Costos de la relación comercio-ambiente: crisis capital y génesis de una antinomia global
- Opinión
Con la reciente crisis financiera estadounidense se ha evidenciado una vez más y a escala global las contradicciones inherentes a la tesis del libre mercado y la supuesta mano invisible que la regula. Asimismo cuando se dice que el comercio tiene un efecto positivo sobre el ambiente, no obstante ser una tesis controversial. Y es que en efecto las posiciones difieren si se trata del alcance político de los países industrializados y de las grandes corporaciones transnacionales y organismos multilaterales, o de los países en desarrollo y la dinámica que por su lado siguen los movimientos sociales y organizaciones de la sociedad civil, que vienen denunciando y movilizándose activamente contra sus principales causas y efectos sistémicos: la mayor emisión de gases de efecto invernadero y el fenómeno del cambio climático, en tanto expresión de una crisis capital y génesis de una antinomia global si no se cambian las cosas.
Relación comercio-ambiente y curva ambiental de kuznets1
Existen diferentes argumentos de discusión del estudio de la relación comercio-ambiente, por eso tomamos como referencia la hipótesis de
La hipótesis de
Caparrós (1996)3 refiere que los estudios previos de Grossman y Kruegger (1991)4 y del Banco Mundial (1992)5 se realizaron para resolver esta disyuntiva de cómo el libre comercio y el consiguiente aumento del crecimiento económico de un país resultan positivos desde su incidencia sobre el ambiente. Así, obtienen una primera respuesta con el enfoque del GATT (actual OMC) y del Banco Mundial, considerado un planteamiento de naturaleza empírica y que luego se conocería como la hipótesis de
La hipótesis de
Varios investigadores coinciden en señalar que la hipótesis de
Los críticos de la relación comercio-ambiente se basan en el argumento de que ocurre un fenómeno denominado “efecto desplazamiento”, que es perjudicial sobre todo para los países pobres del sur, donde mayormente existen débiles regulaciones ambientales, porque hacia ellos se desplazan las industrias altamente contaminantes de los países desarrollados del norte donde existen fuertes regulaciones ambientales (Gitli y Hernández, 2002)8. A esta tendencia se le conoce como la “Hipótesis de los refugios de contaminación”; es decir, cuando ocurre un fenómeno global por el que los países del sur son utilizados como basureros ambientales de los desechos tóxicos y las tecnologías contaminantes de los países del norte.
Al respecto si bien en general suponemos que el mayor desarrollo tecnológico y el intercambio comercial entre países debe promover procesos de transferencia norte-sur, y en esa medida acortar etapas en el progreso tecnológico de los países menos desarrollados: en vista que las dinámicas de negociación comercial movilizan la inversión de capital y recursos financieros y demandan mayores capacidades y competencias en la gestión de procesos y productos de calidad para responder a las necesidades de inserción comercial global. Sin embargo también es cierto que existen condicionantes, porque no siempre se da un comportamiento lineal y ascendente en el progreso tecnológico de los países.
De hecho sabemos que no sólo se pueden trasladar tecnologías más sofisticadas del norte al sur, sino que también se pueden trasladar riesgos ambientales inherentes a las mismas (como ya se explicó ocurre con el “efecto desplazamiento” y la “hipótesis de los refugios de contaminación”). De otro lado, también hay que considerar el contexto de aplicación de las tecnologías a transferir: su grado de eficacia-eficiencia y de adaptabilidad a los países del sur (de condiciones ecogeográficas y culturales diferentes). El llamado progreso tecnológico para los países pobres del sur puede estar supeditado a una serie de variables y riesgos si acaso no se orientan políticas de regulación, planes estratégicos de inserción y control de estándares ambientales internacionales y nacionales para las tecnologías a introducirse en los diferentes sectores productivos. De lo contrario el proceso de transferencia tecnológica puede ser complejo, relativo e incluso inconveniente a nivel económico, social y ambiental para los países receptores.
Un ejemplo ocurre con el comercio mundial de agroquímicos (que son parte del paquete tecnológico de la “revolución verde”) y que desde la década de 1950 han sido promovidos por los países del norte para modernizar la agricultura de los países pobres del sur. Hoy en día los agroquímicos son comercializados a nivel mundial por las empresas transnacionales con una enorme rentabilidad. Sin embargo numerosos estudios confirman que varios de estos productos son extremadamente peligrosos (los más conocidos de la “Docena Sucia”) y aun así han sido promovidos y comercializados indiscriminadamente en los países del sur, bajo el supuesto de la modernización y transferencia tecnológica, cuando estos productos fueron prohibidos en sus países de origen. Otro ejemplo reciente es la gran controversia generada sobre los llamados Organismos Genéticamente Modificados (OGM) o también conocidos como cultivos transgénicos, que también vienen siendo promovidos comercialmente a escala global por las mismas transnacionales de agroquímicos, aún cuando también existen fuertes cuestionamientos al consumo de estos productos por sus serios riesgos ambientales y sanitarios.
¿El nivel de ingreso tiene un efecto positivo sobre el ambiente?
