La crisis global y su repercusión en Estados Unidos

22/04/2010
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Cuando inicié este trabajo tuve una gran indecisión de cómo titularlo, pues quizás en vez hablar sobre la crisis global y su repercusión en Estados Unidos, sería más apropiado hablar de Estados Unidos y su repercusión en la crisis global, pues en mi criterio ese país es el mayor causante de las distintas crisis que padece el mundo.
 
Lo interesante del desarrollo de estas crisis es que por lo regular, las sufre en gran medida la población de menos ingresos, seguida por los empleados, trabajadores y otros miembros de la clase media. Sienten un poco sus efectos los ejecutivos y empleados de confianza de las grandes empresas y casi ni las sienten los propietarios de los grandes consorcios, que son por lo regular los que aprueban los mecanismos económicos y sociales que se aplican en función de salir de la crisis.
 
No podemos olvidar que la crisis, en un sector de la vida de una nación, no se desarrolla de forma independiente y que sus efectos repercuten en otros sectores. 
 
La crisis no se mueve dentro de urna de cristal que la delimita, afecta todo lo que se relacione con la misma, tiene efectos secundarios que en algún momento se pudieran convertir en primarios y retroalimentarla, de ahí que la crisis global está a su vez formada por las crisis que se ponen de manifiesto en un sector específico de la vida de nuestro planeta, o de una nación.
 
Haciendo un recuento de las más importantes crisis que en estos momentos padece el pueblo de Estados Unidos, pudiéramos mencionar algunas de ellas que considero dan una idea de la situación general del país.
 
LA CRISIS ENERGÉTICA
 
Cuando nos referimos a esta crisis, no podemos circunscribirnos únicamente a la situación que Estados Unidos pudiera confrontar con el suministro de petróleo.
 
Debemos tomar en consideración que entre las fuentes de energía se encuentra el agua (hidroeléctricas), el petróleo, el gas natural, el vapor y el carbón (termoeléctricas); la energía solar, eólica (viento) o nuclear (uranio enriquecido).
 
Si toda la energía que consume el mundo la tuviese que generar el petróleo, se requerirían 210 millones de barriles diarios de petróleo. Hoy se producen un promedio de 75 millones de barriles diarios. Del consumo mundial de energía, el 38% proviene del petróleo; el 22% del gas natural, que equivale a 46 millones de barriles; el 26% proviene del carbón; el 7% de la energía nuclear; y el otro 7% de distintas fuentes .
 
Estados Unidos produce el 12% del petróleo mundial, o sea, 9 millones de barriles diarios. Sin embargo, consume el 25% siendo el mayor consumidor mundial y el mayor contaminante atmosférico. Anualmente tienen que importar 11 millones para cubrir sus necesidades. De ellos, México le vende un millón 600 mil y Venezuela 2 millones de barriles diarios, el resto proviene del mundo árabe y África.
 
Con el ritmo actual de producción y consumo, Estados Unidos tiene crudo para 11 años, pero si tuviera que producir con sus reservas todo lo que consume, solo tendría petróleo para 4 años.   Esa sería una verdadera crisis.
 
Por el momento la principal fórmula que ha desarrollado Estados Unidos para garantizar el suministro de petróleo se fundamenta en la ocupación de Irak y Afganistán , más el mantenimiento de una política “amistosa” con la mayoría de los países árabes. Un fuerte proceso inversionista en varios países africanos que están destinados a sustituir los suministros de Venezuela y mientras tanto tratar de mantener por el mayor tiempo posible los mismos. En cuanto a l otros suministradores de petróleo, mantener a México en la lista y tratar de incrementar lo que pueda recibirse de Brasil, Colombia y otros países.
 
Estados Unidos se ha planteado explotar algunos yacimientos de petróleo dentro de su propio territorio que por problemas ecológicos se habían vedado, especialmente los existentes en Alaska y otros en las aguas cercanas a Texas y La Florida. La prospección realizada sobre estas áreas indica que pudiera reducirse en algo la dependencia del petróleo extranjero, pero no la real solución sería la disminución del consumo.
 
El etanol, que representó un alivio a la crisis energética estadunidense, en estos momentos se considera una carga innecesaria para el contribuyente, pues la producción del mismo ha provocado que suban los precios de los alimentos en un grado tal que no compensa los empleos que genera.
 
Cada vez se produce más maíz para etanol y esto hace que los alimentos para animales resulten más caros, suban los precios de los comestibles y se destruya la tierra. Finalmente el que paga más caro. es el consumidor.
 
Además de eso, están en juego miles de millones de dólares en créditos fiscales para las compañías de etanol, los cuales vencen a finales del año 2010 y deben ser renovados o cancelados. Una revisión de la Agencia de Protección Ambiental podría derivar en un aumento en el etanol que se utiliza para agregar al combustible de automóvil, que en estos momentos representa un 15 por ciento.
 
