Semillas: resistencia, acción, organización
- Opinión
La Campaña de la Semilla es una de las formas concretas de resistencia, acción y organización, que da sustento a nuestra lucha por la soberanía alimentaria de los pueblos. Durante estos años se ha traducido en un sinnúmero de actividades impulsadas principalmente por mujeres y a nivel local, pertenecientes a organizaciones campesinas e indígenas, tanto de la Vía Campesina (VC) como fuera de ella. La expresión “semillas, patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad” es hoy conocida y adoptada a nivel internacional por muchos movimientos sociales.
Las semillas son obra campesina e indígena, una creación colectiva que refleja la historia de los pueblos y especialmente de sus mujeres, quienes fueron sus creadoras iniciales y se han mantenido a través de la historia como sus principales guardianas y mejoradoras. Son muchísimo más que un recurso productivo. Las semillas son simultáneamente fundamento y producto de culturas y sociedades a través de la historia. En ellas se incorporan valores, afectos, visiones y formas de vida que las ligan al ámbito de lo sagrado.
Sin las semillas es imposible el sustento y la soberanía de los pueblos. Al desaparecer las semillas desparecen las culturas y pueblos rurales y comunidades; la desaparición de las culturas, a su vez, lleva a la desaparición de las semillas. La diversidad y existencia de semillas campesinas permite asegurar la abundancia y la diversidad alimentaria en cada localidad, sirviendo de base para una nutrición adecuada y permitiendo el desarrollo de las formas culinarias culturalmente adecuadas y deseadas. Por tanto, las semillas y el conocimiento asociado a ellas son parte fundamental e insustituible de la soberanía alimentaria de los pueblos.
La Campaña es una iniciativa simultáneamente coordinada y descentralizada, que realza por sobre todo la acción local y en base a saberes y semillas locales, fomentando el intercambio, la cooperación y la solidaridad. Construimos miles de acciones de creación y resistencia, en las que nuestra comunicación es la palabra y la conversación.
El efecto más fuerte de la campaña se ha dado sobre quienes la implementan. Es una Campaña que entusiasma, despierta y fortalece la esperanza, y por sobre todo, reconoce y realza la dignidad y el valor de las formas de vida campesina e indígena y de los saberes que las sustentan. Es, por lo mismo, una campaña de vida, donde las mujeres juegan un papel central.
Las organizaciones que adoptan la campaña se han fortalecido, han crecido y se han proyectado a la comunidad, ampliando su alcance. Igualmente, ésta ha permitido procesos de mayor concientización política de sus miembros, ya que los contenidos de la Campaña permiten vincular y comprender mejor muchos de los grandes temas que hoy enfrentan las organizaciones: globalización, privatización, propiedad intelectual, acuerdos comerciales, etc.
La campaña también ha servido para dar una forma más concreta y cercana a las acciones por la soberanía alimentaria. Defensa de las semillas y soberanía alimentaria son procesos que van totalmente unidos. Se sustenta en un conjunto de principios y ha adoptado una serie de valores presentes en las culturas indígenas y campesinas. Tales valores y principios se identificaron tomando como base la elaboración política que la misma VC ha hecho sobre las semillas. Estos son:
• La Campaña se basa en las múltiples formas de conocimiento indígena y campesino en torno a las semillas, la agricultura y la biodiversidad; se parte del convencimiento que estas formas de conocimiento son válidas por si mismas y no requieren de validación externa, científica o de otra índole.
• La Campaña busca formas efectivas de involucrar y comprometer al conjunto de la sociedad, aunque el liderazgo y la toma final de decisiones está en las organizaciones de los campesinos y campesinas, de los indígenas y las comunidades.
• La Campaña es parte de las luchas por defender, reforzar y/o recuperar la soberanía política, cultural, económica y alimentaria de los pueblos, y se encuadra en una lucha más amplia contra el sistema capitalista y su fase neoliberal. Por lo mismo, es parte de la búsqueda de proyectos populares alternativos.
Igualmente, las semillas no pueden ser defendidas si no se defiende las condiciones necesarias para la continuidad de las culturas que las mantienen y les dieron origen. La Campaña, por lo tanto, está íntimamente ligada a la defensa de la tierra y los territorios y a las culturas campesinas e indígenas, y además promueve, dentro de los principios identificados, la aplicación de enfoques que fomentan la toma de decisiones y el desarrollo de iniciativas, conocimientos y tecnologías de manera local y descentralizada.
Las estrategias de la Campaña apuntan a:
• Definir los contenidos, metodologías e iniciativas de la misma desde una perspectiva campesina e indígena, asegurando en todo momento que el liderazgo se ejerce desde la VC y las organizaciones campesinas e indígenas.
• Garantizar que los y las expertos y especialistas indígenas y campesinos sean los actores fundamentales de esta Campaña, especialmente las expertas y especialistas mujeres.
• Reactivar el conocimiento y la diversidad de uso de los cultivos y las semillas. Fomentar/reactivar las culturas culinarias, las artesanías y otros usos. Valorar y reforzar usos rituales. Promover la diversidad de cultivos y tecnologías. Ligar agricultura y reforestación. Apoyar y dinamizar todas las formas de intercambio de semillas y conocimientos entre comunidades indígenas y campesinas.
• Fomentar/defender/reactivar los procesos y mecanismos de creación y socialización de conocimiento en las comunidades indígenas y campesinas. Desarrollar formas de investigación local en base a principios, preocupaciones y enfoques campesinos. Impulsar luchas más amplias que permitan asegurar las condiciones necesarias para el mantenimiento de los sistemas de conocimiento campesinos e indígenas.
• Promover y socializar un marco ético acorde con los principios de la Campaña y que aporte a las futuras iniciativas y orientaciones dentro de ella. Impulsar encuentros e intercambios campesinos que vayan definiendo principios de conducta en torno a las semillas.
• Destacar como motivo de orgullo y confianza en las propias fuerzas el aporte invaluable e irremplazable de las semillas campesinas a la humanidad. Resaltar que esta Campaña se basa en recursos, capacidades y conocimientos propios, por lo que es un ejercicio de soberanía que no requiere el beneplácito de las autoridades ni de sectores poderosos. Resaltar en todo momento su carácter esperanzador. Involucrar al conjunto de la sociedad a través de actividades culturales, de educación y festivas que creen conciencia y mística en torno a las semillas y al papel de los pueblos indígenas y campesinos.
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• Vincular la Campaña a las demás campañas de Vía Campesina, así como a la lucha contra los tratados internacionales de libre comercio, las diversas formas de globalización, homogenización cultural y privatización, y en contra de los organismos financieros internacionales.
- Francisca Rodríguez es dirigenta de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas -ANAMURI- Chile.
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