La sociedad civil reclama al IPCC:
La geoingeniería NO es una opción!
14/06/2011
- Opinión
Hoy, 125 organizaciones nacionales e internacionales, representando al menos 40 países de todos los continentes, enviaron una carta abierta al Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), exigiendo que manifieste con claridad su compromiso con la precaución y en favor de la actual moratoria sobre la geoingeniería. El IPCC sostendrá una reunión de expertos sobre geoingeniería del 20 al 22 de junio en Lima, Perú. (La carta está disponible y abierta a firmas aquí <http://www.etcgroup.org/es/node/5268> ).
La geoingeniería es la manipulación deliberada de los sistemas de la Tierra para alterar el clima, incluyendo tecnologías de alto riesgo tales como inyectar partículas en la estratósfera para imitar erupciones volcánicas (con el fin de bloquear la luz del sol) y “fertilizar” los océanos para que florezca el plankton y supuestamente capture dióxido de carbono. La geoingeniería, que solo se pensaba como ciencia ficción, ha estado ganando credibilidad como respuesta posible —y algunos dicen necesaria— a la crisis climática.
La manipulación climática lleva décadas en la mira de gobiernos poderosos en el Norte. Originalmente fue concebida como estrategia militar, pero se ha reinventado como geoingeniería: un arma en la guerra contra el cambio climático. Los gobiernos de Estados Unidos y del Reino Unido son especialmente proclives a la geoingeniería, lo cual no sorprende, pues según Silvia Ribeiro del Grupo ETC: “les da a los gobiernos del Norte una coartada para evadir sus compromisos de reducción de emisiones.” Ribeiro continúa: “el clima es un sistema complejo: manipularlo en un lugar puede tener enormes impactos ambientales, sociales y económicos en países y sobre pueblos que no pudieron participar en la decisión. Los propios científicos calculan que lanzar partículas a la estratósfera podría alterar el monzón y los patrones de viento, y poner en riesgo la alimentación y las fuentes de agua de 2 mil millones de personas”.
“Mientras el mundo contempla cómo la industria aeronáutica australiana se colapsa esta semana debido a las cenizas que vuelan desde Chile, es absurdo que el IPCC esté considerando cómo provocar lo mismo. Las posibilidades de que se tomen decisiones unilaterales con la geoingeniería y que se desarrolle para lucro privado son enormes, y por el contrario, las oportunidades de que la geoingeniería brinde una solución segura, duradera, democrática y pacífica a la crisis del clima son minúsculas, o mejor dicho, inexistentes”, dijo Ricardo Navarro de Cesta (El Salvador) y Amigos de la Tierra Internacional, paradójicamente varado en Buenos Aires debido a las cenizas volcánicas.
En octubre de 2010, el Convenio sobre Diversidad Biológica estableció una moratoria sobre la geoingeniería. Sin embargo, Christiana Figueres, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco sobre Cambio Climático de Naciones Unidas, dijo a The Guardian la semana pasada <http://www.guardian.co.uk/environment/2011/jun/05/global-warming-suck-greenhouse-gases> , “Nos estamos colocando en un escenario donde habrá que desarrollar tecnologías más poderosas para capturar las emisiones de la atmósfera", refiriéndose a técnicas de geoingeniería.
Meenakshi Raman de la Red del Tercer Mundo, Malasia, otra de las organizaciones firmantes de la carta al IPCC, argumenta: "es completamente erróneo que la Sra. Figueres sugiera que nos empeñemos en capturar carbono de la atmósfera en vez de dejar de emitirlo; es igualmente equivocado que el IPCC asuma que la geoingeniería tiene algún lugar en lo que ellos llaman “el portafolio de opciones” al cambio climático.
La carta abierta critica al IPCC por traicionar su supuesta “neutralidad política”: el Comité Científico que organizó esta reunión de expertos incluye investigadores en geoingeniería que han promovido el aumento en los presupuestos de investigación en estas tecnologías y para experimentos en el mundo real, así como científicos con solcitudes de patentes sobre tecnologías de geoingeniería y otros intereses comerciales. El Comité Científico no permitió que organizaciones de la sociedad civil involucradas en el tema participaran, ni siquiera como observadores. Sin embargo, el IPCC asegura que abordará el tema de la “gobernanza” y los factores “sociales, legales y políticos” que atañen a la geoingeniería.
Raman enfatiza que el IPCC no tiene porqué abordar el tema de la gobernanza de la geoingeniería, puesto que “no se trata de una cuestión científica, sino de un asunto político.”
La Vía Campesina, la red de organizaciones de campesinos más grande del mundo, expresa su preocupación porque los impactos de la manipulación climática sobre la agricultura serán sentidos principalmente por los campesinos en el Sur global y subraya que experimentar con los océanos podría destruir las formas de supervivencia de miles de pescadores artesanales. Vía campesina argumenta “la geoingeniería es una solución falsa al cambio climático y tan peligrosa para la naturaleza y para los pueblos del mundo, que debe prohibirse.”
Alejandro Argumedo, de la organización indígena ANDES (Perú) concuerda. Argumedo es uno de los organizadores de las actividades de la sociedad civil que tendrán lugar en Lima mientras ocurre la reunión del grupo especializado del IPCC. “El IPCC cerró sus puertas a la sociedad civil aunque sus expertos aseguran que van a discutir “los factores sociales” que afectan la geoingeniería. 125 organizaciones internacionales y nacionales de todo el mundo les acaban de dar materia real para esta discusión.”
