El petróleo costarricense y la expansión China

01/04/2008
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Introducción

Costa Rica estableció el año anterior (2006), relaciones diplomáticas con China[1]. Así, nuestro país se convierte en el primero de la región en concretar relaciones con este país asiático (en noviembre se estableció la embajada y una oficina de Procomer en suelo chino). Cabe destacar que China (en los últimos 20 años) ha experimentado un acelerado crecimiento económico y demográfico, que algunos autores denominan “Revolución galáctica” (La Nación, 24 de junio, 2007, Revista Proa: 11), debido precisamente a la magnitud del crecimiento tecnológico y económico de este país, ya que logra convertirse en un periodo relativamente corto en una de las principales potencias económicas a nivel mundial y esta tendencia se mantiene en aumento[2].

He aquí la relevancia analítica de la noticia que comentaremos en las siguientes páginas: ¿Cuál es la razón por la cual China está interesada en la exploración petrolera en Costa Rica y cómo dicha iniciativa nos articula con las actuales dinámicas geopolíticas del siglo XXI? Al responder a dicha cuestión, abordaremos la posibilidad de realizar un ejercicio sociológico sobre las transformaciones del mundo contemporáneo.

Para ello, nos proponemos tres momentos analíticos: ¿China quiere explorar petróleo en Costa Rica?, Geopolítica petrolera China y Expansión Económica China. Aspectos que abordaremos desde los aportes teóricos de la Teoría de la Regulación.

1. ¿China quiere explorar petróleo en Costa Rica? [3]

Anuncia la noticia “La empresa petrolera de China expresó al Gobierno su interés en buscar petróleo en territorio costarricense como parte de la alianza bilateral anunciada para el sector de los hidrocarburos (…) La estatal Corporación Petrolera Nacional de China (CNPC), segunda en el mundo, hará estudios geológicos preliminares, confirmó el presidente de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), José León Desanti

En otras palabras, según informa el periódico La Nación,  el interés chino por explorar los pozos de petróleo identificados en el país, se expresó ya desde el mes de julio pasado, cuando Costa Rica y China establecieron relaciones diplomáticas.

Ese interés se ratificó durante la gira realizada por el presidente de la República (a finales de octubre 2007)[4], Oscar Arias Sánchez, a la gran nación asiática, junto con una comitiva que estuvo integrada, entre muchas otras personas, por el Presidente Ejecutivo de la Refinadora Costarricense de Petróleo, RECOPE, señor José León Desanti. Este último funcionario tuvo a su cargo una presentación ante autoridades chinas y medios de prensa internacionales, donde se promovió el potencial petrolero de Costa Rica; al respecto, La Nación informa sobre las palabras de dicho funcionario público de nuestro país: “Costa Rica tiene varios bloques (48) de exploración muy prometedores, tanto bajo el mar como en tierra firme. Están dispuestos según la normativa jurídica internacional”, señaló Desanti. 

Por su parte, China ha responsabilizado del proceso de negociación y cooperación con miras a la futura exploración petrolera, a la estatal Corporación Petrolera Nacional de China (CNPC)[5], que hará estudios geológicos preliminares en las zonas del país que tienen potencial petrolero, específicamente San Carlos y Limón. Durante la visita de Oscar Arias y su comitiva a China, el jerarca de RECOPE se reunió con el jerarca de la CNCP, señor Jiang Jieming[6].

Es importante hacer notar que, de acuerdo con las informaciones divulgadas por La Nación, la CNCP es una de las tres corporaciones petroleras más grandes del mundo; dicha corporación estatal tiene operaciones en 25 países del mundo y su empresa filial, PetroChina, es el mayor productor mundial y la compañía petrolera más grande desde el punto de vista de su participación bursátil, por encima incluso de gigantes como Exxon Mobil.

Asimismo, La Nación informa que durante el mes de noviembre actual (sin especificar las fechas), “Un grupo de expertos chinos vendrá […] para avanzar en los proyectos energéticos acordados con Costa Rica, como la ampliación de la refinería nacional, la posible instalación de una procesadora de crudo para la región y el interés de buscar petróleo en el país”. Efectivamente, Esto se corresponde con los acuerdos intergubernamentales alcanzados en la reciente gira de Arias a China, y el Ministro de Ambiente y Energía, señor Roberto Dobles, ha reiterado la disposición del gobierno de facilitar los estudios que determinen la viabilidad de explotación de petróleo en nuestro país.

Las autoridades gubernamentales (costarricenses), han rechazado que el país tenga una moratoria petrolera, pues aseguran que la administración Pacheco en realidad no la estableció vía decreto sino de manera informal, por decisión del presidente. Además, han rechazado las críticas sobre los posibles impactos ambientales que la explotación petrolera podría acarrear para el país, aduciendo que los mayores peligros se presentan en el transporte marítimo del crudo y no durante su explotación en pozos. No obstante, el Partido Acción Ciudadana (PAC) y la organización ambientalista Oilwatch han denunciado los riesgos de permitir que China inicie la fase exploratoria en territorio nacional.

