Una de las regiones más vulnerables

22/09/2011
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Oxfam advierte que actual compra masiva de tierras está sumiendo a miles de personas en una mayor pobreza
 
Oxfam publica hoy un nuevo informe en el que subraya la velocidad, cada vez mayor, a la que se llevan a cabo transacciones de tierra que a menudo ponen en peligro a las comunidades más pobres, quienes pierden – a menudo de forma violenta –, sus casas y sus medios de vida sin haber sido previamente consultadas, sin posibilidades de compensación o medios que les permitan reclamar sus tierras.
 
En el informe Tierra y poder, Oxfam revela datos preliminares que indican que, desde el año 2001, hasta 227 millones de hectáreas han sido puestas en venta, arrendadas o se han concedido licencias para su explotación mediante acuerdos a gran escala por parte, principalmente, de inversionistas internacionales. Aunque la falta de transparencia y el secretismo en torno a estos acuerdos hacen que recabar datos resulte muy difícil, hasta la fecha, se han verificado más de 1.100 acuerdos en torno a un total de 67 millones de hectáreas, más grande que Paraguay y Uruguay juntos.
 
Oxfam advierte que la actual compra masiva de tierras obedece a un interés por producir comida suficiente para personas en otros continentes, cumplir con los objetivos de producción de biocombustibles, o especular con la tierra y conseguir beneficios fácilmente. Muchos de estos acuerdos son en realidad acaparamientos de tierras, en los que los derechos de las comunidades son ignorados, dejándoles sin hogar y sin tierras de las que vivir.
 
Esta situación empeorará a medida que aumente la demanda de alimentos, el cambio climático, la escasez de agua y la competencia por el uso de la tierra para cultivos destinados a biocombustibles y no a alimentos. Ya casi 3.000 millones de personas viven en zonas donde la demanda de agua es mucho mayor que la capacidad de suministro.
 
El informe de Oxfam pone de manifiesto el devastador efecto que el acaparamiento de tierras tiene en las comunidades más vulnerables de Uganda, Sudán del Sur, Indonesia, Honduras y Guatemala. El informe está enmarcado dentro de la campaña CRECE de Oxfam, la cual pretende asegurar un futuro en el que todas las personas del mundo tengan suficiente que comer. Las mujeres, quienes tienen una importante participación en la producción de alimentos, son frecuentemente las más vulnerables ya que sus derechos sobre la tierra son aún más débiles.
 
América del Sur, la región más desigual
 
El informe señala que América del Sur es una de las nuevas fronteras para la producción de biocombustibles. Eso, sumado a la buena calidad de sus tierras, la vuelve vulnerable a este fenómeno.
 
“Una preocupación central en América del Sur es la enorme desigualdad en la distribución de la tierra”, indicó Asier Hernando, coordinador de la campaña Crece. “Ésta es la región con la mayor concentración de tierras del planeta, y este problema se agrava cada año con la expansión de tierras dedicadas al monocultivo de productos industriales como la palma aceitera, la producción de biocombustible y otros productos para la exportación”, señaló. “La distribución de tierras en esta región es una de las más desiguales del mundo, lo que explica muchas de las otras desigualdades que vivimos”, remarcó.
 
El informe resalta que cuanto más seguro es el acceso a la tierra, más se fortalece la seguridad alimentaria de un país. “Uno de los retos que tenemos en Sud América es reconocer el derecho a la tierra de indígenas y campesinos, derecho consuetudinario que muchas veces no es refrendado por las leyes nacionales”, sostuvo Hernando. Por ello los pequeños agricultores son expulsados a áreas cada vez menos fértiles.
 
Resaltó que al mismo tiempo se ven avances, como los procesos de titulación de tierras en Bolivia, o el esfuerzo que se está haciendo en Argentina, Brasil y Uruguay por poner límites a la compra de tierras por parte de compañías extranjeras, aunque éste es un fenómeno que también se da dentro de las fronteras de un país.
 
