Religiosidad, football y política

04/08/2011
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La redonda va por la cancha de juego y ¡gooooooool, gracias a Dios, los jugadores se persignan y rezan, diosito les dio una mano. Maradona sabe de la manito que Dios le dio en el mundial.  Los ingleses creen que fue el diablo que metió la cola.
 
Antes del partido los jugadores ponen los ojos en alto pidiendo y rezando a Dios que les de el triunfo; lo mismo hace el equipo adversario. Gracias a Dios, todo salió, como Dios manda.
 
Pero, siempre hay un pero, hay jugadores y políticos que no creen en Dios,  dicen ser ateos; casi lo mismo que pragmáticos, hay que ver para creer, al estilo de Tomás. Sería bueno preguntarles en qué Dios no creen. Hasta cuando van a la guerra o cuando hacen el amor, piden a Dios que salgan sanos y salvos y si es posible, triunfantes en el combate cuerpo a cuerpo.
 
Los gobernantes piden a Dios que la economía vaya en aumento, que no baje la sociedad de consumo y no entren en cesación de pago. Pueden preguntarle a Obama sobre la deuda de los Estados Unidos con China, ese gigante emergente y ateo, pero que tiene un dios para cada cosa Y ni Dios  sabe, cómo les van a pagar la deuda  y de qué manera los chinos se van a cobrar los intereses.
 
Todos los dioses del Olimpo no tienen el poder para  salvar  a los griegos del default y  la plaga del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, que impusieron los dioses de turno y construyeron los poderosos  templos bancarios, y organizan los rituales que elevan sus plegarias con devoción a los bonos, plazos fijos y ganancias, mientras  encienden velas a la constelación financiera y a las deudas externas de los más pobres, calculando la rapiña de los intereses.
 
El templo del City Manhattan Bank, posee el número apocalíptico 666, por algo el diablo sabe por diablo y no  abandona sus templos; negocios son negocios, vaya uno a saber cuánto vale un alma.  Vaya uno a saber quien las compra y si algunas se venden y otras se regalan.
 
El caudillo Francisco Franco, acuñó una moneda con su imagen que decía: “caudillo de España por la gracia de Dios”. Del susto, Dios cayó enfermo…grave y no era para menos. Los dictadores argentinos y  latinoamericanos defendían la “civilización cristiana y occidental” con la cruz y la espada, asistían a misa diaria y recibían las bendiciones a todas las atrocidades cometidas en nombre de Dios. Se sentían Cruzados en búsqueda del “Santo Grial” cuando arrojaban prisioneros desde los aviones al mar y al Río de la Plata y como consuelo recibían las bendiciones  del capellán militar quien les decía:  “Han defendido al país de las garras del comunismo internacional, dando  muerte al infiel subversivo”.
 
Dicen que Dios todo lo puede, pero no es así, no puede arreglar algunas cosas  que los   humanos hacen, porque en la creación les dio la libertad,  de conciencia y actos y al hacerlo se puso las manos en el bolsillo y dijo. “Voy a ver que hacen con la libertad, y sigue con las manos en los bolsillos”.  Así va la creación. Pero el pueblo es creativo y creyente, a pesar de todo, y con la fe en alza, que no pueden destruir  decidieron crear su propio santoral popular.
 
Ahí está, en las rutas y pueblos, con sus banderas rojas y  botellas vacías, el “Gauchito Gil”, bandido que cura al hijo del comisario que lo va a matar, y lo mata nomás. Milagros son milagros, no quieran hacer disquisiciones mentales e intelectuales. Lo que es, es, y punto.
 
La Difunta Correa, muere de sed y hambre en el desierto y amamanta a su hijo y desde la muerte le da vida,  es la santa milagrera. San La Muerte que ata la vida y el milagroso reconocido San Cayetano, Patrono del laburante, a quien le  piden Pan y Trabajo.
 
Los fieles de distintos pelos y marcas que ruegan y ruegan: “Diosito ayúdame a ganar las elecciones y meter un gol de media cancha”. Dios los mira y juega a los dados.
 
Ay Dios mío, me golpea la memoria para que le abra la puerta y casi me olvido de mencionar a la “Santa Inquisición”, donde la santidad se les fue al carajo. Pero  conservó su maldad a través de los tiempos y hoy tienen al “Prefecto de la fe”, que busca díscolos dentro de la Iglesia, aquellos que tienen  pensamiento propio y son considerados peligrosos, como  los teólogos de la liberación  y  la Iglesia Pueblo de Dios, los nuevos catacúmenos de la fe.
 
La Inquisición non santa, afirmaba que los indios, los negros y mulatos no tienen alma, y así en el tiempo se engulleron a millones de seres humanos que sufrieron  torturas, quemazones, persecuciones a judíos y musulmanes y todos los sospechados de herejes, sometidos como bestias de carga,  muriendo en las minas y  sufriendo la  destrucción sus dioses, que huyeron al exilio de cielos perdidos, porque otros dioses más poderosos llegaron.
 
Las guerras santas continúan hasta  hoy y seguirán en el mañana, nada es igual, como decía Heráclito,” nunca  nos bañamos  dos veces en el mismo río”. La crueldad duele igual, pero distinta, más refinada y técnica,  las bombas inteligentes arrojadas sobre la población civil, mata niños y mujeres en nombre de la democracia y la libertad, las muertes son errores, los llaman “daños colaterales”.
 
Hay que culpar a Dios del dolor del mundo, alguien debe ser responsable. Si creó el mundo, que lo cuide.
 
Nuestro querido Santos Discépolo, santo poeta del dos por cuatro,  compuso Cambalache, para despachar su angustia existencial y cantar “el mundo fue y será una porquería ya lo sé…. Siglo XX, cambalache…, el siglo XXI y los que siguen, también
 
Pero, paremos la pelota en la cancha de la vida.
 
¿Quién es aquel sin nombre y de todos los nombres? - ¿Quién es aquel que respira sin aliento, el Uno, la Nada y el Todo?- ¿Quién es aquel que sin palabra alguna, concentra  la palabra  de vida y mueve los corazones y pensamientos?
 
Algunos preguntan la razón de la existencia, porqué Dios no permitió que Messí meta un gol en la Copa  América y la Argentina quedó descalificada. He ahí la razón metafísica del Ser o no Ser.
 
Dios le dio esta vez una mano a los uruguayos, a Forlan. Los argentinos protestaron y dijeron, “pero Dios es argentino y nos hizo perder”. Dios siguió jugando a los dados y les dijo: Queridos muchachos, “nadie es profeta en su tierra”- Amen
 
https://www.alainet.org/es/articulo/151699
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