Friburgo, Suiza

A partir de este sábado 1ro de marzo y durante una semana Friburgo se transforma en la capital europea del cine del sur. La XXII edición del Festival Internacional de Films (FIFF) reunirá un centenar de películas provenientes de América Latina, Asia y Africa.

El FIFF es la principal vidriera de la cinematografía del sur en Suiza y uno de los eventos de esta naturaleza de más prestigio en Europa.

C uenta con el apoyo de la Oficina Federal de la Cultura y de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE). Lo sostienen, también, otras instituciones públicas y privadas, y ONG activas en el denominado tercer mundo.

Explosión latinoamericana

Dieciocho de los largometrajes y cinco de los cortos a proyectarse en Friburgo llegan de América Latina.

De las trece películas que competirán por el gran premio "La Mirada de Oro", cuatro son latinoamericanas.

El estreno "El Camino", de Costa Rica, de Ishtar Yasin; "La Novia Errante", de la directora argentina Ana Katz; "La Zona", de Rodrigo Plá de México; y "Matar a Todos", una realización uruguaya de Esteban Schroeder. Las tres últimas realizadas en el 2006.

"Producciones que expresan una gran variedad temática y de estilos, propio del actual perfil del festival" explica Edouard Waintrop, director artístico del quien debuta al frente de este evento cinematográfico.

En la selección oficial fuera de competición, que reúne nueve películas, serán proyectadas "Malos Hábitos" del mexicano Simón Bross y "Falsa Locura", de su colega brasilero Carlos Reichenbach.

Otros clásicos latinoamericanos enriquecerán las otras secciones de la programación. Entre ellos "Diarios de motocicleta" de Walter Salles, un éxito mundial del 2004 y el documental brasilero "Hércules 56" de Silvio Da-Rin.

En tanto las históricas "La Hora de los Hornos" (1968) del argentino Fernando *Pino* Solanas , "Soy Cuba" (1964) de Mikhail Kalatozov, y "Alma Corsaria", del mismo Reichenbach, animarán la sección "Cine y Revolución", un homenaje a los 40 años de la protesta estudiantil y social de mayo de 1968 en Francia.

El FIFF y una nueva etapa

La exploración, una nueva amplitud de contenidos y la diversidad de géneros y temas, constituyen el marco de esta nueva etapa que comienza a recorrer el FIFF.

Así lo expresa Waintrop, quien pone en cuestión el sentido mismo del concepto de "cine del Sur". Ese término puede ser "extremadamente empobrecedor" enfatiza.

"En el mundo real, el concepto Sur no existe más. ¿O acaso, que son Japón, Corea, Brasil o Argentina, si a la producción cinematográfica hacemos referencia?", se interroga el director artístico del festival.

Y de esta reflexión un tanto provocadora, se perfila el sello de esta vigésima segunda edición. Donde los panoramas "Negro total" en referencia al cine policial; "El amor global" o la selección de cortometrajes abren la puerta a producciones hasta ahora un tanto relegadas en el FIFF.

Y el ejemplo es explicativo. "De Hong Kong a Buenos Aires, pasando por Bangkok, el film policial no es sólo una fuente de diversión. Es también un género universal por excelencia. Permite revelar verdades subterráneas". De allí que esta edición del festival de Friburgo propone redescubrir este género a través de once cineastas con obras realizadas entre 1963 y 2007, enfatiza Waintrop.

Entre ellas las argentinas "El asaltante" de Pablo Fendrik y "La Señal" de Ricardo Darín así como "El Hombre del Año" del director brasilero José Enrique Fonseca.

Una semana intensa de cine con fuerte presencia latinoamericana. Más de 25 mil espectadores en los cálculos de los organizadores. Un festival que va más allá del cine para convertirse en un puente de encuentro entre naciones.

En Friburgo, Suiza, se abre el telón. Y más de cien producciones del Sur se disputarán, una vez más como cada año los premios "La Mirada de Oro"; el del Jurado Ecuménico; el de la Prensa Cinematográfica; el E-CHANGER del Jurado de Jóvenes; el de los Cines-clubs.

Una avalancha de imágenes con el signo cada vez más vivo del intercambio intercultural. Un ejercicio sano en una Europa donde el miedo al otro, a veces, es más fuerte que la admiración hacia lo diferente...

- En colaboración con Swissinfo y E-CHANGER