Llamado a la acción
 
Oxfam hace un llamado a inversionistas, gobiernos y organizaciones internacionales a dar prioridad a acabar con el acaparamiento de tierras, revisando y enmendando las políticas y regulaciones actuales, y a respetar todos los estándares internacionales relevantes, como los estándares para la actuación de la Corporación Financiera Internacional o del Consejo de Administración Forestal.
 
Los gobiernos deberían evitar sucumbir a los deseos de los inversionistas y dar prioridad a derechos ya existentes para el uso de la tierra - no sólo cuando haya títulos de propiedad legales o formales. Los gobiernos deberían reconocer que las mujeres tienen los mismos derechos sobre la tierra, así como garantizar que todas las inversiones agrícolas beneficien a las comunidades locales que dependen de ella para sobrevivir. Existe además la necesidad urgente de remediar el daño causado por los casos existentes de acaparamiento de tierras, como en los casos presentados.
 
Hernando señala: “Las inversiones deberían ser buenas noticias para las personas en situación de pobreza, pero la pugna por la tierra corre el peligro de revertir el desarrollo. Necesitamos tomar acciones a nivel mundial para que algunas personas no pierdan lo poco que tienen por el beneficio de unos pocos, y así asegurar un futuro en el que todos tengamos qué comer.”
 
* Leer el informe completo en PDF.  A continuación un resumen:
 
Informe: Tierra y Poder
 
Resumen
 
El acaparamiento de tierras no es un fenómeno nuevo, pero sí uno que se ha agudizado en los dos últimos años, después de la crisis de alimentos. La preocupación es cada vez mayor frente a este fenómeno que no trae desarrollo sino, que por el contrario, revierte lo avanzado. En América del Sur ésta es también una situación alarmante que puede empeorar a futuro de no actuar ahora.
 
¿Cuál es la situación?
 
-     Datos preliminares de la investigación de Land Matrix Partnership señalan que en los países en vías de desarrollo se han comprado, entregado en concesión o arrendado hasta 227 millones de hectáreas desde 2001, la mayoría desde 2008 y la mayoría a inversionistas extranjeros. 
 
-     Estas tierras se adquieren para producir comida para mercados externos, producir biocombustibles o para especular con ella.
 
-     Una adquisición de tierras se convierte en acaparamiento cuando:
 
o   Viola los derechos humanos, sobre todo los de las mujeres
 
o   No respeta el derecho al consentimiento previo, libre e informado, sobre todo de los indígenas
 
o   Ignora los impactos sociales, económicos, de género y en el ambiente
 
o   Los contratos no son transparentes y no se establecen claramente compromisos sobre empleo y distribución de beneficios.
 
o   No respeta reglas de la democracia, no se abre a la participación ni es transparente.
 
-     La mitad de la tierra es comprada en África.  
 
-     Latino América y África Occidental son los nuevos destinos para la producción de biocombustible. 
 
-     Los países que dependen de la importación de alimentos están comprando tierras en otros lados para alimentar a su población. 
 
-     Se tiene que producir cada vez más alimentos en tierras que están presionadas por el cambio climático, la escasez de agua, la producción de biocombustibles, de madera, los mercados de carbón.
 
-     Una de las preocupaciones centrales es la escasez de agua. 3000 millones de personas viven en áreas en las que la demanda es mayor que la capacidad de suplir este recurso a la población. Se calcula que para 2050 este número habrá crecido a 4000 millones. Se espera que para 2030 la demanda por agua haya aumentado en 30%.
 
-     Existen problemas de transparencia: 15% de compras de tierras se han hecho pagando coimas.
 
