Tendencia mediática en las presidenciales de Ecuador
25/11/2006
- Opinión
(México). La tendencia mediática continental es relacionar a los candidatos de izquierda, centro-izquierda, progresistas o nacionalistas con Hugo Chávez, comunismo, populismo y catástrofes económicas. En general, hay una tendencia en los medios trasnacionales al reduccionismo político e ideológico, configurándose en una especie de caja de resonancia de términos mediáticos que se vuelven lugar común a lo largo del subcontinente americano. Vamos, ejemplos sobran.
Este año electoral en América Latina deja muchas enseñanzas no sólo en lo político-electoral (lo que algunos se empeñan en llamar “democracia” total), sino también en el rumbo que prácticamente al unísono han seguido los grandes medios de comunicación trasnacionales, las más importantes agencias de noticias internacionales y los medios nacionales en América Latina.
Y esto lo digo por la segunda vuelta presidencial que se efectuará este domingo 26 de noviembre en Ecuador.
El candidato identificado con el centro-izquierda, Rafael Correa, ha sido identificado permanentemente por los medios con el presidente venezolano Hugo Chávez –al ridículo de llamarlo “el candidato de Chávez” por CNN o Univisión-, acusaciones acrecentadas por la aceptación de Correa de mantener una amistad con el venezolano. De ahí para delante, se ha creado un ambiente de temor mediático sobre la posibilidad de formar parte del eje del mal latinoamericano de ganar un candidato que declara ser partidario de -¡horror de horrores!- la integración latinoamericana.
Por su parte, el candidato del Prian (¡existe en Ecuador!), el empresario –término elegante que esconde el calificativo de latifundista- bananero Álvaro Noboa es general tocado con delicadeza por los medios locales ecuatorianos y los trasnacionales. Aunque se hace referencia a su gran capital acumulado (con mil 300 millones de dólares es el hombre más rico de Ecuador) y a las denuncias de explotación laboral infantil en su contra, no es criticado tanto como el nacionalista Rafael Correa.
Ni siquiera cuando, en un mitin semanas atrás, se arrodilló ante miles de seguidores (actitudes piadosas como esta han sido constantes en su campaña electoral) y en un arranque de pasión se dijo “investido por Dios” para ganar las presidenciales… Escena por demás preocupante: imagínese un híbrido mexicano entre los 30 mil millones dólares de Carlos Slim y el secretario de gobernación, Monseñor Carlos María Abascal… si se lo pudo imaginar, ese es el personaje que tendría Ecuador de ganar la presidencial Noboa.
Al parecer, para los medios en Ecuador y América Latina es peor ser amigo de Hugo Chávez que invocar a Dios… Quizá porque el primero es considerado el diablo mismo, y el otro apenas sería un mal menor…
Este año electoral en América Latina deja muchas enseñanzas no sólo en lo político-electoral (lo que algunos se empeñan en llamar “democracia” total), sino también en el rumbo que prácticamente al unísono han seguido los grandes medios de comunicación trasnacionales, las más importantes agencias de noticias internacionales y los medios nacionales en América Latina.
Y esto lo digo por la segunda vuelta presidencial que se efectuará este domingo 26 de noviembre en Ecuador.
El candidato identificado con el centro-izquierda, Rafael Correa, ha sido identificado permanentemente por los medios con el presidente venezolano Hugo Chávez –al ridículo de llamarlo “el candidato de Chávez” por CNN o Univisión-, acusaciones acrecentadas por la aceptación de Correa de mantener una amistad con el venezolano. De ahí para delante, se ha creado un ambiente de temor mediático sobre la posibilidad de formar parte del eje del mal latinoamericano de ganar un candidato que declara ser partidario de -¡horror de horrores!- la integración latinoamericana.
Por su parte, el candidato del Prian (¡existe en Ecuador!), el empresario –término elegante que esconde el calificativo de latifundista- bananero Álvaro Noboa es general tocado con delicadeza por los medios locales ecuatorianos y los trasnacionales. Aunque se hace referencia a su gran capital acumulado (con mil 300 millones de dólares es el hombre más rico de Ecuador) y a las denuncias de explotación laboral infantil en su contra, no es criticado tanto como el nacionalista Rafael Correa.
Ni siquiera cuando, en un mitin semanas atrás, se arrodilló ante miles de seguidores (actitudes piadosas como esta han sido constantes en su campaña electoral) y en un arranque de pasión se dijo “investido por Dios” para ganar las presidenciales… Escena por demás preocupante: imagínese un híbrido mexicano entre los 30 mil millones dólares de Carlos Slim y el secretario de gobernación, Monseñor Carlos María Abascal… si se lo pudo imaginar, ese es el personaje que tendría Ecuador de ganar la presidencial Noboa.
Al parecer, para los medios en Ecuador y América Latina es peor ser amigo de Hugo Chávez que invocar a Dios… Quizá porque el primero es considerado el diablo mismo, y el otro apenas sería un mal menor…
https://www.alainet.org/es/articulo/118369
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