Asesinatos and company

15/03/2010
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Cuando se habla de asesinatos, como una acción llevada a cabo por el gobierno de Estados Unidos, formando parte de su política de terrorismo de estado, normalmente se piensa en la Agencia Central de Inteligencia (CIA), por ser la más notoria en este tipo de acción, sin embargo no puede olvidarse al Departamento de Defensa y en especial la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) que en múltiples ocasiones ha incursionado en este terreno.
 
En la operación letal sobre la que a continuación daremos detalles, se han visto involucrados algunos personajes que mantienen vínculos de distintos tipos con el Pentágono, aunque en honor a la verdad, también un ex oficial de la CIA participó en la misma.
 
Los principales actores de la operación son Michael D. Furlong, alto oficial del Pentágono, perteneciente a la administración Obama, que contrató a empresarios privados para detectar militantes islámicos en Afganistán y Pakistán con el propósito de asesinar a los mismos. El otro actor es Robert Young Pelton, escritor y periodista que fue contratado para estos menesteres. Completan el elenco un ex oficial de la CIA, Duane Clarridge, con experiencia en el escándalo Irán- Contra y Eason Jordan, que ha trabajado como ejecutivo en una cadena de televisión...
 
La operación de inteligencia se encubrió como si fuera un programa gubernamental de recolección de información desarrollado por interés de los gobiernos de Afganistán y Pakistán. El objetivo del programa era asesinar aquellos militantes islámicos que fueran detectados.
 
Para estos menesteres, el funcionario del Departamento de Defensa, Michael D. Furlong, contrató personal de empresas privadas cuya procedencia era la CIA o las Fuerzas Especiales. El personal contratado debía obtener información biográfica y de localización sobre aquellos sospechosos de ser militantes y de los lugares donde existieran campos de entrenamiento. Esta información se remitía a las unidades militares y de inteligencia que eran las encargadas de cometer los asesinatos.
 
En ningún caso estas acciones estaban encaminadas a disminuir el número de las que la CIA estuviera realizando o a sustituir las incursiones que los aviones teledirigidos tipo Pedrator estuvieran efectuando. Era una actividad adicional para tratar de eliminar la mayor cantidad posible de “enemigos”.
 
Sorprendentemente, se plantea que no se conoce quien autorizó y supervisó este tipo de operación. Algunos se aventuran a decir que fue una iniciativa de Furlong, la cual desconocían ! ! ! ! !, pues generalmente se considera ilegal que el Departamento de Defensa contrate personal civil para actuar en actividades de espionaje. Para montar esta operación Furlong tuvo que utilizar indebidamente fondos destinados a otras labores de espionaje.
 
Furlong es un oficial retirado del Ejército de Estados Unidos que en aquellos momentos estaba contratado como empleado del Departamento de Defensa y radicaba en la Base Aérea Lackland, San Antonio, Texas. La Coronela Kathleen Cook, vocera del Comando Aéreo Estratégico, encargada de supervisar el trabajo de Furlong, no quiso hacer declaraciones sobre esta situación.
 
Uno de los involucrados en la operación, el autor Robert Young Pelton, expresó que había sido contratado para obtener información sobre Afganistán, de forma tal que las fuerzas de ocupación pudieran conocer mejor la situación operativa en la que actuaban y que esa información se había utilizado impropiamente, para asesinar personas.
 
Otro de los involucrados, Eason Jordan, que fuera ejecutivo del servicio de noticias de una emisora estadounidense de televisión, fue el encargado de organizar una página Web denominada AFPAX, mediante la cual obtenía información sobre personas y situaciones de las distintas regiones. Esta información fue utilizada en varias oportunidades para realizar operaciones letales contra supuestos “terroristas”. Pelton planteó que algunas imágenes tomadas por él , que fueron colocadas en dicha página Web, fueron utilizadas para atacar la población del sur de Waziristan, en Paquistán. 
 
La propuesta sobre el establecimiento de la página Web la presentó Jordan personalmente al General David D. Mc Kierman, principal Jefe de las fuerzas estadounidenses en Afganistán. En dicha actividad estaba presente Furlong. El general estuvo de acuerdo con la propuesta y Furlong planteó que él podía suministrar el financiamiento, por lo que en ese mismo momento Jordan recibió la orden de comenzar a trabajar. No sería una gran sorpresa si ahora el General Kierman plantea que no conocía del asunto.
 
Entre las empresas contratadas por Furlong se encuentra la International Media Ventures que se dedica al establecimiento de “comunicaciones estratégicas”, la cual es propiedad de un ex miembro de las Fuerzas Especiales. Otra de ellas es la American International Security Corporation, cuya casa matriz está en Boston y su propietario es Mike Taylor quien fuera miembro de los Boinas Verdes. Esta empresa para cumplimentar los contratos establecidos con Furlong empleó al ex oficial de la CIA Duane (Dewey) Clarridge por considerar que el mismo tenía la experiencia requerida para las actividades a desarrollar.
 
Según se conoció, este programa se inició a mediados del 2008, momento en que se situó a Furlong al frente del mismo. Para las operaciones se asignaron 22 millones de dólares de lo que una buena parte fue a parar a la International Media Ventures.
 
En Junio del 2009 el Almirante Smith, Director de Comunicaciones Estratégicas en Afganistán, planteó su oposición a continuar financiando AFPAX. En aquellos momentos quedaban cerca de 15 millones de dólares pendientes de utilizar, por lo que Furlong propuso utilizar el dinero en otras actividades relacionadas con la operación. En estos momentos el Almirante Smith dice no tener la más mínima idea de donde fue a parar dicho dinero.
 
De todo esto se desprende que los Jefes de distintas unidades del Pentágono que estuvieron relacionadas con estas operaciones, o tenían la obligación de supervisar lo que Furlong estaba haciendo, desconocen totalmente lo que estaba sucediendo. 
 
En cuanto al dinero, al parecer solamente 7 millones están justificados del total de 22 que era lo presupuestado, sobre el resto, nadie sabe nada.
 
Esto quiere decir, pensando lo más positivamente posible, que un funcionario de una de las agencias del gobierno estadounidense puede organizar una operación para asesinar personas, que se ejecuten un número de estas, recibir presupuesto para ello, gastar una parte de el mismo, desaparecer lo que queda y nadie se percate de lo que está sucediendo.
 
Por favor, hagan otro tipo de historia, pues esta es bastante difícil de aceptar.
 
https://www.alainet.org/es/articulo/140086?language=en
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