El capitalismo de mercado

Entre la ingenuidad y la demagogia

16/01/2012
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Voy a comenzar con una obviedad pero que curiosamente pareciera que la soslayamos. El capitalismo de mercado  no necesita de siete mil millones de personas para lograr sus objetivos. Controlar la sociedad planetaria, convivir sin sonrojarse con las miserias humanas. el hambre, la ausencia de salud, desnutrición, la destrucción del medio ambiente, la desvalorización del trabajo, la inocencia de los niños y su futuro, la amputación de futuro de millones de personas que esta crisis financiera especulativa genera y cuyo precio lo están pagando y lo pagarán a largo plazo. Ser jubilado del ejército en el imperio romano era dignísimo en comparación a la situación de jubilados hoy en día,  incluyendo esta inmoralidad e irracionalidad denominada jubilación privada.


Cuando Schiller escribía que todos somos hermanos (posiblemente sufría esa enfermedad fantasiosa de un dios padre que fue la fantasía de Jesús) pensaba que tendría efecto social, solo la tuvo en la cultura de mercado cuando en algunas ocasiones se escucha cantarlo a un coro con el soporte de Bethoven y bajo el discreto encanto de la burguesía escuchamos decir….que maravilla, me emocioné…

Se les enseña a los jóvenes a matar en guerras sin sentido y luego se rasgan vestidura por ver soldados miccionando sobre cadáveres. Y el motivo de estas guerras se cierra “dando vuelta la página”.

¿Podría decirse que cuando nació el euro solamente se trataba de una moneda común? Le ha costado demasiado, o tienen cierta cuota de vergüenza los intelectuales de moda reconocer que estaba soportado en la ideología globalización y que el euro iba a demostrar que sería suficiente que menos de la mitad de la zona euro saliera airosa y que un 60 o 50% se enfrentara a una dura realidad para la cual las izquierdas europeas no tenían nada que decir y nada que hacer, excepto agachar la cabeza, y despotricar verbalmente contra las derechas a quienes se les entregó la legitimidad democrática de efectivizar las desigualdades.

Por eso este debate hábilmente cerrado para la Sra Chacón en España revela como los colectivos políticos se adueñan a través de un grupo de dirigentes muy hábiles de su destino dado que para quien come bien el hambre de los otros puede esperar.

Entonces la demagogia se traslada a Internet dado la ingenuidad luego que la elección en España la ganara el PP ampliamente en las autonómicas y lograra mayoría absoluta en el parlamento.  Allí medios digitales, blogs personalizados, portales, intentan aglutinar desencantos habiendo tenido bastante tiempo para entregar información cualitativa que permitiera a la gente a la hora de elegir tener una posición racional, lograda en encuentros sociales, por colectivos con el apoyo logístico de medios abiertos que no buscan ser un medio en si y para si, sino un espacio de encuentro donde se pueda disentir con fundamentos dado que los diarios centrales de papel y digitales impulsan el opinador anónimo o el mecanismo, conversa hoy con…o pregunta hoy a….donde unos comisarios eligen lo funcional al medio y el resto se censura.

¿Se puede ser alternativo cuando medios digitales defienden a criminales como los de ETA basados en la falacia de la independencia del país vasco? ¿Es un paso inteligente en Suramérica la visita del presidente de Irán? En un momento que comienzan a aparecer modos proteccionistas y Chile comienza a ser atractivo para Uruguay con gobiernos con posturas políticas distintas. No comparto la idea de Galeano de indignos e indignados porque se asimila a lo que fue en la guerra fría, democracia o comunismo. Pienso que si es posible ser solidarios o individualistas, solidarios en el sentido de Adorno, lo universal en lo particular, los logros de la humanidad deben llegar a todos frente al individualismo enfermizo que incluso lo sufren los que son indignados.
Recuerdo cuando visité la República Checa en tiempos de Vaclav Havel y entramos por Chemnitz,  la ciudad que aún conserva una cabeza en fierro de Marx que no pudo ser sacada, ciudad que llevaba su nombre, pude gozar esas carreteras arboladas, hermosas de la Europa nórdica, de pronto veo en plena carretera lejos ya de alguna ciudad una hermosa jovencita, vestida de blanco, realmente solo me sorprendí, pero cuando unos 50 metros más adelante otra, y luego en una cabina unas morochas me di cuenta de que se trataba.

Al parar en un pueblo de regreso donde vietnamitas, que no son nada de simpáticos, vendían de todo y compré algunos cigarrillos, vi más de cerca a estas chicas de blanco, demasiado jóvenes, muy bellas, con celulares esperando que algunos alemanes usaran sus servicios, dada la diferencia entre el marco y la corona checa, en ese momento, un marco 16 coronas checas. Sentí bronca, como es posible que un pueblo no le ofrezca a su juventud la oportunidad de una salida digna. La reflexión se la dejo al lector. Pero termino diciendo que el capitalismo de mercado va ganando la partida y que iluminados individuales nada lograran sin una acción solidaria y cooperativa que nos saque de la ingenuidad y la demagogia.

Walter Dennis Muñoz es periodista

 

https://www.alainet.org/es/articulo/155259?language=en
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