La noticia recorrió el mundo: Francia, la gran nación, dio una lección de democracia al sufragar el 85 por ciento de los electores y obtener un triunfo inobjetable el derechista, Nicolás Sarkozy con un 29.4 por ciento, seguido de la socialista Ségoléne Royal con el 26.2. Al oficialista candidato no le alcanzó el porcentaje y tendrá que irse a una segunda vuelta el 6 de mayo para enfrentar a la izquierdista Royal que puede convertirse en la primera presidenta del país galo. Sin embargo, lo verdaderamente importante ahora, es la decisión de Francois Bayrou, quien fue excluido de la segunda ronda, pero que con su porcentaje obtenido de 18 por ciento que representa siete millones de votos decidirá el destino de Francia.

La democracia o para explicarnos mejor el sistema democrático siempre está en el filo de la navaja, en unas ocasiones se le critica por el llamado “mayoritéo”, es decir se le reprueba o se le censura su principio básico: la decisión de la mayoría; pero por el contrario, cuando las minorías se unen a una corriente política para inclinar la votación final, como es el caso que vivirá irremisiblemente Francia, entonces también se reprocha y se recrimina a las llamadas “minorías decidoras”.

El ex ministro del Interior del actual presidente Jacques Chirac y candidato del oficialista partido Unión por la Mayoría Popular de tendencia derechista Nicolás Sarkozy, debe de moderar su animación y euforia porque las mismas se pueden convertir en una simple embriaguez de triunfo primario que se le puede revertir. En una primera vuelta la diferencia de 3.2 por ciento, no es significativa, puede ser nada.

Debemos de tomar en cuenta, que no obstante que sostuvieron una reunión en el Palacio del Elíseo, el candidato conservador vencedor de la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas, Nicolás Sarkozy y el presidente de Francia, Jacques Chirac, donde se asegura que le brindo su apoyo, no se debe de olvidar que enfrentan profundas diferencias.

Según se sabe, Chirac, mantiene tensas relaciones desde hace años con Sarkozy, por lo que la felicitación "calurosa" por el resultado en la primera vuelta celebrada la víspera, la debemos de escribir como lo hemos hecho entre comillas, ya que Chirac siempre se ha mostrado con extrema discreción y no intervino a su favor en la campaña electoral.

La candidata del Partido Socialista PSF, Séngoléne Royal dijo a la prensa que se sentía "combativa" tras los resultados de la víspera y su portavoz, Julian Dray, declaró a la prensa que "tiende la mano a otros electores" que no son de izquierdas para tratar de ganar la segunda vuelta de los comicios.

Ante todo este panorama, sin embargo, los cabildeos del momento y en los próximos días apuntan hacia la figura del centrista Bayrou del partido Unión por la Democracia Francesa, quien con el apoyo de más de siete millones de electores logró el 18 por ciento de los votos.

Desde luego que a don Nicolás, de la misma forma, le pueden servir el 11 por ciento de los representantes de la extrema derecha Jean-Marie Le Pen, el 2,6 de Philippe de Villiers y hasta el discreto 1,2 del candidato de la Europa Federal y Liberal, Frederic Nihous. Concretemos: para el futuro de Francia, las decisiones que tomen las minorías serán definitivamente decidoras.

- Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor mexicano, vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP.
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