La independencia política en la independencia semántica

Semiosis insurgente

03/04/2011
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"¿No es el primer deber del que busca la verdad dirigirse directamente a la verdad sin mirar a diestra o siniestra?" Marx
 
Hay problemas nuevos para la producción de documentales porque, entre otras cosas, están en ascenso mil formas nuevas de producir Semiosis. Están en ascenso fuerzas nuevas para la transformación del mundo y por eso están en ascenso desafíos específicos para la producción documental. Se expande e intensifica una oleada mundial de Semiosis revolucionaria más comprometida con la maduración de la lucha, de la fuerza y de la conciencia... eso problematiza e intensifica la tarea de documentar significados que emergen gracias el desarrollo interno de luchas sociales que tienen orígenes comunes, que no sin dificultades extraordinarias, consolidan saltos cualitativos importantes y perfeccionan los modo ideados desde abajo para transformar la realidad. Emerge una Semiosis revolucionaria que no quiere distorsiones, intermediarios ni “traductores” que lucha contra la imposición de significados alienantes. Y no parece haber, en esta etapa, tarea más importante para los documentalistas que organizarse tras una táctica consensuada, estudiar y fortalecer esas Semiosis revolucionarias en ascenso. Contra subjetivismos de antojos caprichosos, contra todo vampirismo burocrático, contra la desorientación y los miedos, contra el pragmatismo y la improvisación cándida. Contra el atraso, contra los mesianismos, contra los sectarismos.
 
Ese ascenso de una Semiosis rebelde es un salto cuantitativo y cualitativo que busca y consolida su independencia contra el discurso hegemónico, independencia conceptual, formal, estética y política definitiva… revolucionaria. No como una “novedad estilística”ni como una “monería estética”; se trata de una independencia que tiene historia y causas concretas, inmediatas e impostergables. Se trata de una independencia de significados que se adueña de cuanta herramienta se ofrece al paso para narrar el ascenso histórico de las luchas sociales con imágenes, símbolos, signos y comunicación rebeldes. Es un proceso de Semiosis revolucionaria que se produce desde las bases. Esto debe movilizar a los documentalistas en muchos sentidos porque esto significa mucho.
 
No es difícil establecer un punto convergente en esta insurgencia de significados, no es difícil identificar como denominador común al conjunto de las luchas sociales que tomaron protagonismo entre 1994 y 2005… desde México hasta Argentina, con la expulsión de la Rua… en Ecuador, Chile, Brasil, Bolivia, Venezuela… los movimientos sociales agitan las rebeldías e imaginación de los más sensibles… y las de los no tanto. Muchos tomaron las plumas, las cámaras fotográficas, los pinceles… otros se hicieron documentalistas. Pensamiento y acción que en la producción de Semiosis rebelde, de todo el mundo, han acumulado experiencias cargadas de fortalezas múltiples y contribuciones extraordinarias. Desde Chiapas hasta las asambleas barriales, desde las fábricas, recuperadas o no, hasta las organizaciones campesinas e indígenas. Con periódicos, radiodifusoras y televisoras comunitarias y de base, con megáfonos y volantes, con muros y correos electrónicos… con documentales, reuniones, conferencias, talleres, páginas de Internet… se hace oír un lenguaje de imágenes y sonidos que buscan, como se puede y con lo que se tiene, el triunfo de los pueblos originarios, contra el ALCA, NAFTA, de los piqueteros más avanzados, de la organización obrera contra lideres sindicales mafiosos y traidores, contra las burocracias y los empresarios, contra la destrucción de los ecosistemas, los monocultivos trasgénicos, el saqueo de los recurso naturales, las privatizaciones… Semiosis pues anticapitalista y antiimperialista. De sur a norte, de este u oeste. De abajo hacia arriba
 