Para el Ministro Roberto Dobles, la Ley de Hidrocarburos (de 1994) permite la exploración y eventual explotación petrolera, por lo cual la visita china se encuentra dentro de la legalidad del país. Las autoridades públicas han insistido, además, en los potenciales beneficios que tendría para Costa Rica encontrar petróleo en su territorio, debido a los altos precios del crudo en el mercado internacional y porque la exploración china se haría en asociación con nuestro país, pues el gigante petrolero asiático invertiría sumas muy importantes en la ampliación de RECOPE.

En síntesis, esto es lo que nos informa el periódico La Nación en los cuatro artículos que hemos indicado. No obstante, debemos ampliar el análisis para comprender por qué China se interesa en la exploración y explotación posible de hidrocarburos en territorio costarricense, y por qué está dispuesta a financiar millonarias inversiones para la ampliación de las capacidades de RECOPE, entre los planes que tiene dicha potencia global para y con nuestro país.

2. Geopolítica[7] petrolera China

Largas colas en las gasolineras, enfrentamientos entre los clientes e interrupción de los servicios de transporte de mercancías. China vive la peor crisis de suministro de combustible de los últimos años. Muchas estaciones de servicio (especialmente en las provincias costeras, de gran actividad exportadora, pero también en Pekín) están racionando el diésel debido a que las petroleras han optado por restringir el volumen de refino” Pekín - 01/11/2007[8] 
¿Por qué este fenómeno? China ha entrado, en los últimos años con gran fuerza en el comercio mundial. No obstante, y a pesar de los grandes beneficios y logros que han tenido hasta ahora, y de los que se le auguran a futuro, esta incursión ha puesto en evidencia una de sus principales debilidades:

“…la carencia energética: el petróleo, un bien estratégico y fundamental para cualquier aparato productivo, está desapareciendo paulatinamente del suelo chino, amenazando con poner en jaque a la ahora tercera economía más grande del mundo, después de Estados Unidos y toda la Unión Europea. Este problema se acentúa más conforme la producción doméstica se acelera (patrón seguido durante los últimos años)”. (Hidalgo, Miguel Angel)[9]


Por este motivo, el gobierno chino ha decidido implementar una serie de medidas con el fin de asegurar que el progreso en materia de comercio exterior conseguido hasta el momento por este país asiático, no se vea mermado y pueda seguir su evolución como hasta el momento se viene consiguiendo.

La medida establecida para la consecución de dicho propósito es la llamada “diplomacia del yuan”, con la cual se pretende lograr una alianza con sus principales socios productores de petróleo con el fin de que estos abastezcan la cada vez más creciente economía china, y que ha creado una serie de trastornos geopolíticamente hablando.

“…se puede aseverar que el desbordante consumo chino de petróleo (demostrado principalmente en sus altas tasas de importación de esta materia prima) ha orillado al gobierno de Pekín a instrumentalizar una política exterior coyuntural para mantener la alta tasa de crecimiento productivo, lo que tendrá un doble impacto internacional expuesto en términos económicos, con el aumento del precio de equilibrio en la oferta – demanda petrolera; y en términos geopolíticos, en lo que a la creación de nuevos ejes de poder se refiere”.(Idem.)


Es importante sin embargo anotar, que lo anterior no es un indicativo de que las reservas mundiales de petróleo, gas natural y carbón se estén agotando. Existen estudios geológicos que evidencian que por el contrario son abundantes por el momento y se espera que sigan así durante los próximos 15 años. (García Reyes, 2002).

Actualmente,
China es el segundo mayor consumidor de crudo del mundo, detrás de Estados Unidos. En los últimos años se ha lanzado a una carrera para asegurarse el suministro de petróleo por todo el mundo, y paliar el déficit de producción propia, verdadero talón de Aquiles, junto a la falta de otras materias primas, de su economía.

