Comenzar por el principio

17/11/2009
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Alcanzar consensos, tener la capacidad de respetar acuerdos y estar dispuestos a pagar los costos para alcanzar estos objetivos básicos para la construcción de la democracia fueron las reflexiones con las que inició su discurso el politólogo, docente y académico, doctor Josef Thesing, en su intervención con ocasión del evento de conmemoración XXX aniversario de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), realizado la semana anterior.

El contexto en el que deben realizarse estos esfuerzos es el de búsqueda de justicia social y solidaridad, dijo Thesing, quien recordó que el concepto de democracia tiene en su centro al ser humano, que gira en torno a las garantías fundamentales, busca el bien común y la equidad social y que implica la existencia de un verdadero estado de Derecho.

Si muchos padecen hambre, inseguridad; si no hay certeza jurídica o si hay discriminación, la democracia es defectuosa, inconclusa, limitada y vigilada por la estructura tradicional de poder, aseveró con acierto el erudito. Esta crítica no la dejó ahí, señaló que hay que eliminar obstáculos para alcanzar la democracia, entre los que citó el reconocimiento de las culturas que coexisten en el país, las que deben valorarse como equivalentes y aspirar a lo colectivo. Agregó que las tradicionales estructuras de poder deben ser desarticuladas de manera democrática; quienes pretenden mantenerlas no son demócratas, usan este sistema como pretexto para defender sus intereses económicos, sentenció.

El otro aspecto estratégico mencionado fue la reforma del sistema tributario; actualmente el nuestro es el más bajo a nivel mundial. Tenemos el reto de ver qué tipo de sistema impositivo es el adecuado para generar inversiones y desarrollo, innovar, capacitar y crear puestos de trabajo. Además de librar esta enorme batalla, también hay que buscar nichos económicos para tener éxito, afirmó Thesing.

La democracia es una forma de vida política, depende de requisitos que ella misma no puede garantizar, hay que quererla, construirla, tiene que ver con la cultura, con la estructura y la voluntad de un pueblo que debe ser demócrata para que ella funcione.

Este proceso de aprendizaje es el que tenemos que iniciar, abrirnos al diálogo, ofrecernos respeto mutuo y tener la capacidad de hacer compromisos y cumplirlos, valorar la política como el arte de lo posible, esforzarnos por hacer abstracción de quienes la han desacreditado y prostituido. Buscar las alternativas al presidencialismo, pues concentra el poder en una persona. Aunque nos cueste, debemos fortalecer el parlamentarismo e involucrarnos urgentemente en la reforma del sistema político.

Construir este verdadero estado de Derecho, que es como se organiza la democracia, con respeto, sumisión y sujeción a la ley, donde la justicia nos cobije y no nos vulnere, y la política nos garantice la convivencia, fueron los retos señalados. Empezar por el principio, aprender y conocer qué es la democracia, practicarla, valorar la política y decidirnos al cambio, es nuestra opción.

La intervención también incluyó la necesidad de abordar con propiedad la política medio ambiental, el desarrollo y ampliación de tecnologías, información y divulgación. Lo único que faltó fue una mención a la indispensable equidad de género, pues sin ese enfoque no hay democracia que funcione.

Guatemala, 16 de noviembre de 2009

https://www.alainet.org/es/articulo/137774
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