Antes nadie cuestionaba al etanol, pero ahora cuesta más convencer a un público y un Congreso escépticos de que el etanol merece recibir dinero del gobierno, pues es una producción que se ha subvencionado por cerca de treinta años y cuyas utilidades quedan en manos de las empresas productoras y las distribuidoras de combustible.
 
Otra fuente energética de importancia es el gas natural. En relación con la misma la situación no es menos crítica que con el petróleo, de ahí que otras de las aventuras militares de Estados Unidos, la de Afganistán, está ligada a una de las mayores reservas de gas natural del mundo, la existente en Kyrguistán, cuyos gasoductos pasan y pasarán por Afganistán, de ahí que Estados Unidos quiere tener el control de dicho país.
 
Estados Unidos es un gran productor y consumidor de gas natural. En 2007, el consumo de gas natural fue 652,9 millones de metros cúbicos, mientras que la producción solamente alcanzó 545,9 millones, lo que arroja un déficit de 107 millones.
 
El faltante de gas natural se importa de Canadá y el GNL (Gas Natural Licuado) de distintos países, como sonTrinidad Tobago,   Argelia, Egipto, Guinea Ecuatorial , Nigeria, Qatar, y algunas otras fuentes de reciente explotación.
 
Los problemas que confronta Estados Unidos con el abastecimiento de petróleo y las dificultades para satisfacer la creciente demanda de este producto, han derivado en un aumento de las personas que consumen gas natural, que totalizaban 47,7 millones en 1987 y ya en el 2006 la cifra ascendía a 64,3 millones. En la actualidad esta cifra es aún mayor, lo que también se refleja en el precio del producto, el cual ha aumentado considerablemente en los últimos años.
 
Estados Unidos trabaja fuertemente en la utilización de otras fuentes de energía, ha destinado cientos de millones de dólares a la investigación y desarrollo de estas. Con el propósito de disminuir la dependencia del petróleo y el gas natural, se han obtenido algunos resultados, pero el problema sigue latente, la disminución del consumo es lo que pudiera evitar la crisis.

CRISIS ECONÓMICO FINANCIERA
 
El estado de la situación económica de Estados Unidos, que se considera por algunos expertos en un período de recuperación, según dijo en días pasados ante el Congreso Herbert Allison, funcionario del Departamento del Tesoro, “apenas acaba de empezar y aún queda mucho por hacer". Como consecuencia de esto, indicó que el gobierno se dispone a prolongar hasta Octubre del 2010 el plan de gastos extraordinarios de 700.000 millones de dólares para rescatar a los bancos.
 
El plan de rescate al sector financiero, que implicó cuantiosas infusiones de capital en los grades bancos, la aseguradora AIG y la industria automovilística de Detroit, no ha traído el resultado esperado.
 
El viernes 19 de abril la Comisión de Valores de Estados Unidos   (Security Exchange Commision ) presentó una acusación por fraude en contra de una de las firmas más influyentes y prestigiosas del mercado financiero: Goldman Sachs. Lo anterior hizo sentir de nuevo a los inversionistas que su dinero no está seguro en ninguna parte, borrando de un plumazo la buena evolución que habían venido mostrando los mercados en general.
 
El desempleo no ha tenido una disminución significativa , en estos momentos se mueve cerca de un 9 por ciento. Han salido a la luz pública verdaderos escándalos relacionados con los bancos y las empresas aseguradoras, por lo que el Plan antes mencionado ha sido enormemente impopular por parte de la ciudadanía y el gobierno no ha podido mostrar efectividad real en el mismo.
 
Estas situaciones y otras más se han reflejado en el mercado bursátil de Wall Street, que ha sufrido frecuentes caídas debido a la disminución en la confianza de los consumidores, lo cual recordó a los inversionistas la fragilidad de la recuperación económica, tal y como Allison planteó en el Congreso
 
La realidad es que gran parte del dinero destinado al rescate financiero fue usado para ayudar a las mismas instituciones culpadas de la crisis financiera . Funcionarios de la administración Obama han admitido que el Departamento del Tesoro no recuperará todo el dinero que ha gastado en el programa, de ahí que los republicanos plantean la conclusión del mismo mientras que los demócratas respaldan su continuidad, lo cual justifican como una medida que ha evitado el colapso de la economía estadounidense.
 
Tratando también de que la economía no sufra un duro golpe el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, planteó que mantendría bajas las tasas de interés con el fin de ayudar a reactivarla. Mencionó como una importante razón, el frágil estado de la economía y destacó que la inflación es ahora baja, lo que da cierto margen de maniobra.
 