Pero e
l crecimiento económico chino tiene una limitante estructural: la carencia casi absoluta de petróleo, pues las mínimas reservas de las que dispone no permiten sustentar su ritmo de crecimiento de los últimos años. Bajo el paradigma energético global, la carencia de petróleo es una debilidad central para el desarrollo productivo de una potencia como China, la tercera economía del mundo después de Estados Unidos y la Unión Europea. (Hidalgo, 2006: 1) En este escenario, China ha comenzado a desplegar una estrategia diplomática para asegurarse países “petrosocios”, que puedan abastecer las necesidades crecientes de petróleo que necesita para consolidarse como la principal potencia económica del siglo XXI. Como consecuencia de su acelerado crecimiento económico, las necesidades chinas de petróleo han crecido más de un 100% en la última década (Búster: 2006: 6)

Así, los impactos que el consumo petrolero chino tiene sobre la dinámica energética global se hace posible solo si consideramos que es el segundo consumidor mundial, con un 8% de la demanda. Estados Unidos es el primer consumidor de petróleo con 47 millones de barriles diarios, seguido por China con 27 millones de barriles por día. En los próximos diez años, se estima que la demanda china de petróleo crecerá en un 55% al calor de su proceso acelerado de industrialización y urbanización, el más grande que habrá vivido la humanidad hasta ahora.

La necesidad china de petróleo ha desatado cambios geopolíticos considerables a nivel global, especialmente porque su dependencia de petróleo obliga al país a convertirse en una potencia con intereses geoestratégicos; por ejemplo, China ha acrecentado su presencia en Oriente Medio, es el principal socio comercial de Irán y desarrolla con dicho país su programa de energía nuclear, aún a contrapelo de la Ley de Sanciones contra Irán-Libia, de los Estados Unidos, que castiga a quienes colaboren con el régimen iraní. (Diagonal, Búster, 2006: 6)

En los últimos años, nuevas alianzas y rivalidades se desarrollan en torno a la sed china de petróleo. Estados Unidos ha tenido que contener el crecimiento del gigante asiático mediante su control de la región inmediata de influencia de aquél, Medio Oriente y Asia Central. Pero China no se detiene. Ha abierto procesos de acercamiento con gobiernos de África, India, América Latina y Medio Oriente, que le aseguren el abastecimiento constante que requiere su expansión económica.

Aunque una gran parte de la energía que mueve a China proviene del carbón, el petróleo es una de las bases que explican su gran crecimiento (que algunos llaman “el verdadero gran salto hacia adelante”, por contraposición al fallido intento de industrializar al país entre los años 50 y 60 del siglo XX) (Hidalgo, 2006: 4). La demanda de petróleo crece año con año, casi día con día.

La gran necesidad china de petróleo se explica, además, porque sus propias reservas están al límite, por lo cual la importación se hace cada vez más importante. Como señala Hidalgo,
La inviabilidad de explotar nuevos pozos desde finales de la década de los noventa, ha dejado a China entre la espada y la pared. Las importaciones siguen creciendo, indicando el agotamiento de las reservas existentes y la incapacidad de explotar nuevas, como las de Xinjiang y las de las Islas Spratly”. (Hidalgo, 2006, 6). Por eso, desde 1980 China comenzó a importar petróleo desde Oriente Medio, pues en ese año hizo compras a Yemen y Omán, que se fueron extendiendo progresivamente a Kuwait, Emiratos Árabes y, hacia mediados de los noventa, a Arabia Saudita, Irán e Irak. Veamos la siguiente tabla que muestra los países donde China adquirió petróleo desde 1992 hasta 2006 y que dan una idea de cuáles son sus intereses en esta materia:


Cronología de las adquisiciones petroleras chinas

Periodo 1992-1995

Periodo 1997-2002

Periodo 2003-2006

Política exploratoria de nuevos yacimientos y adquisiciones en Tailandia, Canadá, Indonesia, Perú y Sudán.

Adquisiciones en Sudán, Venezuela, Irak, Kazajistán, Argelia, Azerbaiján, Chad, Ecuador, Indonesia, Irán, Myanmar, Níger, Omán, Uzbekistán, Rusia, Siria, Túnez y Turkmenistán.

Aceleración de las adquisiciones tras la invasión de Irak en este último país, además en Argelia, Gabón, Egipto, Brasil, Argentina, Irán, Venezuela y Canadá. Perspectivas de adquisición en Bolivia.

Fuente: Semanario Diagonal, 2006.

Se estima que para el año 2020, el 50% del consumo de petróleo de China será importado. Para mantener el flujo constante de petróleo, las autoridades chinas han ideado dos estrategias: comprar barriles en el mercado internacional o establecer co-inversiones entre petroleras chinas y extranjeras. Pero estos últimos acuerdos de co-inversión apenas representan el 5% del petróleo consumido por el país en un año. La situación energética china es delicada y se resume en la siguiente cita:

“Con las reservas petroleras existentes casi agotadas, la inviabilidad de excavar nuevos pozos y expandir la producción doméstica de crudo y el acrecentamiento de la tasa de importación de barriles, China ha tenido que salir al mercado internacional de petróleo a abastecerse, encontrándose con una problemática geopolítica estructurada en torno a cárteles, intereses hegemónicos y administración de las reservas. […] Las importaciones de crudo le demandan a China una estrategia política integral segmentada en regiones. Con esto se determina la variación del punto de equilibrio demanda – oferta del petróleo a nivel mundial, ya que hay un nuevo comprador con una sed insaciable y, adicionalmente, se reconfigura el mapa geopolítico”. (Hidalgo, 2006: 7)


