Conclusiones tentativas y perspectivas de la revolución bolivariana
12/12/2007
- Opinión
Primero. Hubo una derrota política electoral de estrecho margen que no modifica la relación de fuerzas nacional. La moral y las fuerzas de los movimientos y las vanguardias revolucionarias siguen intactas.
Segundo. Pero es una derrota política que no puede ser diluida en los 125.000 votos de diferencia a pesar de su carácter pírrico. En política no funcionan igual las leyes de la matemática: dos más dos no siempre da cuatro. 125 mil votos pueden convertirse en un factor potencial reaccionario y facilitar la apertura de una nueva fase política contraria a la revolución y llevar a nuevas derrotas. Y como sabemos por las lecciones del siglo XX, una victoria que no es seguida de otras victorias abrirá el camino a las derrotas. Eso no está previsto en el corto plazo, pero es una de las perspectivas abiertas. No dependerá sólo de lo que haga el enemigo, también de lo que hagan o dejen de hacer las fuerzas de la revolución.
Tercero. Se ha abierto una fase de pruebas y definiciones cruciales para el proceso revolucionario, sus vanguardias, sus movimientos sociales y el líder que las personifica.
Esas definiciones y pruebas se darán en diversos campos: las relaciones de propiedad, el poder político, el carácter del PSUV, enla UNT , los consejos populares, los batallones, las relaciones internacionales y las definiciones político-personales del presidente Chávez.
Cuarto. Lo anterior se basa en que el enemigo nacional e internacional incrementará su presión, asedio, medios y recursos para tratar de derrotar los dos factores que sostienen el proceso revolucionario: sus movimientos sociales y el liderazgo de Hugo Chávez.
Parte de ese sistema de presiones será una política para hacer capitular a parte de la dirección actual y al presidente mismo. A ello sirven los elogios de "gran demócrata" dados al presidente por la mayoría de la "comunidad internacional" (Moratinos, Duarte, Kirchner, Lula, Unión Europea) y el trato lisongero de medios como CNN, NBC, BBC y otras cadenas, así como las propuestas acuerdistas, de "conciliación y concordia" hechas por Fedecámaras, PODEMOS y una parte de la dirección FSTB, sentida como necesaria por sectores del funcionariado medio y alto de los ministerios.
Quinto. En las amplias vanguardias se abrió un nuevo aprendizaje político. Una dinámica de debate interno a escala de millones. Se expresa en la rebelión nacional de opiniones y debate interno en los batallones, en las esquinas calientes, sindicatos y consejos local de poder en barrios y ciudades. Tuvo una primera manifestación física el martes con la movilización de parte de la vanguardia de barrios a Miraflores gritando al presidente: "Limpieza, limpieza general", o "Comandante, ahora, pásale la escoba". Siguió con las nutridas y calenturientas reuniones de miles de batallones el fin de semana del 9 y 10 de diciembre, en ministerios, fábricas, sindicatos, barrios, consejos populares, incluso en cuarteles. Es un aprendizaje de la amplia vanguardia que afectará a millones. Es un punto de partida, es un aprendizaje. Nada más. Lo demás lo veremos.
La derrota llega en una buena hora porque es momento de solidez social, financiera y política del proceso y el gobierno. 125 mil votos no cambian esa realidad así nomás, sólo son la señal de lo que se podría abrir. Es un momento que permitirá corregir fallas, deficiencias y perversiones. De no hacerlo nos conducirán inexorablemente a nuevas derrotas parciales que se irán acumulando como un peligro general.
Los casi tres millones de chavistas que no fueron a votar expresaron una determinada conciencia política, aún que sea contradictoria, difusa y hasta vergonzante en muchos sectores que estos días dicen que están arrepentidos de haber votado NO o no haber votado.
El SI perdió en los siete estados donde se asienta la base social del proceso revolucionario. Los bastiones del chavismo. En contradicción, ganamos en las cinco provincias donde los tres movimientos campesinos, rurales y aborígenes desarrollaron una campaña con muy poco control del Comando Zamora y donde las conquistas sociales son más estables.
