El Fondo de Población de las Naciones Unidas UNFPA, ha enviado un mensaje contundente en conmemoración del Día Mundial de la Población, celebrado el 11 de este mes, que aspira a provocar la reflexión sobre las víctimas más afectadas por la crisis económica: las mujeres, quienes, según estudios, son mejores administradoras de los recursos en beneficio de la familia.

La invitación está hecha a los Estados para que inviertan más en las mujeres, las que hacen significativos aportes a la economía, sin que les sean reconocidos; ellas, en esta coyuntura, están sumamente vulnerables, debido a una serie de factores, incluyendo el cierre de centros de trabajo, la escasa demanda de productos manufacturados, su nivel de preparación por la falta de oportunidades y de educación, así como por sus condiciones sociales y de salud.

El Informe de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) del 2008, señala que 42 por ciento de las mujeres mayores de 10 años forman parte de la población económicamente activa, o sea que participan en actividades agrícolas remuneradas o en la realización de cualquier trabajo cuyo producto sea vendido en el mercado. La participación del hombre en este mismo rango es del 77.7 por ciento.

Otras estadísticas han revelado que se ha observado un incremento en el número de hogares que tienen como cabeza de familia a una mujer.

Nadine Gasman, representanta del UNFPA en Guatemala, afirma que uno de los objetivos debe ser asegurar que las mujeres se mantengan en los empleos, porque su despido profundiza las crisis y las vuelve intergeneracionales, lo que significa que se van trasladando, a manera de herencia, de madres a hijas.

La experta dice que el gran llamado es a los tomadores de decisiones de los sectores público y privado, para que mantengan los empleos, que garanticen que las niñas no abandonen la escuela y que continúen los programas de salud.

Es necesario impulsar acciones para mejorar los niveles de empleo, de ingreso familiar y reducir las tasas de fecundidad y mortalidad materna, lo que se traducirá en la posibilidad de una recuperación económica.

Según la encuesta sobre remesas familiares del 2006, de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el promedio mensual de transferencias económicas que reciben los hogares guatemaltecos con algún pariente fuera del país es de US $309 millones, el 50.3 por ciento se destina a inversión, ahorro y compra de bienes animales, 43.1 por ciento a alimentos, 3 por ciento a vestuario y calzado y el resto, a otras cosas.

El informe revela que las mujeres migrantes piden que se inviertan más recursos en el consumo.

Los varones solicitan que las remesas se ahorren o se inviertan, mientras que ellas mandan para cubrir los gastos básicos de la familia.

La crisis económica y el desempleo en los Estados Unidos son tan graves que ahora, en vez de enviar remesas, los y las migrantes se ven forzados a pedir a sus familiares que les manden dinero para sufragar sus gastos.

Las mujeres en ambos casos resisten y se imponen para dar de comer a sus hijos (as). Hay que impulsar políticas de género, la inversión es segura.

- - Ileana Alamilla, periodista guatemalteca, es directora de la Agencia CERIGUA. http://cerigua.info/portal/