Los abajo firmantes somos académicos norteamericanos que estudiamos distintos asuntos relacionados con América Latina.  A través de esta misiva queremos dar a conocer algunos puntos de preocupación en relación al actual proceso electoral que se está llevando a cabo en El Salvador, el cual incluye elecciones legislativas que tendrán lugar en enero del 2009 así como las presidenciales en marzo del mismo año.   En particular, como académicos que han investigado procesos electorales en todo el hemisferio, creemos que existe un juego mínima de normas y condiciones necesarias para unas elecciones libres, transparentes y democráticas.  Éstas incluyen la libertad de participar en las actividades cívicas y políticas sin el miedo de la violencia, la represión, o represalias, así como la existencia de reglas y regulaciones que garanticen la transparencia en el proceso de votación y que protejan el proceso de la posibilidad de un fraude electoral.  Por lo tanto, deseamos hacer públicas nuestras cuatro principales preocupaciones  en torno a este proceso electoral:

1)         Nos oponemos rotundamente a la injerencia extranjera en los procesos electorales y los asuntos internos de otros países.  En el caso Salvadoreño observamos que el gobierno de Estados Unidos ha intervenido descaradamente en elecciones previas con el fin de influir en el resultado y que otra vez parece estar emprendiendo tal intervención.  Entre algunos incidentes relacionados al intervencionismo estadounidense podemos señalar las declaraciones hechas por el embajador de Estados Unidos en El Salvador, Charles Glazer, emitidas en mayo de 2008 sobre supuestas conexiones entre el principal partido de oposición en El Salvador, el Frente Farabundo Marti para la Liberación Nacional (FMLN), y las FARC, organización guerrillera Colombiana.  El embajador Glazer declaró que "cualquier grupo que colabore o exprese amistad con las FARC no es amigo de Estados Unidos".[1]  Por su parte, en febrero de 2008, el Director de Inteligencia de Estados Unidos, J. Michael McConnell, hizo público un informe que, sin pruebas pertinentes, afirmaba que el FMLN había aceptado recibir un “generoso financiamiento” del presidente venezolano Hugo Chavez para su campaña electoral.[2]  En octubre de 2008, el embajador Glazer hizo referencia pública a este informe. [3]

Tales declaraciones constituyen una injerencia inaceptable en el proceso electoral. Constituyen además una amenaza encubierta en contra del pueblo salvadoreño para intimidarlo haciéndole temer por la desaprobación así como posibles represalias por parte de Estados Unidos, en caso de que el pueblo salvadoreño elija un gobierno no afín a las preferencias del gobierno norteamericano.   Consideramos que esta injerencia es una violación a las normas internacionales y hacemos un enérgico llamado al gobierno de Estados Unidos a desistir inmediatamente de dicha injerencia. El gobierno de Estados Unidos debe respetar el derecho del electorado salvadoreño para escoger su gobierno libre de las amenazas de la hostilidad o represalias de EE.UU.

2)            Estamos alarmados por el aumento en la violencia política en El Salvador en los últimos dos años así como del ambiente de impunidad con la que esta violencia ha tenido lugar.  Ha habido un incremento considerable de asesinatos en circunstancias que sugieren fuertemente un origen político.  Las víctimas de estos crímenes han sido exclusivamente dirigentes sindicales, comunitarios y religiosos, así como militantes o simpatizantes del FMLN.  En 2007, de acuerdo con la oficina Tutela Legal, de la Arquidiócesis de San Salvador, solamente 31 por ciento de los homicidios que esa oficina investigó fueron atribuidos a maras (pandilleros) o al crimen común, mientras que 69 por ciento, indicaba señales claras al estilo de los escuadrones de la muerte así como de crímenes estilo “limpieza social”.[4] La Fundación para Estudios para la Aplicacion del Derecho, con sede en San Salvador, ha documentado en los últimos tres años, 27 homicidios de jóvenes activistas de movimiento sociales y miembros del partido de oposición los cuales parecen haber sido cometidos por escuadrones de la muerte.[5] Además, la Comisión de Derechos Humanos de El Salvador ha denunciado un aumento en asesinatos en mano de los escuadrones de la muerte en contra de líderes de la oposición a medida que las elecciones se aproximan y ha advertido que estos asesinatos están generando un ambiente del miedo.

