Metodología del FST – Porto Alegre enero 2012
Foro Social Temático: Crisis Capitalista Justicia Social y Ambiental
20/11/2011
- Opinión
Foro Social Temático
Crisis Capitalista Justicia Social y Ambiental
Grande Porto Alegre, del 24 al 29 de enero de 2012
Preparatorio para la Cumbre de los Pueblos Río+20
La convergencia de crisis provoca una crisis de civilización
Río + 20 ¿una oportunidad? La escalada de la segunda fase de la crisis económica capitalista –ahora, centrada en Europa aunque alcanza a todos los países centrales- amplifica los efectos sociales perversos de la grave recesión que eclosionó en 2008. Al mismo tiempo, el crecimiento sostenido en China y en los demás países emergentes demanda cada día más recursos naturales. Los dos procesos repercuten mucho sobre la crisis ambiental global y profundizan las desigualdades sociales, provocando nuevas crisis humanitarias. Todas ellas exigen respuestas urgentes que ningún gobierno es capaz de dar. Todas exigen una modificación profunda del sistema económico, social, cultural y político vigente –el capitalismo global y sus instituciones-. En su conjunto, se convierten en una crisis de civilización que arrastra con ella el destino de miles de millones de seres humanos.
Se visualiza muy cerca un encuentro mundial en el que estos temas podrían debatirse y encontrar soluciones, si hubiera voluntad política por parte de los líderes de las principales naciones. Se trata de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20) que tendrá lugar en Río de Janeiro entre el 26 de mayo y el 6 de junio del 2012. Este encuentro lleva a cuestas el simbolismo de los veinte años desde la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Río 92) y del ciclo de conferencias posteriores, ocasiones en las que surgió con fuerza el diagnóstico sobre que el mundo acumula enormes problemas estructurales, y en las que se elaboraron propuestas para enfrentarlos.
Sin embargo, los gobernantes del Norte y del Sur no supieron aprovechar esta oportunidad. Estaban preocupados por mantener el mayor crecimiento posible y también por la salud del capital especulativo, de los bancos y de los especuladores. Las múltiples crisis en las que la sociedad global se está ahogando –climática, alimenticia, de condiciones de vida, de política y de valores éticos- entran dentro del cálculo de los políticos sólo de manera secundaria. No podemos esperar nada de ellos ni de las fuerzas que los sustentan, cada vez más insensibles frente al destino de la humanidad.
Seguramente habrá cambios, pero sólo se producirán si se vieran impulsados desde abajo hacia arriba, a partir del protagonismo de la sociedad civil.
“Emergentes” y “desarrollados”: dinámicas y ritmos desiguales. En la actual estructura de poder mundial, controlada por los intereses de las grandes corporaciones, de los países “desarrollados” y de los “emergentes”, no existe la
real voluntad de poner en riesgo el “negocio del desarrollo”. Pero sí, hay un enorme cambio en la geopolítica global. El capitalismo global funciona ahora en dos velocidades y parece tener una desconexión entre la dinámica de acumulación en los países centrales y en los llamados emergentes, planteando entonces nuevos problemas para la transformación social.
Por una parte, los países ricos se ven golpeados por el estancamiento y la crisis, pero las corporaciones acumulan caja, los especuladores aseguran sus ganancias. Al mismo tiempo, la mayor parte de la población enfrenta políticas de austeridad, enormes índices de desempleo, aumento de las desigualdades y fortalecimiento de las corrientes y de las iniciativas políticas de derecha –como las de los grupos racistas del Tea Party, de los Estados Unidos y de los xenófobos europeos.
Por otro lado, los grandes países “emergentes” siguen expandiendo sus economías dentro del marco del capitalismo global. La euforia por su crecimiento, celebrada por casi tod@s, muestra una total inconsciencia frente a los problemas que se presentan. La crisis de “creatividad financiera” del neoliberalismo estimuló el renacimiento de desarrollismos. Millones de personas mejoran su condición de vida en Asia y en América Latina, consumen un poco más que antes, aunque la desigualdad social también aumenta de manera paralela y en todos los sectores. La expansión económica se produce profundizando sus contradicciones: desigualdad y concentración de la renta, súper explotación y precariedad del trabajo, deterioro ambiental, estructura agraria concentrada, crecimiento de los asentamientos pobres, servicios sociales precarios. Mientras tanto, el impacto de estas pequeñas mejoras ha opacado la percepción de tales contradicciones, y la lógica de que “todo está bien” dificulta la construcción de un proyecto contra-hegemónico.
De esta manera, tres años después de la peor crisis económica mundial desde la de 1929, tres años después de la enorme subida de precios de los commodities y de los alimentos por la especulación realizada por los gigantes de las finanzas, cuatro años después de que el Panel Intergubernamental sobre Cambios Climáticos (IPCC) haya alertado sobre la urgencia de una transición hacia una economía de bajo carbono, todos los problemas continúan sin perspectivas de soluciones y con los poderes establecidos sólo preocupados en mantener el negocio de siempre. No se aprendió ninguna lección, no se hizo ningún cambio estructural y se han agravado los impasses que se acumulan en una lógica suicida.
Ausencia de paradigmas alternativos y fragmentación. Frente a la ausencia de otro paradigma de civilización que se le oponga, la máquina capitalista se mueve con los mismos objetivos y dentro de la misma lógica de siempre: crecer más, ampliar las exportaciones e importaciones, producir y consumir más bienes industriales y crear e utilizar servicios cada vez más sofisticados y accesibles a más personas –dentro de un sistema económico que entra en crisis cada vez que no consigue crecer un 3% por año y garantizar la rentabilidad del capital-. En la medida en que cientos de millones de personas entran en la sociedad de consumo de masa y persiguen el modo de vida que el capitalismo estadounidense exportó como ideal de felicidad, exigen una cantidad de bienes ostentosos, creados dentro de la lógica del obsoletismo programado, uso privado, desperdicio y descarte. Y consumen cada vez más recursos: energía, materias primas, alimentos y servicios ambientales. Este crecimiento prepara nuevas y futuras crisis de combustibles, de materias primas y alimentos, acelera las emisiones de gases del efecto invernadero y del calentamiento global. Frente a estas crisis, el capital sólo puede insinuar ilusorias promesas sobre las innovaciones tecnológicas como única solución frente a todos los problemas. Y para garantizar que ninguna amenaza contra el sistema pudiera florecer, la democracia se ve corrompida por el poder del dinero y, de ser necesario, se suprime.
Ciudadanas y ciudadanos indignados se sublevan contra todo esto en diferentes partes del mundo –en las plazas del mundo árabe de Europa, en los caminos de Abya Yala, en las calles y en las selvas de Brasil-. Pero, la dinámica de las fuerzas antisistémicas se halla aún muy fragmentada, heterogénea, desigual y desarticulada entre los continentes, entre los países de una misma región. Aún no se ha logrado la unión entre ellos, la articulación que reúne la diversidad en un gran movimiento irreversible.
El Río+20 de los pueblos y el proceso Foro Social Mundial
El Encuentro de los Pueblos. El simbolismo que posee la Conferencia de Río+20 ofrece – a pesar de lo muy desmoralizadas que se hallen las negociaciones en el marco de la ONU – la oportunidad a la sociedad civil de encontrarse, de presentar sus propuestas y de organizar sus luchas. Y aún más: de presentar otro paradigma de economía, de sociedad y de política dentro del cual los graves problemas que se presentan en esta crisis de civilización puedan ser confrontados y eventualmente superados. Un paradigma capaz de fortalecer los movimientos que se oponen al sistema y que ellos se vean reforzados y desarrollados.
Es en este sentido que el Comité Facilitador de la Sociedad Brasilera para Río+20 convoca a organizaciones de la sociedad civil y a movimientos sociales y populares de todo el mundo a un proceso que culminará, en junio de 2012, en el evento autónomo y plural, provisoriamente denominado Cumbre de los Pueblos de Río+20 por la Justicia Social y Ambiental, paralelo a la Conferencia Oficial.
Como afirma su convocatoria “Venga a reinventar el mundo en Rio+20”:
El momento político propiciado por Río+20 constituye una oportunidad única para “reinventar el mundo”, y apunta a salidas para el peligroso camino que estamos transitando. Pero, y a juzgar por la acción de los actores hegemónicos del sistema internacional y por la mediocridad de los acuerdos internacionales negociados en los últimos años, sus falsas soluciones y la negligencia frente a principios que fueran acordados en Río92, creemos que si bien no debemos dejar de influenciar en su actuación, tampoco debemos hacernos ilusiones de que nuestro accionar pudiera dar comienzo a un ciclo de negociaciones y de compromisos significativos para enfrentar los graves problemas que la humanidad y la vida en el planeta enfrentan.
