Otra Cumbre para la foto
- Opinión
En un arranque de sinceridad, la canciller alemana Angela Merkel confesó la semana pasada al diario británico “Financial Times”, que en
Otro de los temas importantes que
El Grupo de los 20, nació formalmente en la reunión del entonces Grupo de los 8, en Colonia, Alemania, el 18 de junio de 1999.
Al G-8, formado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia; se sumaron Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México, Surcorea, Suráfrica y Turquía;
Supuestamente el grupo representa el 85 por ciento de la economía mundial, aunque algunos economistas sostienen que algunos de los países originarios del G-8 ya no deberían estar en el grupo de los más desarrollados al ser superados por economías de países emergentes.
Si uno de los objetivos de la cumbre, que reúne a algunas de las naciones con mayor desarrollo económico, es crear confianza en los mercados financieros, la discusión sobre los diferentes puntos de vistas para enfrentar la mayor crisis económica desde el fin de
La forma de enfrentar la crisis divide a Europa de los Estados Unidos, especialmente por el planteo de Alemania, Francia e Italia, de aferrarse a las tesis liberales de dejar que el mercado resuelva la situación y sólo apostar a nuevas reglas para regular el mercado financiero.
Alemania, considera la locomotora de la economía de
Berlín ha destinado 81.000 millones de euros a respaldar el mercado financiero y resiste cumplir las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) de aprobar paquetes fiscales para inyectar recursos públicos a las economías, equivalentes como mínimo, al 2% del Producto Bruto Interno (PBI) de cada país.
Al hacer una evaluación hace un par de semanas sobre el cumplimiento de esas recomendaciones, el FMI sostuvo que sólo un puñado de países del G-20 había alcanzado esa meta entre los que se encontraban China, EE.UU, Arabia Saudita y España.
Alemania, Francia e Italia, insisten en que la prioridad debe ser acordar mecanismos para regular el sistema financiero y no aumentar el gasto público como plantea Estados Unidos, aunque el presidente Barack Obama apunta ahora en las dos direcciones.
La postura contraria a los criterios keynesianos del gobierno norteamericano es resistida también por otros gobiernos de
Sin adelantar un rechazo directo al planteo norteamericano de inyectar dinero a la producción, los jefes del Ejecutivo de Alemania y Francia estamparon en una carta a sus colegas europeos cuales deben ser los objetivos de
El ex maoísta y ahora defensor a ultranza del neoliberalismo, y presidente de
A las mismas conclusiones llegaron los ministros de Finanzas de
El ministro luxemburgués Jean-Claude Juncker, rechazó directamente los llamados de Estados Unidos a inyectar más dinero. Según Juncker el programa de recuperación europeo representa un nivel de gasto de entre 3,4 por ciento y cuatro por ciento del Producto Interno Bruto, y las finanzas públicas están comenzando a sufrir.
Por ello, planteó el funcionario, deben tenerse en cuenta los efectos de esos programas en 2009 y 2010 antes de decidir gastos adicionales.
Estados Unidos y Europa estiman de distinta manera las inversiones destinadas a la producción. Los europeos se quejan de que tienen mayores gastos fiscales que Estados Unidos en las prestaciones sociales por desempleo, y sostienen que ello debe contarse dentro del 2% del PBI de inversión que recomienda el FMI.
A su vez, el presidente en ejercicio de
Considerado un ultraliberal en materia económica, Topolanek es un adversario declarado de la intervención del Estado. Topolanek celebró que
Por su parte, el gobierno anfitrión busca acercar posiciones. "Propongo que nosotros en Europa asumamos un papel central para sustituir lo que alguna vez se llamó el viejo consenso de Washington por una nueva economía de principios para nuestras épocas", dijo el primer ministro británico Gordon Brown al Parlamento Europeo.
Brown dijo que confía en que la cumbre reiterará el compromiso para "hacer lo que corresponda para crear el crecimiento y los empleos". Aceptando la posición europea Brown pidió que se fortalezca la regulación financiera, pero al mismo tiempo dio un leve respaldo a la posición norteamericana al reclamar que cada país destine más dinero a la economía.
Soros pesimista
El magnate financiero George Soros, no se mostró muy optimista al evaluar lo que pueda resultar de
“A menos que se presenten medidas prácticas para ayudar a los países en la periferia del sistema financiero global, los mercados van a sufrir otro período de hundimiento como pasó el 10 de febrero del 2009, cuando las autoridades no pudieron crear medidas prácticas para recapitalizar el sistema bancario estadounidense”, dijo Soros. “En realidad necesitamos tanto estimular como regular, pero el estímulo es urgente y las reformas regulatorias tomarán tiempo en ser implementadas” dijo Soros en lo que parece ser un claro respaldo a las propuestas del presidente Barack Obama. “La urgente tarea tiene que ser desarrollada principalmente por el Fondo Monetario Internacional, imperfecto y en apuros como está, ya que es la única institución disponible”, indicó.
Apuesta al FMI
La propuesta de otorgarle un renovado papel al FMI en la crisis no proviene sólo de Soros. En la reunión de los ministros de Finanzas del Grupo de los 20 (G-20) celebrada el 14 de marzo, se acordó reactivar el crédito, aunque otorgándole el papel de distribuidor y regulador del mismo al FMI.
Los ministros europeos acordaron proporcionar nuevas reservas al FMI, de actualmente 250.000 millones de dólares, para alcanzar el doble de esa cifra. Estados Unidos por su parte quiere llevar esa reserva a 750.000 millones. El objetivo es reactivar el crédito para impulsar el comercio, pero siempre condicionado al control del FMI.
Cualquiera de las cifras es considerada insuficiente por los economistas, y especialmente por el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que reclama que
Especialmente, sostienen, si se tienen en cuenta las necesidades de los casi 250 millones de desempleados que se estiman para este año, globalmente, y la mitad de la población mundial con altos niveles de pobreza, sobre todo en países subdesarrollados.
El secretario general de
El máximo responsable de
"Este plan de estímulo debe ser de un tamaño considerable, en proporción al problema, y debe incluir ayuda a los países más pobres, créditos de los bancos multilaterales y aportaciones de liquidez", apuntó.
Ban no precisó una cifra exacta, pero en una carta a los líderes de las 20 principales economías del mundo indica que la cifra de 1 billón de dólares es el monto que los países en desarrollo necesitan para superar la crisis en 2009 y 2010. En el documento, el secretario general considera que un cuarto del billón de dólares se necesita para proteger a los países más pobres y a las personas.
Al mismo tiempo,
El director de
Raymond Torres, director del instituto de
- Ernesto Tamara es periodista sueco, escribe para Barómetro Internacional
http://www.barometro-internacional.org/
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