Negociaciones Unión Europea – Centroamérica:

La visión del movimiento campesino centroamericano

04/05/2009
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A partir de octubre de 2007, los gobiernos de Centroamérica y la Unión Europea iniciaron negociaciones para la suscripción de un Acuerdo de Asociación (AdA), cuyo principal eje consiste en un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre las dos regiones.

Europa es un continente formado por diferentes países, con particularidades propias, pero es una región integrada lo que la ha convertido en una potencia económica.  Centroamérica, por su parte, es todo lo contrario ya que algunos de sus países se encuentran entre los más pobres del continente.

Nada nuevo

El Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica es un nombre que suena bien, y para los europeos esto no es un Tratado de Libre Comercio porque sus ejes son diálogo político, cooperación al desarrollo y creación de una zona de libre comercio.

Para los europeos, el diálogo político será el espacio para abordar lo relacionado con el fortalecimiento de la democracia, la gobernabilidad, seguridad jurídica, transparencia, integración regional, lucha contra la corrupción, derechos humanos y últimamente migración y lucha contra el terrorismo.  Pero nosotros sabemos que esto no es nada nuevo, la Unión Europea desde 1984 apoyó a la región con el Diálogo de San José para alcanzar los acuerdos de paz, si bien es cierto se pararon los conflictos armados en la región pero siguen la violación a los derechos humanos, la corrupción gubernamental, la inseguridad jurídica y cada día aumentan los niveles de migración y pobreza en la región.

Cuando hablan de cooperación al desarrollo son recursos para el desarrollo rural, prevención de desastres y reconstrucción y desarrollo social, entre otros.  Para los centroamericanos no es nada nuevo ya que desde 1993 se firmó el primer acuerdo de cooperación entre la Comunidad Económica Europea y los países de Centroamérica, por eso la cooperación al desarrollo tampoco depende de un acuerdo especial.

No menos que el TLC con EE.UU.

La creación de una zona de libre comercio es lo más novedoso en las relaciones de Centroamérica con la Unión Europea, pero con el agravante que será una negociación en la que esta última pone como condición que se inicie a partir de lo ya acordado en el TLC entre Centroamérica y los Estados Unidos, o sea que los europeos no quieren menos ventajas comerciales que las que ya Centroamérica le dio a los Estados Unidos.

Con el tratado de libre comercio entre Centroamérica y la Unión Europea no se aumentarán las importaciones y las exportaciones, lo que quiere decir que el interés de los europeos es la libre inversión, libre competencia y contrataciones públicas.  Ya en algunos países de la región son empresas españolas las que manejan empresas de distribución de energía eléctrica y de telefonía celular, entre otras.

Por lo tanto, el Acuerdo de Asociación no es más que un TLC con elementos de cooperación al desarrollo y diálogo político que, al final, responde a las políticas de globalización económica que impulsan las corporaciones transnacionales.

Desde el movimiento campesino y social de Centroamérica algunos de los riesgos que se perciben son:

a.              A diferencia del TLC con los Estados Unidos, cuyo mayor impacto recae sobre el sector agrícola, en el AdA no se perciben impactos sobre este sector.  Pero la casi segura presencia de empresas europeas en el rubro de los servicios turísticos, minería, servicios públicos e inversiones en agrocombustibles, por ejemplo, terminará por cambiar el uso tradicional del recurso tierra, es probable que se destine para fines que no tienen que ver con la producción de alimentos.  Además es probable que los grandes agricultores, con el afán de exportar, acaparen tierra para dedicarlas a la producción de agrocombustibles.

b.              Con la firma del AdA no se garantiza mayor inversión en estos países pobres, además invertirían donde la mano de obra sea más barata y donde no tienen que cumplir obligaciones sociales y ambientales que reduzcan sus ganancias.  Esto daría como resultado que las conquistas sociales establecidas en las legislaciones laborales podrán desmejorar o desaparecer.

c.              Algunos de los productos exportados de Centroamérica a Europa no pagan impuestos y a pesar de eso los productos exportados son pocos, por lo tanto lo que aumentará con el AdA serán las importaciones desde la Unión Europea.  Los mayores problemas que tiene la producción centroamericana son las barreras no arancelarias, ya que se requiere de tecnología con la que los productores centroamericanos no cuentan ni podrán contar en el futuro.

Hasta la fecha, se han realizado tres rondas de negociaciones (San José - Costa Rica, Bruselas – Bélgica y San Salvador – El Salvador).  De sus resultados, se puede deducir que será una negociación técnicamente compleja, políticamente controvertida y probablemente traumática para Centroamérica y sin participación de la sociedad civil.

Comercio que beneficie a los pueblos

Ante esta situación, el movimiento campesino centroamericano plantea:

-           Reafirmar el compromiso de luchar por la unidad e integración de nuestros pueblos, sobre la base de la unidad, justicia, equidad entre hombres y mujeres, igualdad, solidaridad, plena democracia y protección y uso racional de nuestros recursos.

-           Queremos un comercio e intercambio justo y solidario, sustentable, en beneficio de los pueblos y no de las corporaciones transnacionales.  Reivindicamos el respeto de los derechos colectivos e individuales de los pueblos y comunidades indígenas y campesinas, soberanía alimentaria, reforma agraria integral, respeto, acceso y control de nuestros territorios: derecho a la tierra, al agua, bosques y semillas.  Demandamos el derecho al trabajo digno y a un modelo de desarrollo integral de acuerdo a nuestra identidad.

-           Acordamos crear y/o fortalecer amplias alianzas con otros movimientos sociales, en Centroamérica y otras regiones del mundo, a fin de incrementar la movilización contra el Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica y cualquier otro instrumento de dominación y explotación de los pueblos.

“Nuestra historia es de lucha y rebeldía contra la explotación, el saqueo y la depredación”

La Vía Campesina es fiel a nuestra historia”

“Globalicemos la lucha… Globalicemos la esperanza”

-Ramiro Téllez M., CLOC – Vía Campesina, Centroamérica.

https://www.alainet.org/es/articulo/134318

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