Entendemos que la agenda necesaria para una gobernanza global democrática presupone un fin a la condición actual de captura corporativa de los espacios multilaterales. El cambio vendrá desde la acción de los más variados actores sociales: diferentes redes y organizaciones no- gubernamentales y movimientos sociales de distintas áreas de actuación, incluyendo a ambientalistas, trabajadores rurales y urbanos, mujeres, juventud, movimientos populares, pueblos originarios, etnias discriminadas, emprendedores de economía solidaria, etc. Necesitamos construir un nuevo paradigma de organización social, económica y política que – partiendo de las luchas reales de estos sectores y de la constatación de que ya existen condiciones materiales y tecnológicas para que nuevas formas de producción, consumo y organización política sean establecidas – potencialicen su actuación.
Para los actores y actrices del FSM, esta es una oportunidad única para profundizar el debate y la lucha por el otro mundo que buscamos construir, para avanzar en la construcción de alternativas sustentables y populares. Este encuentro podrá auxiliar a los actores y movimientos que resisten a la globalización neoliberal a construir un horizonte de superación sistémica al orden capitalista.
El papel del proceso FSM. El proceso del Foro Social Mundial debatió en Belén en 2009, y nuevamente en Dakar en 2011, los grandes desafíos de una civilización global en crisis (tanto en el sentido de crisis como de oportunidades) con la cual confrontamos. Se discutió también y profundamente sobre elementos de la nueva agenda política que los actores del proceso FSM enfatizaron a lo largo del último período: la defensa de los bienes comunes y del libre acceso al conocimiento y a la cultura, la centralidad de la sostenibilidad social y ambiental en todo proyecto alternativo, la economía del bienestar y de lo gratuito, la búsqueda del bienestar como propósito de vida, la organización del poder político en moldes plurinacionales y basados en una democracia participativa, la relación entre derechos y responsabilidades colectivas, el reordenamiento geopolítico mundial y los problemas de gobernanza que ello trae, entre otros elementos que formaron parte de una agenda abarcadora, aunque no exhaustiva, que fue acompañada por innúmeros otros debates y diálogos entre las propuestas que se cruzan en esa agenda.
Ahora – frente a la oportunidad presentada por la Cumbre de los Pueblos de Río+20 por Justicia Social y Ambiental- consideramos que el proceso del FSM debe ofrecer su contribución para impulsar su preparación y ayudar en la consolidación de su agenda, organizando un Foro Social Temático en Porto Alegre, entre el 24 y el 29 de enero de 2012. Un Foro que discuta la crisis y las medidas emergentes que deben ser tomadas para asegurar la supervivencia y el bienestar de cientos de millones de personas. Un Foro que analice los caminos para la afirmación de paradigmas alternativos a la civilización industrial, productivista y consumista y de la agenda de la transformación social que le corresponde. Un Foro que profundice los lazos entre los actores y actrices comprometidos con esta pauta, que los movilice para la acción, que estimule su convergencia y ayude para su participación efectiva en la Cumbre de los Pueblos.
Consideramos esta iniciativa – en la secuencia de las protestas contra el G20 en noviembre en París, y de las actividades programadas por la sociedad civil en ocasión de la COP17, en Durban, África del sur, a fines de 2011- decisiva para reunir fuerzas y reforzar la preparación de la Cumbre de los Pueblos de Río+20.
La metodología el Foro Temático
El grupo de Reflexión y de Apoyo al Proceso del Foro Social Mundial (GRAP- FSM) e el Comité Gaucho Organizador del FST lanzan aquí una propuesta inicial del proceso, que debe ser complementada en el Seminario Internacional del 22 al 23 de octubre, en diálogo con las redes que asuman la propuesta de su realización.
Pensamos que la metodología de un Foro Social Temático (FST) capaz de dar inicio al proceso preparatorio de las actividades de la sociedad civil en ocasión de Río+20 debe ser diferente a los foros que se estructuraron sólo según actividades auto-organizadas con una temática libre. Para ser efectivo en el cumplimiento del papel que le fue propuesto, este Foro tendrá -sin menospreciar el lugar que ostenta de expresión del pluralismo y de la diversidad de posiciones que luchan contra la globalización neoliberal y por otro mundo- que focalizar de manera especial en la agenda que puede ser disputada en Río+20 y en los objetivos anunciados por la Cumbre de los Pueblos, y reforzar los procesos que se desarrollan en ella.
Los tres ámbitos del FST. En este sentido, el Foro deberá dividirse en tres ámbitos que comprendan actividades diversas: las actividades auto-organizadas, libremente conducidas por las organizaciones que las promueven y con una agenda que dialogue con el FST; las actividades auto-organizadas en torno a grupos temáticos y cuestiones estratégicas, pero articuladas entre sí y con los organizadores del Foro; y las actividades preparatorias con propuestas específicas para la Cumbre de los Pueblos de Río+20.