Por su parte, en América Latina[10], los intereses chinos se han diversificado ampliamente en los últimos años. El comercio chino-latinoamericano aumentó de $10 mil millones en 1993 a $50 mil millones en 2004. En los últimos años, las importaciones chinas de productos latinoamericanos ha aumentado en un 600%; hoy día, China desplazó a los EEUU como el principal comprador del cobre chileno, de la soja argentina y se ha convertido en uno de los principales socios económicos de Brasil, multiplicando sus inversiones en infraestructura y ayuda militar en toda la región. (Búster, 2006: 7)

En el plano energético también ha habido un importante crecimiento de las relaciones entre China y nuestra región. Por ejemplo, con Venezuela, Pekín ha firmado acuerdos que permitirán que para el 2012, ambos países lleguen a transar un millón de barriles diarios de petróleo, en el marco de un fondo de inversión de $6 mil millones. En Bolivia, los intereses chinos por el tema petrolero aumentaron tras la llegada de Evo Morales al poder, previéndose la posibilidad de inversiones multimillonarias; en Argentina, la petrolera estatal china CNOOC está negociando con Repsol-YPF la posibilidad de participación accionaria en su filial argentina, donde ha invertido más de $20 mil millones en los últimos años. (Búster, 2006: 7).

Como podemos inferir de los datos hasta aquí reseñados, el crecimiento económico chino depende en gran medida de una adecuada política en materia energética, lo que supone buscar aliados a nivel global y en todos los continentes, debido a que carece del suficiente petróleo como para sostener por sí misma el ritmo de crecimiento de su economía. En resumen:

“…en el consumo de petróleo sea del 25% durante los próximos 15 años  e incluso algunos autores se atreven a situar este incremento en el 50%” (Cole, 2003).


En este sentido, ningún potencial socio es despreciable, por pequeño que parezca, porque la sed del gran gigante asiático requiere disponibilidad y garantía de acceso a todas las fuentes posibles de hidrocarburos. Lo cual nos abre el camino a la siguiente pregunta ¿Qué es la “revolución galáctica” o expansión económica China?

3. Expansión Económica China

Según los expertos, la presencia China en el comercio internacional se dilató impresionantemente durante los últimos treinta años, desde la apertura de su economía en 1979. No obstante, el proceso no ha tenido un desarrollo constante, pues mientras que durante los años ochenta se llevó a cabo de una manera lenta y pausada, (al flexibilizarse los controles sobre las importaciones y las exportaciones) para los años noventa se agilizó grandemente gracias a las reformas comerciales que realizaron (entre las que se contemplaban reducciones arancelarias importantes). El proceso se ha visto coronado con la adhesión de China a la Organización Mundial del Comercio en el 2001, año a partir del cual, ya se habla de una incursión incesante y acelerada de dicho país en el comercio global[11].  

La imagen que se había venido manejando de China, es la de un país exportador de productos de fabricación en masa y de calidad cuestionable, lo cual tiene justa explicación en que, durante los años ochenta y a inicios de los noventa principalmente.

Sin embargo, en los últimos años ha incrementado su participación en gran cantidad de rubros, principalmente telecomunicaciones, muebles, artículos, entre otros, con una evidente y palpable mejora en los aspectos relacionados con los estándares de calidad.

Recientemente incursiona en la exportación de productos de alta tecnología, como por ejemplo equipo de procesamiento de datos, esto provoca hoy en día, que los artículos electrónicos representen más de un 25% de las exportaciones de este país asiático.

“La economía china se consolida de año en año como una de las más poderosas del planeta. Los alcances de esta aseveración se pueden fundamentar, de manera muy somera, con una superficial revisión del PIB, que presenta una tasa de crecimiento real sostenido en los últimos siete años de aproximadamente el 8,2%. Esto provoca que el posible aumento1 China consumió 27 millones de barriles diarios. Esto lo coloca detrás del líder consumidor mundial, que es Estados Unidos con 47 millones. En la tercera posición aparece Rusia con 13 millones y en cuarto lugar Japón (antaño el segundo consumidor) con 10 millones. Más lejanamente, figura India en quinto lugar, con 7 millones de barriles consumidos diariamente.” (Chu, Fesharaki y Wu, 2006).


En la actualidad, China se ha convertido en un país eficiente, eficaz y competitivo en los mercados internacionales, lo que ha despertado el interés en sus productos, de los consumidores de prácticamente todo el planeta.

