Mundo árabe: ¿transición hacia…?

08/02/2011
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A propósito de las sucesivas manifestaciones de protesta que se han venido presentando en el Norte de África, en la región del Magreb (Túnez, Marruecos, Argelia, Mauritania, Sahara Occidental, Libia) pero también en otros países árabes, como Jordania y Yemen, ha habido la tendencia a hacer una lectura lineal de estos incipientes procesos de cambio político.

Algunos han considerado que así como a mediados y finales de los 70s se dio la transición política de los autoritarismos europeos existentes en España, Portugal y Grecia y se inició el proceso de cambio político de los regímenes autoritarios de América Latina hacia democracias electorales y que a comienzos de los 90s, una vez concluida la guerra fría vive Europa del Este –los antiguos países denominados socialistas- igual proceso de transición a la democracia, con esa misma lente se pretende decir que estamos ahora ad portas del inicio de la transición a la democracia en el Norte de África y en el mundo árabe.

Sin embargo, la primera y gran pregunta sería, ¿hacia qué tipo de democracia se espera que evolucionen estos países africanos y árabes? Normalmente el mundo occidental ha tenido una fuerte tendencia eurocéntrica y etnocéntrica que considera que todas las culturas y civilizaciones del mundo deben seguir a pie juntillas los valores y modelos de organización social y política occidentales; esto es lo que explica, en parte, el desastre causado por las potencias europeas al crear de manera arbitraria los diferentes Estados Africanos y tratar de llevar allí, de manera mecánica, los sistemas de organización política de occidente, especialmente el modelo democrático de gobierno, que tiene como sustento la existencia de unas instituciones estatales –independientes y con sistemas mutuos de equilibrio y control- y como contraparte los individuos libres e independientes que son quienes configuran la categoría de ciudadano. Pero lo que existía –¿y existe?- en las sociedades africanas son organizaciones tribales, en las cuales sus miembros son parte integral de las mismas.

Esto lo ejemplificaba muy bien Butros Ghali, el ex Secretario General de la ONU, cuando le respondía a un periodista sobre la posible transición egipcia a la democracia: “Eso depende a lo que uno se refiera cuando habla de democracia. La democracia no es la misma en África que en Europa o en América Latina. La democracia en África está basada en las tribus. Los africanos tienen más confianza en sus tribus que en sus gobiernos. En segundo lugar, las potencias coloniales europeas dividieron a África en países artificiales, donde hay una misma tribu separada por una frontera. Esto complica el sistema democrático. Aquí la democracia consiste en que las tribus estén representadas en el Gobierno.”

Y no debemos olvidar que igual equivocación tuvieron aquellos que pretendieron implantar, posterior a los procesos de descolonización, los llamados ‘socialismos africanos’ en países como Angola, Mozambique, Guinea Bissau, Argelia, Libia, Etiopía, para mencionar solamente algunos casos y en prácticamente todos los países lo que hubo fue un total fracaso.

Lo anterior son argumentos adicionales para pensar los procesos de cambio político que parecen empezar a darse en algunas naciones africanas. Probablemente no es fácil analizar con los ‘anteojos’ propios de la experiencia occidental, lo que pueda darse en estas sociedades; seguramente ni la sociedad civil, ni los partidos políticos, ni los grupos de presión tienen la misma característica y expresión que en las sociedades europeas o americanas. Si bien es verdad que es absolutamente condenable cualquier tipo de autoritarismo o de tiranía, en el ejercicio del gobierno, también es cierto que no hay modelos únicos a exportar como forma paradigmática de gobierno. Hay ciertos principios que son indispensables: elección periódica de gobernantes, participación social en los asuntos públicos, control de organismos independientes. Las modalidades específicas como se materialicen serán diversas y reflejarán las diversidades sociales.

- Alejo Vargas Velásquez es profesor titular de la Universidad Nacional de Colombia y
coordinador del Grupo de Investigación en Seguridad y Defensa.

https://www.alainet.org/es/articulo/147436
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