Gigantesco negocio para dominar

24/03/2011
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 Ganancias por 320 mil millones de dólares anuales genera el narcotráfico en la aldea, informó Yuri Fedotov, jefe de la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, durante la reunión para formular políticas frente a los narcóticos, realizada en Viena, Austria.
 
El gigantesco e histórico negocio de la drogas pareciera no serlo tanto si se compara con otros renglones de la economía global, pero desde hace tiempo no es recomendable disociarlo del trafico de órganos, la trata de personas y la pornografía infantil, el trasiego de armas y el tráfico de indocumentados, florecientes divisiones generales de los corporativos trasnacionales del crimen organizado que obtienen utilidades muy superiores a las reconocidas en Viena.
 
Tampoco son precisos los datos del otrora viceministro ruso de Relaciones Exteriores, por ejemplo sobre el número de consumidores de drogas que estimó entre 150 y 250 millones de adultos al año, lo que entre otras cosas puede significar que no son adictos; además de la incapacidad del máximo organismo para atender un problema vital, en contraste con la celeridad con que dio carta de legalidad a Odisea Amanecer para que los bombarderos del emperador Barack Hussein Obama asesinen a “civiles malos” que apoyan --por voluntad propia o impuesta-- al dictador Muammar Kadafi, y así proteger a los “civiles buenos” que respaldan a los rebeldes apuntalados por Estados Unidos, Francia, Inglaterra y otros acompañantes en una aventura en la que no logran ponerse de acuerdo porque los intereses geopolíticos y mercantiles son diversos.
 
Lo que sí estimó con exactitud Fedotov fue el aumento en 80 por ciento de la producción global de opio entre 1998 y 2009; el creciente abuso de drogas entre niños y jóvenes sobre todo en los países en vías de desarrollo y el uso excesivo de fármacos recetados en las naciones desarrolladas.
 
En el caso mexicano, de acuerdo a la Secretaría de Salud, se duplicó el número de adictos en seis años, pero ocultó José Ángel Córdova Villalobos que dos años corresponden al gobierno de Vicente Fox y cuatro al de Felipe Calderón. Aparte están las 35 mil víctimas mortales en 52 meses, durante una guerra que ahora llaman lucha y el claridoso diagnóstico de Obama: “Los cárteles de la droga se han fortalecido y el presidente Calderón tiene cierta frustración”. Fracaso se llama lo anterior.
 
No cantan mal las rancheras en la ONU. Los cientos de millones de dólares asignados permiten “que el volumen de la asistencia extendida es muy insignificante. Parece una acción simbólica”. El funcionario ruso exigió más recursos “para un mayor progreso”, pero también explicó que son tiempos de austeridad.
 
No hay dinero para combatir el narcotráfico en la aldea, pero sí para mantener invadido Afganistán con su floreciente producción de opio, e Irak, bombardear y bloquear a Libia y ocupar Bahrein.
 
Lo que no hay es interés. Y las razones las explica don Pablo González Casanova en La Jornada del miércoles 23, página 5, “(…) las falsas y crueles guerras contra un narcotráfico que les sirve como gigantesco negocio para lavar dinero de los criminales en sus bancos y quedarse con la mayor parte; que les sirve para prestar dinero con altos intereses a gobiernos aliados que son sus clientes en la compra de armas de mediano y alto poder, iguales o inferiores a las que también les venden a los narcotraficantes; que les sirve para mediatizar la ira del pueblo empobrecido por sus políticas privatizadoras y especuladoras y para embarcar a los jóvenes de esta América en falsas luchas de mafias que les hacen perder –con su identidad y sus vínculos sociales y familiares--, el sentido de la vida y el sentido de la lucha (…)”
 
 
https://www.alainet.org/es/articulo/148533?language=en
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