Cuentos bushistas

No existe triunfo de Estados Unidos en Irak

31/07/2008
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En otra de sus particulares puestas en escena, el presidente estadounidense George Bush anunció un raquítico retiro de tropas de Irak y un insignificante envío de soldados a Afganistán, lo que en sus palabras implica una gran mejoría de la situación en Irak y una advertencia a las fuerzas del talibán: “Los terroristas enfrentarán en Afganistán la misma lucha que están enfrentando ahora en Irak y serán derrotados”. Los hechos señalan algo distinto, no hay mejoría de la situación iraquí atribuible a éxitos de la administración Bush, que fue la que creó el problema al invadir el territorio iraquí en el 2003.

La invasión, realizada con todo el poderío bélico que Estados Unidos posee, triunfó sobre los ejércitos iraquíes, perro hasta el momento no ha logrado imponerse al pueblo iraquí, de la misma manera que la llamada coalición, integrada por el país del norte y sus socios europeos, no le ha podido ganar a los afganos, tildados todos de talibanes por Washington. Y lo que ahora está haciendo Bush es darle una ayuda al candidato presidencial republicano, quien se apresuró a decir que ese retiro de tropas “demuestra éxito en Irak” y apoyó el envío de algunos batallones a Afganistán.

Su contendiente, el candidato demócrata a la presidencia Barack Obama, cuestionó el mantenimiento de mas de 140 mil efectivos en Irak y aseguró que gastar 10 billones de dólares al mes en esa guerra era darle un cheque en blanco a los líderes iraquíes, en vez de presionarlos para que se reconciliaran. Insistió en que Bush y McCain no entienden que el frente principal está en Afganistán y Pakistán, donde se esconden los supuestos autores de los hechos del 11 de septiembre de 2001, a lo que su rival respondió que no se trataba de perder en Irak para ganar en Afganistán. Los tres están tratando de llevar agua a su molino.

Negociaciones y jaloneos

Más allá de la bravatas y amenazas, lo concreto es que Estados Unidos no controla la situación en ninguno de los dos países que invadió a pretexto de vengar el nunca bien aclarado colapso de las torres gemelas de Nueva York y los demás hechos ocurridos el 11 de septiembre de 2001.Ni las elecciones de un parlamento y un gobierno, ni la captura y ejecución de Saddam Hussein significaron el término de la violencia, porque la presencia de tropas extranjeras originó una confrontación adicional a la que ya tenían sunitas, chiítas y kurdos. Decenas de personas morían todos los días y el número de muertos se calcula entre 600 mil y un millón de personas. En el último año o año y medio, la situación empezó a cambiar.

Es cierto que la violencia y las muertes han disminuido, pero eso no es obra de los invasores ni de los mercenarios llevados por los “contratistas” estadounidenses como quiere presentarlo Bush. Eso es consecuencia de la gestión del Primer Ministro chiíta Nouri Al-Maliki y de las negociaciones que Bush finalmente tuvo que aceptar, incluso con los iraníes, a los que constantemente amenaza y señala como sus enemigos. Hace aproximadamente un año que el canciller de Irán informó que había aceptado la petición estadounidense, hecha a través de Suiza, para celebrar una nueva ronda de negociaciones sobre la seguridad en Irak.

Para ese entonces ya habían tenido tres rondas de conversaciones, iniciadas en mayo de 2007, en los primeros contactos directos desde la ruptura producida después del derrocamiento del Shah.

Irán demandaba apoyo al gobierno del Primer Ministro Al Maliki y un calendario de retirada de tropas estadounidenses. En el transcurso de los últimos diez días de agosto hubo intensas negociaciones y Al Maliki declaró que Estados Unidos había aceptado que no habría soldados extranjeros en Irak después del 2011,mientras que fuentes estadounidenses sostenían que se les permitiría mantener decenas de miles de efectivos no combatientes después de ese año. La administración Bush cree que el Primer Ministro los necesitará para estructurar un ejército y una policía leales a su gobierno, pero éste piensa diferente.

Maliki quiere garantías de que Estados Unidos no usará el territorio iraquí para atacar a otros países de la región, en especial Irán, con el que ha estrechado relaciones. También quiere que los estadounidenses se comprometan a que cuando ellos salgan de Irak, los países vecinos gobernados por sunitas aliados de Washington no atacarán a Irak. Cabe recordar que el gobierno de Bush le dio 20 mil millones de dólares en armamento a Arabia Saudita.

La extensión de la guerra

Establecido que el éxito estadounidense en Irak no existe, hay que decir también que el aumento de tropas en Afganistán tampoco llevará a la detención de Osama Ben Laden ni al aniquilamiento de Al Qaeda, si ambos son reales. El propósito de Estados Unidos es ir consolidando posiciones alrededor de los dos grandes del área: China y Rusia. Para dominar completamente a Afganistán, tiene que controlar Pakistán y eso es lo que va a hacer ahora que ya cayó uno de sus grandes aliados, el presidente pakistaní Pervez Musharraff, que fue destituido por el parlamento.

Musharraff, quien accedió al gobierno mediante un golpe de Estado, fue legitimado de hecho por Estados Unidos. Hace pocos días debió renunciar, para no ser destituido por quien es ahora el hombre fuerte de ese país, Asif Alí Zardari,que es el viudo de Benazir Bhutto, la ex Primera Ministra que murió en un atentado cuando se preparaba para ser elegida Primera Ministra nuevamente. Aunque en su testamento político designó como su sucesor a su hijo, el viudo anunció que como éste era muy joven, él asumiría la conducción del poderoso Partido Popular Pakistaní y fue clave para forzar la renuncia de Musharraff, quien había caído en desagracia con Estados Unidos por su negativa a enviar tropas a Waziristan del norte, que limita con Afganistán.

En esa zona autónoma habitan tribus a las que se acusa de apoyar y dar refugio a los talibanes. Pese a las presiones estadounidenses, Musharraff no se involucró porque el ejército no estaba dispuesto a hacerlo por motivos religiosos. Por su parte Benazir Buttho había dicho que ella no avalaría una acción unilateral de Estados Unidos en esa zona de su país y que precisamente por eso consideraba que Pakistán debería actuar para evitar una violación a su soberanía. Se suponía que si era electa Estados Unidos le pediría autorización para entrar a territorio afgano.

El martes recién pasado, mientras Zardari tomaba posesión como presidente de Pakistán, Estados Unidos atacó una madraza con aviones no tripulados, justamente en Warizistan del Norte, sin haber pedido autorización. De esa manera, violando la soberanía paquistaní, se inició una nueva etapa de la guerra contra Irak y Afganistán.

- Frida Modak, periodista, fue Secretaria de Prensa del Presidente Salvador Allende.

https://www.alainet.org/es/articulo/129802?language=en
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