Umbrales y límites del desarrollismo

29/06/2010
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Lo primero que habría que preguntarse si hay una razón desarrollista, si el desarrollismo no es más bien un prejuicio, una ilusión, un espejismo, un querer imitar a otros, un querer ser como los otros. Parece que este punto ha sido recurrente en las élites gobernantes de los países conquistados por Europa, también en los no conquistados como el caso de Japón, hasta que despegó en una combinación compleja de intervención estatal, aparato militar y mercado. Habría dos casos distintos de superación del desarrollo típicamente europeo, uno es el de la ex colonia inglesa de los Estados Unidos de América y el otro es el del archipiélago del Japón, que si bien no va a ser colonia europea tiene un proceso controlado de modernización y de occidentalización. Ese es el esmero de los emperadores; pasamos de una modernidad temprana (1573-1868) a los periodos propiamente modernos (1868-2010). El ingreso liberal se da después de la Segunda Guerra Mundial, con la derrota del Japón; una nueva Constitución e instituciones liberales, descartándose de su proyección económica y política, el militarismo y el expansionismo que había caracterizado el imperio nipón.

EL DESPEGUE CAPITALISTA

¿Cuáles son las condiciones de posibilidad histórica que han llevado a Estados Unidos de Norteamérica a constituirse en una potencia hegemónica y dominante, encargada de conducir el ciclo del capitalismo contemporáneo? ¿Cuáles son las condiciones de posibilidad histórica que han llevado al Japón a desplegar un desarrollo capitalista con características propias, empujándolo incluso a intentar disputar la hegemonía mundial de la economía mundo capitalista? No podríamos entender ambos procesos sin comprender su relación concomitante con la Revolución Industrial inglesa.
 
El ciclo del capitalismo inglés se caracteriza por dos fenómenos que producen cambios estructurales en la composición del capitalismo; uno de ellos es la articulación indisoluble entre Estado y capital, el otro es el que tiene que ver con la Revolución Industrial, que trastoca las condiciones iniciales de la producción transformando la composición orgánica del capital y la estructura organizativa del capitalismo. No podríamos entender la evolución de la economía de los Estados de la Unión y del imperio nipón si no dentro de los contextos del sistema-mundo capitalista. Lo que se produce es el desplazamiento del centro de la economía capitalista desde
 
Europa hacia el norte del nuevo continente y hacia el extremo oriente. ¿Pero cuáles son las condiciones que permiten este desplazamiento? En primer lugar las sucesivas crisis del capitalismo europeo, pasamos del ciclo genovés al ciclo holandés y de éste al ciclo del capitalismo inglés. En segundo lugar, el desgate europeo debido a las guerras entre las potencias imperialistas, el desenlace de estas guerras que deriva en la hegemonía y dominación norteamericana. En tercer lugar el plan Marshall y el plan MacArthur de reconstrucción de Europa y Japón como parte de la Guerra Fría.
 
Ahora bien, Alemania y Japón ya eran potencias industriales antes de la Primera y Segunda Guerra Mundial, empero la reconstrucción las convierte en Estados liberales y en avanzados modelos industriales, altamente competitivos en el nuevo orden mundial ¿Cómo llegaron a ser potencias industriales? En ambos casos el Estado jugó un papel importante, la promoción estatal de la industrialización estaba ligada al proyecto militarista y expansivo, en franco antagonismo con las otras potencias capitalistas, particularmente Gran Bretaña y Estados Unidos de Norteamérica.

LOS CAPITALISMOS


La mayoría de los países, sobre todo los que fueron colonizados, los llamados países de la periferia del capitalismo o, más bien, del capitalismo periférico vivieron desenlaces distintos, que tienen que ver con la división del trabajo a escala internacional, con la división del mercado mundial, con las diferenciaciones del comercio internacional, con la división entre centro y periferia, norte y sur, en la geografía y geopolítica de la economía-mundo y del sistema-mundo capitalista. Todas estas diferenciaciones del capitalismo, de los capitalismos, en plural, de las formas del capitalismo tienen que ver con la distinción entre acumulación originaria de capital y la acumulación ampliada de capital, que establece que la periferia del centro del sistema-mundo capitalista es el escenario de las condiciones de posibilidad reiterativas de la acumulación originaria del capital del centro del sistema-mundo capitalista.
 