Planteó que en su criterio, elevar demasiado pronto las tasas de interés podría perjudicar la recuperación y aguardar excesivamente podría fomentar la inflación y sembrar las semillas de nuevas burbujas especulativas en la bolsa, las materias primas u otros bienes. Su criterio es que debe haber una evolución gradual, pero iniciarla en su momento, no ahora.
 
Otro de los aspectos que se ha estado analizando últimamente en función de beneficiar la economía de Estados Unidos es la fortaleza del dólar y si es más conveniente un dólar débil que un dólar fuerte.
 
Un grupo de economistas han planteado que el dólar débil promueve las exportaciones, pues permite a otros países adquirir productos estadounidenses con menos dinero. Más exportaciones significa más producción y más producción significa menos desempleo, sin embargo la postura oficial es la de fortalecer el dólar y mantenerlo como moneda clave para el intercambio mundial.
 
Si analizamos las cotizaciones del dólar en las últimas semanas podemos decir que está triunfando la postura oficial, pues en estas el dólar se ha estado fortaleciendo diariamente incluyendo el día de ayer,22 de abril.
 
Todos los factores aquí analizados indican que tal y como mencionó Allison, la recuperación económica de Estados Unidos “apenas acaba de empezar y aún queda mucho por hacer", a lo que pudiéramos agregar que la misma es tan frágil que debe manejarse con extremo cuidado.
 
Quizás lo peor de todo esto, es que algunos economistas han expresado la posibilidad de que se origine una segunda crisis, lo cual, con el estado actual en que se encuentra la economía estadounidense, sería un duro golpe cuyas consecuencias son imprevisibles.
 
CRISIS EN LA POLITICA EXTERIOR
 
La política exterior que ha estado desarrollando la administración Obama no se encuentra exenta de la crisis, por el contrario va camino a la misma y podemos asegurar que ésta pronto se manifestará con mayor fuerza. En relación con este aspecto concentraré mi análisis en dos regiones solamente y en los casos más significativos de las mismas.
 
La política exterior en el Medio Oriente se encuentra empantanada con la ocupación de Irak y Afganistán, donde Estados Unidos desarrolla un conflicto bélico del cual no sabe cómo salir y con la llegada de 40,000 efectivos adicionales a suelo afgano, cada día le será más difícil hacerlo.
 
Continuamente se informa de la muerte de civiles, entre los que se encuentran mujeres y niños, que no son precisamente combatientes talibanes. También en esas guerras están muriendo soldados estadounidenses y de otros países de la Otan. En el año 2009 murieron más de 600, una cifra superior a la del 2008, lo cual se comienza a reflejar en el rechazo por parte de la población.
 
La incursiones de aviones teledirigidos a Pakistán, con el pretexto de la lucha contra los talibanes, también causa cientos de muertes a la población civil contra la cual se disparan misiles por hacerse “sospechosos”. Con esta nueva táctica se disminuye la muerte de soldados estadounidenses, pero se masacra a la población pakistaní.
 
En cuanto a Irán se mantienen los planes de atacar dicho país, lo cual fue ratificado el 22 de abril por el Vocero del Pentágono.
 
Israel continúa siendo el baluarte de Estados Unidos en la región, con su plan de desarrollo nuclear, los asesinatos a Palestinos y toda una serie de violaciones a las leyes internacionales que nunca son señaladas por Estados Unidos. La administración Obama ha incrementado en un 4 por ciento los más de 4,000 millones de dólares que anualmente le entregan a Israel como ayuda económica y militar.
 
Otra región en que se pone de manifiesto la crisis de la política exterior de Estados Unidos es en América Latina.
 
Uno de los principales exponentes de esta crisis, que a la vez contribuyó a incrementarla, lo fue el golpe de estado llevado a cabo en Honduras contra el presidente Zelaya, en el cual intervinieron varias agencias del gobierno estadounidense.
 
El estado de las relaciones con Venezuela, Bolivia y Nicaragua denota una constante hostilidad por parte de Estados Unidos, que no puede menos que contestarse en forma similar por parte de dichos países, lo cual mantiene estas relaciones en una crisis constante, que eventualmente se atenúa, pero en poco tiempo se recrudece.
 
En todos estos países las agencias estadounidenses tratan de fomentar el descontento contra el gobierno establecido, organizan y financian la oposición, hacen trabajo de espionaje y penetración en las fuerzas armadas e intervienen en los procesos electorales con la esperanza de lograr un cambio de gobierno por la vía “constitucional” y no tener que utilizar la fuerza para dicho propósito.
 
