El 3 de mayo se conmemoró el Día Internacional de la Libertad de Prensa, coyuntura idónea para reflexionar no solo sobre las violaciones y agresiones contra los periodistas, sino también sobre la presencia de la información en los medios, las coberturas y las exclusiones que se presentan.

La centralización que caracteriza a nuestro país tiene su réplica en todos los ámbitos de la vida y la prensa no es la excepción. Por eso, es pertinente realizar un análisis crítico sobre los temas, agendas y actores que no son noticia en los medios, las causas y consecuencias de esa exclusión y las posibles estrategias para revertir esa tendencia.

Según el informe MacBride, la comunicación es un importante recurso del desarrollo, un vehículo para asegurar la participación política real en la toma de decisiones, una base de información central para la definición de las opciones de políticas, así como un instrumento para la creación de una conciencia sobre las necesidades nacionales.

En Guatemala, solo dos medios dedican espacios a la nota departamental en secciones específicas, Prensa Libre es uno de ellos, contando con una red de 30 corresponsales; sin embargo, todavía hay debilidades en el tratamiento de los temas y en la cantidad de información publicada.

En el 2007, según un estudio de cobertura departamental elaborado por la Agencia Cerigua, los principales cinco medios escritos nacionales incluyeron ocho mil 946 noticias del área rural, cifra inferior al 2006, cuando fueron publicadas 10 mil 166 notas. Quetzaltenango y Escuintla son los departamentos de los que más se publica, mientras que El Progreso es el de menor presencia.

El promedio mensual de publicaciones departamentales en esos cinco periódicos es de 38.73 notas, pero diez departamentos no rebasan un promedio de una nota diaria, ocho no llegan a dos y solo tres desbordan un promedio de dos.

La inseguridad y los sucesos continúan ocupando el principal punto de interés de esta cobertura, mientras que contenidos estratégicos como el medio ambiente, los protagonismos de las mujeres indígenas y mestizas, los campesinos-indígenas y sus luchas, así como el sida, todos incluidos en los Objetivos del Milenio, no lograron capturar el interés de la prensa.

El tema ambiental obtuvo 401 noticias, mientras que sobre el sida solamente se publicaron 15 notas, en todos los medios, en un año.

En relación con mujeres rurales, indígenas y mestizas, se publicaron 126 noticias, respecto de las luchas campesinas se incluyeron 82 y acerca de pueblos indígenas, 56.

Como se ve, es escasa la información departamental, pero esta insuficiencia se vuelve aún peor al considerar que los accidentes y los sucesos suelen monopolizar la información.

La creatividad, la renovación del mensaje, los objetivos, los recursos, los programas de capacitación de personal, la actualización técnica y tecnológica y, sobre todo, la sensibilización a los reporteros y corresponsales en relación con los asuntos de interés para sus comunidades y para el país, se constituyen en herramientas valiosas para este propósito.

Hay que encaminarse a superar esta marginación para contribuir a generar interés en temas trascendentales.