naciones Unidas y sin acuerdo en el Consejo de Seguridad. El fundamento de la invasión fue que ese país tenía armas de destrucción masiva, la realidad es que las armas no aparecieron, y lo que sí pasó es que EEUU se quedó con el control de la riqueza de Irak: el Petróleo, a costa de la muerte, aun hoy, de miles y miles de civiles iraquíes. A los veinte días de iniciada la invasión, el 10 de abril del 2003, la inteligencia estadounidense denunciaba que en la triple frontera (Paraguay, Brasil y Argentina) existían células terroristas. Esto es tan o más falso que las armas de destrucción masiva iraquíes que no sólo no aparecieron sino que ni hablan de ellas. ¿A qué se debe entonces este planteo de los EEUU sobre la triple frontera? No caben dudas que el objetivo también es ocupar este territorio para quedarse con la riqueza de la región, que en este caso se trata del recurso natural más importante para la vida: el AGUA (el Acuífero Guaraní, la mayor reserva de América). Tan evidente es esta realidad que tuvieron que reconocer la inexistencia de las células terroristas, pero insisten en su objetivo diciendo ahora que la comunidad comercial libanesa de Ciudad del Este, Paraguay, financia al terrorismo, aunque tampoco pudieron aportar una sola prueba de ello. No obstante el rechazo permanente de los países de la región de que instalen una base militar en la triple frontera, EEUU finalmente logró militarizar la zona, convirtiendo al Paraguay en territorio ocupado por sus tropas y desplegando sus conocidas acciones de “Seguridad”. En su historia expansionista los imperialistas norteamericanos siempre encuentran cómplices locales para lograr sus avances, en este caso sus aliados al proceso de militarización son los grandes productores de soja del Paraguay que enfrentan a los movimientos campesinos. Las fuerzas estadounidenses cuentan hasta diciembre de este año con inmunidad -aprobado por el Congreso paraguayo- para actuar en el marco del Decreto 167 del 2003 dictado por el actual Presidente Duarte Frutos, donde se establece la participación de las fuerzas en la seguridad interna, que implica misiones humanitarias, entrenamiento de militares paraguayos, operaciones conjuntas y además permite la formación de “guardias” paramilitares para protección de los sojeros, pero fundamentalmente contra los campesinos. Del 21 al 23 de julio se realizó el II Foro Social de la Triple Frontera en Ciudad del Este, Paraguay, donde las organizaciones campesinas han denunciado que los marines estadounidenses y los grupos paramilitares son responsables de muertes y desapariciones en el Chaco paraguayo. El lugar identificado de los operativos es Mariscal Estigarribia, allí se encuentra instalado el Comando Sur de los Estados Unidos con una fuerza de 2.800 efectivos. Es importante recordar que allí construyeron una pista de aterrizaje de 3.800 metros de largo para operar aviones de gran porte, siendo este un aeropuerto más grande que el internacional de Asunción. La realidad es que ésta es una base estratégicamente ubicada en la región para el control de las reservas de Agua, está a 250 kilómetros de Tarija zona de las reservas gasíferas de Bolivia. Pero la acción represiva y de desalojo a los campesinos se expande a los distritos Guayaby, Yute, San Alberto, donde a las muertes y desapariciones se suma la criminalización de toda protesta social, ya alcanza a más de 2000 los campesinos procesados. Hace unos días los estadounidenses expresaban su “satisfacción” por la instalación de un centro regional de inteligencia en la triple frontera para combatir la delincuencia y la corrupción transnacional en la región. Se trata de un Centro montado por Brasil en Foz de Iguazú hace un año y que ahora se convierte en regional con participación de Paraguay y Argentina. La alegría norteamericana se debe a que en el marco del grupo 3 + 1 (Paraguay, Brasil, Argentina + Estados Unidos) creado en el año 2002, justamente con el fin de colaborar en políticas de seguridad en la triple frontera, la permitiría tener una mayor incidencia en el control de la región. La semana pasada ya se reunió el grupo 3 + 1 en Asunción donde el gobierno de EEUU ofreció apoyar la capacitación de efectivos de seguridad, mediante cursos sobre lavado de dinero basado en el comercio y métodos de evasión de impuestos para la financiación de terrorismo. Los días 8 y 9 de diciembre se realizará la cumbre de presidentes de la Comunidad Sudamericana de Naciones en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, es una oportunidad de que las naciones del Sur puedan avanzar en una integración soberana y defina su propia política de Seguridad ya que uno de los puntos del documento en discusión es sobre política de Defensa y Seguridad de la Comunidad. Pero el mayor desafío que tenemos los latinoamericanos, para que esto sea posible, es la realización de la Cumbre Social por la Integración de los Pueblos los días 6 al 9 en forma simultánea a la Cumbre presidencial, allí estarán los campesinos, indígenas y trabajadores de la región cuya convocatoria no tiene por objetivo la denuncia de esta realidad, sino la construcción de alternativas que nos liberen del hambre, la pobreza y la exclusión. Y podamos vivir soberanos de nuestra tierra, nuestros recursos y nuestro trabajo. - Juan González es secretario de Integración Latinoamericana de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). Fuente: Agencia CTA - ACTA
https://www.alainet.org/es/articulo/116924
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