Esto quiere decir que esta acumulación primitiva de capital es permanente y se realiza por procedimientos de despojamiento y violencia de las riquezas naturales, de la fuerza de trabajo de la periferia o migrante, reducida a formas de explotación que desechan los derechos de los trabajadores y los derechos sociales, este mecanismo del despojamiento también tiene que ver con la privatización de las empresas públicas y del ahorro de los trabajadores, también con la privatización de los fondos de pensión, del seguro social, de la salud y la educación.
 
Se trata de un despojamiento constante y continuo de las posesiones, propiedades, riquezas, valores y derechos públicos, sociales y comunitarios en aras de la administración de la crisis del capitalismo. Estas divisiones geográficas y geopolíticas de la economía mundo-capitalista, estas fronteras, no son inamovibles, al contrario son flexibles y modificables, cambian dinámicamente de acuerdo con las formas plurales de desarrollo de los capitalismos centrales y periféricos.

La Unión Soviética y la República Popular China modificaron la división y las fronteras geopolíticas al desplegar formas intensivas, forzadas y militarizadas de revolución industrial. Se puede interpretar que estos socialismos fueron estrategias y medios no solamente de igualación, de socialización y de profundización democrática, sino también de cumplir las metas de la huella dejada por la Revolución Industrial inglesa. Desde esta perspectiva, se habrían movido en un mismo paradigma de desarrollo industrialista, incluso en un mismo concepto de desarrollo basado en la transformación de las condiciones iniciales de producción.

EL CASO LATINOAMERICANO


Los países latinoamericanos también se embarcaron en el proyecto de cumplir las metas de la Revolución Industrial con el objetivo enunciativo de salir de la dependencia y con el objetivo pragmático de sustitución de las importaciones. Comparando con la repetición de la Revolución Industrial socialista, la Revolución Industrial nacionalista fue más bien inconclusa, a medias y fragmentada; sin embargo, también modificaron las fronteras y la geografía política, disputando en el mercado mundial nuevos términos de relación de intercambio entre centro y periferia, norte y sur. Obviamente, tampoco el caso latinoamericano escapa del modelo de desarrollo industrialista y del concepto de desarrollo basado en la acumulación ampliada de capital.
 
Recientemente, en la última etapa del siglo XX, los llamados ‘tigres del Asia’ han saltado al escenario mundial como potencias industriales altamente competitivas, incorporando transformaciones tecnológicas actualizadas, basándose en la transformación de los recursos humanos. Este caso impactante tampoco escapa del modelo desarrollo industrialista, más bien lo reitera y repite en las condiciones de la industrialización avanzada del siglo XX, ingresando al mercado en condiciones competitivas.
 
Los ‘tigres del Asia’ también modifican las fronteras geopolíticas de la economía-mundo capitalista. Por último, la segunda revolución de la República Popular de China, su salto tecnológico, su apertura al mercado mundial y la incorporación de las renovadas formas de capitalismo, empresas, formas administrativas y circuitos comerciales, vuelve a transformar el mapa geopolítico del sistema-mundo capitalista.
 
En este caso por el peso y la densidad de la economía china en la economía mundial, su inserción en los flujos financieros mundiales, siendo además una potencia militar y miembro del grupo de seguridad de Naciones Unidas, afecta no solamente las condiciones geográficas y geopolíticas del sistema mundo-capitalista, sino llega a plantear la posibilidad de abrir un nuevo ciclo del capitalismo con las trasformaciones estructurales correspondientes.

Sin embargo, esta incidencia gigantesca de China en la dinámica económica mundial no desplaza al modelo de desarrollo industrialista, más bien lo profundiza y lo extiende, así exacerba las características problemáticas de este paradigma económico y remarca las contradicciones propias del modo de producción capitalista. 
 
- Raúl Prada Alcoreza, Círculo Epistemológico, Comuna
https://www.alainet.org/es/articulo/142475?language=en
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