La agresión militar de Estados Unidos contra Somalia
10/02/2007
- Opinión
En la primera quincena de enero de 2007, Estados Unidos ha realizado cuatro bombardeos contra la población civil en Somalia. Aeronaves AC-130 dotados de artillería y apoyados desde el mar por el portaviones Eisenhower atacaron lo que Washington considera “bases de Al Qaeda” en territorio somalí provocando la muerte de más de 30 personas.
Nuevamente la agresión armada, la violación de las fronteras y la integridad territorial de un estado soberano ejecutadas por la primera potencia mundial; una acción criminal que agudiza la ya grave situación en el área y agrega nuevos obstáculos a cualquier esfuerzo internacional por detener la escalada bélica y encontrar algún camino para la paz. Este accionar está en flagrante contradicción con los llamados y resoluciones de la ONU para un cese de hostilidades y un arreglo negociado a la crisis en Somalia, un país empobrecido por quince años de guerra que ha sufrido también recientemente la invasión de tropas etíopes. Y aunque Washington ha esgrimido el argumento del terrorismo y una nunca probada vinculación con Al Qaeda en un intento por justificar los bombardeos, éstos son de todas maneras injustificables.
El interés de los Estados Unidos en el Cuerno de Africa (Somalia, Etiopía, Eritrea, Djibuti) no es nuevo. En 2002 crearon la Fuerza Combinada para el Cuerno de Africa localizada en Camp Lemoine, Djibuti, base desde la cual lanzaron ahora la agresión. La administración Bush ha aumentado los recursos destinados a esta base militar en Djibuti así como su apoyo económico a los gobiernos de Yemen, Eritrea, Etiopía y Kenia, países que ocupan un lugar estratégico en el acceso sur al Mar Rojo por donde transita la cuarta parte de la producción mundial de petróleo.
La administración Clinton ya había puesto los ojos en Africa, pero Bush eleva la apuesta mirando al continente negro desde los intereses de la “seguridad nacional” de EEUU y su proclamada “cruzada antiterrorista”. Con la decisión de crear un mando unificado militar para Africa “para evitar la creación de nuevos Afganistán”, anunciada por el Pentágono el 11 de enero de 2007 –precisamente en los mismos días en que lanzan los bombardeos contra Somalia- Africa se incorpora a las primeras prioridades de la agenda Bush. Esto involucra a Somalia, Etiopía, Djibuti, pero también al noroeste del continente y al Golfo de Guinea de donde parte el 10 por ciento del petróleo que importa Estados Unidos. Según un acuerdo establecido en noviembre de 2006 los guardacostas de EEUU ayudarán a patrullar las costas de este Golfo y el Pentágono instalará equipos de radares marítimos que se localizarán en una base a crear en la isla de Santo Tomé. Por otra parte Estados Unidos ha iniciado la ejecución del programa denominado African Contingency Operations Training and Assistance para el entrenamiento 40.000 soldados africanos durante cinco años a partir de 2005.
Todo ello nos lleva pensar que estamos ante una mayor intervención militar norteamericana en Africa y por lo tanto también ante una mayor responsabilidad de las organizaciones populares y de todas las fuerzas de la paz del mundo entero en la denuncia y condena de los nuevos planes criminales del imperialismo.
Buenos Aires, 9 de febrero de 2007
Rina Bertacini
Movimiento por la Paz, la Soberanía y la Solidaridad entre los Pueblos (MoPaSSol)-
Buenos Aires, Argentina
www.mopassol.com.ar
Dálogo 2000 Buenos Aires, Argentina,
www.dialogo2000.org.ar
Nuevamente la agresión armada, la violación de las fronteras y la integridad territorial de un estado soberano ejecutadas por la primera potencia mundial; una acción criminal que agudiza la ya grave situación en el área y agrega nuevos obstáculos a cualquier esfuerzo internacional por detener la escalada bélica y encontrar algún camino para la paz. Este accionar está en flagrante contradicción con los llamados y resoluciones de la ONU para un cese de hostilidades y un arreglo negociado a la crisis en Somalia, un país empobrecido por quince años de guerra que ha sufrido también recientemente la invasión de tropas etíopes. Y aunque Washington ha esgrimido el argumento del terrorismo y una nunca probada vinculación con Al Qaeda en un intento por justificar los bombardeos, éstos son de todas maneras injustificables.
El interés de los Estados Unidos en el Cuerno de Africa (Somalia, Etiopía, Eritrea, Djibuti) no es nuevo. En 2002 crearon la Fuerza Combinada para el Cuerno de Africa localizada en Camp Lemoine, Djibuti, base desde la cual lanzaron ahora la agresión. La administración Bush ha aumentado los recursos destinados a esta base militar en Djibuti así como su apoyo económico a los gobiernos de Yemen, Eritrea, Etiopía y Kenia, países que ocupan un lugar estratégico en el acceso sur al Mar Rojo por donde transita la cuarta parte de la producción mundial de petróleo.
La administración Clinton ya había puesto los ojos en Africa, pero Bush eleva la apuesta mirando al continente negro desde los intereses de la “seguridad nacional” de EEUU y su proclamada “cruzada antiterrorista”. Con la decisión de crear un mando unificado militar para Africa “para evitar la creación de nuevos Afganistán”, anunciada por el Pentágono el 11 de enero de 2007 –precisamente en los mismos días en que lanzan los bombardeos contra Somalia- Africa se incorpora a las primeras prioridades de la agenda Bush. Esto involucra a Somalia, Etiopía, Djibuti, pero también al noroeste del continente y al Golfo de Guinea de donde parte el 10 por ciento del petróleo que importa Estados Unidos. Según un acuerdo establecido en noviembre de 2006 los guardacostas de EEUU ayudarán a patrullar las costas de este Golfo y el Pentágono instalará equipos de radares marítimos que se localizarán en una base a crear en la isla de Santo Tomé. Por otra parte Estados Unidos ha iniciado la ejecución del programa denominado African Contingency Operations Training and Assistance para el entrenamiento 40.000 soldados africanos durante cinco años a partir de 2005.
Todo ello nos lleva pensar que estamos ante una mayor intervención militar norteamericana en Africa y por lo tanto también ante una mayor responsabilidad de las organizaciones populares y de todas las fuerzas de la paz del mundo entero en la denuncia y condena de los nuevos planes criminales del imperialismo.
Buenos Aires, 9 de febrero de 2007
Rina Bertacini
Movimiento por la Paz, la Soberanía y la Solidaridad entre los Pueblos (MoPaSSol)-
Buenos Aires, Argentina
www.mopassol.com.ar
Dálogo 2000 Buenos Aires, Argentina,
www.dialogo2000.org.ar
https://www.alainet.org/es/articulo/119221?language=es
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