La corrupción y la burocracia se manifestaron en formas concretas a través del voto en cada región y localidad. Perdimos en los principales bastiones chavistas: Caracas, Aragua, Carabobo, Miranda, Monagas, Anzoátegui. En Caracas perdimos en Valle, Coche yLa Vega , con predominio del voto chavistas en 10 pruebas electorales anteriores. Hubo Estados donde el gobierno regional no trasladó el financiamiento a los organismos intermedios para que hicieran la campaña. Hay evidencias de que más de 40 alcaldes, 9 gobernadores y varios ministros NO hicieron campaña por el SI. Eso constituye una "conspiración" muda y sorda dentro de aparato de poder.
El presidente Chávez se equivocó en por lo menos tres aspectos.
A) Apostó al mismo cuerpo político y dirección (Comando Zamora) cuestionados por los movimientos para dirigir una campaña nacional/internacional que requería una dirección reconocida por el movimiento de masas. El amplio triunfo del SI logrado por los movimientos campesinos demuestra esta posibilidad.
B) El derecho a reelección presidencial sirvió más a la artillería del enemigo que a las Reformas. Incluso sirvió para incidir sobre la mentalidad el universo chavista, la de clase media y la de clase baja.
C) Fue un error haber votado en bloques, sin la posibilidad de discriminar. Este enredo técnico tiene su origen en un problema político: Creer que en menos de dos meses de campaña, con un comando desprestigiado y triunfalista, se puede hacer votar millones por el socialismo y cosas más complicadas como la nueva geometría del poder.
No se hace una transformación de alto calibre social y político como la propuesta en las Reformas, por vía constitucional, sin un alto apoyo expresado en votos ideológicos, o sea apoyados en una mínima pero masiva comprensión conceptual. Allí radica la errada expresión de Chávez acerca de la "inmadurez política del proceso", opinión adversada por José Vicente Rangel que sostiene lo contrario. Creo que este último tiene razón.
Aún así fue el más alto alcanzado hasta ahora por un proceso político parecido: 49% a favor de una propuesta legal encabezada por la idea del socialismo. El único precedente ocurrió en Chile donde sólo se alcanzó el 37% en 1970 y unos puntos más en las elecciones a Municipios pocos meses después en 1974.
Ahora quedan tres opciones para hacer las reformas. La primera, acudir ala Constitución : Recoger más de dos millones de firmas (15% del padrón del CNE) y presentar las mismas reformas desde los movimientos con una amplia campaña ideológica.
La segunda, tratar de hacer algunas reformas sociales por vía dela Ley Habilitante y legislación de la Asamblea Nacional.
La tercera, hacerlas por vía revolucionaria, apoyada en la movilización masiva del movimiento bolivariano en cada segmento social.
Sexto. Quedó demolido el mito imperialista de "la tiranía", "el déspota", "el antidemocrático", "el violador de los derechos democráticos", "el CNE apéndice del presidente", "el Chávez que no respetaría los resultados", "el Chávez del fraude", etc.
Esa matriz enemiga fue develada y ellos no tienen palabras para justificarla. Con su cinismo habitual, repentinamente el mismo presidente se convirtió en el "gran demócrata", como han declarado todos, hasta Moratinos, excepto Bush.
La "revolución bolivariana" fue parte de la agenda diaria durante toda la semana en todas las radios, diarios y programas de opinión de TV del continente.
La derecha no puede explicar sus mitos demoníacos sobre Chávez y el gobierno bolivariano, pero tampoco pueden hacerlo los propagandistas a sueldo que pululan en Argentina y otros países.
Séptimo. La oposición ya no es la misma. El principal fenómeno social -negativo- es la aparición de una vanguardia política: los estudiantes.
Eso les dio otro aire, otra perspectiva, otra dinámica. Ahora tienen la vanguardia política que perdieron en abril de 2002. No significa que sean una alternativa de poder nacional a Chávez, pero son lo nuevo.
