Amenazas en la coyuntura: El escenario no electoral

18/03/2012
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I.-Distorsiones informativas y la preparación de un clima para una salida no electoral.
 
Partiendo de las tendencias que reflejan las encuestas, donde Capriles Radonsky no logra remontar la ventaja de 25 puntos que le lleva el Cmdte Chávez y los resultados de estudios que estiman que tal distancia no puede ser superada en el poco tiempo que queda para la elecciones, el imperio está impulsando planes desestabilizadores para crear un ambiente enmarcado en “conmociones” o eventos espectaculares que le permita cambiar la actual correlación de fuerza o impida contarse electoralmente el 7 de Octubre:
 
  • Explotar eventualmente el agravamiento de la enfermedad del presidente y la emergencia del “chavismo sin Chávez”.
  • Aprovechamiento del cualquier desastre natural: inundaciones, terromotos, epidemias.
  • Atentado contra alguna figura opositora o representante público.
  • Apagón general con una duración de más 48 horas.
  • Encadenamiento de conflictos laborales y sociales que alteren las actividades cotidianas de la población.
  • Entrabamiento y sabotaje a la administración pública para anular la capacidad de respuesta.
  • Impugnación del árbitro electoral, articulando denuncias y movilización en torno a temas como: la inscripción, la depuración del registro, el cuestionamiento a las capta huellas y las auditorías, escogencia de los miembros de mesa, ventajismo, todo ello en función de darle marco a la acusación de “fraude”.
 
Este clima, con su cadena de hechos y sucesos, no es fácil generarlo de un día para otro, si no que requiere de una campaña de manipulaciones propagandísticas y de distorsiones informativas, tal como lo hemos venido denunciando como operaciones psicológicas enmarcadas en la nueva estrategia imperial.
 
En tal sentido, hemos ubicado un conjunto de temas generadores permanentes y eventuales que permite a los actores oponentes planificar y ejecutar las OPSIC:
 
1.- Escasez de alimentos – “Desabastecimiento Programado”.
2.- Racionamiento y apagones eléctricos
3.- Inseguridad e incremento de la delincuencia
4.- Deterioro e insuficiencias de los servicios públicos.
5.- Inflación y alto costo de la vida
6.- Represión y violación de los derechos humanos.
7.-Ataques a la propiedad privada
8.- Falta de autonomía de los poderes públicos
9.- Vinculación con el narcotráfico y el terrorismo.
10.- Nexos con estados forajidos y ejes del mal.
11.- Burocratismo y corrupción
 
Estos temas le dan un encuadre o “framing”a las OPSIC, buscando moldear el mapa cognitivo y emocional de la población o de determinados blancos-audiencia.
 
Pero no solo se trata del tratamiento mediático de estos temas permanentes( recurrentes, con efectos residuales que le permiten pasar a un segundo plano y emerger de nuevo ) si no que la campaña donde se operacionaliza la OPSIC, contempla también una estrategia para “cabalgar” y dar cuenta de los conflictos coyunturales o los sucesos del momento.
 
Tal situación la podemos verificar en los últimos días cuando en los medios aparecieron una serie de sucesos distorsionados informativamente, los cuales apuntan al reforzamiento del “framing” general:
 
  • Numerosas averías y apagones en el sistema eléctrico nacional.
  • Maniobras especulativas con el desabastecimiento de alimentos y aumentos de precio de los mismos.
  • Hechos de violencia y presencia de grupos irregulares en el occidente del país
  • Contaminación ambiental y su incidencia en la prestación del servicio de agua potable.
 
La eficacia política de las OPSIC consiste en convertir un hecho o suceso aislado en un fenómeno generalizado, reforzando el encuadre o marco previo trabajado con los temas generadores permanentes. Por ello es fácil comprender como el derrame petrolero en el rio Guarapiche se convierte en sinónimo del fracaso de la gestión ambiental ( empleando técnicas psicológicas de extrapolación, proyección y generalización ) sobre todo, con el encuadre con la supuesta contaminación en La Mariposa, Lago de Valencia y Lago de Maracaibo.
 
Explotar fallas y déficit de la gestión pública, multiplicada a través de las OPSIC, forma parte de una directriz emanada de la comunidad de inteligencia de los EEUU, como parte de su estrategia intervencionista, tal como lo veremos a continuación.
 
II.- Estrategia imperial y directrices de inteligencia
 
Recientemente, el 27 de Enero de 2012, públicamente se conocieron algunos pormenores del “Informe de la comunidad de inteligencia de los EEUU”. Este informe –de 30 páginas- contiene una evaluación anual de los retos y amenazas que enfrenta Estados Unidos, de acuerdo a la información obtenida y procesada por la comunidad de inteligencia. Sobre Venezuela y más específicamente sobre la campaña electoral, en dicho informe se señala:
 
“Una vez que la campaña electoral comience en febrero de 2012, el electorado buscará soluciones para el 25 por ciento de la inflación del país, la generalizada carencia de alimentos y la escasez de energía, y los galopantes índices de delincuencia y homicidio.”
 
En este informe están casi telegrafiadas las orientaciones que el imperio plantea explotar en el actual contexto eleccionario: escasez de alimentos y energía, inflación, criminalidad.
 