En cuanto al sector externo, China es la tercera potencia exportadora del mundo, después de Estados Unidos y Alemania. La consolidación de su mercado financiero, que hoy día tasa el yen en una “canasta de divisas” y ya no solo con relación al dólar, le da mayor flexibilidad para orientarse hacia otros mercados. Sus exportaciones se dirigen principalmente hacia Estados Unidos, la Unión Europea y Japón.

China posee un extraordinario dinamismo económico externo, pues ha dejado atrás su estrategia política de las décadas del cincuenta al setenta y lo que busca ahora son negocios. Esto es lo que nos señala Hidalgo en la siguiente observación: “Pekín ya no busca “pueblos hermanos” sino “socios”. “Negocio es negocio”, dijo el Embajador de China en Angola.  Los empresarios chinos simplemente encuentran una oportunidad y la canalizan, sin inmiscuirse en consideraciones ideológicas o teleológicas acerca de la construcción de un mundo de alianzas discursivas. El negocio es la más fuerte de las políticas”. (Hidalgo, 2006: 7)

Este fenómeno es comprensibles desde el punto de vista de la teoría de la regulación, un elemento importante es señalar que el auge económico chino y su creciente vinculación al comercio mundial de bienes y servicios, así como su propia expansión interna, se dan desde finales de los años setenta, es decir en el momento en que el capitalismo global comienza a vivir el complejo tránsito desde el fordismo hasta el post-fordismo, este último caracterizado centralmente por la deslocalización industrial, los cambios en la relación capital-fuerza de trabajo y la desregulación del mercado financiero global. La participación china en el comercio mundial
pasó de menos de 1% en 1979 al 5.5% en el 2003, esto es un crecimiento realmente espectacular si consideramos que hasta finales de los setenta la economía china estaba fuertemente basada en la agricultura.

Si bien es cierto China ha crecido mucho en términos de su propio mercado interno, es cierto por otra parte que dicho auge se debe a los enormes volúmenes de inversión extranjera directa que fluyen hacia dicho país para aprovechar las oportunidades de un mercado en expansión y fuerza de trabajo abundante y barata[12]. Esa enorme masa de capitales fluye hacia China en un contexto histórico en el que el capitalismo deslocaliza la producción desde los países centrales (Europa y los Estados Unidos) hacia otros territorios, buscando mejores condiciones para la valorización del capital.

Si desde el punto de vista de la teoría de la regulación, el paso al post-fordismo rompió con el esquema clásico según el cual los actores centrales eran los de la triada Estado-Capital-Fuerza de Trabajo, el crecimiento económico chino puede ser comprendido como una consecuencia directa de ese paso de un paradigma industrial a otro. China ha sido integrada en el ámbito del actual régimen de acumulación del capitalismo global, pues si bien es cierto este país ha diseñado y puesto en ejecución una serie de estrategias para desplegar su crecimiento económico, este último no sería posible sin el contexto general de expansión global del capital.

Una discusión interesante se desprende de la pregunta: La incorporación de China al mercado capitalista mundial, ¿convierte al país en una economía capitalista? Para responder a dicha pregunta tendríamos que aclarar cuál y cómo es, en el caso chino, la relación tipo que el regulacionismo identifica entre el Estado, el capital y la fuerza de trabajo, en términos de los mecanismos institucionalizados que permiten la reproducción de uno y otro. Pero independientemente de cuál sea la realidad interna china en términos de una conversión real a un régimen de acumulación típicamente capitalista, parece cierto, por otro lado, que la incorporación de ese país a la economía global ha permitido un aceleramiento en el ritmo de crecimiento del capitalismo a escala planetaria.

Por ello, la demanda creciente de energéticos (petróleo principalmente) es un resultado directo de esa necesidad del capital de reproducirse a escala cada vez más ampliada. Se puede decir entonces, que el éxito del crecimiento económico de China se debe en gran parte a la expansión del poder adquisitivo de su  mercado interno de los últimos años, lo cual hace que aumente la demanda agregada que aleja los peligros de inflación, lo cual es influenciado por el bajo precio de la mano de obra y que la legislación para lo que es inversión, sea hasta cierto punto ligera. Todo lo anterior hace que los costos de producción de la mayoría de los productos chinos sean bajos y que la demandad sea alta y que haya muchos nichos nuevos de mercado.

A modo de Conclusiones

Costa Rica establece recientemente relaciones diplomáticas con China, con lo que el país se convierte en el primero de la región en concretar relaciones con este país asiático, el cual cabe destacar ha experimentado un acelerado crecimiento económico y demográfico, que algunos autores denominan “Revolución galáctica” (La Nación, 24 de junio, 2007, Revista Proa: 11), debido precisamente a la magnitud del crecimiento tecnológico y económico de este país, ya que logra convertirse en un periodo relativamente corto de tiempo en una de las principales potencias económicas a nivel mundial y esta tendencia se mantiene en aumento.