No obstante todo eso, por si en un momento determinado la crisis los lleva a considerar necesario utilizar la fuerza, el Pentágono ha incrementado sus bases militares en América Latina, fortalecido las existentes anteriormente, ubicado una flota naval en la región y ha comenzado a desarrollar un amplio plan de preparación y modernización de las fuerzas armadas de países que serían sus aliados en este tipo de aventura.
 
En relación con Cuba es necesario señalar que a los 30 millones entregados a la USAID para fomentar la disidencia en Cuba, la administración Obama planea adicionar otros 20. Otras agencias de espionaje estadounidense que también trabajan contra Cuba han incrementado sus acciones y el presupuesto que reciben para las mismas, el cual totaliza un poco más de150 millones.
 
La administración Obama ha cifrado sus esperanzas en poder destruir la revolución cubana utilizando la “diplomacia suave”, que es una nueva forma de llamar al diversionismo ideológico cuyo propósito principal es separar al pueblo de sus dirigentes.
 
Por todos los medios tratan de explotar y magnificar nuestros problemas, deficiencias y errores, con el fin de que los revolucionarios busquen otra salida. Promover lo que ellos llaman “transición” en contra de la “sucesión”. 
 
Fomentan campañas de divulgación, promoviendo el liberalismo, sobre situaciones de corrupción y otras similares que no constituyen la generalidad del problema, con lo cual, tratan de sembrar desconfianza en nuestra población en relación con el partido, sus dirigentes y otros funcionarios del estado.
 
Todas estas acciones que lleva a cabo el gobierno de Estados Unidos, en estos momento bajo la administración de Barack Obama, nos permiten determinar que la política exterior de ese país se encuentra en crisis, la cual tratan de solucionar utilizando todo tipo de recurso, ya sea el militar, el económico, la subversión, el asilamiento y otras acciones que desarrollan en la arena internacional , ya sea individualmente o con la ayuda de países aliados
 
CRISIS DE CONFIANZA

Esta es una de las perores crisis a la que se enfrenta la administración Obama, pues refleja una falta de confianza del pueblo estadounidense en sus gobernantes a los que no les reconoce la capacidad de resolver los cruciales problemas que sufre la nación norteña.
 
El Centro Pew de Investigaciones, un centro no partidista, en encuesta realizada, cuyo resultado se dio a la publicidad el 18 de abril, muestra la confianza pública en el gobierno federal en uno de sus niveles más bajos en los últimos cincuenta años.
 
La encuesta concluyó que el  22 por ciento de los encuestados dijeron que pueden confiar como siempre, o de manera significativa en Washington, y solo el 19 por ciento dijeron que están satisfechos con la situación en la capital. Casi la mitad dijeron que las decisiones negativas del gobierno afectan su vida diaria, opinión que ha aumentado en los últimos 10 años.
 
La mayoría de los encuestados dijeron que el gobierno federal es demasiado grande, tiene demasiado poder y afirman que interfiere mucho en los asuntos estatales y locales. Aproximadamente la mitad de los encuestados dijeron que desean un gobierno menor con menos servicios, en comparación con el 40 por ciento que opina lo contrario.
 
La encuesta identificó una combinación de factores que contribuyen a la hostilidad del estadounidense. La recesión que Obama heredó del presidente George Bush, la cual no ha sido resuelta; la falta de entusiasmo del pueblo sobre las promesas de los gobernantes y la molestia con el Congreso y políticos de todos los partidos, ya sean demócratas o republicanos.
 
Una mayoría de los encuestados consideran que la preocupación de Obama va dirigida a resolver los problemas de las grandes empresas, no los problemas de la población. Ponen como ejemplo la intervención del gobierno en el sector automotriz, el paquete de estimulo económico de $700,000 millones para salvar a los grandes bancos y consorcios financieros y la aprobación de la reforma de la salud pública, donde salieron beneficiadas las empresas de seguro.
 
La encuesta concluyó que la política de Obama tiene parte de la culpa de la opinión contra el gobierno.    A corto plazo, la profundización de la desconfianza en el gobierno es políticamente preocupante para Obama y los demócratas. Los analistas dicen que los republicanos pudieran beneficiarse en las elecciones legislativas de noviembre del rechazo a Washington, aunque los electores también los culpan por las batallas políticas que obstaculizan el avance de legislaciones que pudieran beneficiarlos.
 
En resumen una verdadera crisis de confianza que incluye al ejecutivo, el congreso, los demócratas y republicanos.
 
Como señalamos inicialmente muchas de estas crisis se interrelacionan e influyen una en las otras, formando lo que pudiera considerarse una crisis del sistema que requiere la máxima atención y la disposición de recursos para poder mantenerla bajo control.
 
- Dr. Néstor García Iturbe es editor del Boletín Informativo El Heraldo, Cuba.
https://www.alainet.org/es/articulo/140876?language=en

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