¿Qué es esta Semiosis en ascenso ? ¿Qué lugar ocupa en la problemática de la producción creadora de documentales? ¿Cómo se analiza? ¿Dónde? ¿Cuáles son sus debates y tensiones más ricas? ¿Cuáles son sus contribuciones? Intentar una aproximación crítica interesada en desentrañar las operaciones individuales y colectivas de la Semiosis revolucionaria es de interés fundamental y hay que eludir toda teoría lineal o atomista. Desentrañar la Semiosis revolucionaria implica problemas de hondura mayúscula como el problema de la libertad del pensamiento, la libertad de la expresión y la crítica contra las hegemonías de la razón burguesa. Implica el debate sobre la realidad, los resortes verdaderos y complejos del pensamiento, el conocimiento, la ética y la estética. E implica una mirada crítica sobre modos, medios y relaciones de producción documental que suponen la emergencia de Semiosis transformada por el ejercicio de la conciencia crítica, la libertad y la transformación de la realidad. Producción dialéctica de significados, emergencia de signos revolucionarios para una conciencia de la transformación permanente. El documental se nutre de la experiencia social viva.
 
Aun con la confianza y celebraciones que merecen las Semiosis revolucionarias en ascenso, es preciso no perder de vista en qué escenarios ocurren las tensiones de tal ascenso. Hoy la producción de significado, no está a salvo de los vicios del atraso histórico que se vive. Ni en las organizaciones sociales más avanzadas ni en los documentalistas. Incluso sin quererlo, en ocasiones se repiten los formatos alienantes. Burocracias, incluso. Al identificar la presencia de ciertos focos de alienación en la producción de Semiosis rebelde se comprenden los riesgos y deformaciones en que la producción de significados puede incurrir si se despega de la base social y si pierde de vista la importancia vital de la independencia política de trabajadores. Independencia de clase. Domina el empíriocriticismo, hay sobreproducción, fetichismo utilitarismo burgués, clientelismo académico y cientificismo, sectarismos… por todas partes y camuflado de mil maneras.
 
Este es el momento de decir abierta y claramente que es necesario contar con espacios de crítica y autocritica en el seno mismo de los movimientos que impulsan una Semiosis revolucionaria, sus marcos teórico-metodológicos y cómo debe ser planteada la liberación no atomizada de los medios y modos para la producción de Semiosis. Es que no basta con ser capaces de identificar, caracterizar y estudiar problemas en los medios y modos para la producción de Semiosis. No bastan, aun siendo indispensables, los diagnósticos más conspicuos ni las casuísticas más originales. Hace falta la práctica, el Trabajo científico, artístico, académico, crítico organizados para intervenir organizadamente. ¿Estamos los documentalistas preparados?
 
Ninguna práctica de consenso puede pasar de largo sobre este repertorio de problemas y es suicida menospreciar la fortaleza alcanzada por la producción documental que ha sido obediente al ascenso delos movimientos sociales. Sería suicida pasar de largo incluso las tareas de crítica y autocrítica solidarias con semejante experiencia. Es ridículo e incluso estúpido excluir la crítica y la autocrítica… permanecer indiferentes a un análisis exhaustivo de los signos, símbolos, imágenes e imaginarios revolucionarios de este momento, aunque no se presenten como algunos esquemas lo hubieren previsto. Incluso por ello mismo. Acaso este momento reclame preparar el acontecimiento exigente de un consenso para la praxis revolucionaria de la producción documental, realizarla para actuar con, (no sobre ), los movimientos sociales más avanzados, desde ellos mismos, para transformarnos todos. Pero hace falta la herramienta de la crítica porque pueblos e individuos acarreamos, y no pocas veces atesoramos, atrasos y vicios de los cuales solemos no ser del todo conscientes.
 
Las herramientas:
 
Esta semiósis revolucionaria no se produce simplemente como “alternativa” a lo que ofrecen los medios de comunicación monopólicos, no se produce sólo como un discurso que puede “convivir” pacíficamente con el enemigo. No se construye como una ínsula para la felicidad semántica en un sólo círculo, no se produce para dejar intacto el paisaje bajo la trampa lógica del liberalismo que miente con aquello de “daré la vida por defender su derecho a decir expresarse libremente”. Esta semosis revolucionaria ofrece entendimiento, claridad, interrogación, conciencia dinámica nueva, innovadora, que se mueve para movilizar y organizar a los grupos incluso valiéndose de las llamadas “nuevas tecnologías”. Es independencia semántica de la clase que lucha por su emancipación. Aun cuando los costos y la simplificación de la tecnología influyan parcialmente al explicar el ascenso de la Semiosis revolucionaria, es decir una parte de ella, ésta no depende sólo de que la tecnología tenga costos bajos u operación sencilla. Eso es un reduccionismo tramposo. De ser así la propia Revolución Soviética seguiría a la espera de ofertas en las tiendas especializadas. La historia de la prensa revolucionaria es un ejemplo de que el contenido no depende linealmente de los medios disponibles para su propagación y eso no les niega importancia.
 