Esta emergencia fue facilitada por un error del gobierno: haber cooptado a tareas de Estado y funciones representativas de escenario, a la inteligente camada de líderes universitarios bolivarianos que surgió en 2005 y se expresó y organizó en 2006.
El primer resultado fue la derrota que nos propinaron en las elecciones dela UCV (Universidad Central de Venezuela) en noviembre 2007. Aunque es cierto lo que afirma José Vicente Rangel, que la juventud chavista es mayoría a nivel nacional si la medimos más allá de la Universidad , no podemos ocultar que ellos dirigen en la principal "Casa de Estudios" del país y se han convertido en un factor de política nacional. Eso es lo nuevo.
Octavo. Lo anterior nos lleva a otra conclusión, aunque sea preventiva. Los pocos capaces de la vieja guardia que le quedan a la oposición, pero sobre todo quienes los mandan desde Washington,la OEA , el Centro Carter, la ODC , la Fundación Carolina , y otros centros de poder anti chavista, los van a orientar para construir una alternativa política nacional al gobierno de Chávez. Si este pronóstico resulta correcto, la veremos aparecer en el próximo período político. Ellos no están dispuestos a dejar gobernar a Chávez hasta el 2012. Acudirán al Referéndum en 2010, al asesinato a manos de mercenarios sueltos o a cualquier otro pretexto "de guerra" para acelerar el caos y crear las condiciones para una intervención "equilibradora" internacional o cualquier otra medida como el aislamiento que vulnere el poder y obligue a una negociación que conduzca al retroceso del movimiento social.
Noveno. Un segmento de nuestra clase media chavista alimentó con sus votos el NO. De esto hay evidencias personales; la más escandalosa es la fotografía de la presidenta del Consejo Supremo de Justicia depositando la boleta del NO. Pero se puede adivinar esta conducta detrás de los números que hicieron la diferencia. Se calcula que miles votos chavistas emigraron al NO.
Pertenecen a la misma clase media que le da asco salir del este de Caracas, compartir actos públicos (prefieren verlos por TV), trasladarse al centro y oeste de Caracas, entre otras manifestaciones de incomodidad y angustia de clase. Es el mismo sector (chavista) que acusa de "ilegal" las reformas, que está en contra del socialismo promovido por Chávez y le molesta que pueda ser reelegido cuantas veces lo decida el voto popular. Baduel y PODEMOS fueron una expresión adelantada de ellos.
Décimo. La campaña del Comando Zamora fue muy eficiente si la evaluamos por las apariciones de televisión e impresión de folletos (varios millones contando lo de Alcaldías), pero deficiente en lo principal: el mensaje. El mensaje se redujo a llamar a votar por el SI, no a explicarlo.
Tratándose de una propuesta de cambio revolucionario integral enla Nación y su vida social, fue un despropósito que se haya reducido a un llamado tan simplista. No se hacen revoluciones reduciendo la política y los programas a consignas, menos a una sílaba sin ideología.
Centenares de batallones de Caracas no debatieron o debatieron muy poco, o solo hablaban de cómo pegar los afiches y repartir los volantes. Hugo Callelo, que estuvo hace dos meses en varios de Petare escuchó las acusaciones de "tareísmo" en los batallones y desazón en los militantes. Parte de ese ambiente fue que el ex ministro de Educación, Aristóbulo Istúriz, uno de los más prestigiados del régimen, entre otros funcionarios, no fueron votados por sus batallones como voceros ante el Congreso del PSUV.
Los responsables hicieron caso omiso al llamado del presidente en el acto de lanzamiento de campaña cuando dedicó dos horas de su discurso a tratar de organizar la tarea explicativa ante 300 mil militantes enla Av. Bolívar. La explicación ideológica casi se redujo a él, y eso es un desastre.
