Las mujeres han recobrado un protagonismo estratégico frente a la resistencia al modelo neoliberal, asumiendo campañas mundiales que permiten tener cada día un movimiento articulado con propuestas concretas como la Campaña de la Semilla que está a cargo de las Mujeres de Vía Campesina, o estableciendo demandas frente a los Tratados de Libre Comercio desde redes que se fortalecen en toda Latinoamérica.

Así lo han valorado mujeres representantes de países como Brasil, Argentina, Costa Rica, Bolivia, Venezuela, Ecuador y Chile, que se encontraban presentes en el Taller “Por una integración generadora de Igualdad: Alternativas y Propuestas desde las Mujeres”, en el contexto de la Cumbre Social Por la Integración de los Pueblos, que se está realizando en Cochabamba, Bolivia.

Expositoras de la Marcha Mundial de Mujeres, Jubileo Sur, REMTE y Mujeres de la Vía Campesina, han señalado que el modelo neoliberal se ha expresado con mayor crudeza en las vidas de las mujeres. Si bien todos los países han sufrido el impacto de manera parecida, las mujeres han sido las mayores víctimas de economías de mercado, pensadas solo en satisfacer las demandas de las grandes transnacionales.

Isabel Peredo de Bolivia, graficó esta situación a través de lo que fue la guerra del Agua en Cochabamba, cuando la transnacional “Aguas de Tunarí” se apoderó del agua, subió las tarifas e hizo imposible el consumo del elemento vital en zonas rurales. Fueron las niñas quienes debían madrugar para hacer las filas que les permitían acceder a un bidón de agua, aumentando la deserción escolar y el riesgo que ello conlleva.

Fueron las mujeres las que debían lidiar con la escasez en sus hogares. La marcha multitudinaria fue impulsada por las mujeres, su organización, su coordinación, incluso el tema de seguridad fue articulado desde ellas, sin embargo al momento de sentarse a dialogar con las autoridades, el mando lo tomaron los hombres con “técnicos especializados”.

Isabel Peredo, concluye que si bien esta experiencia fue exitosa pues se logró la expulsión de Bolivia de “Aguas Tunari”, debe llevar a la reflexión en este proceso de resistencia, en el que las mujeres también deben ser capaces de asumir roles en las decisiones finales.

Siguiendo con las propuestas, desde Costa Rica, se presentó un documento de 12 puntos que han elaborado las redes de organizaciones de mujeres, donde se expresa la necesidad de rechazar los Tratados de Libre Comercio, desde la petición concreta como obligar a las empresas el encadenamiento productivo, tener transferencia tecnológica versus reconversión, para que las mujeres dejemos de ser mano de obra barata.

Uno de los puntos de encuentro de este Taller, ha sido la propuesta de Soberanía Alimentaria, cuya campaña es una resistencia concreta al modelo económico y permite no solo tener alimentos saludables para los pueblos, sino también la recuperación de los derechos.

- Sandra Trafilaf, ANAMURI/Minga Informativa