Cada uno de los medios de producción documental posee cualidades expresivas propias de la misma manera que un lápiz ayuda a hacer cosas en las que un ordenador en un inútil y viceversa. Cada herramienta posee una especie de gramática no monolítica determinada por características cambiantes que dan a las Semiosis posibilidades, y limitaciones, múltiples a veces para su bien y otras no, que derivan en la fusión de códigos lingüísticos, cinéticos, sonoros, pictográficos icónicos, y una variedad de sub-códigos relacionados e interdependientes de aquellos. Pero esas relaciones entre códigos, como materia concreta para la producción de discurso revolucionario, con una semiósis revolucionaria, requiere espacios de experimentación e investigación sistematizadas y rigurosas que, sin solemnidades ni fajas, den paso a la emergencia de lenguajes nuevos. Para nosotros lo mejor está por verse.
 
La Semiosis revolucionaria involucra a todas las operaciones mentales. Desde el comportamiento natural del cerebro hasta su culturización. Está comprometido el humor y el amor, el juego, los sueños, las emociones todas. Está comprometida la fantasía y la imaginación. Están comprometidos los sentidos y las pasiones. Están comprometidas todas las fuerzas de producción, el trabajo, el ocio y la creatividad. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo si pierde el alma?
 
Toda Semiosis revolucionaria es explicable y cognoscible. Entendida como práctica humana toda Semiosis actualiza dialécticamente lo objetivo y lo subjetivo, es práctica social determinada por su historia, función e intereses de clase. Y eso no es poco o menos enigmático. La producción de Semiosis revolucionaria está atada a las leyes generales del desarrollo desigual y combinado, (y las calamidades que padece la destrucción de las fuerzas productivas) determinada por sus marcos teórico-metodológicos y por su grado de desarrollo, es producción determinada ideológicamente. No hay Semiosis huérfana.
 
Si la Semiosis se produce contradictoriamente, es decir en una lucha, como el trabajo y por el trabajo, de la tensión individual y colectiva entre las necesidades y sus satisfactores… si la Semiosis se resuelve dialécticamente como desarrollo y ésta a su vez se resuelve como producción creativa, siempre obediente a sus marcos ideológicos, está claro que la producción de Semiosis es explicable y cognoscible por los términos de sus intereses… a qué sirve, a quién, cómo, dónde y cuándo. Si la producción de significado en todos los ámbitos de la actividad social, representa a su Tiempo, es decir le da significado, está claro que en toda producción Semiosis existe una tensión interna que sintetiza las tensiones dialécticas de su ser y modo de ser con sus propósitos prácticos de clase. Está claro, pues, que el acto de significar no es episodio místico ni arrebato idealista extraterrestre de musas veleidosas. Está claro que el acto de significar no es imitación de los dioses ni privilegio de ellos. Está claro que la producción de significado no es iluminación individualista ni dádiva del destino para provecho mercantil de algunos “genios”. Está claro que el acto de significar no es exclusividad de demiurgos, no es reservorio de iluminados, no es luz de “genio” iluminador mesiánico de los espíritus.
 
Significar es lucha y proceso desde lo inferior (desde lo simple) a lo superior (a lo complejo), de lo particular a lo general, que pone de manifiesto y realiza la lucha de tendencias internas y externas, juntas o por separado, cuya forma característica presenta un aspecto de espiral. Hoy las teorías y herramientas para la producción de Semiosis son en el presente más poderosas, eficaces, eficientes y están más concentradas hegemónicamente que en cualquier momento de la Historia. Hoy la mayoría de las maravillas tecnológicas y las conquistas humanas sirven para encerrar la Semiosis en prisiones de miseria y esclavitud. La humanidad es cada día más pobre. Se frena el desarrollo, se destruyen las fuerzas productivas. Se destruye el estado de ánimo, estamos desconfiados, desesperados y desorganizados. No inutilizados.
 