Onceavo. En crudo contraste con el simplismo de nuestra campaña por el SI, los enemigos realizaron una campaña ideológica sobre la propiedad, el socialismo, el poder, la democracia. Sus spots y escenificaciones de televisión, donde mostraban que el Estado expropiaría hasta los hijos, la bodeguita del vecino. Lograron calar en lo más profundo del imaginario colectivo formado en décadas de hegemonía ideológica y cultural capitalista. La campaña del enemigo fue perversa, pero ese fue el debate de contenidos que nuestro Comando Zamora no supo responder.
Doceavo. Esta campaña, justamente por haber puesto a prueba la capacidad ideológica de masificar ideas y programas, evidenció la fragilidad de nuestro sistema de medios informativos y sus políticas de comunicación. Es un despropósito que siendo poder, teniendo recursos y con millones de seguidores, nuestros medios televisivos en el país siguen con baja audiencia, excepto VTV en algunas franjas horarias, algunos programas y Aporrea (con el límite de ser de la web). TVes y Telesur no pasan del 5% de audiencia. Vive, Ávila y Catia TV hacen lo que pueden.
.- Modesto Emilio Guerrero es periodista venezolano radicado en Argentina, autor del libro ¿Quién inventó a Chávez?
Fuente: Red Eco Alternativo, Argentina www.laredeco.com.ar
Segundo. Pero es una derrota política que no puede ser diluida en los 125.000 votos de diferencia a pesar de su carácter pírrico. En política no funcionan igual las leyes de la matemática: dos más dos no siempre da cuatro. 125 mil votos pueden convertirse en un factor potencial reaccionario y facilitar la apertura de una nueva fase política contraria a la revolución y llevar a nuevas derrotas. Y como sabemos por las lecciones del siglo XX, una victoria que no es seguida de otras victorias abrirá el camino a las derrotas. Eso no está previsto en el corto plazo, pero es una de las perspectivas abiertas. No dependerá sólo de lo que haga el enemigo, también de lo que hagan o dejen de hacer las fuerzas de la revolución.
Tercero. Se ha abierto una fase de pruebas y definiciones cruciales para el proceso revolucionario, sus vanguardias, sus movimientos sociales y el líder que las personifica.
Esas definiciones y pruebas se darán en diversos campos: las relaciones de propiedad, el poder político, el carácter del PSUV, en
Cuarto. Lo anterior se basa en que el enemigo nacional e internacional incrementará su presión, asedio, medios y recursos para tratar de derrotar los dos factores que sostienen el proceso revolucionario: sus movimientos sociales y el liderazgo de Hugo Chávez.
Parte de ese sistema de presiones será una política para hacer capitular a parte de la dirección actual y al presidente mismo. A ello sirven los elogios de "gran demócrata" dados al presidente por la mayoría de la "comunidad internacional" (Moratinos, Duarte, Kirchner, Lula, Unión Europea) y el trato lisongero de medios como CNN, NBC, BBC y otras cadenas, así como las propuestas acuerdistas, de "conciliación y concordia" hechas por Fedecámaras, PODEMOS y una parte de la dirección FSTB, sentida como necesaria por sectores del funcionariado medio y alto de los ministerios.
Quinto. En las amplias vanguardias se abrió un nuevo aprendizaje político. Una dinámica de debate interno a escala de millones. Se expresa en la rebelión nacional de opiniones y debate interno en los batallones, en las esquinas calientes, sindicatos y consejos local de poder en barrios y ciudades. Tuvo una primera manifestación física el martes con la movilización de parte de la vanguardia de barrios a Miraflores gritando al presidente: "Limpieza, limpieza general", o "Comandante, ahora, pásale la escoba". Siguió con las nutridas y calenturientas reuniones de miles de batallones el fin de semana del 9 y 10 de diciembre, en ministerios, fábricas, sindicatos, barrios, consejos populares, incluso en cuarteles. Es un aprendizaje de la amplia vanguardia que afectará a millones. Es un punto de partida, es un aprendizaje. Nada más. Lo demás lo veremos.
