La inequidad de género, principal obstáculo para la atención de la salud de las mujeres

18/11/2009
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En este año, a escala mundial, más de cuatro millones de niñas menores de cinco años morirán por causas que, en su mayoría, son prevenibles o tratables, más de 2.5 millones de mujeres de la tercera edad se quedarán ciegas por razones que se podrían evitar, un millón de mujeres en edad reproductiva fallecerá a consecuencia del VIH/Sida, medio millón a causa de tuberculosis, y otro medio millón por complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto. Con este difícil panorama concluye el informe "Las mujeres y la salud: los datos de hoy, la agenda de mañana", publicado la semana pasada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El informe destaca los diferentes obstáculos que enfrentan las mujeres a lo largo de su vida en asuntos de la salud e indica que, a pesar de que, en los últimos 60 años, se han realizado algunos progresos en materia de salud de las mujeres, las sociedades aún no atienden las necesidades de ellas en momentos claves de su vida, particularmente en los años de la adolescencia y la vejez.

En todo el mundo, la mayoría de la atención sanitaria está a cargo de la población femenina. Así, hasta el 80 por ciento de toda la atención de salud y el 90 por ciento de la atención de enfermedades relacionadas con el VIH/Sida se prestan en el hogar, casi siempre por parte de mujeres. Sin embargo, en esa atención aún no se abordan sus necesidades específicas y los problemas a los que están expuestas a lo largo de su vida, señala la OMS.

La inequidad limita el acceso a los servicios de salud

La organización afirma que la razón principal para la insuficiente atención a la salud de las mujeres es la inequidad de género, existente en todas las partes del mundo. A pesar de las grandes diferencias entre las regiones, los países y las clases socioeconómicas, las mujeres y las niñas afrontan problemas similares, en particular la discriminación, la violencia y la pobreza, que aumentan su riesgo de mala salud.

El acceso de las mujeres a los servicios de la salud se encuentra limitado por las normas sociales, los códigos de conducta así como las leyes vigentes, que, en la mayoría de los países fortalecen la subyugación de las mujeres, señala el informe. Además, la falta de acceso a la educación, a cargos de responsabilidad y al ingreso puede limitar las posibilidades de éstas de proteger la propia salud y la de su familia.

Por ejemplo, en el caso del VIH/Sida, el riesgo que entraña la diferencia biológica se agrava en las culturas que limitan el conocimiento de las mujeres acerca del VIH y su posibilidad de negociar relaciones sexuales seguras.

En la presentación del reporte, la directora general de la OMS, Margaret Chan, expresó que "no veremos progresos significativos mientras las mujeres sigan siendo consideradas ciudadanas de segunda clase en tantas partes del mundo."Las inequidades de género y la falta del acceso a los servicios de salud se agravan cuando el entorno de las niñas y mujeres está marcado por pobreza, conflictos, crisis humanitarias u otras formas de inestabilidad. En tales contextos, para la mayoría de la población femenina son inalcanzables los servicios de salud, aún los más básicos, como la inmunización y la asistencia al parto.Para mejorar las condiciones de salud de las mujeres, la OMS señala que el factor clave es la disminución de la inequidad de género en las sociedades. Además, los sistemas de salud tienen que orientarse más hacia sus necesidades en términos de acceso, amplitud y responsabilidad.

Un enfoque más amplio

El informe destaca que, en donde se ha intentado mejorar el cuidado de la salud de las mujeres, se ha dado mucha importancia a los servicios de salud sexual y reproductiva. La OMS critica que estos enfoques han descartado la oportunidad de ofrecer un conjunto de servicios más amplio y han excluido a ciertos grupos de mujeres.

En cambio, la organización recomienda que a través de la atención prenatal, se le de entrada a servicios de salud más extensos que tengan en cuenta las necesidades generales de las mujeres. Un ejemplo de este concepto es que quienes padezcan VIH tengan acceso a tratamientos para su propia salud, y no sólo a intervenciones que reduzcan el riesgo de transmitir el virus a sus hijas e hijos.Otro problema mencionado en este contexto es que la mayoría de los servicios de salud sexual y reproductiva se enfocan en las casadas e ignoran las necesidades de adolescentes solteras y mujeres marginadas, como las trabajadoras sexuales.

Una estrategia lógica para asegurar que los sistemas de salud atiendan las necesidades de las mujeres, es aumentar la participación de ellas en el diseño y la implementación de los mismos. La OMS afirma que es sumamente importante trabajar con organizaciones comunitarias , ya que son ellas las que mejor conocen las necesidades de la población femenina. Otro elemento importante es el empoderamiento de las mujeres que trabajan dentro del sistema de salud.

La mejora de los sistemas de salud tiene que ser complementada por estrategias más amplias, como la reducción de la pobreza, el aumento de las tasas de alfabetización y educación, y el aumento de sus oportunidades de participación en actividades económicas, sociales y políticas, enfatiza la organización.

Fuente: www.cimac.org.mx, www.cimacnoticias.com, www.redsemlac.net
 

https://www.alainet.org/es/articulo/137822
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