Un puente para la integración
Encuentro de presidentes en Venezuela
14/11/2006
- Opinión
Lula da Silva visitó a Chávez para inaugurar una imponente obra de ingeniería sobre el río Orinoco y dejó en claro las excelentes relaciones bilaterales entre ambos países.
Las relaciones bilaterales entre Brasil y Venezuela se encuentran en su mejor momento. Lejos de los rumores que hablan sobre recelos en la conducción del proceso de integración latinoamericana, e incluso del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), el presidente brasileño, Luis Inácio Lula da Silva, y su par venezolano, Hugo Chávez, se reunieron ayer en la ciudad de Guayana, estado Bolívar, y no escatimaron en elogios.
El motivo fue la inauguración de un nuevo puente que cruza el río Orinoco, construido por la empresa brasileña Norberto Odebrecht y financiado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social del mismo país. Según fuentes del Ministerio de Industrias Básicas y Minería de Venezuela, la monumental obra cuenta con una longitud total de más de tres mil metros, ejecutada con un costo cercano a los 1200 millones de dólares.
Se trata del segundo puente sobre el Orinoco, que une los estados venezolanos de Bolívar, Monagas y Anzoátegui, afianzando el corredor económico hacía Brasil. Es una magnífica obra de la ingeniería sudamericana, cuya construcción sólo se demoró cuatro años.
Pero no fue la inauguración del puente el aspecto más notorio de la jornada, sino la intención de Lula y Chávez de dejar bien en claro su apuesta a favor de la integración, y de demostrar que la relación bilateral se encuentra en un excelente momento.
El hecho de que la primera visita internacional del presidente de Brasil luego de su reelección haya sido a su par venezolano, es una prueba cabal de la importancia que Venezuela tiene para agenda de Lula, sobre todo proyectada en un proceso bilateral que va más allá de los aspectos económicos, para considerar el desarrollo social y cultural de la región.
“No hay salida para un país de América Latina solo. Debemos creer en la integración de hecho y de derecho y trabajamos para que esa integración ocurra en el ámbito de la política, de la cultura, el desarrollo tecnológico y científico”, afirmó Lula, en un acto al que concurrieron más de 50 mil personas.
“A todos nos encanta la palabra integración, pero nada habla más alto que la inauguración de este puente para Venezuela, que significa desarrollo, aumento de calidad de vida para el pueblo y esperanza para un futuro”, subrayó el Mandatario brasileño.
Luego agregó que “todos los presidentes de América de Sur y de América Latina debemos trabajar en la integración como nunca trabajamos. Debemos establecer una conexión entre nuestras rutas, construir las vías ferroviarias que precisen ser construidas, las empresas de petróleo de nuestros países deben trabajar juntas. Brasil necesita a Venezuela, y Venezuela precisa de Brasil”.
Con respecto a las supuestas diferencias con el presidente Chávez, el mandatario brasileño fue categórico. Dirigiéndose a su par venezolano, Lula le pidió que “no se preocupe. De vez en cuando intentan crear divergencias entre nosotros, pero aprendí desde pequeño a conocer a las personas buenas, no sólo por lo que dicen, sino por los ojos y el corazón, y creo que usted, Chávez, demostró al pueblo de Venezuela que es posible crecer económicamente haciendo justicia social y que es posible desarrollar la economía de forma justa para que todos participen de ella”. De la misma forma, agregó que mantendrá una buena relación con Chávez durante su segundo mandato.
Por su parte, el presidente Hugo Chávez no se quedó atrás, y respondió a los elogios de Lula destacando la importancia del camino que ambos gobiernos emprendieron. “Hoy, estamos en condiciones para pensar en la integración, de la cual tanto hablaba Bolívar”, afirmó el mandatario, y agregó que “es imposible la integración de los pueblos si no llevamos la pobreza y el desempleo a cero”.
Pero la visita de Lula a Venezuela, no sólo representa un voto a favor de la integración y de las relaciones bilaterales, sino un claro apoyo a Chávez, pensando en las elecciones presidenciales de diciembre próximo. El mandatario brasileño dejó en evidencia su opción por una Venezuela conducida por su actual presidente y no por Manuel Rosales, candidato de la oposición, vinculado a los sectores que encabezaron el golpe de estado de 2002.
En este sentido, manifestó que el mismo pueblo que lo eligió nuevamente como primer mandatario de Brasil, “eligió a Néstor Kirchner en la Argentina, a Daniel Ortega en Nicaragua, a Evo Morales en Bolivia y sin duda elegirá al presidente de Venezuela”.
De la misma forma, Chávez afirmó que devolverá el gesto cuando sea reelecto, cuestión que parece inminente, teniendo en cuenta la abultada diferencia a su favor en las últimas encuestas y el amplio apoyo popular. "El primer país que visita Lula reelecto, es un honor para nosotros, es Venezuela; y para corresponderle el primer país que visitaré reelecto será Brasil, para seguir uniendo Sudamérica", explicó.
Se espera que en los próximos días, ambos presidentes tracen líneas de acción conjunta, para empezar a conformar una agenda regional de cara a la Cumbre Sudamericana de las Naciones que se realizará en Cochabamba, Bolivia. Por lo pronto, las relaciones bilaterales marchan sobre ruedas.
Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina
http://www.prensamercosur.com.ar
Las relaciones bilaterales entre Brasil y Venezuela se encuentran en su mejor momento. Lejos de los rumores que hablan sobre recelos en la conducción del proceso de integración latinoamericana, e incluso del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), el presidente brasileño, Luis Inácio Lula da Silva, y su par venezolano, Hugo Chávez, se reunieron ayer en la ciudad de Guayana, estado Bolívar, y no escatimaron en elogios.
El motivo fue la inauguración de un nuevo puente que cruza el río Orinoco, construido por la empresa brasileña Norberto Odebrecht y financiado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social del mismo país. Según fuentes del Ministerio de Industrias Básicas y Minería de Venezuela, la monumental obra cuenta con una longitud total de más de tres mil metros, ejecutada con un costo cercano a los 1200 millones de dólares.
Se trata del segundo puente sobre el Orinoco, que une los estados venezolanos de Bolívar, Monagas y Anzoátegui, afianzando el corredor económico hacía Brasil. Es una magnífica obra de la ingeniería sudamericana, cuya construcción sólo se demoró cuatro años.
Pero no fue la inauguración del puente el aspecto más notorio de la jornada, sino la intención de Lula y Chávez de dejar bien en claro su apuesta a favor de la integración, y de demostrar que la relación bilateral se encuentra en un excelente momento.
El hecho de que la primera visita internacional del presidente de Brasil luego de su reelección haya sido a su par venezolano, es una prueba cabal de la importancia que Venezuela tiene para agenda de Lula, sobre todo proyectada en un proceso bilateral que va más allá de los aspectos económicos, para considerar el desarrollo social y cultural de la región.
“No hay salida para un país de América Latina solo. Debemos creer en la integración de hecho y de derecho y trabajamos para que esa integración ocurra en el ámbito de la política, de la cultura, el desarrollo tecnológico y científico”, afirmó Lula, en un acto al que concurrieron más de 50 mil personas.
“A todos nos encanta la palabra integración, pero nada habla más alto que la inauguración de este puente para Venezuela, que significa desarrollo, aumento de calidad de vida para el pueblo y esperanza para un futuro”, subrayó el Mandatario brasileño.
Luego agregó que “todos los presidentes de América de Sur y de América Latina debemos trabajar en la integración como nunca trabajamos. Debemos establecer una conexión entre nuestras rutas, construir las vías ferroviarias que precisen ser construidas, las empresas de petróleo de nuestros países deben trabajar juntas. Brasil necesita a Venezuela, y Venezuela precisa de Brasil”.
Con respecto a las supuestas diferencias con el presidente Chávez, el mandatario brasileño fue categórico. Dirigiéndose a su par venezolano, Lula le pidió que “no se preocupe. De vez en cuando intentan crear divergencias entre nosotros, pero aprendí desde pequeño a conocer a las personas buenas, no sólo por lo que dicen, sino por los ojos y el corazón, y creo que usted, Chávez, demostró al pueblo de Venezuela que es posible crecer económicamente haciendo justicia social y que es posible desarrollar la economía de forma justa para que todos participen de ella”. De la misma forma, agregó que mantendrá una buena relación con Chávez durante su segundo mandato.
Por su parte, el presidente Hugo Chávez no se quedó atrás, y respondió a los elogios de Lula destacando la importancia del camino que ambos gobiernos emprendieron. “Hoy, estamos en condiciones para pensar en la integración, de la cual tanto hablaba Bolívar”, afirmó el mandatario, y agregó que “es imposible la integración de los pueblos si no llevamos la pobreza y el desempleo a cero”.
Pero la visita de Lula a Venezuela, no sólo representa un voto a favor de la integración y de las relaciones bilaterales, sino un claro apoyo a Chávez, pensando en las elecciones presidenciales de diciembre próximo. El mandatario brasileño dejó en evidencia su opción por una Venezuela conducida por su actual presidente y no por Manuel Rosales, candidato de la oposición, vinculado a los sectores que encabezaron el golpe de estado de 2002.
En este sentido, manifestó que el mismo pueblo que lo eligió nuevamente como primer mandatario de Brasil, “eligió a Néstor Kirchner en la Argentina, a Daniel Ortega en Nicaragua, a Evo Morales en Bolivia y sin duda elegirá al presidente de Venezuela”.
De la misma forma, Chávez afirmó que devolverá el gesto cuando sea reelecto, cuestión que parece inminente, teniendo en cuenta la abultada diferencia a su favor en las últimas encuestas y el amplio apoyo popular. "El primer país que visita Lula reelecto, es un honor para nosotros, es Venezuela; y para corresponderle el primer país que visitaré reelecto será Brasil, para seguir uniendo Sudamérica", explicó.
Se espera que en los próximos días, ambos presidentes tracen líneas de acción conjunta, para empezar a conformar una agenda regional de cara a la Cumbre Sudamericana de las Naciones que se realizará en Cochabamba, Bolivia. Por lo pronto, las relaciones bilaterales marchan sobre ruedas.
Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina
http://www.prensamercosur.com.ar
https://www.alainet.org/es/articulo/118181?language=en
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