A pedir de boca de Bush
Ciudad cercada para reunión del bloque Plan Puebla Panamá
09/04/2007
- Opinión
Los presidentes de Centroamérica, México y Colombia se reúnen para impulsar una “integración” promovida por la administración estadounidense, que sólo beneficiará a grandes empresas transnacionales.
Un muro metálico de tres metros de altura se construyó alrededor del recinto donde a partir de hoy se reúnen los presidentes de Centroamérica, México y Colombia, en la ciudad mexicana de Campeche, para discutir cómo hacer ganar millones de dólares a las grandes corporaciones multinacionales a espaldas del pueblo a través del impulso del Plan Puebla Panamá.
Además unos mil 500 policías estatales y otros tantos integrantes del Estado Mayor Presidencial, custodian la seguridad de los mandatarios de Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, y Panamá y de nueve gobernadores del sur mexicano presente en la reunión que impulsa la integración regional. La intención es evitar el contacto de los presidentes con la gente que dicen representar.
Acaso los miles campesinos que se manifiestan fuera del ballado den la nota justa cuando dice objetivo real de la cumbre es el despojo de sus tierras y sólo busca favorecer la presencia de grandes consorcios en el área y arrebatarles las tierras que por siglos han cultivado.
La vigilancia se realiza también por mar, con varias embarcaciones de la Marina mexicana en las aguas del Golfo, y por aire, con helicópteros que sobrevuelan la zona para controlar cualquier movimiento extraño.
Activistas de organizaciones sociales consideran que la cita tiene como propósito canalizar el petróleo y demás recursos naturales de la región para beneficiar a los grandes inversionistas extranjeros y nacionales, especialmente Estados Unidos.
La reunión reviste carácter de extraordinaria y fue convocada por el presidente mexicano Felipe Calderón con la intención de darle nuevos aires al bloque y además impulsar la entrada en pleno de Colombia, cuyo presidente Uribe comulga las mismas ideas que su par azteca, esto es privilegiar al capital privado, los intereses corporativos y el infradesarrollo de la gran mayoría de la región.
Fue este último lo que el gobierno de Nicaragua cuestionó; la presencia de Colombia en el Plan Puebla-Panamá (PPP). El vicepresidente de Nicaragua, Jaime Morales, calificó de intimidatorio el comunicado que emitió el domingo la cancillería colombiana en rechazo al cuestionamiento que hizo el presidente Daniel Ortega, a raíz de un diferendo que ambas naciones tienen por las islas caribeñas de san Andrés, en manos colombianas.
"Pero la verdad es que Colombia está queriendo introducirse por la puerta de la cocina para venir dar legitimidad y decir que las islas en Centroamérica son parte de su territorio", añadió Morales.
En los discursos el Plan Puebla-Panamá es una propuesta de los ocho países mesoamericanos para fortalecer la integración regional e impulsar los proyectos de desarrollo social y económico en los estados del Sur-Sureste de México y el Istmo Centroamericano que fue impulsado por el ex presidente mexicano Vicente Fox en 2001 a instancias de su par estadounidense Geoge W Bush, que quiere asegurarse suministros a bajo costos, instalar refinerías de petróleo afines a su familia, y a la larga, sentar las bases de una nueva militarización en una zona signada por el atraso, la pobreza y la marginalidad.
El objetivo del PPP es mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región territorial comprendida en la región sur-sureste de México y los países de Centroamérica.
Eso es lo que dicen sus actas. “Es una estrategia regional para potenciar el desarrollo económico, reducir la pobreza y acrecentar la riqueza del capital humano y el capital natural de la región mesoamericana, dentro de un contexto de respeto a la diversidad cultural y étnica, e inclusión de la sociedad civil. El Plan promueve la integración y el desarrollo regional, coordinando esfuerzos y acciones de los siete países de Centroamérica y los nueve estados que integran la región Sur Sureste de México, en la perspectiva de promover el desarrollo integral, así como la integración en aquellos temas que hagan posible que de manera conjunta, se creen bienes públicos regionales con el fin de elevar la calidad de vida de los habitantes”.