La derrota llega en una buena hora porque es momento de solidez social, financiera y política del proceso y el gobierno. 125 mil votos no cambian esa realidad así nomás, sólo son la señal de lo que se podría abrir. Es un momento que permitirá corregir fallas, deficiencias y perversiones. De no hacerlo nos conducirán inexorablemente a nuevas derrotas parciales que se irán acumulando como un peligro general.
Los casi tres millones de chavistas que no fueron a votar expresaron una determinada conciencia política, aún que sea contradictoria, difusa y hasta vergonzante en muchos sectores que estos días dicen que están arrepentidos de haber votado NO o no haber votado.
El SI perdió en los siete estados donde se asienta la base social del proceso revolucionario. Los bastiones del chavismo. En contradicción, ganamos en las cinco provincias donde los tres movimientos campesinos, rurales y aborígenes desarrollaron una campaña con muy poco control del Comando Zamora y donde las conquistas sociales son más estables.
La corrupción y la burocracia se manifestaron en formas concretas a través del voto en cada región y localidad. Perdimos en los principales bastiones chavistas: Caracas, Aragua, Carabobo, Miranda, Monagas, Anzoátegui. En Caracas perdimos en Valle, Coche y
El presidente Chávez se equivocó en por lo menos tres aspectos.
A) Apostó al mismo cuerpo político y dirección (Comando Zamora) cuestionados por los movimientos para dirigir una campaña nacional/internacional que requería una dirección reconocida por el movimiento de masas. El amplio triunfo del SI logrado por los movimientos campesinos demuestra esta posibilidad.
B) El derecho a reelección presidencial sirvió más a la artillería del enemigo que a las Reformas. Incluso sirvió para incidir sobre la mentalidad el universo chavista, la de clase media y la de clase baja.
C) Fue un error haber votado en bloques, sin la posibilidad de discriminar. Este enredo técnico tiene su origen en un problema político: Creer que en menos de dos meses de campaña, con un comando desprestigiado y triunfalista, se puede hacer votar millones por el socialismo y cosas más complicadas como la nueva geometría del poder.
No se hace una transformación de alto calibre social y político como la propuesta en las Reformas, por vía constitucional, sin un alto apoyo expresado en votos ideológicos, o sea apoyados en una mínima pero masiva comprensión conceptual. Allí radica la errada expresión de Chávez acerca de la "inmadurez política del proceso", opinión adversada por José Vicente Rangel que sostiene lo contrario. Creo que este último tiene razón.
Aún así fue el más alto alcanzado hasta ahora por un proceso político parecido: 49% a favor de una propuesta legal encabezada por la idea del socialismo. El único precedente ocurrió en Chile donde sólo se alcanzó el 37% en 1970 y unos puntos más en las elecciones a Municipios pocos meses después en 1974.
Ahora quedan tres opciones para hacer las reformas. La primera, acudir a
La segunda, tratar de hacer algunas reformas sociales por vía de
Sexto. Quedó demolido el mito imperialista de "la tiranía", "el déspota", "el antidemocrático", "el violador de los derechos democráticos", "el CNE apéndice del presidente", "el Chávez que no respetaría los resultados", "el Chávez del fraude", etc.
Esa matriz enemiga fue develada y ellos no tienen palabras para justificarla. Con su cinismo habitual, repentinamente el mismo presidente se convirtió en el "gran demócrata", como han declarado todos, hasta Moratinos, excepto Bush.
La "revolución bolivariana" fue parte de la agenda diaria durante toda la semana en todas las radios, diarios y programas de opinión de TV del continente.
La derecha no puede explicar sus mitos demoníacos sobre Chávez y el gobierno bolivariano, pero tampoco pueden hacerlo los propagandistas a sueldo que pululan en Argentina y otros países.
Séptimo. La oposición ya no es la misma. El principal fenómeno social -negativo- es la aparición de una vanguardia política: los estudiantes.
