Claves para interpretar las declaraciones del ELN

05/11/2010
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En esta semana, el comandante y fundador del ELN Nicolás Rodríguez Bautista, presentó al país una declaración que fue difundida en su página Web, montada en YouTube y que tuvo respuesta del Presidente y el Vicepresidente de la Republica.
 
Es una declaración que se presenta al inicio del nuevo Gobierno, que debió ser grabada hace varias semanas, porque no menciona dos hechos de gran impacto y que pudieron ser motivo de manifestaciones públicas: la muerte de Jorge Briceño, comandante de las FARC, y del ex presidente Néstor Kichner, secretario general de la UNASUR, más allá de estas especulaciones bien valen unas reflexiones sobre el sentido de los planteamientos presentados en una intervención de quince minutos. (Para escuchar las declaraciones: http://www.youtube.com/watch?v=rYZJTauUGXk).
 
Es importante que el ELN, Ejército de Liberación Nacional, en cabeza de su máximo comandante le hablara al país iniciando con un mensaje de mucho valor: “Hoy más que nunca la paz es una exigencia para el país”, pareciera una frase estereotipada, pero coloca la intervención en un punto fuerte, el tema de la paz y luego plantea como se debe trabajar en esa dirección, éste es un punto vital. El ELN, está convocando a hablar y trabajar por la paz, se puede deducir que dicha fuerza persiste en éste propósito, así la recepción y audiencia en el país urbano y en el mundo de la política sean tan escépticos.
 
El Ejército de Liberación Nacional, hace un recuento de todos los intentos fallidos de diálogos y negociaciones desde sus planteamientos de aplicación del DIH en 1988, hasta el proceso con el presidente Uribe, pasando por los procesos surtidos en Caracas y Tlaxcala con el presidente César Gaviria, los “coqueteos” durante el Gobierno Samper y los avatares en la administración del presidente Pastrana, es un recuento de los intentos y sus frustraciones, donde sería bueno colocar el ingrediente, que si bien hay responsabilidades desde los gobiernos igualmente ha existido la responsabilidad del ELN, de no asumir un camino de búsqueda de respaldo social, con mayor decisión política de ir a construir un acuerdo político para la paz, en otras palabras, por supuesto que hay responsabilidades en el Estado, que ha mostrado su incapacidad para poner punto final a este prolongado conflicto armado, pero igualmente hay responsabilidades de las guerrillas y en este caso particular, del ELN.
 
Sobre el frustrado intento con el presidente Uribe, que luego de diez rondas de conversaciones surtidas entre septiembre de 2005 y noviembre de 2007, el ELN endilga, con acierto, la desafortunada actuación del entonces comisionado de Paz Luis Carlos Restrepo, quien pretendió lograr lo imposible: una concentración e identificación plena de una fuerza enfrentada al Estado, que si bien cree en el mecanismo de diálogos y negociaciones, no puede acceder a tales pretensiones, más aún cuando existen infinidad de posibilidades para lograr el objetivo, que de manera absurda pretendía lograr el comisionado Restrepo. La verificación del cese del fuego y las hostilidades, éste es un punto de primer orden, por supuesto, pero lograrlo no implica colocar imposibles en una mesa siendo que se puede lograr, de manera técnica y rigurosa si hay voluntad y seriedad en las partes y adecuados, dispositivos técnicos e institucionales para llevar a cabo una verificación donde instancias internacionales como la ONU, tienen una larga y probada experiencia, éste punto queda como referente para los futuros procesos.
 
El mensaje de fondo presentado por el ELN, está expresado en la frase: “El ELN quiere retomar la construcción de un camino de paz con la participación de todos los colombianos.”  Buena cosa saberlo, que lo hagan explícito, que lo comuniquen al país y a la comunidad internacional, lo cual obtuvo como respuesta por parte del presidente Juan Manuel Santos, una frase categórica; “Que liberen a todos los secuestrados, dejar de cometer actos terroristas, devolver los niños reclutados a la fuerza, suspender la práctica de colocación de minas antipersona”, con lo cual quedó construido el escenario de éste planteamiento. El ELN propone retomar un camino de diálogos y negociaciones que por supuesto es con el Gobierno y el mismo Gobierno no lo descarta de tajo, pero coloca como condición para considerar esta posibilidad el que las guerrillas dejen prácticas violatorias de los Derechos Humanos y el DIH.
 