Analizamos el denominado “ingreso límite” en que se basa la hipótesis de
Con relación a la primera interrogante “que la mayoría en el mundo vive aún en la parte creciente de
Es evidente que los países industrializados del norte tienen la mayor responsabilidad en la emisión mundial de GEI, no obstante las regulaciones ambientales que poseen. Aún así presentan diferencias en el control de sus niveles de emisión de contaminantes versus sus niveles de ingreso. Además, un argumento contundente es que
En el caso de los países del sur, podemos suponer que aun cuando sus niveles de ingreso pudieran crecer (a un ritmo mucho más lento y variable) y supeditado a su nivel de especialización en la producción de bienes y del nivel de inserción que logren en el mercado internacional, así como de la estabilidad política con que cuenten. Este crecimiento sostenido del ingreso para que alcance su punto más alto –límite- hasta que la curva de contaminación comience a descender, en el proceso podría pasar mucho más tiempo; mientras tanto, los problemas de contaminación seguirán o se incrementarán (esto sin considerar que cuenten con estrictos marcos regulatorios ambientales, que es poco probable). Con mayor razón en el caso de países megadiversos como Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú y Brasil, mucho más vulnerables a estos problemas.
Con relación a la segunda interrogante “daños ambientales irreversibles”, suponiendo la validez de
Génesis de la antinomia global comercio-ambiente
Hemos señalado que a pesar de las inconsistencias de la hipótesis de
Al indagar sobre las causas generadoras en la aceleración de los desequilibrios ambientales a nivel global, más allá de los sectores neoliberales interesados en desconocerlo o minimizarlo, se ha encontrado mayor evidencia de la relación directa que existe entre el calentamiento y cambio climático y el aumento de las emisiones GEI provocados por el modelo de desarrollo económico-comercial de las sociedades de los países industrializadas y en desarrollo.
Reportes especializados advierten que el nivel de emisiones de dióxido de carbono (CO2), Metano (CH4), óxidos de nitrógeno (N2O) y otros contaminantes ha aumentado en los últimos siglos. El informe de Oxfam Internacional (2008)10 sobre el problema del cambio climático así lo confirma, y por ello propone la necesidad de incorporar un enfoque de derechos humanos, porque las emisiones contaminantes de carbono de los países desarrollados del norte han aumentado y violan los derechos de millones de personas, sobre todo de los países más pobres. Países como Estados Unidos, Canadá, Europa Occidental, Australia y Japón, de los 23 países más ricos del mundo que concentran el 23% de la población mundial, han producido el 60% de las emisiones globales de carbono desde 1850 y hoy siguen produciendo el 40% de las emisiones anuales de carbono. Y no obstante estos países haberse comprometido a reducir sus emisiones anuales a los niveles de 1990, sus emisiones al 2005 lejos de reducirse han incrementado en más del 10%. Lo que evidencia la responsabilidad diferenciada de los países al norte y sur, y su muy poca voluntad política para revertir este grave problema, como si se tratase de una antinomia global, y menos de asumir acuerdos concretos para eliminar las asimetrías e inequidades del escenario global de libre mercado.
Es evidente que urge un cambio en el paradigma de desarrollo actual y en las políticas globales y regionales, reconociendo al comercio y crecimiento económico como medidas complementarias a las de redistribución e inclusión social, y apostando por el fin mayor del desarrollo humano sostenible.
- Walter Chamochumbi es Mag. Ing. Agrónomo, Consultor en Gestión Ambiental y Desarrollo
1 Extraído de “Comercio internacional y medio ambiente: alcances de la controversia sobre la hipótesis de
2 Cita de Cfr. Zoellick, R., 2002: 12, en Eduardo Gitli y Greivin Hernández (2002)…“La existencia de
3 Alejandro Caparrós G. (1996)…”Algunos aspectos de la relación entre el comercio y el medio ambiente”, Documento de Trabajo de
4 Grossman G.M. and Kruegger, A.B (1991), citados por Gitli y Hernández (2002) y Caparrós G., A. (1996).
5 Saravia L., A. (2002), en p. 3., reseña que el interés surge con la publicación del World Development Report 1992 del Banco Mundial, titulado”Desarrollo y Medio Ambiente”.No obstante, según Gitli y Hernández (2002), en p.3., en estos primeros estudios del Banco Mundial no aparece aún la referencia específica de
6 Citado por Gitli, E. y Hernández, G.(2002), Ibíd.,p.1
7 Alejandra Saravia L. (2002)…“la curva medio ambiental de Kuznets para América Latina y el Caribe”, Documentos de Reflexión Académica, Universidad Mayor de San Simón/Facultad de Ciencias Económicas, Programa de Cofinanciación para
8 Ibíd.
9 Op cit de Gitli, E. y Hernández, G. (2002), Ibíd., p.16.
10 “Abusos Climáticos y Derechos Humanos: las personas en el centro de las políticas sobre cambio climático”, Informe de Oxfam Internacional (2008), 43 p. (//www.oxfam.org/es/policy/abusos-climaticos-y-derechos-humanos)
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