En tal sentido, no es una simple coincidencia que en estos momentos los actores oponentes misionados para ejecutar estas directivas en nuestro país, estén desarrollando una ofensiva en este terreno.
 
Desde esa perspectiva, estamos obligados a profundizar el análisis de lo que subyace detrás del telón, revisando las orientaciones de la nueva estrategia imperial tal como se asume en el “FM 3-24. US ARMY FIELD MANUAL.
 
Este manual es un esfuerzo de adecuación del papel de los EEUU en el cumplimiento del rol de gendarme necesario en el mundo. En tal sentido, las fuerzas armadas de los EEUU han ido modificando las teorías, métodos y técnicas de intervención. Por supuesto, este último manual del año 2008 (elaborado por el general David Petraeus, nuevo director de la CIA desde el 6 de Septiembre de 2011 y ex - comandante de las tropas aliadas en Afganistán y el general de cuatro estrella Stanley McChrystal,quien cayó en desgracia siendo comandante de la fuerzas de ocupación en Afganistán) se subsume en el marco de la “Guerra de baja intensidad” o guerra asimétrica. De igual manera, las orientaciones contenidas en el referido manual, surgen como aprendizajes del empantanamiento de la guerra de Afganistán e Irak, pero que ahora se replica en Libia y Siria y se proyectan como doctrina militar para futuras agresiones contra Venezuela:
 
1.- Intentos de conceptualización de la guerra asimétrica o guerra de resistencia desarrollada por los pueblos que luchan por su liberación. En el manual se reconoce y se analiza en detalles como esta modalidad de lucha puede neutralizar el poder de fuego concentrado o masivo empleado por fuerzas armadas convencionales, así como también inutilizar la tecnología asociada a la forma tradicional de combatir la guerrilla.
 
2.- Reconoce la importancia del contexto socio-cultural y las especificidades locales y nacionales, por lo que intentan dar respuestas concretas a situaciones singulares.
 
3.- Asume como básico el control territorial y el dominio de corredores estratégicos, donde se incluye el manejo ofensivo de pasos fronterizos, justificando el empleo de operaciones “extraterritoriales” o persecución en caliente en países vecinos.
 
4.- Desarrolla la doctrina de operaciones conjuntas con un mando único.
 
5.- Promueve el papel preponderante de las fuerzas especiales y fuerzas de despliegue rápido aerotransportadas, integrando un solo equipo para operaciones encubiertas. En el caso de los EEUU, el Comando Conjunto de Operaciones Especiales(JSOC) coordina los siguientes componentes de las fuerzas armadas y de la comunidad de inteligencia: los Rangers y Boinas Verdes del ejército, los Seal de la marina, los "NightStalkers" ( apodo del 160o Regimiento de Operaciones Especiales de Aviación del Ejército de los EE.UU )todos conformando la DELTA FORCE, sumándole las fuerzas de los paramilitares de la CIA, que se activan en el Comité Nacional Clandestino (NSC), más específicamente en la División Especial de Actividades .
 
Esta División de Actividades Especiales (SAD) y, más concretamente, su élite Grupo de Operaciones Especiales (SOG) recluta sus miembros de la Delta Force. El dúo SAD / SOG son los brazos ejecutores de operaciones políticas y militares del Comité Nacional Clandestino ( NSC) de la CIA, en tal sentido, se encargan de tareas no convencionales que van desde montar un fraude electoral hasta organizar sabotajes, asesinatos y preparar golpes de estado .En los equipos de SAD para cumplir sus misiones se dividen el trabajo:
 
-- Hay un grupo de tareas que asumen las actividades políticas encubiertas, donde se promueven organizaciones como “franquicias” o estructuras artificiales, penetran grupos o partidos tradiciones, coptan a sus dirigentes, capacitan los cuadros de relevo. También desarrollan acciones en el campo económico como son los paros, rumores y alarmas para producir corridas financieras, provocan desabastecimientos. Todo lo anterior, catalizado por operaciones psicológicas y manipulaciones mediáticas.
 
--Desde el ángulo militar, conforman grupos para-militares que se encargan de la búsqueda y rastreo de la insurgencia, realizar asesinatos selectivos y sabotajes de distintas naturaleza, sirven de fuerzas de choque para desestabilizar gobiernos y desatar guerras civiles.
 
 6.- Localización y muerte de los líderes insurgentes, empleando la inteligencia tecnológica y los aviones no tripulados: drone o Predator.
 
7.- Tercerización o privatización de una serie de servicios, donde se incluye desde el apoyo logístico, las comunicaciones, el transporte hasta la inteligencia y las operaciones psicológicas.
 
8.- Búsqueda de apoyo o adhesión de la población a través de operaciones psicológicas, a través de distorsiones informativas y manipulación de percepciones.
 
9.- Formación y Estabilización de un gobierno aliado que permita traspasar las responsabilidades de la seguridad interna y permita una retirada honrosa. Esfuerzos en la formación de fuerzas militares y policiales, para tal relevo.”
 
