El fracaso de los Arias

03/11/2007
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
El domingo 7 de octubre, los costarricenses culminamos la primera etapa de un proceso inédito en la historia del país. Desde el 2004 el vivir cotidiano de los costarricenses ha venido alimentándose de una nueva energía que fue tomando fuerza durante el año 2007. Este impulso vital que afloró en el alma nacional, encontró su mejor expresión artística en un gran corazón con un gigantesco NO, el cual se convirtió en el símbolo de lo mejor de nosotras (os) mismas: la lucha por nuestros recursos naturales, la defensa de nuestras instituciones, la soberanía nacional, la lucha contra la desigualdad social, la defensa de la vida…

El mapa de Costa Rica comenzó a cambiar desde entonces, a llenarse en zonas urbanas y rurales de una geografía de colores verdes, amarillos, azules, blancos, rojos, llamados Comités Patrióticos. Las redes de carne y hueso y las redes virtuales se multiplicaron; nunca habíamos visto tantas sonrisas reunidas, tantas ganas de trabajar y de aportar al debate, al "volanteo" casa por casa, al diálogo con el vecino (a). Los agricultores se mezclaron con los obreros (as), éstos a su vez con los universitarios (as), amas de casa, vendedores ambulantes…

Las reuniones en casas de compañeros (as) terminaban con un buen café o la tradicional agua dulce con rosquillas, mientras el tarrito con la calcomanía del NO iba y venía repleto de monedas, para intentar financiar en algo la costosa campaña del referéndum sobre el T.L.C.

Las multitudinarias marchas del 26 de febrero y del 30 de setiembre, se convirtieron en una verdadera fiesta nacional, fueron ejemplo de democracia, pacifismo y civilismo.

Muy diferente fue el panorama en la acera opuesta, encabezada por los hermanos Arias como máximos defensores del Tratado. Los millones corrieron a granel saturando la información y campos pagados de los grandes medios de prensa con una campaña plagada de temores entre la población. Incluso el SINART asumió la propaganda del Gobierno, lo cual deslegitima el rol de imparcialidad que deben jugar los medios estatales de comunicación. El deshonroso memorando Casas- Sánchez que recomendaba la estrategia del miedo contra los opositores al T.L.C., se fue cumpliendo en todos sus puntos antes, durante y después de que dos destacados periodistas del Semanario Universidad lo tiraran a la luz pública. En este memorando se incluía de manera escandalosa la presión a los alcaldes y a la Conferencia Episcopal.

El Presidente y el Ministro de la Presidencia, visitaron fábricas, secundados también por el Embajador de los Estados Unidos, y con la amenaza a los trabajadores (as) de pérdida de empleos y cierre de industrias si el T.L.C. no era aprobado. Durante la tregua electoral, los Arias lograron una campaña de intromisión del Gobierno de Bush, alarmando a la ciudadanía en caso de que ganara el NO en el referéndum. La cadena CNN sirvió durante todas las transmisiones del fin de semana de correo informativo del eje Arias-Bush.

Frente a un pueblo que dio una lucha hermosa y limpia contra un lesivo Tratado, los hermanos Arias amparados en la impunidad otorgada con anticipación por la Sala Cuarta y el Tribunal Supremo de elecciones, se burlaron de los costarricenses mediante un proceso plagado de anomalías y corrupción. Los Comités Patrióticos levantaron la bandera de la dignidad nacional, mientras el Gobierno cobijado con la bandera de las barras y de las estrellas, al lado del Embajador extranjero, ha querido sumar una estrella más a la bandera del país del norte. La mentira y el miedo fueron los objetivos del ya famoso memorando que marcó la ruta de la estrategia gubernamental para ganar a cualquier precio este referéndum.

Sin embargo, la lucha continúa; los Comités Patrióticos están dispuestos a seguir adelante contra las leyes de implementación, contra la venta de nuestras instituciones al mejor postor. Los señores Arias no pudieron convocar a una gran manifestación de los del SI, su incapacidad de movilización muestra que " si hay paga no hay gloria", y la gloria sólo la alcanzan los que dan sentido a su vida luchando por sus ideales. Son estos los que llenan las calles y aceras con auténtico fervor, los que construyen las bases legítimas de nuestra democracia. El proceso del referéndum ha desnudado el engaño y la corrupción, el fracaso de los hermanos Arias ante el país y ante la historia.

- Marielos Giralt Bermúdez es profesora.
https://www.alainet.org/es/articulo/124031

Del mismo autor

Clasificado en

Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS