Encuesta sobre la mujer: Hallazgos que sorprenden

12/03/2009
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La reciente publicación de la VII encuesta anual sobre la situación de la mujer aplicada en la provincia de Lima y la región Callao, realizada por la Universidad de Lima el 14 y 15 de febrero  a 493 ciudadanos y ciudadanas elegidos de forma aleatoria, con un nivel de confianza del 95%, nos proporciona una serie de datos que consideramos importantes analizar y debatir.

Un primer elemento lo constituyen las diferencias entre el sector A y E, que son varias. Así tenemos, por ejemplo, que frente a la pregunta que si existe discriminación contra la mujer, quienes se ubican en el sector C, D y E tienen un mayor porcentaje de respuesta afirmativa que alcanza en el E un 88%, mientras en el A, la respuesta afirmativa alcanza un 72%.  Tal parece que en los sectores A y B se ven sometidas a menor discriminación y que son las mujeres las que tienen una percepción mayor sobre la discriminación hacia la mujer, pues el 86% de las entrevistadas dan una respuesta afirmativa, frente el 78.2% de hombres.
Contradictoriamente, más del 86% de los sectores A Y B consideran que vivimos en una sociedad machista, mientras en el E lo considera el 77%. Hay un menor porcentaje en este sector que cree que las mujeres son machistas (50%), mientras que en el A y B la respuesta afirmativa va del 66 al 67%. ¿Cuáles serán las razones para que en los sectores menos favorecidos se perciba menos el machismo?

En lo que todos los sectores muestran coincidencias con algunos porcentajes de diferencia, claro está, es en que en los últimos años se ha logrado mayor igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Mientras la respuesta afirmativa en el sector A Y B pasa el 80%, sólo llega a 74% en el sector E.  Sería interesante indagar cuáles son las razones por las que hay estas diferencias entre los dos sectores, que si bien no son abismales nos indican las distintas percepciones, seguramente debido a las diferentes experiencias en ambos estratos.
En lo que todo el mundo está de acuerdo, en todos los sectores, hombres y mujeres, y esto debe alegrar a todas las mujeres que están preparándose para la carrera electoral, es que más del 90% votaría por una mujer para presidente de la República, o sea por una presidenta.

¡Ay! me digo, aunque me alegre este dato, si sólo se tratase de ser mujer y que eso inmediatamente implique un buen gobierno, equitativo, justo, respetuoso de los derechos humanos,  que practique la sororidad, que implemente realmente políticas de igualdad de oportunidades, todo lo cual es seguramente lo que esperan quienes han respondido que votarían por una mujer.

Una pregunta que nos llama la atención por su formulación, que si pensamos mal podría ser tendenciosa y si pensamos bien solamente producto de una falta de información, es la que se refiere a la llamada ley de cuotas. Dice así: “La ley de cuotas establece que un tercio de los candidatos al congreso sean mujeres. ¿Está de acuerdo con la ley de cuotas o cree que las mujeres deben competir en igualdad de condiciones con los hombres? En primer lugar debe señalarse que la Ley Orgánica de Elecciones (1) a la que se refieren con la ley de cuotas no indica eso, sino que se señala:

"Artículo 116.- Las listas de candidatos al Congreso en cada Distrito Electoral deben incluir un número no menor del 30% de mujeres o de varones. En las circunscripciones en que se inscriban listas con tres candidatos, por lo menos uno de los candidatos debe ser varón o mujer." 

¿Dónde indica que un tercio debe ser mujer? Lo otro es la pregunta en si misma. Claro que cualquiera respondería, como lo ha hecho más del 80% en todos los sectores y un 97% en el sector B, que sí, que las mujeres deben competir en igualdad de oportunidades. Todos y todas estamos de acuerdo. El problema es que por la formulación podría parecer que las personas que dieron la respuesta están contra esta acción afirmativa, necesaria porque precisamente NO HAY actualmente igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Así lo afirma el 57.3% del sector A y un 39% del E que señalan que en el Perú las mujeres no tienen iguales oportunidades de trabajo que los hombres por ejemplo.

Unas respuestas que nos sorprenden mucho son las referidas a si han sido víctimas de violencia física o sicológica de parte de su pareja. En el sector A, ninguna de las mujeres dice haber sido víctima de maltrato físico y sólo un 9% señalan que han sido sujetas a maltrato sicológico. ¿Es creíble esto? ¿O será, como suponemos, que en estos sectores las experiencias de violencia se mantienen guardadas tras los gruesas paredes y los extensos jardines, porque de eso no se habla? Lo que no sorprende es que sean en su mayoría los hombres quienes dan una respuesta negativa, llegando a 90% en el A y a 71% en el E. A medida que se pasa a los otros sectores va aumentado la aceptación de que existe violencia tanto física como sicológica.  En lo que si están todos los sectores de acuerdo es que la violencia familiar es el principal problema de la mujer en el Perú. En los sectores A y B un mayor porcentaje de personas, 37,3% y 41.4% respectivamente, colocan esta problemática como primera, mientras que en los sectores C, D Y E, lo hacen el 22, 25.5 y 27% respectivamente.

Finalmente una grata sorpresa para quienes nos consideramos feministas es la percepción que hay sobre la importancia de ser feminista en la sociedad contemporánea. Un 64% responde que es muy importante o importante ser feminista en la actualidad, y otra sorpresa es que el 59% de varones también lo crea. Es interesante que en los sectores B, C, D y E la consideración de importancia aumente con relación al A.

Lo que sorprende también, e inquieta, es que cuando se pregunta si se considera que el movimiento feminista ha influido en el cambio de las mujeres en el Perú hay una marcada diferencia entre el sector A, que responde afirmativamente en un 57.3%, y los demás, donde se supera el 70%, exceptuando al C en donde el 63.3% dice que sí. Sorprende, digo, porque creo que los avances que generalmente se dan en cuanto al acceso a derechos, y en el caso de las mujeres, muchas veces gracias a las propuestas y luchas feministas, beneficiarían en primer lugar a las mujeres que mayor información y oportunidades tienen. Sin embargo, el 42% del sector A considera poco o nada importante el ser feminista. ¿Qué concepto o información tendrán del feminismo para que haya tan poca conexión con sus aportes?

Por otro lado, alegra que más del 60% de los sectores C y D y un 72% del sector E considere importante el ser feminista. Creo que este es un dato que el movimiento feminista peruano no debe tomar a la ligera, pues da cuenta de una percepción muy positiva de su accionar, contraviniendo la percepción negativa que todas alguna vez hemos escuchado en mujeres de organizaciones sociales y especialmente de organizaciones mixtas, que dicen categóricamente que no son feministas, en ocasiones por temor a ser invalidadas por los compañeros, quienes suelen posicionar la idea de que el feminismo es la otra cara del machismo o que ser feminista es estar contra los hombres.

Sería de gran utilidad que se realice una encuesta similar en otras regiones del país y conocer lo que se piensa o cómo se ve la situación de las mujeres, especialmente en las zonas rurales. Ello ayudaría a pensar y diseñar políticas y programas que contribuyan a cambiar las condiciones de desventaja que viven y las percepciones que sobre si mismas tienen aún muchas mujeres y que suelen ser un obstáculo para su desarrollo.

Nota:

(1) Ley Orgánica de Elecciones No 26859.

* Asociación SER

Fuente: http://www.ser.org.pe

https://www.alainet.org/es/articulo/132777
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