Toda Semiosis se construye por una gama de conceptos en lucha que buscan soluciones expresivas. Esa búsqueda es también una lucha dialéctica. Es preciso participar en los procesos más íntimos de la producción de Semiosis revolucionaria, saberla colectiva y móvil, sujeta a las condiciones materiales, a la lucha de clases y a las condiciones técnicas de los instrumentos de la producción documental para crear estrategias políticas y transformar no sólo el campo de batalla de las Semiosis sino el modo de usar las herramientas de producción documental en los movimientos sociales revolucionarios. Pasar de tácticas defensivas con los medios de comunicación, algunas de ellas tácticas de resistencia ejemplares, pasar pues a un período donde surja la expresión nueva, crítica, necesaria en cada momento de la lucha.
 
Conocer la dialéctica interna y los procesos de Semiosis desde sus tensiones en la producción y transmisión, representación y reproducción, es imprescindible para apropiarse de todas las posibilidades de enunciación y toda la riqueza necesaria para la transformación definitiva de la sociedad. Descifrar las tácticas y estrategias de una Semiosis revolucionaria constituye una etapa primordial de una lucha que también es acción revolucionaria. La tarea de crear nuevos medios y modos de comunicación incluye a las relaciones de producción. La Semiosis insurgente no implica sólo agitación política, implica también espacio para la imaginar una vida nueva incluso detrás de las denuncias más crudas y multitud de producciones que dan testimonio de ello. En no pocos espacios las Semiosis revolucionarias muestran su maduración para pasar del capitalismo al socialismo ...
 
Proceso de Semiosis transformadora que es, poco a poco consenso y autogestión, fuerza de la diversidad unida y capaz de ejercer el control de los medios informativos independientes, alternativos… fuerza que será capaz incluso de expropiar los medios ya expropiados por las oligarquías. Fuerzas transformadoras que producen una Semiosis diversa, que opone al poder de manipulación y adoctrinamiento de la burguesía una respuesta de dignidad, de justicia, de libertad contra la explotación y el saqueo. Como ocurrió y ocurre en Venezuela donde ni todo el aparato de ofensiva mediática logró convencer a los venezolanos de que habían perdido a su presidente, su proyecto de gobierno y su revolución. Las Semiosis revolucionarias replantean su estrategia discursiva en sus propios medios de expresión y divulgación para ejercer una presión rumbo al cambio del poder por otro poder que nada se parece a aquel ni en sus definiciones ni es sus modos de construcción. Forma nueva de hacer política pues… también simbólicamente.
 
En este terreno el documental contribuye a derrotar el concepto burgués de libertad de prensa y de expresión, el mito de la “objetividad” que es una trampa lógica para anular la intervención del productor de Semiosis rebelde . Contra todas las campañas oligarcas que se desarrollan “en defensa de la libertad de prensa y de expresión” se multiplican las radios comunitarias las páginas en Internet, las televisoras barriales y la prensa alternativa. Se contribuye a la revolución utilizando la tecnología sometida con significados nuevos a crear educación, estética y ética nuevas. Es decir se lucha con el documental, en el documental y desde el documental para contribuir a la revolución con una Semiosis nueva que crece en el centro de los movimientos sociales de base. Y las repuestas aparecen como emanaciones de lucha que entienden cómo desde los intestinos de la bestia surgen las respuestas superadoras.
 
Expresado como estallido de significados el documental involucrado con el ascenso de una Semiosis nueva establece su propio concepto de libertad de expresión al materializar en imágenes y sonido la dialéctica de las luchas sociales. Se trata de una lucha, en los hechos, contra el silogismo que hace pasar por libertad de expresión las libertades de la propiedad privada. Lucha del documental que desenmascara el sistema de alianzas y servidumbre entre las burguesías vernáculas y sus padres multinacionales en su idilio de solidaridad imperialista alienante. Documental que se hace una sola voz con la voz social que denuncia con mayor claridad el entreguismo faldero de las burocracias políticas. Esto hace cada vez más difícil la práctica burguesa de adueñarse de las luchas, desfigurarlas y servirse de sus caricaturas para auto convencerse de sus triunfos y desmoralizar a sus antagónicos. En este espacio las Semiosis insurgentes han cumplido un papel definitivo desde 1994 y los documentales que han acompañado y ayudado esa lucha son hoy los motores de una epoca nueva que será fundamental en la medida en que se consolide.
 