El ELN en su mensaje, llama al Congreso de la República a ser un escenario de deliberaciones sobre los grandes temas del país, con participación amplia en sus palabras lo expresa como: “El Parlamento debe estar abierto a escuchar al conjunto del movimiento social, a discutir los problemas del país, y no ser la manguala que ha entregado el país a la corrupción, las mafias y al paramilitarismo.”  Lo que indica su interés en una participación política más allá del Gobierno y la importancia que le da a una interlocución con los partidos políticos en esta búsqueda de un acuerdo de paz.
 
Las palabras para la Iglesia Católica son elogiosas, lo cual reafirma el planteamiento que la institución con mayor credibilidad para seguir trabajando en el propósito de lograr un acuerdo para ponerle punto final al conflicto armado es ella, la Iglesia colombiana que viene jugando un papel discreto y efectivo y quien hace dos años presentó al país su propuesta de “Acuerdo Nacional por la Paz”, y que sigue siendo un referente para quienes seguimos empeñados en la solución política, y es clave que en esta interlocución igualmente se siente convocado el ELN.
 
Un punto que está en el primer orden del debate nacional, es el del proceso de verdad, justicia y reparación para las millones de víctimas, ante lo cual las declaraciones del ELN van en el sentido de plantear: “A las organizaciones de víctimas y su meritoria labor nos merece todo respeto y consideración, la paz de Colombia pasa por reconocer a las víctimas del conflicto y la integra aplicación del proceso de verdad, justicia y reparación. A tal propósito debemos contribuir todos. No podrá existir paz, sino se afronta con valor y decisión el drama de todas las víctimas del conflicto para buscar una acertada solución.” Éste punto será central en un futuro proceso con el ELN y las FARC, tensionando el debate y la acción política en el difícil equilibrio entre justicia y paz que requerirá de mucho rigor y responsabilidad, para asumir las decisiones que sean pertinentes.
 
Sobre el narcotráfico, las declaraciones de Nicolás Rodríguez Bautista, van en contravía con lo que se viene diciendo desde hace una década, el ELN se involucró en esta dinámica y los hechos y las investigaciones así lo reafirman, no es buena señal, tratar de tapar el sol con un dedo ¿o será que en el ELN igualmente funciona aquello que tenemos muchas manos y la izquierda no sabe lo que hace la derecha, o como en la mitología hindú las deidades tienen muchas manos y unas no se enteran de los movimientos de las otras?, éste es un punto delicado y falta más que declaraciones para salirse del tema, en la realidad está la respuesta y la realidad es tozuda, hay amplia evidencia del involucramiento del ELN con el narcotráfico, y éste es un tema del conflicto y asumirlo a fondo es parte de la solución.
 
Igualmente importante en este mensaje es la forma explícita como agradece la participación de: Suiza, Noruega, Suecia, que junto a Cuba y Venezuela, han ayudado en los múltiples intentos de construir un acuerdo, lo cual coloca la temática y es que se sigue requiriendo cooperación y participación internacional para lograr dicho propósito: cerrar de manera dialogada y negociada nuestro largo conflicto, y el ELN valora esta participación.
 
Hay una dinámica en marcha, el ELN coincidiendo con las declaraciones de Alfonso Cano, de julio de este año, habla de querer buscarle una salida negociada al conflicto y la respuesta del presidente Santos es: “La llave de la paz no está perdida la tengo yo, pero abrirla requiere más que intenciones y palabras y mensajes montados en YouTube, hace falta colocar sobre la mesa, hechos y sin ellos no será posible avanzar”.
 
- Luis Eduardo Celis es Coordinador Programa de Política Pública de Paz, Corporación Nuevo Arco Iris
 
Fuente: Semanario Virtual Caja de Herramientas Nº 231, Corporación Viva la Ciudadanía. www.vivalaciudadania.org
https://www.alainet.org/es/articulo/145317
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