En tanto constituye el país mas poblado del mundo, su población requiere de una serie de recursos (materias primas) para mantener y elevar los volúmenes de producción con el fin de abastecer sus necesidades.  Gracias a su creciente desarrollo económico y a la apertura comercial que surge como resultado de su incorporación en la OMC (Organización Mundial de Comercio)  en el 2001, China se expande a nivel mundial, por medio de la exportación e importación de materias primas y productos terminados.

Durante los últimos años, China a logrado consolidarse como uno de los principales productores de tecnología a nivel mundial, además, su evolución arquitectónica ha alcanzado niveles superiores a los de otros países industrializados y en vías de desarrollo, razón por la cual, sus necesidades energéticas van en aumento continuo y ante el hecho de no poder producir toda la energía necesaria para abastecer sus proyectos y cotidianidad, se hace necesario recurrir al establecimiento de relaciones comerciales estratégicas con países que cuenten con estos recursos energéticos (carbón y petróleo principalmente) y que además se encuentren en disposición de comercializarlos con China.

De acuerdo a los datos brindados por el Departamento de Energía de Estados Unidos, en el 2004 China consumía el 40% del cemento del mundo, adquiría el 37% del algodón producido a nivel mundial, el 30% del arroz y el 30% del carbón disponible (La Nación, Revista Proa, 24 de junio 2007: 11).  Es evidente que China constituye un comprador importante de materias primas y productos y debido a su creciente ascenso es innegable su importancia dentro de la dinámica comercial mundial.

Con respecto a las relaciones diplomáticas y comerciales establecidas en meses pasados entre Costa Rica y China, es posible identificar aspectos fundamentales con respecto a los intereses de China en el país, entre ellos, la cuestión de la agroindustria  y el turismo, constituyen las actividades con mayores posibilidades de sacar provecho del acercamiento de Costa Rica al mercado Chino, en el aspecto agroindustrial se identifican las salsa, jaleas, palmito, café, jugos y pastas de arroz, como las principales mercancías a exportar hacia China y con respecto al turismo, China declaro a Costa Rica “destino recomendado” el pasado 3 de octubre, según datos del periódico la Nación del 24 de octubre del ago en curso.  En esa misma nota, se señala que “… de acuerdo con PROCOMER, China considera a Costa Rica como una buena opción para invertir debido a su cercanía con el mercado estadounidense” (La Nación, 24 de octubre, 2007: 24A).

Apartar de la visita del Presidente Arias a China, la cual tuvo como objetivo propiciar un acercamiento económico y diplomático entre ambos países y al mismo tiempo atraer inversiones al país.  Precisamente en este punto, es importante señalar el interés mostrado por las empresas de alta tecnología y la industria petrolera china (La Nación, 24 de octubre, 2007: 24A), la eventual llegada de estas empresas al país implican una serie de consecuencias positivas y negativas, las cuales deben ser evaluadas de la forma mas objetiva posible y la actividad que realicen requiere además, de regulación estatal, con el fin de que los procesos productivos de estas industrias cumplan con las normas nacionales de producción.

Con respecto a la industria petrolera, es importante señalar, que en la visita de Arias a China, quedo establecido que la Petrolera Estatal China invertirá en el país, con el fin de aumentar la capacidad de procesamiento de carburantes en alianza con RECOPE.  Sin embargo, aun no esta claro de donde saldrá el petróleo necesario para esta nueva planta, debido a que China no, tiene petróleo (La Nación, 25 de octubre, 2007: 5A).

Respecto a lo anterior es necesario cuestionarse acerca de el ultimo punto, ya que para establecer una planta petrolera en el país, se requiere contar con este recurso (valga la redundancia) y si el país inversionista no cuenta con él, entonces tendrá que obtenerlo de alguna parte, lo cual no descarta de manera alguna, la posible exploración y posterior explotación petrolera | en el país.  Asunto que ya ha sido discutido anteriormente en el país y que ha generado posiciones contrapuestas debido a sus implicaciones sociales, económicas y ambientales para las comunidades cercanas al lugar donde se ubicaría la planta y para el país en general.

A pesar de que para el presidente Arias, este proyecto representa una “solución de alcance local ante la dificultad ha enfrentado el desarrollo de una refinería regional” (La Nación, 25 de octubre, 2007: 5A), no puede obviarse de ninguna manera el impacto tanto negativo como positivo del mismo en el país y en la región, así como la necesidad inmanente de establecer con claridad las reglas bajo las cuales se establecerán los vínculos comerciales entre los países.