El programa del encuentro, incluye la seguridad fronteriza, interconexión eléctrica, colaboración migratoria y la creación de un frente común contra la delincuencia y el tráfico ilegal de armas, drogas y personas.
Un muro metálico de tres metros de altura se construyó alrededor del recinto donde a partir de hoy se reúnen los presidentes de Centroamérica, México y Colombia, en la ciudad mexicana de Campeche, para discutir cómo hacer ganar millones de dólares a las grandes corporaciones multinacionales a espaldas del pueblo a través del impulso del Plan Puebla Panamá.
Además unos mil 500 policías estatales y otros tantos integrantes del Estado Mayor Presidencial, custodian la seguridad de los mandatarios de Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, y Panamá y de nueve gobernadores del sur mexicano presente en la reunión que impulsa la integración regional. La intención es evitar el contacto de los presidentes con la gente que dicen representar.
Acaso los miles campesinos que se manifiestan fuera del ballado den la nota justa cuando dice objetivo real de la cumbre es el despojo de sus tierras y sólo busca favorecer la presencia de grandes consorcios en el área y arrebatarles las tierras que por siglos han cultivado.
La vigilancia se realiza también por mar, con varias embarcaciones de la Marina mexicana en las aguas del Golfo, y por aire, con helicópteros que sobrevuelan la zona para controlar cualquier movimiento extraño.
Activistas de organizaciones sociales consideran que la cita tiene como propósito canalizar el petróleo y demás recursos naturales de la región para beneficiar a los grandes inversionistas extranjeros y nacionales, especialmente Estados Unidos.
La reunión reviste carácter de extraordinaria y fue convocada por el presidente mexicano Felipe Calderón con la intención de darle nuevos aires al bloque y además impulsar la entrada en pleno de Colombia, cuyo presidente Uribe comulga las mismas ideas que su par azteca, esto es privilegiar al capital privado, los intereses corporativos y el infradesarrollo de la gran mayoría de la región.
Fue este último lo que el gobierno de Nicaragua cuestionó; la presencia de Colombia en el Plan Puebla-Panamá (PPP). El vicepresidente de Nicaragua, Jaime Morales, calificó de intimidatorio el comunicado que emitió el domingo la cancillería colombiana en rechazo al cuestionamiento que hizo el presidente Daniel Ortega, a raíz de un diferendo que ambas naciones tienen por las islas caribeñas de san Andrés, en manos colombianas.
"Pero la verdad es que Colombia está queriendo introducirse por la puerta de la cocina para venir dar legitimidad y decir que las islas en Centroamérica son parte de su territorio", añadió Morales.
En los discursos el Plan Puebla-Panamá es una propuesta de los ocho países mesoamericanos para fortalecer la integración regional e impulsar los proyectos de desarrollo social y económico en los estados del Sur-Sureste de México y el Istmo Centroamericano que fue impulsado por el ex presidente mexicano Vicente Fox en 2001 a instancias de su par estadounidense Geoge W Bush, que quiere asegurarse suministros a bajo costos, instalar refinerías de petróleo afines a su familia, y a la larga, sentar las bases de una nueva militarización en una zona signada por el atraso, la pobreza y la marginalidad.
El objetivo del PPP es mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región territorial comprendida en la región sur-sureste de México y los países de Centroamérica.
Eso es lo que dicen sus actas. “Es una estrategia regional para potenciar el desarrollo económico, reducir la pobreza y acrecentar la riqueza del capital humano y el capital natural de la región mesoamericana, dentro de un contexto de respeto a la diversidad cultural y étnica, e inclusión de la sociedad civil. El Plan promueve la integración y el desarrollo regional, coordinando esfuerzos y acciones de los siete países de Centroamérica y los nueve estados que integran la región Sur Sureste de México, en la perspectiva de promover el desarrollo integral, así como la integración en aquellos temas que hagan posible que de manera conjunta, se creen bienes públicos regionales con el fin de elevar la calidad de vida de los habitantes”.
El programa del encuentro, incluye la seguridad fronteriza, interconexión eléctrica, colaboración migratoria y la creación de un frente común contra la delincuencia y el tráfico ilegal de armas, drogas y personas.
Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina
https://www.alainet.org/es/articulo/120445?language=en
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