Logran acceso a escuelas para orientar sobre lo que no dicen los reclutadores militares

10/10/2006
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 Organizaciones pacifistas y antimilitaristas anuncian el inicio de una campaña educativa en las escuelas, para contrarrestar la cultura de guerra y la influencia de los reclutadores militares. De igual forma, celebran la decisión del Secretario de Educación de establecer, por primera vez, un Procedimiento Uniforme para el Acceso a las Escuelas de Organizaciones Pacifistas Reclutadores Militares y Personal de las Fuerzas Armadas, como resultado de un proceso de discusión y diálogo.
 
El Proyecto Caribeño de Justicia y Paz, la Coalición Ciudadana contra el Militarismo, Madres Contra la Guerra, la Cátedra UNESCO de Educación para la Paz de la UPR y la Comisión de Derechos Humanos y Constitucionales del Colegio de Abogados, en un esfuerzo conjunto presentaron un borrador al Secretario de Educación para establecer un procedimiento uniforme para el acceso a las escuelas del sistema público, en igualdad de condiciones para los reclutadores militares y organizaciones pacifistas.
 
Las organizaciones coinciden en que la decisión de Dr. Rafael Aragunde es un paso adelante en la larga lucha por la desmilitarización de nuestras escuelas. Es también una gran victoria que reafirma el derecho de los jóvenes a recibir información sobre la “otra cara” del servicio militar y contrarrestar las estrategias de mercadeo de los reclutadores de las Fuerzas Armadas.
 
El Procedimiento de Acceso, circulado el 20 de septiembre, por primera vez regula la entrada de los reclutadores y miembros de las Fuerzas Armadas, que ahora sólo podrán entrar a las escuelas una vez por semestre, al igual que los grupos pacifistas.
 
Gracias a la presión de organizaciones como la Coalición Ciudadana contra el Militarismo, Madres contra la Guerra y el Proyecto Caribeño de Justicia y Paz, entre otros, se ha logrado difundir el derecho de los estudiantes a ser excluidos de las listas que el Departamento de Educación se ve obligado a entregar a los militares por la Ley “Que Ningún Niño Quede Rezagado” (No Child Left Behind) del 2001, producto de la administración de George W. Bush.
 
La ley federal exige que las escuelas provean a los reclutadores militares una lista con los nombres y datos personales de los estudiantes, pero de igual forma provee el derecho de exclusión (“opt-out”). Esto es que los estudiantes y o sus padres pueden prohibir que la escuela entregue a los reclutadores militares o a cualquier rama de las Fuerzas Armadas, los datos de los estudiantes, pero para ello deben firmar la hoja de exclusión que provee la escuela o los grupos pacifistas y entregarla a la dirección escolar.
 
El mundo enfrenta una escalada en la violencia militar, lo que constituye un serio peligro para la seguridad humana. La guerra en Irak y Afganistán se agudiza y la amenaza de una guerra nuclear nuevamente se cierne sobre el planeta. En este escenario, las escuelas y universidades públicas son utilizadas por los reclutadores militares para buscar e inscribir jóvenes en las Fuerzas Armadas.
 
Los objetivos de la campaña educativa son orientar a la juventud sobre la decisión de ingresar a un sistema de dominación bélica, cuyo eje es el uso de la violencia para la resolución de los conflictos. Así como reducir el número de jóvenes que creen en las promesas de empleo, viajes y aventuras que venden los reclutadores de las Fuerzas Armadas
https://www.alainet.org/es/articulo/117531
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