-     Dato adicional: en América del Sur uno de los principales problemas es la distribución de la tierra que es muy inequitativa, el índice de Gini para el acceso a la tierra es de 0,9 mientras que en África Subsahariana es de 0,54.  
 
o   Perú está pasando por un proceso de concentración de la propiedad, sobre todo en la zona de la costa donde los cultivos se dedican sobre todo a la exportación.
 
o   En Ecuador casi la mitad de los productores posee sólo el 2% de la superficie agrícola.
 
o   En Colombia el 85% de los propietarios poseen fincas de menos de 20 hectáreas, que ocupan menos del 19% del área cultivada.
 
o   En Paraguay, de acuerdo al censo de 2008, el 16.5% de las explotaciones acaparan el 95,7% de las tierras agrícolas.
 
¿Cuáles son las causas?
 
-     Cada vez hay más presión sobre la tierra. Una de las razones fundamentales es el incremento en la población (de 7 mil millones hoy a 9 mil millones el 2050). Una segunda es el aumento de la economía mundial. La tercera son los cambios en la dieta hacia productos que requieren un uso más intensivo de recursos como las proteínas animales y los alimentos procesados. Y la necesidad de producir bienes como madera, textiles, papel, biocombustibles y bioplásticos.
 
-     Los gobiernos, preocupados por incrementar las inversiones, en lugar de defender los derechos de sus ciudadanos se alinean con los inversionistas, entregándoles tierras a bajo precio y ayudando a “limpiar” estas tierras de gente.
 
-     Estas inversiones son aceptadas por los gobiernos por las promesas de nuevos empleos, que pocas veces se concretan.
 
-     ¿Cómo funciona el acaparamiento de las tierras? A través del convencimiento (se les hacen falsas promesas para que dejen sus tierras), o por el desalojo.
 
Mitos: 
 
El acaparamiento de tierras es posible, porque se basa en una serie de mitos:
 
o   Hay mucha tierra disponible. Falso, no hay tierra que o bien no esté siendo usada o no preste un servicio ambiental.
 
o   La reforma de la tierra no funciona. Falso, hay casos en los que el sistema agrícola se basa en pequeñas propiedades. Japón pone un techo a grandes propiedades.
 
o   La compra de tierras se centra en tierras marginales. Falso, los inversionistas buscan tierras fértiles y fuentes de agua.
 
o   La inversión en grandes proyectos agrícolas traerá seguridad alimentaria. Falso, la mayoría de los casos estudiados en África demuestran que son para exportaciones, incluyendo biocombustibles y flores.
 
o   Se generarán empleos. Sobre esto hay poca información, pero investigaciones en África Occidental demuestra que se crean pocos empleos y los que se crean son cortos, mal pagados y estacionales.
 
o   Se generarán impuestos. Por el contrario, por lo general se dan incentivos, entre ellos la reducción o condonación de impuestos para atraer inversión.
 
¿Cuáles son las consecuencias?
 
-     En un inicio se vio con buenos ojos que se invirtiera en tierras, con la esperanza de ganar nuevas tierras para la agricultura, incrementar la productividad y ayudar a la seguridad alimentaria. Sin embargo, organismos internacionales como las Naciones Unidas o el Banco Mundial ahora lo miran con escepticismo y crítica porque no se encuentran casos en que estas inversiones hayan traído beneficios para los pobres. Por el contrario, han destruido sus medios de vida y violado derechos humanos. 
 
-     El acaparamiento de tierras está impactando a los países de dos maneras: deja a muchos pequeños agricultores sin sus medios de vida; y reduce la disponibilidad de alimentos en los mercados locales.  
 
-     Una vez que las comunidades y las familias pierden sus tierras, no las pueden recuperar y se empobrecen: viven en casa más pequeñas que alquilan o tienen viviendas temporales; comen menos veces al día y de peor calidad; no pueden cubrir los gastos de educación de sus hijos.
 
¿Por qué es necesario frenar el acaparamiento de tierras?
 
-     La seguridad en el acceso a tierras, trae seguridad alimentaria. Investigaciones demuestran que una propiedad segura de la tierra implica una reducción en el hambre y la pobreza.
 