3)         Ha habido una serie de cambios legales y reformas para el código electoral que abren la posibilidad del fraude.  Entre éstos, observamos que el artículo 256 de la ley electoral fue parcialmente derogado unilateralmente en diciembre 2007[6]  por el gobierno en curso.  Este artículo (256-D, c) estipuló que para ser válidas todas las boletas debían ser firmadas y selladas por fiscales electorales nombrados para cada Junta Receptora de Votos, protegiéndolas de esta forma de cualquier intento de alteración una vez que son depositadas en las urnas por los votantes.  Además, el gobierno salvadoreño en curso unilateralmente adelantó la fecha oficial del periodo electoral del 17 de septiembre de 2008 al primero de septiembre de 2008.  Con este cambio el padron electoral estará basado en el censo nacional de 1992 en lugar del censo levantado en 2007.  El padron electoral en este momento lista a 4, 226,479 salvadoreños registrados para votar, basado en el censo de 1992.  Sin embargo, el nuevo censo de 2007 indica que hay solamente 3, 265,021 votantes, 961,458 menos que el padron electoral.[7]  Depender del censo de 1992 abre la posibilidad de manipulación en las papeletas electorales así como de otros tipos de maniobras de fraude, por ejemplo se puede usar nombres de personas que han fallecido desde 1992 o que han emigrado y que ya no residen en el país.  Además, la Organización de los Estados Americanos concluyó su auditoría del registro electoral al final de 2007 y a comienzos de 2008 presentó su informe, que incluía una lista de 103 medidas recomendadas con respecto al proceso electoral, incluyendo 56 que esa organización internacional caracterizó como "obligatorio", el incumplimiento de dichas medidas, señala este organismo, pone en gran riesgo la integridad de las elecciones.[8]  Hasta la fecha, la gran mayoría de estas recomendaciones no han sido cumplidas.

4)            Finalmente, estamos muy alarmados por las declaraciones emitidas en Washington, D.C. el 18 de septiembre de 2008, por la canciller salvadoreña, Marisol Argueta de Barillas, en un discurso ante el American Enterprise Institute (AEI, Instituto Empresarial Americano).[9]  La canciller Argueta fue personalmente invitada por Roger Noriega, miembro activo del AEI, quien fue Subsecretario de Estado norteamericano para asuntos hemisféricos durante la administración de George W Bush, quien además intervino desvergonzadamente en las elecciones salvadoreñas del 2004.  En ese momento, y mientras se desempeñaba como Subsecretario de Estado, amenazó con que si el FMLN resulta electo, Estados Unidos trataría de bloquear el envío de remesas de salvadoreños residiendo en Estados Unidos a sus familiares en El Salvador, así como deportar a los salvadoreños de Estados Unidos.[10]   En su discurso ante el AEI, la canciller Argueta lanzó una invitación abiertamente al gobierno de Estados Unidos a intervenir en el proceso electoral de su país.

La canciller Argueta declaró: “Estados Unidos debe poner mucha atención a lo que está ocurriendo en El Salvador y a la seguridad nacional resultante así como a las consecuencias geopolíticas, ya que nuestros enemigos se están asociando entre ellos lo cual los está fortaleciendo.   Las próximas elecciones municipales y legislativas en enero de 2009 y las próximas elecciones presidenciales en marzo 2009 serán sin una duda, las elecciones mas reñidas en la historia de El Salvador....El partido de oposición es un restro de la guerrilla. Algunos miembros de su liderazgo han estado fuertemente relacionados con ETA o las FARC.  Perder a El Salvador amenazará la seguridad nacional tanto de El Salvador como de Estados Unidos....Generará la inestabilidad en el país y en países vecinos y hará que El Salvador retroceda 30 años, un tiempo en el que Centroamérica estaba en un caos total.  Como el presidente Ronald Reagan dijo hace 25 años....La seguridad de Estados Unidos está en riesgo en El Salvador.…La política exterior de Estados Unidos en la región debe ser reexaminada y debe haber una revisión del creciente sentimiento anti-americano, así como de la llegada al poder de un número creciente de gobiernos anti-americanos en este patio trasero de los Estados Unidos.”[11]

Estas declaraciones llaman virtualmente al intervencionismo en El Salvador para evitar el posible triunfo electoral del FMLN, así como a debilitar de esta forma el derecho del pueblo salvadoreño a elegir el gobierno de su elección libre de amenazas, presiones e injerencia de un poder extranjero.  Teniendo en cuenta la historia larga y sórdida de la intervención de EE.UU. en El Salvador y en América Latina vemos estas declaraciones con grave preocupación y hacemos un llamado al gobierno salvadoreño para desistir de invitar a una intervención de EE.UU.

Deseamos hacer públicas estas preocupaciones a la entrante administración del presidente electo Barak Obama.  Estamos seguros que, con su compromiso renovado de mejorar las relaciones diplomáticas con América Latina y su mensaje de cambio político, esta nueva administración no respaldará ningún tipo de intervención en el proceso electoral salvadoreño así como tampoco tolerará violaciones a los derechos humanos o un fraude electoral.