Esta Semiosis tiene además otra característica: no se trata de una toma del sentido gracias a que alguien “le devuelve al habla al pueblo”, no se trata de una Semiosis animada por el voluntarismo mesiánico de quienes se imaginan poniendo al pueblo en el centro de sus escenarios mentales… esta vez lo que se ve es que son los propios movimientos sociales quienes, desde sus bases, toman la determinación de construir con sus imaginarios los imaginarios de una lucha que se extiende exponencialmente. Esta vez no se trata de la realización del sueño paternalista que le da al pueblo los juguetes para que se exprese, se trata de la apropiación (por ahora) de algunas herramientas de producción expresiva para (acaso pronto) la expropiación de todas las herramientas. Mientras, la producción de una Semiosis revolucionaria madura, con sus tiempos, en el imaginario revolucionario de cada medio que se incorpora a la lucha para ocupar el lugar que le toca en la contienda específica.
 
Al lado del objetivo histórico de quitarle a la clase dominante el control de la información y de la cultura, está la producción de sentido revolucionaria del documentalista antagónico a las noticias, versiones y temas que se hacen circular en los aparatos funcionales a la explotación… Emerge poco a poco en la producción de documentales la tarea de elevar el nivel de conciencian de entender el documental también como herramienta organizadora que irradia fuerzas vertebradoras con claridad hacia la toma del poder desde abajo. Ya no es fácil que los colectivos de producción documental que trabajan con una Semiosis rebelde se traguen el truco viejo de poner como centro de su crítica la conducta de los gobiernos con sus burócratas, como si fuese el único antagonista de la revolución, se ha logrado dar un paso irreversible que deja ver, cada vez con más claridad, las relaciones promiscuas de orden patronal que ejerce la burguesía sobre cierta clase política amaestrada como guardián de la propiedad privada, y lo mejor es que los documentalistas han puesto como eje la construcción de sus propias fuerzas revolucionarias para cambiar su realidad confiando en sus ideas y en sus tácticas de lucha con los movimientos sociales más avanzados . Eso es un salto cualitativo.
 
Semiosis rebelde mundial .
 
No se puede elevar la conciencia de la lucha si la producción de Semiosis se encierra en sí misma. Avanzará muy lenta la conciencia, por ejemplo, de los indígenas si los indígenas sólo ven la problemática de los indígenas. Es magnífico el desarrollo de redes, colectivos de producción documental que intercambian realizaciones y contribuyen al conocimiento de obreros, campesinos, trabajadores de todo el mundo y contribuyen a conocer las coincidencias… impulsan la conciencia de que en todas partes muchos como uno emprenden luchas y eso fortalece la moral y clarifica al enemigo. Entre otras cosas.
 
Y emerge una Semiosis revolucionaria mundial que lucha contra esa Semiosis hegemónica, que tiende a la sustitución del sujeto, que interpone siempre a un explicador que como voz off, locutor en pantalla, “periodista”… desplaza el testimonio directo de los protagonistas para privilegiar una puesta en escena mediática de cierta perspectiva que nunca es “neutra” “objetiva” ni desinteresada… como suele presumirse. En las Semiosis revolucionarias hay una clara interpretación de esa trampa y una propensión fundamental a construir el discurso con las fuentes directas del hecho. Contra toda mitología mediática impuesta al imaginario colectivo; contra la sumisión a los símbolos y arquetipos que han contribuido a edificar las bases del capitalismo y el imperialismo; contra un mundo único con historia, filosofía y realidad únicas construidas con estereotipos desmovilizadores, deprimentes… devastadores y alienantes .
 
Contra el modelo ideológico que hace pensar en las herramientas del documental como máquinas sólo útiles para la seducción o diversión para mantener a las masas alejadas de sí mismas, contra sí y domesticadas para legitimar todo lo que las explota.
 
Una semiótica no antipática.
 
