La noción misma de democracia es objeto de lucha política.

Hay, por una parte, una noción impuesta de democracia, aquella producida por los organismos multilaterales y por la otra una que pugna desde un proyecto transformador, de compromiso con valores éticos de defensa de la naturaleza y de la humanidad.

Nuestras reflexiones se orientaron a pensar la relación con la democracia de manera diferencial:

·         Por una parte, bajo condiciones de degradación democrática, la tarea de denuncia, resistencia, defensa de la legalidad burguesa pueden ser consideradas como conquistas democráticas.

·         Por la otra es preciso pensar en el proceso de transformación de la sociedad en dirección a la construcción de una democracia socialista, así como en las dificultades y obstáculos que puedan producirse.

Los procesos de democratización están vinculados a las condiciones materiales e históricas en las que se dan las luchas por la ampliación de la democracia.

Una democracia socialista debe transformar la ley política, la ley civil y la ley de familia, en el sentido de transformación de las relaciones asimétricas de poder existentes: las políticas, las de clase, las de género sexual. Es preciso tener en cuenta esas articulaciones pues la división entre sociedad civil y estado es un producto del capitalismo. En una sociedad socialista el estado deberá reintegrar a la sociedad civil las funciones que ésta depositó en el Estado. Es preciso, en el proceso mismo de construcción del socialismo, pensar en los obstáculos que presentan esos poderes reificados e institucionalizados. La construcción de un nuevo debe tener en cuenta las relaciones entre lo viejo y lo nuevo, pues lo nuevo nace de lo viejo, a menudo de sus contradicciones pero también hunde en él sus raíces. Un orden nuevo se construye no sobre sino con las ruinas del antiguo. Es preciso situarse en el campo de lo social teniendo en cuenta la densidad de la historia. A partir de un punto de vista histórico y situado (material, local y corporalmente) consideramos que las tareas de la transición hacia el socialismo estarán determinadas en buena medida por las condiciones materiales, políticas, culturales de cada formación social y por las relaciones de fuerza a nivel mundial.

·         Respecto de los procesos de conquista de un socialismo democrático

Los procesos emancipatorias pueden producirse o bien desde arriba, como en Venezuela, o bien desde abajo, como en el caso de Bolivia. Este es un tema relevante pues a menudo no se consideran las tensiones entre los movimientos sociales y el Estado, los riesgos de cooptación, los límites institucionales.

Tales procesos deben tener en cuenta a los sujetos en cuanto sujetos corpóreos, marcados por la diferencia sexual, por el color de la piel, por la clase.

Las posibilidades de participación de los y las sujetos están marcadas por tales determinaciones: por los efectos que sobre sus vidas tiene la división social y sexual de trabajo, que afecta sobre todo a las mujeres no sólo como diferentes, sino también como desiguales

No basta con que los sujetos participen, es preciso avanzar hacia una organización informada, pues los sujetos deben estar convencidos de la importancia de su participación. En el proceso mismo debe prestarse atención a la emergencia continua de obstáculos, pues los procesos de transformación tienden a detenerse.

·         Respecto de los procesos de resistencia: Colombia es un caso testigo

Hay en Colombia 30.00 desaparecidos, 5000 ejecuciones extrajudiciales, 4.000.000 de desplazados y desplazadas intern@s, la mayoría de ellos y ellas negr@s, indi@s, campesino@s. En este caso el simple respeto por la legalidad burguesa es un logro. La derecha colombiana es el eje de organización de la ofensiva antidemocrática y antisocialista en América Latina.

En Colombia, por ejemplo, esas tareas democráticas consistirán en la apelación a la defensa de la legalidad burguesa, mientras en Bolivia, Venezuela, Ecuador la labor estará orientada hacia la producción de prácticas capaces de lograr la restitución de las funciones alienadas en el Estado en beneficio de la sociedad civil.

Coincidimos en situar las tensiones entre lo nuevo y lo viejo en el nivel de las relaciones entre el capitalismo, el racismo y el patriarcado y las prácticas contestatarias de los sujetos que desean construir el socialismo.

En cuanto sujetos políticos es preciso hallar puntos de ruptura en la tendencia a la reproducción del orden capitalista que procura sostener el monopolio de los recursos financieros, naturales, comunicacionales, bélicos, energéticos.

Dich@s sujetos se hallan situados, por decirlo de un modo simplificado, en la búsqueda de construir un orden nuevo. Sin embargo eso nuevo por construir implica en buena medida la recuperación de las tradiciones de esos/as sujetos, de las historias discontinuas y fragmentarias de las/los sujetos subalternos y subalternas.