15 diciembre 2008

 

Firman:

 

William I. Robinson, Universidad de California en Santa Barbara

Hector Perla, Universidad de California en Santa Cruz

Charles Hale, Universidad de Texas en Austin and ex-presidente of la Asociacion de Estudios Latinoamericanos, LASA, (2006-2007)

Noam Chomsky, Instituto Massachusetts de Tecnologia

Immanuel Wallerstein, Universidad de Yale

Arturo Arias, Universidad de Texas en Austin and ex-presidente of la Asociacion de Estudios Latinoamericanos, (2001-2003)

Craig N. Murphy, Universidad de Wellesley and ex-presidente of the Asociacion de Estudios Internacionales, (2000-2001)

Ramona Hernandez, Universidad de la Ciudad de Nueva York y Director del Instituto de Estudios Dominicanos

Helen I. Safa, Emeritus, Universidad de Florida and ex-presidente de la Asociacion de Estudios Latinoamericanos, (1983-1985)

Carmen Diana Deere, Universidad de Florida and ex-presidente de la Asociacion de Estudios Latinoamericanos, (1992-94).

Sonia E. Alvarez, Universidad de Massachusetts en Amherst and ex-presidente de la Asociacion de Estudios Latinoamericanos, (2004-2006)

Lars Schoultz, Universidad de Carolina del Norte y ex-presidente de la Asociacion de Estudios Latinoamericanos, (1991-1992)

Thomas Holloway, Universidad de California en Davis y ex-presidente de la Asociacion de Estudios Latinoamericanos, (2000-2001)

John L. Hammond, Universidad de Hunter y del Centro Post-Grado de CUNY, y ex-Director de la Fuerza de Tarea de la Asociacion de Estudios Latinoamericanos para los Derechos Humanos y la Libertad Academica

Miguel Tinker-Salas, Universidad de Pomona

Greg Grandin, Universidad de Nueva York

Manuel Rozental, Universidad de Algoma

Mark Weisbrot, Center for Economic and Policy Research (Centro para las Investigaciones Economicas y de la Politica), Washington, D.C.

Jeffrey L. Gould, Universidad de Indiana

Arturo Escobar, Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill

Mark Sawyer, Universidad de California en Los Angeles

Ramon Grosfoguel, Universidad de California en Berkeley

Peter McLaren, Universidad de California en Los Angeles

Gilberto G. Gonzales, Universidad de California en Irvine

John Foran, Universidad de California en Santa Barbara

Christopher Chase-Dunn, Universidad de California en Irvine

Alfonso Gonzales, Universidad de New York

Gary Prevost, St. John's Universidad de St. John (San Juan) y Universidad de St. Benedict (San Benedicto)