Contra la alienación es necesaria una práctica semiótica que contrarreste y superare el imperio de los signos y de los discursos hegemónicos porque el control de los signos no es ajeno al control del poder. Contra la semosis de la barbarie impuesta gradualmente y que tiende a fijar un imaginario social donde reina la resignación, la desmovilización, el quietismo, el individualismo, el nihilismo y el pragmatismo. Contra los símbolos y estereotipos que ejercen violencia psicológica y física para fortalecer esa civilización de la explotación obra de la filosofía y la cultura del capitalismo y de sus industrias culturales.
 
Es necesaria una praxis semiótica revolucionaria que no olvide las luchas que se libran para la producción del significado revolucionario, en sus contextos de clase y contra las metarrealidades alienantes, los megadiscursos de las redes massmediáticas, sus videosferas o iconósferas con opio mercantil traficándose impunemente la galaxia hipermediática. Semiótica para denunciar de manera directa los sujetos de la enunciación alienante ocultos tras el discurso de la moral burguesa y artífices de los mecanismos de opresión del imaginario social ¿Quiénes son los sujetos de la enunciación de los mass media mercantiles?, ¿Sus beneficiados?
 
Es necesaria una praxis semiótica científica para denunciar todo subterfugio sígnico y toda forma de ideologización reaccionaria. Cuando la zorra predica, no están seguros los pollos. Semiótica científica para desmontar toda esa parafernalia, ciertamente fascinante, narcotizante incluso, en la Semiosis del cine comercial, las publicidades, las series televisivas regidos por efectos especiales y digitales para una megacultura de masas. Parafernalia financiada por monopolios especializados en construir armas de guerra ideológica que tienen efectos de largo alcance en los imaginarios imponiéndoles matrices de significación estereotipadas y estereotipantes. Necesitamos una praxis semiótica capaz de trabar un pacto ético solidario con las causas revolucionarias más avanzadas para colaborar en la solución de los problemas causados por la alienación, la destrucción de las fuerzas productivas y la negación de cultura libre.
 
Necesitamos una teoría semiótica revolucionaria, no contemplativa sino transformadora, que bien pudiera intervenir, en el marco histórico de la lucha de clases, comprometida críticamente con su objeto de estudio y contra las prácticas enunciativas más perversas… contra los procesos de producción de sentido, los modos y las relaciones de producción y la transmisión y distribución de mensajes impuestos por los programadores, los dueños de los medios. Desmontar las estratagemas de la publicística mercantil, las falacias de la cultura hegemónica, la simbólica narcótica del clero, la demagogia de los oropeles nacionalistas y gobierneros y el repertorio de emblemas y fetiches burgueses con su estética del crimen, la opresión y la dominación mundial con “imagen corporativa” de la propiedad privada. Desmontar con una semiótica seria toda fabricación de signos obediente a los intereses imperialistas y a sus operaciones semánticas, sintácticas y pragmáticas para esconder los crímenes sistemáticos del negocio de la guerra, denunciar científicamente cómo operan sus estudios de recepción que culpabilizan a las víctimas, semiótica decente, no de sabihondos inentendibles, contra la alienación, contra lo que devasta las fuerzas movilizadoras de las sociedades, lo que desanima, atemoriza y atomiza. Una semiótica que salga de sus jergas y pedanterías, que se oponga a las manías empíricas y a los devaneos neo-kantianos para explicar y contribuir a terminar con toda historia de la alienación y la explotación. Semiótica que no ayude a la miseria. No olvidar las tácticas burguesas para criminalizar las luchas sociales.
 
También una semiótica no atomista que permita ver por qué es posible que el “receptor”, a quien algunos definen como pasivo, en un proceso revolucionario de transformación de la Semiosis es también enunciador gracias a un consenso enunciativo comunicacional y crítico que casi nadie estudia porque a muy pocos interesa, ya que no es negocio, y que no conocemos porque nos falta conocer todavía lo mejor de la humanidad que está naciendo… Semiótica para potenciar la generación de Semiosis revolucionaria que cuenta con las voces de otros que son su voz propia en lucha, en conjunto, en revolución social. Es urgente una praxis semiótica como estudio de signos, símbolos, sistemas de significación, prácticas significantes en contextos históricos y de clase concretos. Que sea una disciplina científica capaz de denunciar y transformar los efectos generados por las industrias culturales transnacionales, y por los medios de comunicación de masas responsables de la pérdida del sentido de transformación de la realidad. Capaz de intervenir comprometidamente en el ascenso de la Semiosis revolucionaria de los movimientos sociales y los medios y modos de producción de sentido generados hoy como pasos avanzados. Semiótica transformadora herramienta del documental, también.
 
