A pie, de París hasta Niza por sus derechos

La larga marcha de los sin papeles

Sergio Cáceres

30/05/2010

Opinión

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Este fin de semana llegará a la ciudad de Niza un grupo de manifestantes sin papeles que salieron de París el primero de mayo. La marcha es en demanda de la regularización de todos los sin papeles, y tiene como objetivo interpelar a los presidentes africanos que celebran una cumbre en Francia junto a su homólogo Nicolás Sarkozy. Acompaña la manifestación, la carta de solidaridad que Evo Morales envió al parlamento europeo hace dos años.

El pasado primero de mayo en París, sin esperar el fin de la tradicional manifestación de los trabajadores, el Movimiento de los Sin Papeles abandonó el cortejo para dar inicio a una marcha de 900 kilómetros a pié en demanda de la regularización de su situación en Francia. Esta marcha, que llegará a Niza en las próximas horas, tiene también el propósito de interpelar a los presidentes africanos que realizarán una reunión con su homólogo francés Nicolás Sarkozy. Para los Sin Papeles, los presidentes africanos son cómplices de las políticas europeas en contra de los sin papeles.

Esta reunión de mandatarios es en festejo del 50 aniversario de las independencias africanas. Durante siglos, el continente africano se mantuvo bajo la colonia de los países europeos, entre ellos Francia. Los años sesenta del siglo pasado marcan el inicio de las independencias de los países africanos (aunque no de todos) que se emanciparon del poder colonial.

Para los manifestantes no hay nada que festejar. Las llamadas independencias africanas no han acabado con las relaciones coloniales entre África y Europa. Al contrario, en el texto de llamado hacia la marcha, los colectivos de sin papeles afirman: “Muchos de nosotros venimos de países africanos que ganaron su independencia en 1960. Desgraciadamente, el colonialismo francés que ha saqueado abundantemente nuestros recursos, y utilizó nuestros pueblos como reserva de mano de obra continúa haciéndolo actualmente bajo la forma de neocolonialismo. Nuestros países no han logrado desarrollarse y nos hemos visto obligados a migrar para alimentar nuestras familias”.

Ilegales y perseguidos

Se conoce como sin papeles a los extranjeros que viven en situación irregular en Europa al habérseles negado el derecho de residencia. En los últimos años, la situación de estos emigrantes se ha endurecido a causa de las políticas europeas que buscan limitar la migración legal en Europa, sobre todo de ciudadanos del llamado Tercer Mundo. Las expulsiones violentas y la creación de centros de retención han agravado la ya inestable situación de los migrantes en Francia y Europa, creando un conflicto que ha provocado varios muertos en los últimos años.

El movimiento de los Sin Papeles, es la organización de resistencia a las políticas migratorias. Integrado por diversos colectivos de extranjeros y de franceses solidarios, este movimiento realiza diversas acciones de sensibilización, de intervención para evitar expulsiones, y de interpelación al gobierno francés para exigir la regularización de todos los sin papeles.

Si bien la mayor parte de los miembros del movimiento de los Sin Papeles provienen de África, también integran este movimiento emigrantes de distintos países del mundo. Hasta hace poco, un boliviano integraba el movimiento.

La respuesta de Francia y de Europa ha sido la criminalización y la persecución de los migrantes. Convertidos en “ilegales” en el momento mismo que pisan suelo europeo, los migrantes son susceptibles de ser enviados a centros de retención, que a muchos franceses les recuerda los campos de concentración de tiempos de la ocupación nazi.

En dichos centros, los sin papeles son encerrados sin ningún derecho y donde son sometidos a diversos maltratos. En 2008, se denunció el uso indiscriminado del arma Taser (que descarga 25000 voltios) por los policías en contra de los detenidos.

Ni abogados ni periodistas pueden ingresar a estos centros donde la situación explosiva provocó el incendio de uno de ellos. Sin hablar de los intentos de suicidio, los amotinamientos, etc.

Esto nos muestra que en Francia la residencia ilegal está más penalizada que muchos delitos comunes y que los detenidos en los centros de retención no cuentan con los derechos que amparan a los presos comunes de las prisiones europeas; como el derecho a hacer llamadas o ver a su abogado.

Adoptada por los países europeos en 2008, la llamada “Directiva de la vergüenza” permite, entre otros, la posibilidad de mantener detenidas a las personas en uno de esos centros de retención hasta 18 meses.

La finalidad de esta directiva, como su verdadero nombra lo indica (Directiva retorno) es retornar a los migrantes “ilegales” a sus países de origen. Ya en 2008, el gobierno francés había anunciado la expulsión de 25 mil extranjeros para ese año, prometiendo que la tasa irá en aumento cada año. La promesa de cumplir con esa cuota de expulsiones dio inicio a una verdadera cacería humana que produjo varios muertos. Como los casos de defenestración que fueron moneda corriente en aquel año, cuando ciudadanos en situación irregular, ante la irrupción de la policía en su domicilio, optaban por tirarse de la ventana para evitar ser enviados a los campos de retención.