En este sentido, la posición que tome el Estado frente a este proyecto y a los que puedan surgir posteriormente, como resultado de la alianza entre Costa Rica y China, la firma de tratados de libre comercio con este y otros países, tales como los de la Unión Europea, en caso de que las expectativas del gobierno costarricense (servir a China de trampolín para acceder a mercados como el latinoamericano, estadounidense y europeo) se cumplan, es de vital importancia, en tanto constituye el principal regulador de las relaciones.

En resumen, podemos afirmar que el interés chino en explorar y explotar petróleo en Costa Rica, puede comprenderse como un resultado directo de la expansión del capitalismo a nivel global y su creciente búsqueda de materias primas e insumos productivos en todo el globo; si bien la división internacional del trabajo que asignó a nuestros países el papel de proveedores de materias primas es más viejo, es nuevo el hecho de que el paradigma energético vigente impulse a una gran potencia en crecimiento, a expandir sus intereses por diversas regiones del planeta para garantizar sus propios niveles de crecimiento.

El hecho de que China busque petróleo en Costa Rica no es un hecho aislado, pues como vimos esos intereses se extienden por varios continentes e involucran a muchos otros países, desde Canadá y Brasil (dos grandes economías), pasando por Arabia Saudita e Irak (dos países con enormes yacimientos), llegando a Costa Rica y otros países latinoamericanos cuyo potencial no es tan grande pero que en un contexto de crisis energética adquieren una relevancia extraordinaria.

Referencias bibliográficas:

  • Cole, Bernard. (2003). “Oil for the lamps of China: Beijing’s 21st century search forenergy”. Universidad de la Defensa Nacional, Instituto de Estudios Estratégicos Nacionales. Publicado en Estados Unidos.
  • Chu, Fesharaki y Wu, (2006). “China’s energy in transition. Regional and Globalimplications”. Asian Economic Policy Review. Japan Center for Economic Research.
  • García Reyes, M. y Gerardo R. “Estados Unidos, petróleo y geopolítica. Las estrategias petroleras como un instrumento de reconfiguración geopolítica”. Editorial Plaza y Valdés. México, 2002.
  • Hidalgo Martínez, Miguel Ángel, Dragón sin fondo: Análisis económico y geopolítico del impacto chino en el mercado petrolero, obtenido en la Internet, citado el 20 de noviembre de 2007 <http://www.igadi.org/china/2007/mahm_dragon_sin_fondo.pdf >
  • Búster, G., China, sed de petróleo, en Semanario Diagonal, 27 de abril al 10 de mayo de 2006, España.
  • Murillo, Álvaro, China propone explorar petróleo en Costa Rica, en La Nación, 7 de noviembre de 2007, obtenido en la Internet, citado el 19 de noviembre de 2007, <http://www.nacion.com/ln_ee/2007/noviembre/07/pais1306394.html>
  • Murillo, Álvaro, Un gigante del negocio petrolero en el mundo, en La Nación, 7 de noviembre de 2007, obtenido en la Internet, citado el 19 de noviembre de 2007, <http://www.nacion.com/ln_ee/2007/noviembre/07/pais1306407.html>
  • Murillo, Álvaro, Hay potencial petrolero, en La Nación, 7 de noviembre de 2007, obtenido en la Internet, citado el 19 de noviembre de 2007, <http://www.nacion.com/ln_ee/2007/noviembre/07/pais1306410.html>
  • Murillo, Álvaro, Misión china viene a analizar energía, en La Nación, 8 de noviembre de 2007, obtenido en la Internet, citado el 19 de noviembre de 2007, <http://www.nacion.com/ln_ee/2007/noviembre/08/pais1308500.html>


- Javier Torres Vindas / Gerardo Cerdas Veja, Sociólogos costarricenses.

(El texto original fue elaborado como trabajo final del curso “Transformaciones sociales contemporáneas y los nuevos retos para la sociología” en Noviembre 2007 en la Maestría Centroamericana en Sociología de la UCR. Para dicho trabajo se formó un grupo que elaboró el texto que sirvió de base al presente. En dicho grupo participamos: Carolina Marín Campos, Javier Torres Vindas, Katty Leiva Marín, Gerardo Cerdas Vega.)



[1] “El 25 de octubre de 2007, el Primer Ministro del Consejo de Estado Wen Jiabao se entrevistó en Ziguangge de Zhongnanhai con el Presidente de Costa Rica Oscar Arias (…) Wen Jiabao manifestó que el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre China y Costa Rica en junio del año en curso abrió una nueva era en el intercambio entre los dos países y cumplió el deseo acariciado desde hace mucho tiempo por los pueblos de los dos países. Este acontecimiento favorecerá a la ampliación y profundización de la amistad y cooperación entre los dos países y al bienestar de los dos pueblos (…)
Wen Jiabao expresó que aunque sólo lleva 5 meses desde el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre China y Costa Rica, el intercambio y cooperación entre los dos países ya han reportado frutos iniciales. Este buen comienzo ha asentado una base para el ulterior desarrollo de las relaciones entre los dos países. Desea que las dos partes aprovechen bien el tiempo para llevar a efecto los acuerdos alcanzados y ampliar constantemente la cooperación sobre la base de igualdad y beneficio mutuo, y en especial, fortalecer la cooperación en las áreas de inversiones recíprocas, ciencias y tecnologías y turismo. La parte china tiene plena confianza en las perspectivas del desarrollo de las relaciones entre los dos países” http://www.fmprc.gov.cn/esp/wjb/zzjg/ldmzs/xwlb/t376113.htm

