Episodios de la tragedia económica griega
31/05/2010
- Opinión
Como en el drama de Sófocles, Eurípides o Esquilo, la economía de Grecia se parece a la clásica tragedia. Aunque los análisis se enfocan en señalar como causa principal el déficit fiscal, que en 2009 llegó al 12,9% del PIB; o a su deuda pública equivalente al 113,4% del PIB; o a los intereses por los bonos de deuda soberana que, a finales de abril de 2010, se expidieron a una tasa de más del 10%, las razones últimas del desastre son otras.
Grecia pertenece a la Eurozona desde 2001, fue el miembro número 12 de los países con libre circulación de mercancías, capitales, personas, el euro como moneda única y con el Banco Central Europeo como autoridad monetaria. Tal grupo opera dentro de la Unión Europea, en el cual de 27 países, 16 tienen el euro. Los números económicos de Grecia no son buenos desde hace rato. Su “integración” ha estado marcada por un déficit en las cuentas externas, causado principalmente por un balance comercial negativo, superior al 10% del PIB, ya que sus exportaciones son mucho menores que sus importaciones.
En 2009, compró 65 mil millones de dólares en alimentos, petróleo, manufacturas básicas, maquinaria y automóviles principalmente a Alemania, Francia, Holanda, Italia y Rusia. Ni sus exportaciones escasas, menores que las de Colombia, ni los ingresos por turismo compensaron la balanza comercial deficitaria, adicionalmente quienes le vendían también le prestaban para que les pagara hasta que ese carrusel estalló. En ese libre comercio, sin cláusulas con tratamiento especial y diferenciado para los más débiles, se gestó la crisis.
Grecia expandió el gasto público para soportar la crisis global que estalló en 2008 y, como no puede emitir moneda para ello, dicha ampliación debió hacerla con mayor endeudamiento, el cual creció en 10 puntos más del PIB entre 2008 y 2009. La copa se desbordó, al punto de no poder sostener sus pagos aunque quiso ocultar esa situación con la complicidad del banco Goldman Sachs.
El paquete de salvamento por 110 mil millones para Grecia es parte de los 750 mil que se aprobaron para economías dispares como España y Portugal así como para las que se dedicaron a burbujas especulativas hipotecarias como Italia e Irlanda. Y como en la lógica neoliberal hay que salvar al capital, el pago lo harán los trabajadores europeos, perdiendo porciones de sus pensiones, viendo menguados sus salarios y padeciendo recortes a beneficios sociales. Es cierto que luego de los rescates de las empresas vienen los de los países, pero en el caso de Grecia hay mucho más que eso y todavía faltan otros episodios agravantes que se han iniciado con la desvalorización del euro.
Bogotá, junio 1 de 2010
https://www.alainet.org/es/articulo/141996?language=en
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