Ascensos a la vista.
 
Los sistemas de significación y los procesos de producción documental más avanzados conforman hoy una ‘función semiótica', que busca los detonantes de la acción, la movilización comunicativa en búsqueda de consensos para una acción mundial, integrada minuciosamente por miles de trabajadores de la Semiosis, la representación, la apropiación y construcción de una realidad opuesta, para siempre, a la miseria y la explotación. Semiosis en estado de alerta con todos los recursos de la invención y de la imaginación para intervenir organizados. Construcción de la Semiosis revolucionaria con base en el hacer mismo de las bases y sin dejar de señalar las tácticas enemigas. Semiosis para la vinculación del mensaje con una práctica social de la imaginación, la intuición… el nuevo contenido dado por la praxis de la lucha desde las células de información, al nivel de las organizaciones de base, contra el discurso del caos.
 
Esta producción de Semiosis que se ve ya en la práctica parte de un movimiento mundial de base. Parte de principios y de hechos conjugados uno y otro al movilizar al sujeto del proceso revolucionario y de vulnerar concretamente la hegemonía del capitalismo y romper con la cultura de dominación. Semiosis revolucionaria que al movilizar también a los documentalistas moviliza formas nuevas de distribución de sus significados. Esta Semiosis insurgente no se produce en un laboratorio, es proceso dialéctico: negación de la anterior, su superación no surge de fuentes desconocidas, se debe al desarrollo lógico de la suma de experiencias acumuladas. Se trata de la conquista de una significación histórica como expresión de clase revolucionaria que no ha rechazado en modo alguno las más valiosas conquistas de la época burguesa, por el contrario, asimila críticamente y reelabora todo lo que hubo de valioso en más de dos mil años de desarrollo del pensamiento y la cultura.
 
Hoy es un triunfo toda superación del documentalismo bucólico, purista, doctrinario, nostálgico o “neutral”. Llevada por la Semiosis revolucionaria en ascenso la producción de documentales aprende, no sin dolores de parto, que no toda su experiencia, pasada y presente, es o ha sido “inmaculada”, que le urge autocrítica, que el paso siguiente no puede eludir, en ninguno de los géneros documentales, las búsquedas y condiciones dialécticas que confieren fortaleza a la lucha por la construcción de sentido... significado. Hoy la responsabilidad del productor, trabajador, documentalista no puede excusarse de intervenir para expresar el movimiento real de las luchas sociales más avanzadas, es decir, sumarse para expresar las Semiosis en lucha mundial contra la barbarie, la miseria, la explotación, el opio clerical, la domesticación simbólica de los silogismos burgueses, el debate capital trabajo… bien puede el trabajador del documental ocupar un lugar de significación extraordinaria. No se puede faltar a la cita de la historia. Todos los lenguajes del documental son un instrumento, no un fin; su relación con el significado posee una tensión dialéctica inseparable del contexto de clase y el momento histórico donde se exige búsqueda y experimentación transformadoras para una revolución semiótica permanente en el corazón mismo de toda realización documental. Sin lucha revolucionaria por el significado puede suceder que sólo tengamos lenguajes huecos, (imágenes, movimientos, sonidos…muy ubicuos, muy oportunos quizá) para decir naderías. La Semiosis revolucionaria en ascenso es expresión de este momento en que la humanidad se dispone al salto magnifico de lo cuantitativo a lo cualitativo… a su desarrollo en contra de todo lo que la frena. Los documentalistas no están exentos ni por delante de esto. Lo más importante radica en que es ineludible semejante experiencia, plena de emoción, que no dejará de expresar su campanilleo misterioso, ya que, efectivamente, la humanidad comenzará a auto-pertenecerse. No hay que empezar la casa por el tejado.
 
Referencias:
 
 
https://www.alainet.org/es/articulo/148773
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