Eso les dio otro aire, otra perspectiva, otra dinámica. Ahora tienen la vanguardia política que perdieron en abril de 2002. No significa que sean una alternativa de poder nacional a Chávez, pero son lo nuevo.
Esta emergencia fue facilitada por un error del gobierno: haber cooptado a tareas de Estado y funciones representativas de escenario, a la inteligente camada de líderes universitarios bolivarianos que surgió en 2005 y se expresó y organizó en 2006.
El primer resultado fue la derrota que nos propinaron en las elecciones de
Octavo. Lo anterior nos lleva a otra conclusión, aunque sea preventiva. Los pocos capaces de la vieja guardia que le quedan a la oposición, pero sobre todo quienes los mandan desde Washington,
Noveno. Un segmento de nuestra clase media chavista alimentó con sus votos el NO. De esto hay evidencias personales; la más escandalosa es la fotografía de la presidenta del Consejo Supremo de Justicia depositando la boleta del NO. Pero se puede adivinar esta conducta detrás de los números que hicieron la diferencia. Se calcula que miles votos chavistas emigraron al NO.
Pertenecen a la misma clase media que le da asco salir del este de Caracas, compartir actos públicos (prefieren verlos por TV), trasladarse al centro y oeste de Caracas, entre otras manifestaciones de incomodidad y angustia de clase. Es el mismo sector (chavista) que acusa de "ilegal" las reformas, que está en contra del socialismo promovido por Chávez y le molesta que pueda ser reelegido cuantas veces lo decida el voto popular. Baduel y PODEMOS fueron una expresión adelantada de ellos.
Décimo. La campaña del Comando Zamora fue muy eficiente si la evaluamos por las apariciones de televisión e impresión de folletos (varios millones contando lo de Alcaldías), pero deficiente en lo principal: el mensaje. El mensaje se redujo a llamar a votar por el SI, no a explicarlo.
Tratándose de una propuesta de cambio revolucionario integral en
Centenares de batallones de Caracas no debatieron o debatieron muy poco, o solo hablaban de cómo pegar los afiches y repartir los volantes. Hugo Callelo, que estuvo hace dos meses en varios de Petare escuchó las acusaciones de "tareísmo" en los batallones y desazón en los militantes. Parte de ese ambiente fue que el ex ministro de Educación, Aristóbulo Istúriz, uno de los más prestigiados del régimen, entre otros funcionarios, no fueron votados por sus batallones como voceros ante el Congreso del PSUV.
Los responsables hicieron caso omiso al llamado del presidente en el acto de lanzamiento de campaña cuando dedicó dos horas de su discurso a tratar de organizar la tarea explicativa ante 300 mil militantes en
Onceavo. En crudo contraste con el simplismo de nuestra campaña por el SI, los enemigos realizaron una campaña ideológica sobre la propiedad, el socialismo, el poder, la democracia. Sus spots y escenificaciones de televisión, donde mostraban que el Estado expropiaría hasta los hijos, la bodeguita del vecino. Lograron calar en lo más profundo del imaginario colectivo formado en décadas de hegemonía ideológica y cultural capitalista. La campaña del enemigo fue perversa, pero ese fue el debate de contenidos que nuestro Comando Zamora no supo responder.
Doceavo. Esta campaña, justamente por haber puesto a prueba la capacidad ideológica de masificar ideas y programas, evidenció la fragilidad de nuestro sistema de medios informativos y sus políticas de comunicación. Es un despropósito que siendo poder, teniendo recursos y con millones de seguidores, nuestros medios televisivos en el país siguen con baja audiencia, excepto VTV en algunas franjas horarias, algunos programas y Aporrea (con el límite de ser de la web). TVes y Telesur no pasan del 5% de audiencia. Vive, Ávila y Catia TV hacen lo que pueden.
.- Modesto Emilio Guerrero es periodista venezolano radicado en Argentina, autor del libro ¿Quién inventó a Chávez?
Fuente: Red Eco Alternativo, Argentina www.laredeco.com.ar
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