Nuestro objetivo es aún –coherente con la Carta de Principios del FSM- establecer un espacio de discusión autónomo frente a las instituciones internacionales, corporaciones capitalistas y a los poderes estatales. Un marco plural que valorice la diversidad de la sociedad civil global y que la transforme en fuerza política relevante, estimulando convergencias y agendas comunes. Buscamos incorporar en nuestro proceso la fuerza, la energía y la iniciativa de millares de organizaciones y de movimientos. Para ello, el punto de partida es su experiencia real, tanto en su actividad autónoma como en su capacidad de converger en otros temas.
La metodología para las actividades libremente organizadas por los que las proponen -primer ámbito del FST – ya es un patrimonio del proceso del FSM y pueden darse en Porto Alegre en 2012, inscriptas a partir de los ejes establecidos en ocasión del último FSM realizado en Dakar. Ellas se distribuirán en los múltiples espacios donde tendrá lugar el FST 2012, a partir de la comunicación entre territorios y temas pactada por el Comité Organizador Gaucho.
Pero, necesitaremos innovar con respecto al segundo y tercer ámbito:
Entonces, proponemos organizar Grupos temáticos movilizadores -en el segundo ámbito del FST- un proceso capaz de recibir la multiplicidad de experiencias y de contribuciones de los diversos sujetos sociales, pero ahora en torno a temas abarcadores y movilizadores capaces de confederar a los actores y a las actrices de los más variados movimientos.
Comenzaríamos a partir de este Seminario de Metodología la constitución de grupos temáticos en relación a temas movilizadores vinculados a la “Crisis capitalista, justicia social y justicia ambiental”, auto-organizados pero trabajando de forma colectiva e inclusiva, en diálogo con los organizadores del FST.
Una precondición para la constitución de un grupo temático sería su relación con la agenda de sostenibilidad y de justicia social y ambiental.
Una segunda precondición sería la existencia de una o más redes u organizaciones en condiciones de facilitar política y operacionalmente los debates de manera permanente, impulsar su ampliación y posteriormente ayudar a sistematizar la discusión entablada en los foros electrónicos. La condición de animador(a) del grupo temático de una organización o movimiento no implicaría una posición especial en el debate, sino responsabilidad por calificación de su trabajo.
Agenda común mínima de los grupos temáticos y cuestiones transversales. Proponemos también que todo grupo temático trabaje sus temas específicos dialogando con una agenda mínima que incluya:
- circunscribir su problemática en los desafíos propuestos por la coyuntura y por Río+20;
- identificar las causas estructurales que afectan su problemática;
- evaluar los mecanismos de reproducción de las concepciones vigentes;
- presentar las alternativas existentes y su inserción en una agenda de transición;
- identificar, interpretar y potencializar campañas y propuestas de acción que vayan en esa dirección;
- estimular diálogos y convergencias con otras temáticas y sujetos.
Más allá de lo expuesto, un Seminario de Metodología debería – buscando sintonía con el Comité Facilitador de la Sociedad Civil para Río+20- ayudar a construir algunas cuestiones estratégicas transversales, en forma de preguntas, que animen las discusiones y las convergencias entre los grupos temáticos, dentro de la perspectiva estratégica de la superación del actual modelo y afirmación de un nuevo paradigma de civilización.
En el tercer ámbito, impulsar estrategias sobresalientes. La agenda de Río+20 lleva a cuestas el simbolismo de los veinte años de luchas por la preservación del planeta y la garantía de derechos de pueblos y poblaciones. En la disputa de ideas y de construcción de contra-hegemonía que entablamos, deberíamos buscar sostener todo un abanico de actividades e iniciativas rumbo a la Cumbre de los Pueblos y que contribuyan para este evento. Ellas pueden también, si consiguiéramos desencadenar procesos del tipo “bola de nieve”, impactar las negociaciones oficiales.
En 1992, fueron lanzados y firmados tres convenciones internacionales, aquellas sobre clima, biodiversidad y desertificación, además de la Agenda 21. El balance de estas iniciativas estaba en un principio, en la pauta oficial de Río+20, pero fue sacado porque la evaluación de su cumplimiento por los estados firmantes revela un resultado errado y hasta desmoralizante. Es importante que la sociedad civil realice su evaluación del significado e implementación de estas convenciones. Y cabe recordar que en 1992, también se firmaron pactos entre ONGs, a los que deberíamos volver.
Se están esbozando y levantando nuevas convenciones en los bastidores del sistema ONU. Queremos que el FST y la Cumbre de los Pueblos sean espacios donde ellas puedan ser abiertamente debatidas.
