La poca o casi nula respuesta del Estado a la violencia contra la mujer contribuye a que los atropellos continúen y aumenten, indicó Carlos Castresana, jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).

 

Según información de Prensa Libre, Castresana, durante la clausura del seminario sobre la violencia contra las mujeres, adolescentes y niñas "Ver, enfrentar, resolver" que se lleva a cabo en esa nación, dijo que Guatemala es el tercer país en Mesoamérica con mayores índices de violencia contra la mujer.

 

A decir de Castresana, la tendencia apunta a un incremento de la violencia contra mujeres; de hecho, se ha dicho que Guatemala podría ocupar el primer lugar en el mundo en este tipo de crímenes.

 

Entre 2005 al 2007 se reportaron un mil 986 casos de feminicidio; de ellos sólo 93 fueron denunciados formalmente en las instancias de justicia, y únicamente en 43 hubo condena. Esto equivale a 2.1 por ciento de efectividad y 97.9 por ciento de impunidad.

 

Castresana afirmó que en Guatemala los ministerios de Educación y Salud no han implementado medidas de prevención, lo que en los hechos significa que los asesinatos contra mujeres pueden continuar y que nadie hará nada para impedirlos.

 

Los hombres también deben incorporarse a la lucha para erradicar las agresiones contra la población femenina, las cuales tienen su origen en la dominación de ellos o en la liberación del sometimiento que ellas buscan.

 

Por su parte, Óscar Perdomo, secretario ejecutivo contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas, manifestó que una solución podría ser institucionalizar los procesos, de manera que las acciones sean llevadas a cabo en forma coordinada.

 

Perdomo subrayó la necesidad de implementar las leyes que han sido aprobadas para minimizar la violencia de género, las cuales muchas veces no se ponen en práctica por falta de fondos.

 

El Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, promueve la campaña "Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres", la cual será lanzada a nivel latinoamericano en Guatemala por ser uno de los países con los más altos índices de este flagelo.

 

Según Ki-moon, el esfuerzo regional se enfocará en poner fin a la impunidad en las agresiones contra las mujeres y las niñas con base en la implementación de los marcos jurídicos internacionales y nacionales, el apoyo de los gobiernos al cumplimiento de sus compromisos, la movilización de una amplia gama de actores claves y del empoderamiento de las mujeres y de sus comunidades para poner fin a la violencia contra ellas.