La frágil memoria de la inmediatez
27/03/2011
- Opinión
Eduard Punset, en uno de los pocos programas para ver en televisión, Redes, decía que el gran descubrimiento de la ciencia hoy es que hay vida antes de la muerte. Sería importante que los médicos lo supieran porque cuando vemos algunos por razones de salud sentimos la silente presencia de la muerte. Displicencia, falta de empatía y unos signos pesos en los ojos.
Teniendo como trasfondo de la vida planetaria los millones de muertes por desnutrición, por enfermedades curables con una gran mayoría de niños. Dado que la salud está vinculada a los laboratorios y estos al mundo mercantil y desde allí los seguros médicos que como se vio en EE.UU. es más importante pagar que sanarse y si no puedes pagar te mueres. De modo que hay dos discursos, el de la medicina y el de los médicos, el primero es literatura y el segundo el que ya conocemos.
No solo las empresas nucleares promueven las mentiras, también lo hacen los políticos influidos por el poder y el color del dinero y hoy son los relacionadores públicos de los bancos soportados en ese jet que es la ideología neo capitalista, liberal para algunos viejos conocidos, que dicen hoy como reflexión soporte de la crisis lo mismo que decían en la década de los 90’s antes que el euro entrara como moneda corriente como un especie de mesías que la televisión europea de la zona euro promovió en diarios, en programas de televisión a comienzos del 2002. como una nueva era de prosperidad.
Allí, en 1995 Pierre Bourdieu escribía, “…Esta certidumbre tecnócrata es la que expresa Juppé cuando escribe: ..quiero que Francia sea un país serio y feliz”. Cosa que puede traducirse así.- Quiero que las personas serias, o sea, las élites, los enarcas, los que saben dónde reside la felicidad del pueblo, tengan la posibilidad de hacerlo feliz, incluso a su pesar, es decir, en contra de su voluntad, en efecto, como decía el filósofo (Paul Ricoeur), el pueblo no se da cuenta de los feliz que es y, en especial, de la felicidad que les proporciona ser gobernado por personas que, como el señor Juppé, saben mejor que él lo que le conviene. Así piensan los tecnócratas, y así entienden la democracia.
Dirá luego….” Esta nobleza de Estado, que predica la extinción del Estado y el reinado conjunto del mercado y el consumidor, sustituto comercial del ciudadano, se ha apoderado del Estado; ha convertido el bien público en privado, la cosa pública, la República, en su cosa.
Hoy en el País de Madrid aparece medio escondido un artículo de Paul Krugman , premio Nobel de economía que escribe. Sobre la falsa ilusión de la austeridad.
La inmediatez tapa todo. Los medios juegan para donde calienta el sol, los “expertos” dicen que no hay calentamiento planetario, los liberales bien pagados están de fiesta, y el pueblo disperso no se da cuenta que es la vida la que tiene en sus manos ahora y que posiblemente unidos se podría detener esta direccionalidad perversa a la que el mercado pretende llevarnos, y lo peor nos está llevando.
- Walter Dennis Muñoz es Periodista
https://www.alainet.org/es/articulo/148572?language=en
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