Se están preparando iniciativas específicas para Río+20 por los pueblos indígenas y otros sectores, que deben poder utilizar el espacio del FST para reforzar su organización.
De la misma manera, existen propuestas como la del Protocolo de la Tierra, que retoman y desarrollan iniciativas anteriores, como la de la Carta de la Tierra. También existen iniciativas que proponen la realización de días de acción global durante Río+20 que pueden y deben ser articuladas en ocasión del Foro. Más allá de esto, la organización de campañas abarcadoras que serán lanzadas durante Río+20 debe encontrar en el FST el terreno propicio para su discusión y preparación.
Debemos también concebir iniciativas capaces de movilizar a las comunidades universitarias, a científicos, artistas y religiosos para que se impliquen en el proceso de la sociedad civil en ocasión de Río+20.
Necesitamos finalmente, seleccionar a figuras reconocidas públicamente capaces de transmitir de forma didáctica para el conjunto de l@s participantes del FST el sentido general del debate que se entablará en los grupos temáticos y en las iniciativas específicas.
En todos estos casos, debemos proyectar un cálculo estratégico capaz de organizar un horizonte de algunos años, en la secuencia de Río+20, donde las iniciativas que de allí surjan maduren y puedan ser retomadas en una nueva correlación de fuerzas global.
Organización del proceso. Para que este proceso abarcador de discusión tenga lugar a partir de octubre, los organizadores del FST deberán ofrecer una plataforma electrónica de trabajo para los grupos temáticos y las iniciativas específicas rumbo a Río+20, capaz de permitir la coordinación y el cruzamiento transversal de todo debate hasta enero.
Las redes facilitadoras de los grupos temáticos y de las iniciativas específicas rumbo a Río+20 que se conformaren deberían en octubre circular para tod @s l@s participantes del proceso texto-base para animar a sus grupos.
Representantes de los grupos temáticos y de las iniciativas específicas que se constituyan hasta mediados de octubre de 2011 se reunirían los días 22 y 23 de octubre en un Seminario Internacional de Metodología, para pactar la metodología definitiva del proceso.
Más allá de esto, este Seminario Internacional de Metodología, debería -siempre en sintonía con el Comité Facilitador de la Sociedad Civil para Río+20- definir las cuestiones estratégicas transversales que animarán las discusiones y convergencias entre los grupos temáticos, en la perspectiva estratégica de superación del actual modelo y afirmación de un nuevo paradigma de civilización.
El Seminario debería también definir la forma de sistematizar el trabajo después de enero, rumbo al próximo encuentro en Río de Janeiro.
Creemos que el Foro Social Temático de enero puede así, ser una gran oportunidad para que un gran número de movimientos y entidades hagan una primera síntesis de su trabajo y se articulen para el gran encuentro de la sociedad civil global que será realizado entre mayo y junio en Río Janeiro.
Pasos inmediatos. Con este documento abrimos el proceso del FST a través de la organización inicial de Grupos Temáticos (el segundo ámbito debatido arriba). Estos grupos deben tratar cuestiones vinculadas a la agenda del FST, sus organizaciones proponentes deben tener la capacidad de facilitar y sustentar operativo al debate en portugués, castellano, francés e inglés y los grupos deben tener amplitud internacional. Las entidades y las redes que deseen presentar propuestas, pueden hacerlo enviando un mail a grupostematicosfst@gmail.com con el tema, la relación de las organizaciones que lanzan la propuesta, sus nombres y direcciones, e-mails y teléfonos (personas y profesionales) de las personas encargadas de acompañar el proceso.
En estos primeros momentos, buscaremos ayudar a estos grupos y establecer una dinámica de discusión y también, producirla, hasta el Seminario Internacional del 22 y 23 de octubre, una primera nota conceptual capaz de estructurar el debate y la posterior ampliación de los grupos temáticos. Este debate deberá ser, a partir del Seminario, accesible para l@s que se inscriban, en los cuatro idiomas del FST, en los GTs a través de una plataforma electrónica y de una página wiki, para construcción de documentos – en caso de que esta sea la herramienta elegida por el grupo para el ordenamiento de las discusiones-.
Las entidades y redes que quieran articular iniciativas y propuestas en el tercer ámbito debatido arriba también podrán inscribirlas utilizando el mail grupostematicosfst@gmail.com, a partir de un envío con el nombre de la organización y utilizar la plataforma electrónica para organizarlas. Nuestro propósito es hacer una primera sistematización de estas propuestas en el Seminario del 22 y 23 de octubre.
GRAP y Comité Organizador Gaucho
https://www.alainet.org/es/articulo/154133?language=en
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