Estas políticas de persecución del migrante han permitido la creación de una mano de obra barata, sin ningún tipo de derechos ni protección laboral, amenazada de ser enviada a los campos de retención (o expulsada del país) si no se somete a la explotación.

La “mano de obra sin papeles” es utilizada a todo nivel, desde restaurantes y supermercados, hasta instituciones estatales y domicilios de funcionarios de gobierno. La ilegalización del trabajador migrante ha creado una nueva forma de esclavitud. Paradójicamente, los trabajadores clandestinos, son obligados a pagar impuestos por el Estado que los amenaza de expulsión.

Evo en el ministerio de regularización de los sin papeles

Junto al equipaje y las vituallas de los marchistas que en breve llegarán a Niza, viajan también algunos textos anti-coloniales, que son parte de las ediciones “Los libros de cartón del Ministerio de Regularización de Todos los Sin Papeles”. Así, junto al “Discurso sobre el colonialismo” del poeta martiniqués Aimé Césaire, va también la “Carta del Presidente Evo Morales a la Unión Europea – Junio 2008”.

Esta carta, fue enviada por Morales días antes de la aprobación de la “Directiva de la vergüenza”, a fin que los parlamentarios europeos reflexionen y no den curso a esta directiva.

En su carta Morales recordaba a los parlamentarios que en el pasado, millones de ciudadanos europeos migraron al continente latinoamericano huyendo a la crisis económica que atravesaba Europa. La recepción de estos migrantes, como lo recuerda Morales, no fue la persecución ni la criminalización, sino al contrario, se los acogió de brazos abiertos y hasta se les otorgó tierras.

Evo Morales hizo también hincapié sobre el hecho que los migrantes, los sinpapeles, van a Europa a trabajar y no a colonizar y saquear las riquezas; como fue el caso de los europeos en América Latina a partir de 1492. Finalmente, Morales hacía un llamado a dar cumplimiento a lo que dice la Carta Universal de los Derechos Humanos, de la cual son firmantes los países europeos, y donde se estipula que todo ciudadano tiene derecho a fijar residencia donde lo desee.

Esta carta circuló por el mundo entero y el Movimiento de Sin Papeles lo recibió con algo más que júbilo, puesto que se trató del primer jefe de Estado del mundo que hizo causa por ellos. Y no cualquier jefe de Estado, puesto que para ellos es también significativo que se trate de un indígena, de una persona que sufrió la marginación, la exclusión y la persecución.

Por todo ello, en diciembre del año pasado, al saber del resultado de las elecciones bolivianas que renovaron el mandato de Evo Morales, los sin papeles erigieron un altar con su foto en la sede de su cuartel general, el llamado “Ministerio de Regularización de todos los Sin Papeles”; altar que desde entonces continúa allí, inamovible.

Odiados por la derecha, incomprendidos por la izquierda, en muchas ocasiones los sin papeles se baten solos en su lucha contra la arbitrariedad de las instituciones estatales. Ello hace que manifestaciones de solidaridad como la del presidente Morales cobren aún mayor importancia.

En mayo 2008 los sin papeles había iniciado la ocupación de la Bolsa del Trabajo, una especie de casa de los trabajadores (similar a la Casa Social del Maestro, por ejemplo), para sensibilizar a la ciudadanía acerca de su situación. A lo largo de esta ocupación, que reunió a más de 700 sin papeles (entre ellos un boliviano), se realizaron diversos debates entre los colectivos de sin papeles y representantes de otros movimientos sociales.

Sin embargo, a poco más de un año de esta ocupación, la Confederación General del Trabajo (CGT), el sindicato más grande de Francia, decidió desolidarizarse de este movimiento y envió a su policía sindical a desalojar violentamente a los ocupantes; aprovechando además un momento en el que el grueso de ellos se encontraba manifestando en las calles.

Este desalojo no fue aprobado por todas las instancias pertenecientes a la CGT. Un ala de este sindicato, que se mantiene solidario con los sin papeles, encontró para ellos un inmueble abandonado, en el número 14 de la rue Baudelique (París), donde se abrió el “Ministerio de Regularización de Todos los Sin Papeles” actual cuartel general del movimiento.

Pasado el mal momento con la CGT, actualmente diversos grupos de izquierda han renovado su apoyo a este movimiento. Partidos como el Nuevo Partido Anticapitalista, los Verdes y otros movimientos de izquierda se han solidarizado con la marcha a pie iniciada el pasado primero de mayo y que en unas horas más llegará a Niza para interpelar a los presidentes africanos por su complicidad con las políticas europeas antimigración, pero sobre todo, para exigir la regularización de todos los sin papeles.

- Sergio Cáceres es periodista boliviano.

https://www.alainet.org/es/articulo/141782