[2] Se prevé que la economía china crezca un 11,5% este año, con lo que será el quinto ejercicio consecutivo con subidas de dos dígitos. Esta febril actividad ha disparado el transporte y el consumo de combustible en un país que las importaciones representan alrededor del 50% del total utilizado. http://spanish.peopledaily.com.cn/31620/6285889.html

[3]  http://www.nacion.com/ln_ee/2007/noviembre/07/pais1306394.html Además, el periódico La Nación publicó en su página electrónica, los pasados 7 y 8 de noviembre, otros tres artículos relacionados con el interés de China en la exploración y explotación petrolera en Costa Rica Los artículos se titulan: “Un gigante del negocio petrolero en el mundo”, “Hay potencial petrolero” y “Misión china viene a analizar energía”. Los cuatro textos fueron elaborados por el periodista de ese medio periodístico, señor Álvaro Murillo. alvaromurillo@nacion.com

[4] Cf. “Ministro Yang Jiechi se Entrevistó con Presidente Costarricense Arias” En: http://www.fmprc.gov.cn/esp/wjb/zzjg/ldmzs/xwlb/t376740.htm

[5] Además de la CNPC, China tiene otras dos corporaciones estatales petroleras, la Chinese Nationl Off – Shore Oil Company (CNOOC) y la China Petroleum & Chemical Corporation (SINOPEC). En conjunto, estas tres corporaciones le permiten a China desplegar su estrategia energética a nivel global.

[6] Los anteriores intentos de exploración en Costa Rica: a) 1874-Inicios. El general Tomás Guardia contrató al geólogo William Gabb, a quien se le acredita el hallazgo de las evidencias de hidrocarburos en el sur de Limón, donde se realizó la primera exploración en 1915, b) 1975-Contrato. Con capital francés se perforó el primer pozo en Limón, sin resultado alguno, c)1980-México. Ante la crisis mundial, el país decidió reactivar exploraciones y, junto con capital mexicano, realizó perforaciones en el sur de Limón, pero no se terminaron y el Estado quedó con una deuda de $28 millones., d)1988-Canadá. Petro Canadá perforó cuatro pozos: dos en San Carlos, en Limón y en Tempisque, pero sin resultados., e) 1998- Harken. La estadounidense MKJ Exploration Inc. fue la adjudicataria de cuatro bloques en Limón, los cuales cede después, de manera parcial, a la firma Harken Costa Rica Holdings, f) 2005- Marcha atrás. Tras dificultades con estudios ambientales, el gobierno de Abel Pacheco anuló la concesión, lo cual dio origen a un conflicto jurídico aún vigente. Hay una demanda. http://www.nacion.com/ln_ee/2007/noviembre/07/pais1306394.html

[7] Es la ciencia que a través de la geografía política, la geografía descriptiva y la historia estudia la causalidad espacial de los sucesos políticos y sus futuros efectos. La geopolítica también representó uno de los instrumentos para definir las estrategias de la colonización del mundo. Tampoco se puede olvidar una nueva vertiente de la geografía política: el desarrollo de grandes compañías u organizaciones multinacionales de gran poder económico y político (algunas similares a muchos estados), que fomentan estrategias territoriales cercanas al estudio de la geopolítica (Geopolítica macroeconómica).

[11] Desde finales de los años setenta, China ha venido experimentando un acelerado crecimiento económico; por ejemplo, en los últimos diez años su Producto Interno Bruto ha crecido en términos reales un 8,2% anual, como resultado de la expansión de su mercado interno (que ha hecho crecer la demanda agregada con la incorporación de varios nuevos millones de consumidores), la urbanización acelerada, la facilidad de los marcos jurídicos para las inversiones, los bajos costos de la fuerza de trabajo y la alta competitividad tecnológica de su parque industrial. (Hidalgo, 2006: 3) Pero ese ritmo de crecimiento demanda abastecimiento constante de energéticos (privilegiadamente de petróleo) so riesgo de implosión. 

[12]  El salario promedio de un trabajador chino equivale tan solo al 5% de un trabajador norteamericano. (Búster, 2006: 8)

https://www.alainet.org/es/articulo/126681
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