Un ciudadano un voto, una comunidad-nación un proyecto país
- Opinión
Pareciera que es un destino que el ciudadano se transforme en consumidor olvidando el sentido comunitario que le permitiría influir positivamente en el futuro de su país.
La sociedad actual del sálvese quién pueda nos lleva a pensar a cada uno por su cuenta.
Conversando con amigos chilenos mayores que viven el epílogo de un alma desilusionada votaron al gobierno actual para castigar a la Concertación. El resultado es que se auto castigaron. Legitimaron a un gobierno que no engaña a nadie y que se articula a la historia de Chile conservadora y que no necesita racionalidad porque el poder no la necesita.
Lo que el poder sabe muy bien es que la desarticulación social es su gran poder. El decir popular dice que en política se piensa con el estómago. Eso es traducido al español destronar al ciudadano por el consumidor. Este parte de su situación individual para posicionarse en el mundo laboral de modo que si le va relativamente bien, accede a la tarjeta de crédito y se transforma en un Ulises al revés. Se amarra a la sociedad de consumo para eludir el canto de la solidaridad social y de construir una sociedad justa.
Por eso en las fiestas nacionales o de amigos nada de hablar de fútbol, religión, o política. Chistes, tragos, bailes y cada uno se guarda en sus bolsillos los problemas que poco a poco lo van desgastando y caen en los sicofármacos como solución, total siempre fue así. En internet los pps edulcorantes, como ese que hablaba de Alejandro Magno que fue enterrado con las manos vacías afuera del féretro para significar que cuando nos vamos lo hacemos sin nada. Claro, evidente, el roto en Chile, el bichicome en Uruguay, por ejemplo, también se va con las manos vacías, la diferencia es que vivieron con las manos vacías y que mueren más de 4 millones de niños al año solo de hambre, por lo tanto, con el estómago vacío en un mundo que se llena la boca con la palabra educación vinculada a la cultura de mercado o a la educación vinculada a las necesidades de las empresas sin criterio crítico, sin sentido social. Ortega y Gasset escribió una vez que cultura es lo que queda cuando se nos ha olvidado todo.
Por eso he sostenido que alegrarse de que 3 o 4 nombres sagrados digan algunas cosas certeras no influye en nada. Desmontar al consumidor de su exceso de individualidad y traerlo nuevamente a su condición ciudadana requiere un esfuerzo mayor, cotidiano, compartido, horizontal, de iguales, porque una elección se gana con votos y luego estar vigilantes para también elegir parlamentarios cercanos y trabajar por una sociedad más justa.
En España parece que sucederá lo de Chile. El pueblo se auto castigará tratando de castigar al PSOE.
Para una enfermedad social se requiere más esfuerzo curativo. No salir cada cierto tiempo con artículos contra las derechas, contra EE.UU.
Hay que estar en los medios de Internet tratando cada contradicción, todo lenguaje vacío, porque decisiones se toman a cada instante y si somos claros siempre en contra de los intereses generales. No es tarea fácil pero hay una verdad absoluta, la solución justa solo vendrá de todo un pueblo lúcido, participativo, que no quiere claudicar al desánimo o a esa trampa de las izquierdas de ser los voceros de los sin voz y terminan siendo los que viven con las manos bastante llenas.
- Walter Dennis Muñoz es Periodista
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