Eric Toussaint: «Crisis de la deuda en Europa es mucho más violenta que la que sufren países emergentes del sur»

21/10/2010
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Eric Toussaint, especialista de la deuda del Tercer Mundo, considera que Grecia debería optar por la cesación de pagos y realizar una auditoría de la deuda para determinar la responsabilidad de los acreedores, con el fin de reducir radicalmente el stock de su deuda.
 
El endeudamiento de Europa es más grave que el de los países de América del Sur. Para la mayor parte de estos países, el porcentaje de endeudamiento exterior en relación con el producto interior bruto llegaba al 40 % en 2010, mientras que en Grecia, España, Portugal e Irlanda se supera por lejos el 100 %. A pesar de que los gobiernos y la Comisión Europea centran el problema en la deuda pública, la deuda más elevada es la privada. En España, la deuda pública sólo representa el 17 % de la deuda total. Por otro lado, el aumento de la deuda pública en Europa es el resultado de tres factores: la contrarreforma fiscal comenzada en los años noventa, que redujo los ingresos de los Estados y brindó un regalo a los ricos y a las empresas privadas; el coste del salvataje de los bancos privados por los gobiernos a partir de 2007 y, finalmente, la disminución de la recaudación fiscal debido a la recesión económica de 2009. Aunque los gastos sociales de los Estados europeos no son en absoluto la causa del aumento de la deuda pública, ellos son el objetivo de los planes de austeridad. Además, la enorme deuda de las empresas privadas corre el riesgo, si no se toman medidas adecuadas, de transformarse mañana en deuda pública.
 
Esta es la lectura de Eric Toussaint, economista e historiador, especialista en las finanzas públicas de los países del Sur, desde los años ochenta. Según este experto belga, activo en el Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (www.cadtm.org ), Grecia debería optar por la cesación de pagos, emprender una auditoría de la deuda para establecer la responsabilidad de los acreedores y renegociar su reembolso, imponiendo una reducción radical de su deuda. De paso por Ginebra para presentar su último libro[1], Eric Toussaint señala que esa solución le ahorraría al país las medidas de austeridad impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y por la Unión Europea (UE), que castigan a toda la población. Actualmente, una decena de países europeos sufren la perfusión del FMI.
 
«Muchos préstamos fueron concedidos a Grecia para financiar la compra de material militar a Francia y Alemania», explica Toussaint. «Después del estallido de la crisis, el lobby militar-industrial consiguió incluso mantener el presupuesto de defensa mientras, que los gastos sociales fueron recortados en más de un 20 %.» Nos recuerda que en plena crisis griega, a comienzos de este año, Recep Tayyip Erdogan, primer ministro de Turquía, país que mantiene tensas relaciones con la vecina Grecia, se desplazó a Atenas y propuso al gobierno una reducción del 20 % del presupuesto militar de ambos países. Pero los griegos no cogieron el cable que le habían tendido. Las autoridades francesas y alemanas lo presionaron porque querían promocionar sus exportaciones de armas. Hay que añadir a esto los numerosos préstamos de los bancos, principalmente alemanes y franceses, a las empresas privadas y a las autoridades griegas en 2008-2009. Estos bancos habían pedido prestamos al Banco Central Europeo a bajo interés y enseguida se los trasfirieron a Grecia a un interés mucho mayor, con lo que obtuvieron substanciosos beneficios en un corto plazo. No se preocuparon de la capacidad de los deudores para el reembolso del capital prestado a medio plazo. Por lo tanto, estos bancos privados tienen una gran responsabilidad en el excesivo endeudamiento. Los préstamos de los países miembros de
https://www.alainet.org/es/articulo/145009

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