La construcción del orden nuevo, un orden plenamente democrático que entendemos como socialista, pues el capitalismo es incompatible con la democracia, supone: la audacia para buscar los puntos de ruptura con la tendencia a la reproducción de las relaciones capitalistas de explotación y patriarcales de dominación.

Esa audacia nos compromete a:

• Reconocer y recuperar nuestras tradiciones teóricas y políticas

• Prestar más atención a los /las sujetos que a las cosas

• Procurar la recuperación de un diálogo entre sociedad civil y estado

• Considerar la democracia como un espacio para la elaboración de los acuerdos posibles, pero también para el conflicto y el disenso, para la práctica plural

Es preciso transformar:

• Las leyes

• Las instituciones, las políticas públicas

• Las ideologías, las ideas, los conocimientos, las ciencias

•  Los valores

Las estrategias para la producción de estas transformaciones fueron consideradas como de carácter situado, es decir: no existen recetas, sino propuestas formuladas en condiciones determinadas, situadas histórica y socialmente y por ello provisorias, sujetas a revisión y susceptibles de reificarse.

·         En cuanto a las leyes

La ampliación de derechos (los de las mujeres, de las comunidades, del medio ambiente, de los grupos con distinta orientación sexual) implican no sólo nuevos derechos, sino una ampliación de sujetos de derecho.

En el caso de las mujeres el derecho a la participación política paritaria, el derecho a decidir sobre sus propios cuerpos de manera autónoma, a decidir sus proyectos vitales.

Es decir: no basta con el instrumento legal, este tiene límites, es preciso tener en cuenta a los sujetos interpelados/incluidos en esa ampliación de derechos.

·         En cuanto a las instituciones y las políticas públicas:

o        ellas deben garantizar la protección de los /las sujetos. Es preciso recuperar el concepto de benevolencia y de cuidado hacia los y las más débiles y frágiles para generar poder y promover su carácter de sujetos evitando el riesgo del asistencialismo.

o        recuperar la historia de esos instrumentos, cómo han sido utilizados en cada contexto (se hizo referencia al bono Juancito Pinto en Bolivia y el origen de ese instrumento en ese país)

o         articular las políticas públicas a políticas impositivas que graven en capital y no el trabajo

o        atacar los mecanismos de privatización de las cosas y de los procedimientos que son de interés público

o        generar mecanismos de control ante los riesgos de burocratización, pues las burocracias tienden a generar lógicas e intereses propios, ajenos al interés general

o        promover transformaciones en el campo de la economía (con todas sus complejidades)

o        Promover transformaciones en las fuerzas armadas

·         En cuanto a las ideas, los conocimientos, las ciencias

Se insistió en la necesidad de descolonización mental

o        En la necesidad de conceptualizaciones rigurosas

o        En la comprensión del carácter político de los debates y batallas de ideas

o        En la necesidad de compartir y producir saberes sobre lo que está sucediendo, saberes oportunos, capaces de producir diagnósticos apropiados

Se propuso la creación de un Instituto Latinoamericano de Altos Estudios Sociales y políticos para la formación de nuestros intelectuales, dirigentes, etc. recuperando y criticando los alcances y límites de las experiencias del pasado.

• En cuanto a la producción de valores nuevos

El socialismo debe ser una sociedad de cuidado. En este punto es preciso destacar la perspectiva feminista respecto del valor político y social del cuidado de la vida humana y de la naturaleza

Debe recuperar de la crítica feminista la crítica de las relaciones de dominación patriarcal y de la heterosexualidad obligatoria. Ello supone, entre otras cosas relevantes, puesto que las latinoamericanas no hemos accedido aún al derecho al aborto, la crítica de la maternidad obligatoria y la valoración de la maternidad como experiencia que implica el derecho a decidir en forma autónoma, legal y segura sobre la interrupción de embarazos no deseados.

Se insistió además en la necesidad de guiarse en la práctica por ideas reguladoras vinculadas a la crítica marxista de los valores del capitalismo.

Los instrumentos que construyamos deben tener en cuenta la necesidad de ser capaces de distinguir entre la administración de las cosas y el gobierno de los seres humanos, de la misma manera que estar atentas y atentos a sus límites a fin de preservar la capacidad de rectificación.

Se advirtió contra los poderes de abstracción, fetichizacion y reificación propios de la tendencia a la reproducción del capitalismo.

Finalmente:

• Es preciso asumir la función de intelectuales críticos orgánicamente ligados a las prácticas políticas de nuestros pueblos recuperando no sólo las dimensiones emancipatorias de la libertad y la igualdad, sino también el de la fraternidad y la solidaridad internacional.

• Especialmente sobre la situación colombiana deseamos destacar que este foro debe pronunciarse por una salida política y negociada al conflicto social y armado en Colombia

Síntesis de lo trabajado el 13 y 14 de octubre de 2008