-     Las investigaciones demuestras que los países que tienen una distribución equitativa de la tierra tienden a desarrollarse mejor que los países con una distribución inequitativa.
 
-     La falta de acceso de las mujeres a la tierra es uno de los grandes determinantes de la inequidad de género. Ej., en Guatemala el 78% de la tierra es poseída por el 8% de los agricultores. Del 22% que queda, que son pequeños agricultores, sólo el 8% del total son mujeres.
 
¿Qué está fallando a nivel nacional? , ¿por qué los estados permiten esto?
 
-       No se toman en cuenta los derechos de las poblaciones. Es esencial que ser respete el CPLI (consentimiento previo, libre e informado)
 
-       Las comunidades no participan en las negociaciones. Son hechas o bien por líderes locales, o por gobiernos locales o nacionales.  
 
-       Las comunidades no acceden a información, lo que no les permite negociar adecuadamente ni proteger sus derechos. 
 
-       Usualmente, los derechos consuetudinarios de las comunidades de propiedad de la tierra no son reconocidos o respaldados por los sistemas legales de los países. Muchas veces las comunidades habitan y manejan tierras que son anteriores a los sistemas nacionales en los que están insertos.   En América del Sur se observa un avance en el reconocimiento de la propiedad de la tierra, especialmente en países como Bolivia.
 
¿Qué falla en el nivel internacional?
 
-     No se están usando plenamente los mecanismos internacionales de protección de los derechos:
 
o   Cortes como la CIDH han fallado a favor de la protección de los derechos de las comunidades (ej. Surinam, se pidió que se revisara una concesión), pero éstos suelen ser casos excepcionales.
 
o   En general, se pueden aplicar o usar estándares que el sector privado ya está aplicando en otros temas.   Por ejemplo, la Oficina del Asesor en Cumplimiento/Ombudsman adonde se puede ir a poner quejas sobre aquellos que han accedido a préstamos de la Corporación Financiera Internacional.
 
o   Las personas afectadas también podrían recurrir a las iniciativas que agrupan a las diversas empresas e instituciones vinculadas a un tipo de producto como (multistake holders), como la Forest Stewardship Council (FSC) para la madera o la RSPO para la palma aceitera.
 
o   La OECD (Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo), establece que el gobierno de cada país participante debe tener un punto de contacto al cual las comunidades o personas afectadas por inversionistas de ese país pueden presentar quejas. Ya ha sido usado para 200 quejas.
 
-       Se debe prestar atención a políticas perversas, como las que promueven el uso de biocombustibles a pesar del vínculo entre su producción y el aumento de los precios de los alimentos y la presión cada vez mayor sobre la tierra.
 
El acaparamiento de tierras puede ser detenido, es responsabilidad de:
 
-     Los gobiernos nacionales, que deben asegurarse de que las comunidades sean consultadas, sus derechos a la tierra sean respetados, requieran un comportamiento transparente de las compañías, aseguren que se hagan estudios de impacto ambiental y social adecuados; y aseguren el igual acceso a la tierra por parte de las mujeres, entre otros.
 
-     Los inversionistas deben detener esta práctica, asegurar que no se estén vulnerando los derechos de las comunidades, asegurar acuerdos justos con las comunidades, entre otros;
 
-     Los gobiernos donde las casas matrices están ubicadas pueden asegurar que haya transparencia, que las actividades que ellos apoyen respeten estándares adecuados, ofrecer mecanismos para que las comunidades puedan presentar sus quejas, entre otros
 
-     Los ciudadanos y las ciudadanas pueden ejercer presión sobre sus gobiernos, o sobre las compañías; y
 
-     Los investigadores, las organizaciones de la sociedad civil y los medios pueden dar a conocer las malas prácticas y las buenas; compartir información, y usar mecanismos de rendición de cuentas que permitan encarar a las compañías que lo están haciendo mal.
 
https://www.alainet.org/es/articulo/152771?language=es
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