Hacia la descolonización de la educación, el conocimiento y la ciencia
01/10/2006
- Opinión
Cuando hablamos de descolonizar la educación, el conocimiento o valga decir la ciencia, no se trata solamente desarrollar teorías, discursos, contenidos traducidos, copias o adaptaciones hechas a las realidades de los pueblos originarios de lógicas extrañas impuestas a sangre y fuego desde 1492. Tampoco se refiere a que el Movimiento Indígena por intermedio de sus intelectuales tome la conducción del conocimiento a partir de su formación prooccidental que niega e invisibiliza el aporte que han brindado a la humanidad las civilizaciones originarias que se desarrollaron antes de la llegada de los Castellanos.
Este hecho significaría continuar aceptando lo peor, es decir, enajenar nuestros conocimientos por que dicen que son “primitivos y bárbaros”, según los conceptos occidentales y adoptar aquellas formas extrañas de concebir el mundo, que están liquidando al ser humano a pretexto de ser civilizado, moderno y super desarrollado.
Como en toda invasión o llamada también “conquista” fue necesario apelar a un dios para que se justifiquen los excesos cometidos en el trabajo de expandir los dominios y los mercados. Y aquí, vale pena resaltar el triste papel que ha jugado la religión católica, apostólica y romana bendiciendo las masacres, justificando el saqueo del oro y la plata, repartiendo dominios a los reyes de España y Portugal, en fin apartándose de sus principios que dice profesar con el pretexto de “cristianizar”.
Este hecho de imposición de filosofías extrañas para dominar, además de estar vigente, se ha generalizado ahora a escala planetaria cuya esencia constituye el neoliberalismo con el sutil pretexto de la globalización. En la actualidad se han refinado los métodos, usan la alta tecnología de la información y comunicación para convencer, imponer y vender; nos han sometido a condiciones de dependencia peores que en la colonia española a una serie de países que ellos llaman “en vías de desarrollo”, a sabiendas que su destino es el eterno subdesarrollo. La neocolonización actual no es solamente de las “colonias”, es el sometimiento sistemático de todos los habitantes del planeta previamente reducidos a indigentes, mediante la “globalización”, para cuyo objeto utilizan la propaganda del “desarrollo”.
La colonización es un proceso económico, político, social y religioso de sometimiento forzado, depredación, liquidación y genocidio de nuestros pueblos, así como de imposición cultural y de valores ante los pueblos que sobreviven para apropiarse de sus recursos y consolidar un dominio geopolítico. Lleva una época de 514 años, con un supuesto acontecimiento independentista en el siglo XIX que hasta hoy sigue vigente. Antes de que hayan visos de conclusión de esta era nefasta, los objetivos colonizadores han empeorado, por lo que creemos que ha llegado la hora de emprender un verdadero proceso de descolonización que empiece por nuestros conocimientos, por nuestra ciencia y por intermedio de la educación.
Esta gran tarea pendiente de todos los pueblos de Abya Yala (América) la han puesto en marcha los hermanos Bolivianos, una vez que un indígena como Evo Morales, es el presidente de la república de Bolivia. En efecto, para el mes de junio del presente año, desde el Vice Ministerio de Educación Superior de Bolivia se empezó organizando un evento educativo denominado “Hacia la Descolonización de la Educación”. Esta trata de constituirse en una política educativa de estado que implique “el rediseño de los contenidos curriculares a partir de los contenidos indígenas económicos, políticos y culturales sin descuidar el conocimiento universal”, a decir del Ministro de Educación Boliviano Félix Patzi. (Luis Crespo, BBCmundo.com 31-III-2006).
En el mencionado evento, al que además, no asistieron solamente los entendidos en materia educativa occidental sino también líderes o Amawtas indígenas conocedores de su cosmovisión, se dejó en claro los propósitos que persigue la descolonización de la educación, de los conocimientos y de la ciencia. Como para evitar la ilación de criterios segregacionistas y conseguir la tranquilidad de aquellos que están prestos a desprestigiarnos cuando desde los indígenas se dan este tipo de iniciativas, mencionamos por ejemplo la propuesta hecha por Simón Yampara a propósito dice: “Ahora que entendemos por descolonización, un proceso inverso de la colonización y la colonialidad, pero al mismo tiempo la retoma y oxigenación de la identidad propia, para en ella, recoger y cultivar valores humanos de convivencialidad y de armonía entre las partes y en todo el proceso educativo. Es decir, eso quiere decir reorientar/reestructurar la filosofía, los fines y objetivos de la educación, concordantes con la cosmovisión y la lógica de vida de los pueblos andinos, pero no considerar que eso es solo para ellos como han estado orientando los ideólogos de la EIB, sino como valores y aporte para la humanidad en tanto civilización milenaria a otras civilizaciones del mundo. Descolonizar la educación dentro del sistema y la matriz civilizatoria-occidental, es asfixiante y sublimar la neocolonización y el neoindigenismo”.
Fuente: Boletin Digital N.- 6 Universidad Intercultural de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas (Ecuador)
http://www.amawtaywasi.edu.ec
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https://www.alainet.org/es/articulo/117349