III.-Empleo de tales orientaciones en nuestro contexto
 
Los planes de desestabilizadores contra el gobierno bolivariano, las operaciones encubiertas y las OPSIC, quedan subsumidas dentro de la estrategia general descrita anteriormente y contextualizada en nuestro ámbito:
 
1.- Deslegitimación del proceso, descalificando la obra del gobierno, exaltando fallas y errores. Utilización de los déficits en varias direcciones:
-- Consolidación de una fuerza opositora con mayoría electoral
-- Aislamiento internacional y justificación de una intervención militar
-- Ingobernabilidad y caldo de cultivo para la insurgencia armada interna (guarimba, paramilitarismo, operaciones encubiertas, rebeliones parciales tanto policiales como militares ).
 
2.-Agudización de las contradicciones, incentivando paros y huelgas, intentando llegar al colapso del aparato productivo.
 
3.-Impulso de marchas y movilizaciones hacia edificios emblemáticos, que permitan realizar un cerco y presionar el pronunciamiento militar.
 
4.-Justificación de la organización de operaciones con fuerzas policiales opositoras (equipos de policías de Miranda y las alcaldías del Hatillo, Baruta, Chacao, por ejemplo) y paramilitares, en coordinación con algunas individualidades militares (activos y en retiro).
 
5.-Realización de acciones de sabotajes, atentados, articuladas a las OPSIC, donde puede estar contemplada una masacre, el magnicidio contra el Cmdte Chavez o un atentado a Capriles Radonsky.
 
6.-Aprovechamiento de las condiciones de salud del Cmdte para generar un clima de incertidumbre y de ingobernabilidad, como parte de la preparación de un contexto favorable a una salida no electoral.
 
7.-Crear este clima de ingobernabilidad y de confrontación generalizada, tiene entre sus propósitos paralizar o inhibir el conjunto de las fuerzas militares, lo que permitiría que a través de la lucha callejera y las operaciones especiales, controlar algunas zonas estratégicas al interior de algunas ciudades o regiones del país, particularmente puede permitir el desarrollo del separatismo en la media luna: Táchira, Zulia y desde allí empantanar la situación buscando una intervención de mayor envergadura.
 
IV.- Profundización de los planes desestabilizadores en la coyuntura.
 
En los actuales momentos la campaña promovida por actores oponentes en el plano político, económico y de guerra psicológica, se pueden focalizar en objetivos específicos como parte los preparativos de una salida violenta (escenario B o no electoral) que teóricamente y según la experiencia histórica, combina diversas formas de lucha, teniendo presente que este proceso no es mecánico y puede pasar rápidamente de una forma a otra:
 
§ Inicialmente prevalece las formas de luchas pacíficas y de empleo de los canales institucionales.
 
§ Progresivamente se empalma lo anterior con movilizaciones de calle, provocando a la seguridad de Estado y a las FA.
 
§ La agudización de este proceso hace emerger formas violentas de lucha.
 
§ Y finalmente, aparecen las formas de lucha armada, como justificación ante la represión, autodefensa, etc.
 
Aquí es predecible el pase de la denuncia y agitación a la movilización, utilizando puntualmente al llamado “movimiento estudiantil” como fuerza de maniobra.
 
Esta dinámica puede darle vida a los siguientes escenarios, en la medida que van madurando y desarrollándose los acontecimientos:
 
 A.- Generación de un contexto de máxima presión con la movilización social: marchas, tomas, trancas, paros, huelgas.
 
B.- Crear una situación de caos y crisis total del país, que genere conflictos, hostilidades, enfrentamientos y violencia. Para ello es indispensable infiltrar personal violento y armado en las movilizaciones, en los conflictos laborales y en las comunidades; participando en acciones directas, creando disturbios.
 
C.- Fomento del calentamiento de calle y la violencia social como clima de desestabilización general. Como no se trata de un golpe en frío o un alzamiento militar tradicional, se desarrolla un cronograma de acciones en espiral que conduzcan a un punto crítico o estallido final. En nuestro caso es también predecible que en las próximas semanas o meses se va incrementar el cuadro conflictivo.
 
Este abc de los escenarios, es una reiteración de experiencias exitosas alcanzadas por grupos contrarrevolucionarios en la Europa del Este, empleadas en Libia, y actualmente en desarrollo en Siria, donde la lucha de calle es combinada con grupos de choques armados que atacan cuarteles, copan edificios y sedes gubernamentales.
 
Por todo lo anterior, para los revolucionarios venezolanos resulta obligante las tareas del momento, articulada con la Batalla de Carabobo del 7 de Octubre:
 
§ Desenmascarar y confrontar las OPSIC que vienen siendo desarrollada por los actores oponentes al proceso bolivariano, empleando de nuestro lado una Estrategia Comunicativa Integral (ECI).
 
§ Elevar la capacidad y la calidad de la gestión pública, dando respuesta a las demandas y reclamos de los sectores populares.
 
§ Abortar y confinar los conflictos explotados por fuerzas contrarrevolucionarias.
 
§ Fortalecer la unidad cívico-militar, impulsando la defensa integral, como un enfoque que pueda confrontar con éxito la nueva estrategia imperial.
https://www.alainet.org/es/articulo/156590
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