La geoingeniería es la manipulación deliberada de los sistemas de la Tierra para alterar el clima, incluyendo tecnologías de alto riesgo tales como inyectar partículas en la estratósfera para imitar erupciones volcánicas (con el fin de bloquear la luz del sol) y “fertilizar” los océanos para que florezca el plankton y supuestamente capture dióxido de carbono. La geoingeniería, que solo se pensaba como ciencia ficción, ha estado ganando credibilidad como respuesta posible —y algunos dicen necesaria— a la crisis climática.
La manipulación climática lleva décadas en la mira de gobiernos poderosos en el Norte. Originalmente fue concebida como estrategia militar, pero se ha reinventado como geoingeniería: un arma en la guerra contra el cambio climático. Los gobiernos de Estados Unidos y del Reino Unido son especialmente proclives a la geoingeniería, lo cual no sorprende, pues según Silvia Ribeiro del Grupo ETC: “les da a los gobiernos del Norte una coartada para evadir sus compromisos de reducción de emisiones.” Ribeiro continúa: “el clima es un sistema complejo: manipularlo en un lugar puede tener enormes impactos ambientales, sociales y económicos en países y sobre pueblos que no pudieron participar en la decisión. Los propios científicos calculan que lanzar partículas a la estratósfera podría alterar el monzón y los patrones de viento, y poner en riesgo la alimentación y las fuentes de agua de 2 mil millones de personas”.
“Mientras el mundo contempla cómo la industria aeronáutica australiana se colapsa esta semana debido a las cenizas que vuelan desde Chile, es absurdo que el IPCC esté considerando cómo provocar lo mismo. Las posibilidades de que se tomen decisiones unilaterales con la geoingeniería y que se desarrolle para lucro privado son enormes, y por el contrario, las oportunidades de que la geoingeniería brinde una solución segura, duradera, democrática y pacífica a la crisis del clima son minúsculas, o mejor dicho, inexistentes”, dijo Ricardo Navarro de Cesta (El Salvador) y Amigos de la Tierra Internacional, paradójicamente varado en Buenos Aires debido a las cenizas volcánicas.
En octubre de 2010, el Convenio sobre Diversidad Biológica estableció una moratoria sobre la geoingeniería. Sin embargo, Christiana Figueres, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco sobre Cambio Climático de Naciones Unidas, dijo a The Guardian la semana pasada <http://www.guardian.co.uk/environment/2011/jun/05/global-warming-suck-greenhouse-gases> , “Nos estamos colocando en un escenario donde habrá que desarrollar tecnologías más poderosas para capturar las emisiones de la atmósfera", refiriéndose a técnicas de geoingeniería.
Meenakshi Raman de la Red del Tercer Mundo, Malasia, otra de las organizaciones firmantes de la carta al IPCC, argumenta: "es completamente erróneo que la Sra. Figueres sugiera que nos empeñemos en capturar carbono de la atmósfera en vez de dejar de emitirlo; es igualmente equivocado que el IPCC asuma que la geoingeniería tiene algún lugar en lo que ellos llaman “el portafolio de opciones” al cambio climático.
La carta abierta critica al IPCC por traicionar su supuesta “neutralidad política”: el Comité Científico que organizó esta reunión de expertos incluye investigadores en geoingeniería que han promovido el aumento en los presupuestos de investigación en estas tecnologías y para experimentos en el mundo real, así como científicos con solcitudes de patentes sobre tecnologías de geoingeniería y otros intereses comerciales. El Comité Científico no permitió que organizaciones de la sociedad civil involucradas en el tema participaran, ni siquiera como observadores. Sin embargo, el IPCC asegura que abordará el tema de la “gobernanza” y los factores “sociales, legales y políticos” que atañen a la geoingeniería.
Raman enfatiza que el IPCC no tiene porqué abordar el tema de la gobernanza de la geoingeniería, puesto que “no se trata de una cuestión científica, sino de un asunto político.”
La Vía Campesina, la red de organizaciones de campesinos más grande del mundo, expresa su preocupación porque los impactos de la manipulación climática sobre la agricultura serán sentidos principalmente por los campesinos en el Sur global y subraya que experimentar con los océanos podría destruir las formas de supervivencia de miles de pescadores artesanales. Vía campesina argumenta “la geoingeniería es una solución falsa al cambio climático y tan peligrosa para la naturaleza y para los pueblos del mundo, que debe prohibirse.”
Alejandro Argumedo, de la organización indígena ANDES (Perú) concuerda. Argumedo es uno de los organizadores de las actividades de la sociedad civil que tendrán lugar en Lima mientras ocurre la reunión del grupo especializado del IPCC. “El IPCC cerró sus puertas a la sociedad civil aunque sus expertos aseguran que van a discutir “los factores sociales” que afectan la geoingeniería. 125 organizaciones internacionales y nacionales de todo el mundo les acaban de dar materia real para esta discusión.”
15 de junio de 2011
Grupo ETC
www.etcgroup.org
www.etcgroup.org
https://www.alainet.org/es/articulo/150530
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