Pregunta
12/05/2011
- Opinión
El Consejo de Redacción de Radio Televisión Española considera que las noticias sobre campañas electorales han de seguir criterios periodísticos. Ha manifestado su desacuerdo con que los partidos obtengan cuotas informativas en función de los resultados de las últimas elecciones. Defiende que, como profesionales, “han de informar, pero no son la correa de transmisión de las organizaciones políticas ni están sometidos a su tutela”.
En los últimos días se ha creado un movimiento que pretende disminuir la influencia de los poderes políticos en el periodismo independiente. En la red social Twitter se promovía que los periodistas no diesen cobertura a los actos informativos en los que no se admitiesen preguntas. La iniciativa la puso en marcha Antón Losada, profesor de Ciencia Política, Doctor en Derecho Europeo y hombre con una larga carrera en los medios.
“Aceptamos que no debatan, tragamos que no respondan preguntas, publicitamos... Y luego nos quejamos de los políticos”, transmitía a través de su perfil de Twitter. Periodistas y ciudadanos no tardaron en mostrar su apoyo. La propuesta fue uno de los temas más comentados del día en la red social.
Se trata de un intento de eliminar una forma de actuar que cada día es más común en los políticos. Convocar a la prensa, leer un comunicado y finalizar el acto sin permitir que los periodistas intervengan. Se permite que el ponente envíe a la audiencia sólo aquello que desea que escuchen.
Los primeros perjudicados por esta práctica son los ciudadanos. La información que reciben obedece a los intereses de sus gobernantes, y no a los suyos. La presencia de los medios de comunicación debe garantizar noticias contrastadas y veraces. El arma principal para conseguirla es la pregunta. Sin ella no existe el verdadero periodista. Los partidos políticos tienen suficientes canales para difundir sus comunicados. Web oficial, publicaciones, medios de la organización, y también las redes sociales. No es admisible que utilicen el periodismo independiente como correa de transmisión.
Periódicos, radios y televisiones envían a menudo a los integrantes de su plantilla a cubrir eventos de este tipo. Generan gastos en salarios y desplazamientos de forma inútil. Esas declaraciones podrían llegar a su redacción a través de un correo electrónico, con el consiguiente ahorro de tiempo y dinero.
Todos tenemos el mismo derecho a informarnos. Sin importar la nacionalidad que figura en nuestro carnet de identidad o si carecemos de documentación. El artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos reconoce a todo individuo el derecho “de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.
Es necesario que la iniciativa sea global. En un mundo tan interconectado, resultan tan importantes las respuestas de los gobernantes del país propio, como las del ajeno. Y sobre todo las de aquellas instituciones que toman decisiones que afectan a todo el planeta, como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional.
En un primer paso, algunos periodistas han comenzado a incluir en sus crónicas si las ruedas de prensa han admitido preguntas o no. También han decidido transmitir a la audiencia aquellas que no obtengan respuesta. El receptor de la información tendrá la oportunidad de conocer qué políticos se niegan a hablar sobre determinados temas. La iniciativa “sin medios no hay cobertura” no es una quimera. En una sociedad democrática, con respeto a la libertad de prensa, la voluntad de los directores de los medios debería bastar para convertirla en realidad. Y en especial de los más grandes e influyentes. Una acción conjunta de los directivos de las principales empresas informativas establecería un ejemplo a seguir para toda la profesión. Además enviaría un claro mensaje a la clase política: “no estamos aquí para daros publicidad, sino para informar a la ciudadanía”. Pero si existe división en los informadores, la propuesta no prosperará.
La sociedad necesita conocer lo que sus representantes tienen que decir. No se trata de ignorarlos en los medios, sino realizar una presión legítima para que informen con corrección y respeto a sus votantes. Que no oculten nada acerca de las labores que realizan para las personas que los han elegido. Las preguntas ofrecen esa posibilidad, buscar en las fuentes los datos más relevantes. Sin ellas, el periodismo no tiene sentido.
- Javier Fernández Díaz es Periodista
https://www.alainet.org/es/articulo/149711
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