Sujatha Fernandez, Universidad de Queens, Universidad de la Ciudad de Nueva York

Howard Winant, Universidad de California en Santa Barbara

Jon Shefner, Universidad de Tennessee

Daniel Hellinger, Universidad de Webster

Agustin Lao-Montes, Universidad de Massachusetts en Amherst

Millie Thayer, Universidad de Massachusetts en Amherst

Jeffrey W. Rubin, Universidad de Boston

Ellen Moodie, Universidad de Illinois en Urbana-Champaign

Brandt Gustav Peterson, Universidad del Estado de Michigan

Adam Flint, Universidad de Binghamton

Richard Stahler-Sholk, Universidad de Michigan del Este

Richard Grossman, Universidad de Illinois Nordeste

Manel Lacorte, Universidad de Maryland

Ana Patricia Rodríguez, Universidad de Maryland

Beth Baker, Universidad del Estado de California State en Los Angeles

Aaron Schneider, Universidad de Tulane

Misha Kokotovic, Universidad de California en San Diego

Marc McLeod, Universidad de Seattle

Michael Hardt, Universidad de Duke

Bruce Ergood, Universidad de Ohio

Beatrice Pita, Universidad de California en San Diego

Rosaura Sanchez, Universidad de California en San Diego

Nancy Plankey Videla, Universidad de Texas A&M

Kate Bronfenbrenner, Universidad de Cornell

LaDawn Haglund, Universidad del Estado de Arizona

Judith A. Weiss, Universidad de Mount Allison, Canada

Susanne Jonas, University de California en Santa Cruz

Robert Whitney, Universidad de Nueva Brunswick (Saint John), Canada

Aline Helg (U.S. citizen), Université de Genève, Switzerland

Stephanie Jed, Universidad de California en San Diego

Roxanne Dunbar-Ortiz, Universidad del Estado de California en Hayward

James J. Brittain, Universidad de Acadia, Canada

Margaret Power, Institute de Tecnologia de Illinois

Philip J. Williams, Universidad de Florida

R. James Sacouman, Universidad de Acadia, Canada

Carlos Schroder, Universidad Comunitaria de Virginia del Norte

Frederick B. Mills, Universidad de Bowie State

Judith Blau, Universidad de Carolina del North en Chapel Hill

Egla Martinez, Universidad de Carleton, Canada

Walda Katz-Fishman, Universidad de Howard

Judith Wittner, Universidad de Loyola

Yajaira M. Padilla, Universidad de Kansas

Tanya Golash-Boza, Universidad de Kansas

Erich H. Loewy, Universidad de California en Davis

Jonathan Fox, Universidad de California en Santa Cruz

Steven S. Volk, Universidad de Oberlin

Marc Edelman, Universidad de Hunter y el Centro de Postgrado, CUNY

W. L. Goldfrank, Universidad de California en Santa Cruz

Benjamin Kohl, Universidad de Temple

Lourdes Benería, University de Cornell

Philip Oxhorn, Universidad de McGill

Ronald Chilcote, Universidad de California en Riverside

Judith Adler Hellman, Universidad de York, Toronto

Barbara Chasin, Universidad del Estado de Montclair

Matt D Childs, Universidad de Carolina del Sur

Sarah Hernandez, Nueva Universidad de Florida

Catherine LeGrand, Universidad de McGill

Nathalia E. Jaramillo, Universidad de Purdue

William Avilés, Universidad de Nebraska en Kearney

Dana Frank, Universidad de California en Santa Cruz

Robert Andolina, Universidad de Seattle

Sinclair Thomson, Universidad de Nueva York

Patricia Balcom, Universidad de Moncoton

Josée Grenier, Université du Québec en Outaouais

Manfred Bienefeld, Universidad de Carleton

Susan Spronk, Universidad de Ottawa

May E. Bletz, Universidad de Brock

David Heap, Universidad de Ontario Occidental

Dennis Beach, Universidad de Saint John’s (San Juan) en Minnesota

Aldo A. Lauria-Santiago, Universidad de Rutgers en New Brunswick

William S. Stewart, Universidad del Estado de California en Chico

Sheila Candelario, Universidad de Fairfield

Erik Ching, Universidad de Furman

Marc Zimmerman, Universidad de Houston

Maureen Shea, Universidad de Tulane

Héctor Cruz-Feliciano, Consejo sobre El Intercambio Educativo Internacional (Council on International Educational Exchange)

Karen Kampwirth, Universidad de Knox

Marco A. Mojica, Universidad de la Ciudad de San Francisco

Nick Copeland, Universidad de Arkansas

Silvia L. López, Universidad de Carleton

Marie-Agnès Sourieau, Universidad de Fairfield

Karina Oliva-Alvarado, Universidad de California en Los Angeles

Erin S. Finzer, Universidad de Kansas

Dina Franceschi, Universidad de Fairfield

Lisa Kowalchuk, Universidad de Guelph

Amalia Pallares, Universidad de Illinois en Chicago

B. Ruby Rich, Universidad de California en Santa Cruz

Edward Dew, Universidad de Fairfield

Nora Hamilton, Universidad del Sur de California

Deborah Levenson, Universidad de Boston

Linda J. Craft, Universidad de North Park

Thomas W. Walker, Universidad de Ohio

Jocelyn Viterna, Universidad de Harvard

Cecilia Menjivar, Universidad del Estado de Arizona

Ricardo Dominguez, Universidad of California en San Diego

María Elena Díaz, Universidad de California en Santa Cruz

Guillermo Delgado-P, Universidad de Californiaen Santa Cruz

Guillaume Hébert, Université du Québec à Montréal

Leisy Abrego, Universidad de California en Irvine

Michael E. Rotkin, University of California at Santa Cruz

John Blanco, Universidad de California en San Diego

Steven Levitsky, Universidad de Harvard

John Beverley, Universidad de Pittsburgh

Evelyn Gonzalez, Universidad de Montgomery

Tom O'Brien, Universidad de Houston

Pablo Rodriguez, Universidad de la Ciudad de San Francisco

John Womack, Jr., Universidad de Harvard

James D. Cockcroft, Universidad del Estado de New York

Mark Anner, Universidad de Penn State

John Kirk, Universidad de Dalhousie

Jorge Mariscal, Universidad de California en San Diego

Susan Kellogg, Universidad de Houston

Susan Gzesh, Universidad de Chicago

Luis Martin-Cabrera, Universidad de California en San Diego

Lawrence Rich, Northern, Virginia Community College

Jeff Tennant, University de Ontario Occidental, Canada

Meyer Brownstone, Universidad de Toronto and Director emeritus, Oxfam-Canada

Charmain Levy, Université du Québec en Outaouais, Canada

Liisa L. North, Universidad de York

Denis G. Rancourt, Universidad de Ottawa, Canada

Barbara Weinstein, Universidad de Nueva York

Kelley Ready, Brandeis University